Partida Rol por web

-Hubiera preferido que Tanaka fuera quien había acabado con Tanaka. -Tenia en tabú la palabra suicidio pues le producía dolor solo pensar en ello. -Namine, deja que Haruki este con su amigo. Después de todo esta programado para amarlo pese a lo que pueda ordenarle o hacer. -Comento Risu con desgana mientras elegía como al resto a Mihara Goro.

-¡Pero no hay que rendirse! Aun hay habitaciones que no hemos podido entrar, seguro que con un poco de suerte, podremos abrirlas pronto y salir de aquí sin tener que terminar este maldito juego como exige el director.-Se obligo a sonreír para intentar animar a sus alumnos a no caer en la desesperación.

Todos los alumnos terminan de votar y las pantallas que habíais usado para elegir al culpable son reemplazadas por una imagen de una ruleta dando vueltas, presentada por el director.

La ruleta va dando vueltas con las caras de todos los alumnos; los que están vivos y los ya fallecidos, hasta que por fin, se para en la de Goro, mostrando el resultado de la votación. 

Monokuma:

Sí, sí, bueno bueno, otra vez habéis acertado y esta vez casi sin oponer resistencia. ¡Odio cuando confiesan todo, esto es como Bush con las bombas nucleares, tienes que negarlo todo siempre!

Monokuma:

Mihara Goro y Haruki, los Ultimate Dog Trainer, son culpables del asesinato de Tanaka-kun

El director hace una pausa y recobra la compostura, parece que se le ha olvidado por completo el enfado y la cara inerte que sus facciones robóticas le otorgan vuelve.

Monokuma:

Es hora de la ejecución, para un Ultimate Dog Trainer tan tempestuOSO he preparado algo muy especial. Adelante todos, pasad a mi consulta, os atenderé en breves_{upupupupupupu} 

THRILLS, CHILLS, KIIIILLS!

Monokuma le da al botón delante suya y todas las tribunas comienzan a descender hacia la sala de Ejecuciones.

Los inocentes quedan detrás de un cristal reforzado a través del cual pueden ver al director portando un disfraz de médico mientras se posa delante de una cortinilla típica de hospital, el oso robótico habla hacia vosotros como si fuerais su público de todas las noches.

Monokuma:

¡Hola a todos, este es mi primer paciente y estoy muy nerviOSO! Espero no defraudaros, mis garras y yo haremos lo mejor para que disfrutéis de vuestra estancia. *Comienza a leer de una libreta y a pasar hojas con sus muñones por manos*

Vaya vaya, así que tenemos un humano violento, ¿eh? La verdad es que esto lo tiene que tratar un psicólogo; pero como no tenemos, tendré que hacer lo que vosotros los humanos hacéis con los perros cuando se ponen territoriales.

¡Habrá que caparlo! IIIIIIIT'S PUNISHMENT TIME!

La consulta del Doctor Monokuma

La cortinilla se abre y detrás podéis ver a Goro atado de pies y manos a una camilla, su compañero Haruki está de un lado, constringido únicamente por una cuerda de pita que sostiene su pata trasera, Monokuma sale de escena y vuelve con una enorme jeringuilla llena de un líquido extraño, el director recorre la sala de un lado a otro antes de pararse y volver a miraros.

Monokuma:

No sería ético que le operásemos sin primero ponerle anestesia, ¿qué dirían de mí los reportes? No he encontrado nada más pequeño, así que esto tendrá que servir.

Al ver la jeringuilla, Goro comienza a gritar y a pedir por su vida; pero es inútil, vosotros no podéis hacer nada y el robot bicromático parece estar disfrutando la tortura psicológica de su víctima. Monokuma coge un pequeño podio y lo acerca a la camilla, subiéndose con parsimonia, dejando que el chico siga gritando y los ladridos ensordecedores parecen haber parado de Haruki llenen la sala, entonces, da un gran salto jeringuilla en estoque y está a punto de atraversar al Ultimate Dog Trainer con su arma.

Todo ocurre con mucha rapidez, el perro se libera de sus ataduras mordisqueando la cuerda mientras el director se deleitaba y ahora salta encima de su amo para intentar recibir el impacto por él, así lo hace y lo consigue, sólo el perro es atravesado y creéis que Monokuma ha fallado con su pequeño juego, sin embargo, sólo se ríe diavólicamente antes de comenzar a saltar sobre la jeringa haciendo que poco a poco comience a atravesar a Haruki y llegar a Goro. El dolor es insufrible y lento, un golpe por cada salto que se hace sobre el arma. La sangre repica contra el cristal como una tarde de lluvia que disfrutáis solos en casa.

Los gritos terminan al cabo de un rato y el oso robot salta al suelo, visiblemente cansado y con sudor recorriendo su frente, se seca con una toallita húmeda y os vuelve a mirar.

Monokuma:

¡Espero que os haya gustado, lastimosamente nuestro paciente a muerto y tendremos que cancelar la operación; pero estaré gustoso de curaros la próxima vez que os pongáis enfermos y... espero que sea pronto_upupupupupu

Abandona la estancia y quedáis a solas frente a los cuerpos del Ultimate Dog Trainer, Mihara Goro y su fiel compañero Haruki. 

La sangre y el líquido de la jeringuilla parecen una sola, la escena es cuanto menos grotesca y algunos tenéis que resistir las ganas de vomitar.

Si la anterior muerte os dejó un mensaje de esperanza, esta os ha dejado un símbolo de desesperación absoluta, esta semana ha hecho mella en vuestra moral, las ojeras del estrés y el cansancio se dejan ver en vuestras caras; pero ahora no es tiempo de pensar en eso, tenéis que volver a vuestros cuartos y aprovechar las pocas horas más de descanso de las que podréis disponer.

Otro muerto más, ahora han sido Haruki y Goro. ¿No sería mejor rendirnos e intentar vivir una vida en la academia para siempre?

La puerta hacia la salida se abre e ilumina la estancia, salís de allí sin hablar entre vosotros, completamente en silencio. Alguna mirada de terror es intercambiada antes de regresar a las habitaciones.

Habéis sobrevivido.