Partida Rol por web

El primer número es el de la puerta que acabáis de atravesar. Lo que está entre paréntesis indica los números que véis en las puertas de arriba, abajo / laterales)

Te despiertas. Impresionado, abres los ojos como platos. Estás en una sala cúbica, compuesta por paneles cuadrados traslúcidos que emiten una molesta luz roja. En el centro de cada una de las paredes, incluyendo suelo y techo, hay una especie de compuerta con una manivela en el centro y un número grabado (los del título de la escena). Apenas te has recuperado de la sorpresa, te das cuenta de que has estado a punto de pisar a otro hombre que está allí, dormido. Parece chino, lleva un mono gris y unas botas baratas negras. Te miras. Llevas exactamente la misma ropa excepto que en lo que debería ser tu bolsillo de la camisa está tu nombre bordado. Sólo se oye silencio y el calmado respirar del chino.

Al otro lado de la puerta hay otra habitación, con las paredes azules pero, por lo demás, exactamente igual.

-Calma. Seguro que hay una explicación perfectamente lógica para esto- me digo a mi mismo. -(O se acabaron mis "diversiones")-

El chino empieza a despertarse...

Te despiertas... aunque no estás muy seguro de ello. Estás bastante adormilado, te pesan todos los músculos del cuerpo como si llevaras durmiendo años. Abres los ojos. Una luz roja te hace entrecerrar y parpadear bastante hasta que consigues enfocar algo. Estás en una extraña habitación, paneles cuadrados traslucen esa molesta luz roja y, en el centro de una pared completamente cuadrada una compuerta tiene un número grabado y una especie de manivela. Cuando haces ademán de incorporarte te das cuenta de que estás atado de pies y manos. Forcejeas un poco y es cuando observas que no estás solo. Hay otro hombre allí dentro contigo.

-Oye, ¿me escuchas? Voy a desatarte. ¿De acuerdo? Pero, tranquilízate¿Bien?- le digo al chino mientras le doy suaves palmaditas en la cara para que vaya despertando

Nada me gustaría más que sentir cómo su cuello se parte entre mis manos cómo si fuera un hueso de pollo, pero algo debe saber y, mientras sea útil, debe seguir vivo

-Oye, ¿me escuchas? Voy a desatarte. ¿De acuerdo? Pero, tranquilízate¿Bien?- le digo al chino mientras le doy suaves palmaditas en la cara para que vaya despertando

-¿Me oyes?. Despierta, por favor. Tenemos que buscar una salida de este... sitio- Bentham eleva un poco la voz y sacude su compañero

Te despiertas... aunque no estás muy seguro de ello. Estás bastante adormilado, te pesan todos los músculos del cuerpo como si llevaras durmiendo años. Abres los ojos. Una luz roja te hace entrecerrar y parpadear bastante hasta que consigues enfocar algo. Estás en una extraña habitación, paneles cuadrados traslucen esa molesta luz roja y, en el centro de una pared completamente cuadrada una compuerta tiene un número grabado y una especie de manivela. Cuando haces ademán de incorporarte te das cuenta de que estás atado de pies y manos. Forcejeas un poco y es cuando observas que no estás solo. Hay otro hombre allí dentro contigo.

Confundido miro a mi alrededor sin saber exactamente que hacer, por mas fuerza que haga no parece querer soltarme esa maldita cuerda.
-¡Eh Tio!, ¿Donde estamos?, ¿Me echas una mano con esto?-Le pregunto sin demasiada cortesia, estoy incomodo y eso se refleja en mis palabras.

Mientras espero respuesta alzo la mirada y observo cada esquina de la celda.
-Esto tiene muy mala pinta.

-Voy a desatarte,¿de acuerdo?.Tranquilo-Bentham comienza a desatarle los pies-Vamos a ver si somos capaces de salir de aquí.¿Cómo te llamas?-

Me dejo desatar por ese tipo, al menos parece que habla mi idioma, no dejo de mirar a mi alrededor.
-Me llamo Jack, encantado, te daria la mano pero todavia las tengo atadas.-Le digo molesto, no entiendo porque naries a empezarado por los pies.

-¿Y quien eres tu? Y que tipo de... ¿Celda es esto? Has dicho que intentemos salir de aqui, eso quiere decir que ya conoces este sitio ¿No?-Lo miro directamente mientras el trabaja parece que esa cuerda estaba realmente bien sujeta a mis tobillos.

Después de desatarle los pies, comienzo con las manos

-Me desperté hace un rato, antes que tú. No recuerdo nada, ni cómo llegué aquí, ni quien me trajo, ni nada. Me asusté y pensé que a lo mejor tú tenías algo que ver con que me hubieran metido aquí. A los lados, arriba y abajo hay unas compuertas que dan a otras celdas que son iguales. No había visto este sitio en mi vida, pero no parece un parque de atracciones.¿No crees-

-Por cierto, me llamo Jay. Bentham es el apellido. Ya me puedes dar la mano, si quieres, claro- digo mientras le ofrezo la mano

Al fin liberado, froto mis muñecas mientras me pongo en pie y miro la estancia mientras el me explica lo poco que sabe.
-Encantado amigo.-Estrecho su mano con fuerza, mientras lo obserbo de arriba a bajo.-Pero siento desilusionarte, no tengo nada que ver con esto, creo que estamos en el mismo maldito barco, ¿Has intentado abrir alguna de las puertas?-Le pregunto mientras la doy la espalda y me dirijo a alguna de ellas, la que esta orientada al norte desde mi posicion, por ejemplo.

-Que raro, no tienen picaporte ni nada parecido, ¿Y si es una celda para que tantas puertas? -Termino apoyando mi mano en la puerta sintiendo su tacto.