Partida Rol por web

Caos en el Mercadona (HLdCN)

Noche 3: Gora Eroski!

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05/10/2014, 21:00
Despedido - Arsenio Matas "Lejía"

-¿Traer de vuelta a uno de los despedidos?-el Lejía soltó un bufido-¿El crío este está bajo sospecha y le vamos a dejar traerse otra vez a uno de sus amiguetes? ¡Ni de coña! ¿Estamos todos tontos o qué? Antes no le hemos echado a patadas por el canto de un duro ¿y ahora le queréis permitir meter y sacar gente? Yo no me fío de él y, por lo que a mí respecta, de los de fuera tampoco. Mucho tráfico de información hay de aquí para allá y mucha trola está cruzándose aquí, cojones, que parece esto el Congreso de los Diputados.

Arsenio hizo un gesto teatral (un poco deslucido por las pintas) abriendo los brazos:

-Si hay varios grupos de infiltrados es fácil que se hayan echado entre ellos. Si traemos de vuelta a alguien, estamos como al principio pero encima librando de toda sospecha a uno que vete tú a saber qué intenciones lleva. Para eso, seguimos aquí degollándonos unos a otros sin piedad pero en confianza. Si sólo queda un infiltrado (o infiltrada, me da igual) no necesitamos que venga otro "inocente" de fuera, para eso podemos descabellarlo nosotros.

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05/10/2014, 21:10
Despedida - Justina Pérez

Justina asintió a Eva. Lo voy a intentar, pero no depende de mí. Dijo, tranquilizándose. Sin el ETArra ahí podía volver a calmarse. La verdad era que le había puesto muy nerviosa, le había venido a la memoria aquellos años llenos de miedo, asesinatos, extorsión... Creo que es lo más lógico, confío en ti. Espero hacérselo ver.

Cuando Sara le tendió el peta negó con la cabeza. Guárdate eso, niña. No me sientan bien las drogas. Se llevaron al pobre Amancio y desde entonces no tomo nada más que algún carajillo. Aún así no la miraba como lo había hecho hasta ahora. Incluso había hablado de Amancio, algo que raramente hacía. Siento lo de tu amigo, pero no podíamos permitir que siguiera aquí. Le tendió la mano llena de baratijas que aparentaban ser de oro y plata.

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05/10/2014, 21:21
Eva Sánchez Banderas

Todavía ni siquiera me había sentado para cenar, esperando como estaba a que los demás se unieran, cuando el Lejía intervino. Le miré mientras hablaba, moviendo el chupa chups dentro de mi boca, y al terminar me lo saqué para responderle.

- A ver, Lejía, que no te enteras. - Empecé sin tapujos. - Tienes a una jodida persona - Dije dedicando una mirada a Saray - que ha dicho que Lourdes, Maricarmen o tú erais uno de ellos. Yo tengo la puta certeza de que ni Lourdes ni Maricarmen son unas infiltradas, así que está entre tú y ella. - Comenté haciendo un gesto con el chupa chups hacia Saray. Entonces hice una pausa para metérmelo en la boca. Antes de seguir saqué mi libretita para comprobar una anotación, y sólo entonces me mordí el labio por dentro. - Además hay alguien por quien yo pongo la mano en el fuego que ha asegurado que Joel no es uno de ellos.

- Aún así dices que no hay que readmitirle. - Afirmé antes de mirarle fijamente, entrecerrando los ojos. No tenía fuerzas ni motivos para hacer La Mirada, pero aún así sostuve mis pupilas en las suyas. - Yo no sé si es que sólo te importa tu jodido trabajo y no el de los demás, pero Joel también necesita el curro. Además, mientras no sean infiltrados, cuantos más seamos para las votaciones, mejor, joder. - Argumenté, y entonces hice una pausa. - Mira que entre tú y ella yo sospechaba de Saray, pero hostia puta, ahora me estás empezando a hacer dudar de con quién estás.

Dicho esto asentí en dirección a Justina, y le hice un gesto invitándola a acompañarme a la zona de cajas.

- Ahora vamos, joder. - Dije, y a pesar de la palabrota por mi tono era evidente que no lo hacía ni molesta ni enfadada. - Que la puta cena se va a quedar jodidamente fría.

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06/10/2014, 00:27
Mercadona

La noche llega al Mercadona de la calle Prosperidad y las desconfianzas parecen haber conseguido que algunos se mantengan silenciosos. Demasiado silenciosos. Algunos cenan, otros vuelven a dedicarse a emborracharse y poco a poco todos van cayendo dormidos.

Pero el descanso es menos gratificante esta noche. Como si algo faltase para dar calidez a los sueños de los encerrados. Ninguna melodía suena por la megafonía arrullando el descanso o resonando por los pasillos que parecen más fríos y más silenciosos, como sus habitantes.