Ragnar asintió con un gesto de la cabeza, indicando a Sieg que podia pasar el odre sin problemas. Juntos pudieron descansar de la caminata y el inesperado enfrentamiento, y charlar de cosas banales, entre otras, Ragnar alabó en más de una ocasión la forma tan valerosa y brutal en que se habían arrojado a la carga sin pensarlo dos veces. Tras unas horas, Vidgis llegó con los carromatos y los sirvientes que se pusieron inmediatamente a la tarea de cargar los osos muertos en uno de ellos, mientras el otro se destinaba a los pertrechos a a albergar a los dos oseznos en sendas jaulas que Lord Vidgis, muy acertadamente, se había encargado de solicitar. El señor se mantuvo apartado, atento a los trabajos de carga, mientras Ragnar continuaba charlando despreocupadamente, a todas luces ya algo achispado por el potente licor.
Sin duda recibiremos una gran bienvenida, dudo que ninguna partida de caza consiga tanto... incluso sobrará comida para destinarla a los hombres, agradecerán ser agasajados por una vez con platos dignos de un señor, pero hay que mantenerlos fieros y contentos... bastante les preocupa ya a algunos que pueda desencadenarse sobre nosotros la ira de los dioses... - parecia muy poco preocupado ya por lo que dijese, eso sin duda no era solo consecuencia de la confianza, sino también del alcohol - Ingenuos...
Knut, que se mantenía cerca de allí, permaneció atento a que los oseznos fuesen cargados sin sufrir ningún daño, mucho mas aún cuando Lord Vidgis se ocupaba de ello.
Aunque no participaba, se encontraba lo bastante cerca de Sieg y Ragnar como para seguir la conversación. No había nada en ella que hubiese despertado su curiosidad.. hasta el momento en que el señor de aquellas tierras abrió la boca. Knut conocía de primera mano lo que un hombre puede hacer cuando bebe, así cuán larga puede ser su lengua. Debían aprovechar aquel momento, quizás no tuviesen otro igual.
- ¿Los dioses? Sin duda hay que respetarlos, pero no es de su incumbencia nada de esto - dijo Knut con firmeza. - Son sabios y saben lo que es conveniente para nosotros, sus lacayos.
Urza estaba contento por como se había desarrollado la cacería, el desempeño de su séquito y porque con la partida de Vidgis, Knut estaría mas tranquilo. No habia probado mas que un trago de licor, porque sabia que no podia permitirse tener los sentidos embotados hasta que no volviera a su tierra, las palabras del hijo de Lord Bors le llamaron la atencion Perdon Señor Bors pero porque iban a tener que desencadenarse la ira de los dioses? Mientras sus templos y sus fieles sacerdotes reciban lo que desean, ellos se encargan de los Dioses, su temperamento y su gracia o su ira. siempre y cuando no los acose una turba por las malas consechas y entonces la culpa seguramente sera de otro
Oh, vamos... - Ragnar hizo un gesto de fastidio, como si apartase una mosca molesta - Veniais acompañados por ese sacerdote, sin duda sabreis que los ortianos adoran a otro dios, "El Único", y los hombres temen que apoyar a los ejércitos de unos herejes provocará la ira de los dioses... Los sacerdotes de Voormund llevan meses martirizando a mi padre con ese asunto...
Ragnar parecia muy dispuesto a seguir hablando, por desgracia, Vidgis pareció darse cuenta de lo que estaba pasando y se aproximó para interrumpir indicando que debían partir cuanto antes o se haría tarde. Al parecer, ya estaba todo cargado... Asique Ragnar se incorporó y miró sonriente y satisfecho a sus "compañeros de caza".
Bien, bien... quizá tenga razón, ¿estais listos para volver?
Knut miró a Lord Vidgis, aquella culebra venenosa sabía como cubrir la espalda de su "amo". Lo que no sabía Ragnar era que Vidgis era un asquerosa rata traicionera de la que no se podía fiar. Por suerte para él, pronto le partiría el cráneo en dos y todo el mundo se alegraría.
Era hora de volver, todo empezaba.
El grupo emprendió el regreso liderado por Ragnar y Siegfried, a lomos de sus respectivas monturas. El agotamiento de la jornada se veía compensado por el éxito y la agradable temperatura del mediodia, y no tardaron en avistar la ciudad. El humo surgia de las chimeneas y se apreciaba poca actividad, sintoma, sin duda, de que todos se habían recogido ya en sus hogares o junto a los fuegos de campamento para comer, antes de retomar la actividad por la tarde.
Sin embargo, a pesar de la calma generalizada, cuando llegaron a la fortaleza de los Bors escucharon una algarabía cuyo origen no tardaron en averiguar: un corro de soldados rodeaban un par de figuras apenas visibles tras la multitud. Dejando su caballo a un mozo de las cuadras, Ragnar le demandó información y no tardó en volverse hacia Siegfried con una sonrisa.
Parece que vuestro maestro de armas va a deleitar a la guarnición batiendose en duelo amistoso con uno de nuestros mejores hombres... sin duda, debe ser algo digno de verse, ¿me acompañareis? Los sirvientes se harán cargo de las piezas y los oseznos.
Al ver escuchar las palabras de Ragnar, Urza se quedo atónito por unos segundos Esto no me gusta nada sabiendo que algo tenia que hacer, reacciono rápidamente e intento mezclarse entre la gente. Mejor que no nos tengan a todos rodeados mientras caminaba y buscaba una buena posicion por si las cosas se volvien mas tensas, se preguntaba a cuantos podria disparar antes de lo agarraran.
Motivo: dicrecion - pasar inadvertido
Tirada: 5d6
Resultado: 6, 4, 2, 5, 2
Knut se sorprendió ante los nuevos acontecimientos que se sucedían. Podía parecer una pelea de exhibición normal, pero algo dentro de él le decía que dudara de aquello. Estaban siendo unos días muy complicados y temía que todo esto no mejoraría la situación. Buscó con la mirada a alguien familiar, ya fuese Mime o el sacerdote metomentodo, que seguro sabían que estaba pasando.
Miró su espalda, asegurándose de que no se estaban metiendo en una encerrona.. y permaneció atento, alguien le explicaría que ocurría allí. Aún le dolía el pecho, así que dio un trago de su petaca para aplacar el licor, estaba prácticamente vacía, otro problema.
Por supuesto Ragnar. Sera algo digno de ver. Ha visto muchas veces a mi maestro de armas luchar y casi siempre era en mi contra. Estara bien verle enfrentarse a alguien distinto.
Sieg observa el leve gesto de dolor de Knut cuando va a intentar beber sin exito por la falta de liquido. De modo que decide proporcionarle una excusa o un modo de elegir lo que quiera hacer.
Knut, ya te has quedado sin nada que beber. Anda ve y encuentra algo por ahi. Y de paso mirate el pecho, que seguro que es mas grave de lo que intentas que parezca.