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Castroviejo: El origen

Prólogo: De cómo me convertí en habitante de un pueblo que no estaba interesado en mis historias

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25/01/2016, 18:09
Serafín Grimón "El Flamenco"

Los primeros votos oficiales ya empezaban a aparecer. Sin embargo había aún muchas dudas, y no era para menos, pues de primeras era difícil imaginar que detrás de cualquiera de los presentes, pudiese haber una bestia camuflada y dispuesta a asesinar sin inmutarse a quienes hasta ahora habían sido sus vecinos.

Benjamín veía en todos ellos buenas intenciones y ya el mero hecho de haber decidido permanecer en el pueblo decía mucho de todos. Aún así se pronunció, con el objetivo de ir arrojando luz a esta ardua tarea de elegir un alcalde… SU alcalde.

Señores, no tengo por costumbre precipitarme y hoy tampoco va a ser el día en que lo haga. Me esperaré aún un poco más para dar mi voto oficial, pero, por si a alguno le es de ayuda, transmitiré mis pareceres:

De acuerdo con muchos de los que han hablado, manifiesto mi confianza para detentar el puesto de alcalde en Doña Inés y en Mireille. Siempre han demostrado ser mujeres valientes, a la par que cautas y conciliadoras, y como muchos han señalado… dirigir esta ya destartalada aldea, requiere algo más que ímpetu y bravuconería. –Serafín, quizá por viejo y analítico, había aprendido a lo largo de su amplia vida, que las mujeres tenían unas cualidades de las que algunos hombres deberían aprender-. Si bien, sigo teniendo confianza en mi buen vecino Lázaro. Siempre le vi comprometido y dispuesto a ayudar, aunque fuese en las tareas más desagradables… aquellas de las que nadie quiere hacerse cargo… y siempre con vistas a ayudar y con buen talante. El hecho de que se presentara el primero, me es demostración de su interés y disposición para ayudar.

Me cuesta pensar que cualquiera de los presentados a alcalde tenga algo grave que ocultar, pues sabe que será investigado. Pero también nosotros debemos cuidarnos y reaccionar ante cualquier actuación que nos parezca extraña. Digo esto, aquí en alto, porque es importante que nadie delegue responsabilidades. No ser alcalde no significa desentendimiento. Tenemos que saber reaccionar si es preciso. Tenemos que permanecer atentos a las señales y actuaciones…

Serafín, tomando conciencia de que quizá había hablado demasiado y podía haber cansado a sus vecinos se retiró, no sin antes añadir: Mi voto irá para uno de las tres personas que he mencionado, a menos que en estas horas ocurra algo lo suficientemente relevante como para cambiar mi intención.
 

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25/01/2016, 18:13
Rodrigo Belmonte de la Poza

Notas de juego

Diría que todo el que está votando oficialmente lo está haciendo en las notas, ¿no? ¿Cual es el problema?

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25/01/2016, 19:53
*Catalina Rodriguez

Notas de juego

Lázaro

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25/01/2016, 20:05
Ramón Gutierrez

Notas de juego

Me disculpo, pensé en el apartado "notas" de la ficha y no en "notas del juego", XD pensando en un mayor anonimato...

Mi voto a Lázaro.

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25/01/2016, 20:09
María Lucrecia Comares

Aunque Lucrecia había optado en un primer momento por Lázaro, el no volver a verlo en acción hizo que perdiese los sentimientos que una vez había tenido. Sin embargo, ahora apostaría por las líderes femeninas

-Mireille e Inés, me han gustado vuestras últimas palabras. Sintetizasteis ideas lógicas y votaciones, mostrando dedicación por nuestro pueblo. A Mireille de Remu la percibo dialogante y dispuesta a escuchar a todos. A Inés de Suárez le noto un toque de frialdad que me parece muy conveniente a la hora de realizar las labores de alcaldesa. Analizando las sutilezas pues, votaré-

Notas de juego

Voto a Inés de Suárez

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25/01/2016, 20:34
Inés de Suárez

Mis agradecimientos por adelantado a los que depositáis vuestra confianza en mí, salga lo que salga esta noche...

Si mis cuentas no fallan, y contando con que me voto a mí misma, de momento la situación está así:

1 - Lázaro: Catalina (7)
1 - Miguel de León: Francisco Fernández de Córdoba (1)
4 - Mireille de Remu: Ramiro Benavente (2), Adela Lastra (3), Mireille (5), Rodrigo Belmonte (6)
3 - Inés de Suárez: Diego de Narváez (4), María Lucrecia (8), Inés (9)

Notas de juego

Me voto a mí misma

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25/01/2016, 20:46
Beatriz Bocanegra

Beatriz tardó unos instantes en darse cuenta de que la Señorita Adela se dirigía a ella con perceptible enfado.

-¿Huir decís?- repitió con visible retintín. – ¡Ja! Niña engreída, ¿cree que por querer reclamar sensatez y responsabilidad, al futuro alcalde, me puede usted etiquetar de altanería? ¿A mí? ¿Una pobre anciana y  humilde ciega como yo? – su voz sonó lastimera y fingidamente dolida. –Con la ayuda de Dios, mi querida Lastra, con el tiempo averiguarás que el tiempo apremia y la edad te concede pequeñas descaros.-

-Desearía yo poder ofrecerme a ese cargo y prometer protección, pero mis débiles piernas no me dejan andar más allá de cuatro pasos sin descansar. Y sin la ayuda de mi pequeño Pablo, el pueblo entero se me haría un laberinto. – tomó unos segundos para meditar y finalmente votó.

-Concedo mi voto a Miguel de León.- dicho eso, empujó a su lazarillo levemente. – Votad, votad de una vez para poder marcharnos.-

Notas de juego

Voto a Miguel de León. 

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25/01/2016, 20:58
Ramón Gutierrez

Cuando la mujer lleva la cuenta, ven los ojos de un niño a quien nunca votaría.

- por mi bien, y el de los más jóvenes, espero que no seáis vos Inés la escogida, pues habláis de lo correcto y no contáis con mi voto a Lázaro bien merecido. Más si defendéis vos el voto de la mujer, creo que debéis contar también con el de un niño.

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25/01/2016, 21:40
Inés de Suárez

Perdonad Ramón, razón no te falta...

Notas de juego

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25/01/2016, 21:42
Serafín Grimón "El Flamenco"

Serafín depositó su pedazo de pan en el cesto de Doña Inés. - El tiempo apremia. Mi voto será para usted Doña Inés. Sin duda mi querido Lázaro,- dijo mirándole- creo hubieras sido un buen gobernante en estos tiempos, pero confío en que Doña Inés sepa mediar mejor, con ese temple que ha demostrado- Señorita Mireille, también me ha despertado confianza, si bien, hay que pronunciarse.

El tiempo irá poniendo a cada uno en su lugar.... Estaremos atentos - fue diciendo el anciano para sí, pensando en las decisiones que en adelante habrían de tomar-

 

Notas de juego

Doña Inés de Suárez

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25/01/2016, 22:37
Lázaro

Lazaro estaba tranquilo y disfrutando de las elecciones. 
Quiero daros las gracias a los que me estáis votando, incluso a los que habéis pensado en votarme en algún momento. Yo quiero lanzar mi voto a mi candidatura. 
De todas formas quiero decir que me gustan los vecinos que se han presentado al puesto. Si algo sé en esta vida es saber ganar y saber perder. Ocurra lo que ocurra siempre estaré a favor de la alcaldía y del alcalde que sea. Muchas gracias. 

Lazaro se sentó en un banco y esperó ver el resultado de las votaciones. 

Notas de juego

Voto a Lazaro

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25/01/2016, 23:15
Mireille de Remu

Mireille siguió escuchando a las gentes del pueblo con atención siguiendo y apuntando de manera diligente los votos.

- Si no me equivoco el recuento es el siguiente, apresúrense en votar los que faltan o en decidir de cambiar los que lo estimen oportuno. La campana de la iglesia está a punto de sonar. 

Notas de juego

 

4 - Mireille de Remu: Ramiro Benavente (2), Adela Lastra (3), Mireille (5), Rodrigo Belmonte (6)
4 - Inés de Suárez: Diego de Narváez (4), María Lucrecia (9), Inés (10). Serafin (12)
3 - Lázaro: Catalina (7), Ramón (8), Lázaro (13)
2 - Miguel de León: Francisco Fernández de Córdoba (1), Beatriz (11)
 

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25/01/2016, 23:43
Pablo

 

Escuchaba atento el pequeño Henri, que ahora llamábase Pablo por decisiones del azaroso hado, a todos sus convecinos, mayores y chicos, hombres y mujeres. Mas no pasábanle desapercibidas las sutilezas de las palabras de unos y de los silencios de otros, que en siendo menudo y pequeño, la vieja Beatriz habíale enseñado bien de un tiempo a esta parte y en las palabras de todos el muchacho percibía muchas cosas: miedo en algunas, orgullo y prepotencia en otras; en otras valentía, en otras desasosiego; impetuosidad, reflexión, compasión, egoísmo… pero en todas, en todas y cada una de ellas, había incertidumbre. Incertidumbre, como la que el propio zagal sentía al escuchar que cuatro de ellos podrían ser lobos escondidos… Miró a todo el mundo con recelo de pronto. ¿Todos? ¿Cualquiera? Miró al panadero, al enterrador, al ebanista… vecinos de toda la vida del pueblo… a la señora Inés, tan sensata, a Mireille… su musa pelirroja, venida de las nubes… a la señora Beatriz, que lo había acogido cuando llegó al pueblo, perdido, sin idioma y sin nombre…

Miró a lo alto, al titiritero que desde allí arriba observaba, ajeno a todo y al mismo tiempo sin desatender a nada… aquel hombre no hacía más que mirar fijamente a algunos de los integrantes del círculo de la plaza, los que aún no habían abierto la boca ni pronunciado palabra, entre los que el propio Pablo se incluía. Aquello incomodolo ligeramente, así que se removió, inquieto, tratando de no sobresaltar a la señora Bocanegra, para continuar escuchando con atención al populacho, tratando de discernir a quién podría votar.

-Pueblo de oportunistas- mascullaba en ese momento la anciana mujer sólo para sus oídos.

Asintió el mozo ante aquel comentario, pues por más que escuchaba, no podía menos que estar de acuerdo en la mayoría de los casos… no en todos, si bien, mas sí en la mayoría.

Trató de ayudarla a apuntar cuando su dedo índice señalaba a un vacío entre vecinos, mas no sabiendo el pobre chico a dónde o a quién pretendía su señora señalar directamente, no supo guiar su mano en aquel momento y, por no hacer gesto impropio, mantúvose quieto. Entonces fue cuando la mujer del sombrero extraño entrometiose en la conversación, acusando a la señora Beatriz de palabras tales que, algunas de las cuales, no entendía.

Casi claro tenía el chico que su propio mendrugo -a falta de no poder ir a su estómago rugiente- iría al cestillo de la mujer de cabellos de sol, cuando de pronto habló de nuevo la señora Beatriz, a su lado, respondiendo con claras palabras y certeros argumentos, pues que más sabe el diablo de por viejo, como solíase decir…

-Concedo mi voto a Miguel de León -dijo ella entonces, empujando a Pablo suavemente– Votad, votad de una vez para poder marcharnos.

Cogió el mochuelo el mendrugo de la anciana con premura, rozando sus manos para que ella sintiese que la hacía caso, y marchó raudo en pos de la cestilla del panadero donde echó el mendrugo de pan de doña Beatriz, sin poder evitar apreciar la sutil paradoja, pan para el panadero y a los mozuelos como él, nada más que ruidos a las tripas… aunque no podía quejarse, la señora Beatriz, aunque dura, lo alimentaba a diario… no podía decir lo mismo de otros muchachos que por la plaza atisbaba.

Sin saber muy bien qué hacer, sacó su propio pedazo… lo primero que hizo, no obstante, fue partir un trozo y guardárselo en el bolsillo, antes de que nadie pudiérelo notar, mas el resto balanceolo el mozo de un lado a otro, debatiéndose entre una cesta y la siguiente… mas que al final, por no poderse decidir en privado, trató de hacer pública su diatriba.

-Mozo soy, señoras y señores, y aún hablado en esta pueblerina asamblea non he. Mas de saber habéis que de tierras y caminos fui hijo hasta que en dando mis huesos a parar por aquí cerca, aquesta noble señora recogiome de la calle y con ella acabé pues en aqueste pueblo, donde tal discusión se lleva a cabo ahora, en aquestos días aciagos… -entonces una idea perló su mente, presta como brisa mañanera, al darse cuenta por sí mismo de la elección que había de tomar o que debiera ser tomada- Y non es otro, nobles señores y damas, sino el bueno de don Miguel de León, panadero, quien todos los días y sin falta alguna, siquiera en domingo, levántase al alba para preparar la hogaza que buenamente nos hemos llevado a la boca todos y cada uno de los anodinos días. Y puede que del grupo el más mochuelo yo sea, mas si el voto de aquél o aquélla cuenta, el mío ha de hacerlo igual, pues uno de los veinte quedados en el pueblo soy, queraislo o non. Así que, don Miguel, para vos va también mi voto, haced buen uso de él si lo conseguís.

Tras decir aquello, volvió el chiquillo a su lugar, dejando que Beatriz colocase su nudosa y arrugada mano sobre su hombro, para guiarla, mas su rostro continuaba alzado y en sus ojos aún se apreciaba cierta mirada de orgullo dolido, por haberlo mantenido al margen hasta ahora.

-Cuando queráis podemos irnos, doña Beatriz -susurró entonces a la mujer.

Sus pies esperaron inquietos a la orden de la anciana y su mirada se posó una última vez en Miguel de León, en quien había decidido depositar su confianza. No obstante, no pudo evitar preguntarse si hacía lo correcto, mas sin saberlo o alcanzar siquiera a imaginarlo, tan sólo podía esperar y ver qué deparaba el destino. Como muchos ya habían pronunciado en el anochecer de aquel día aciago, el tiempo diría…

Notas de juego

Voto a Miguel de León.

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25/01/2016, 23:47
Director

No me volváis a dar este susto de estar a ocho minutos de que se os acabe el plazo y tengáis un voto en contra. 

Ya os dije que eso del google compartido estaba bien pero iba a ser poco práctico en el futuro. Es mejor que intervengáis más aunque sea más breve o en seguida seréis pasto de acusaciones

Un saludo :)

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25/01/2016, 23:53
Miguel de León

- No veo motivos para demorar mas mi voto -intervino Miguel. Agradezco la confianza de Doña Beatriz y del pequeño Pablo, pero hasta el momento, si nadie mas emitiera su voto, si votara por mi mismo, el único en el que confío completamente, por obvias razones, sólo forzaría un triple empate, por lo que mantendré mi palabra entonces.

Y depositó su bolita de pan en el cesto de doña Inés.

Notas de juego

Voto por Inés de Suarez

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26/01/2016, 00:01
El capitán

¿Una mujer? Bien, en tiempos de guerra hasta las medidas pueden ser desesperadas como la situación que estáis viviendo. Todos debéis ser considerados iguales- dijo el Capitán asomado a caballo en las lindes del pueblo cuando le comunicaron su decisión, y entonces clamó una voz angelical y poderosa a la vez: 

- ¿Todos, mi buen señor? 

- ¡Tú, no, titiritero! ¡Tú estás en esa torre con tus muñecos como amigos! ¡Háblales a ellos si quieres y si sigues con vida cuando todo esto termine, ya veremos si te dejamos salir de ahí, feriante! - gritó el malhumorado Capitán hacia la ventana de la torre de la prisión donde me hallaba confinado. Y después se fue dejando allí a doña Inés de Suárez, primera alcaldesa de Castroviejo. 

Otra persona estaba tan perdida como yo: Bartolomé de Castro se asomó a última hora y comió un mendrugo de pan sin comprender siquiera la votación y esperando poder incorporarse 

Notas de juego

Enhorabuena, Ines de Suarez, eres la alcaldesa. Tienes 12 horas para decidir cómo serán las votaciones que supondrán EL PRIMER ELIMINADO DE CASTROVIEJO. Junto a tu nombre aparecerá un asterisco que te pondrá la primera de la lista y servirá de distinción para el resto. 

Bartolomé tiene 1 voto en contra de cara al próximo linchamiento. 

Y ahora continuamos en el capítulo 1.