En cuanto entra en el palacio, varios soldados vestidos con uniformes de campaña de la Guardia de Astra y armados con subfusiles Imperator y pistolas láser le encañonan y le cachean. Uno de ellos hace uso de un escaner de mano que pasa por todo el cuerpo, para detectar emisiones de radiofrecuencia o aparatos electrónicos. Una vez finalizado el registro, el que manda en el equipo, con divisa de sargento, le hace una seña con la cabeza para que le siga y otros dos caminan detrás de él.
Camina por pasillos de la zona administrativa del palacio, como hace exactamente tres meses, pero en esta ocasión algo más tenso. El sargento y el séquito del que forma parte forzosa Edmond franquea varias puertas custodiadas por centinelas y se identifica varias veces en cerraduras de seguridad con su tarjeta de identificación.
Al final llegan a la puerta de doble hoja custodiada por dos centinelas de la Guardia de Astra, que reconoce como el despacho personal de Chretien. Los soldados saludan al sargento y uno de ellos abre la puerta y anuncia al interior de la estancia: "Señor, ya está aquí". Acto seguido el centinela deja paso franco a la comitiva y el sargento, Edmond y los dos centinelas entran en el despacho, que como la última vez está en semioscuridad.
El hombre permanece sentado tras su escritorio, observando detenidamente a Edmond, como si todavía no comprendiera qué hace allí...
- ¿Y bien? -es la única frase que surge de sus labios.
Edmond mira de reojo a la comitiva que le acompaña al entrar en el despacho - Hauptmann-Kommandant Chretien; vengo a presentar mis respetos a la Duquesa de Astra y a reiterar mi disposición a defender sus intereses en todo lo que esté en mi humilde mano. Tengo temas que tratar con usted que son de su interés, pero sería conveniente tratarlos en un ambiente, digamos... menos masificado -
El viejo oficial escruta a Edmond con ojos entrecerrados. Parece que pudiera taladrarlo con la mirada, pero finalmente abre un cajón y pone sobre la mesa una potente pistola Sunbeam. Luego, habla con voz gélida:
- Sargento, pueden esperar fuera.
Entonces se queda de nuevo mirando a Edmond.
- ¿Qué ha venido a proponerme, señor Laskaris?
Edmond mira la pistola con una mezcla de extrañeza e indiferencia. Continúa de pie frente a la mesa y, una vez oye como la puerta se cierra, comienza a hablar.
- Hauptmann-Kommandant Chretien, no tengo tanta formación militar como usted, ni tampoco tanta experiencia en combate como la suya; pero tardé poco en aprender que cuando se acepta una misión, ello puede implicar riesgos. Y soy plenamente consciente de la naturaleza del encargo que recibi y acepté los riesgos que podía conllevar - Hace una pausa y continúa - Hice una apuesta al venir a su despacho y la mantendré hasta el final. Será mi responsabilidad mantener y engrandecer el nombre de mi familia, al igual que mi padre en estos momentos; pero en mi caso mi valía está asociada a misiones con ciertos riesgos físicos y a los mandos de un battlemech si es posible; y eso es lo que pienso seguir haciendo al servicio de la casa de Astra en lo que usted me indique y si así lo estima oportuno -
Adopta entonces un tono menos formal y digue hablando - Soy un hombre mas bien práctico, Hauptmann-Kommandant Chretien; mi casa tiene mucho que ganar junto a un hombre de su posición y valía, y para mi sería un gran honor servír bajo su mando. Además creo haberle demostrado que soy alguien en quien poder confiar encargos de cierta delicadeza... espero que los resultados hayan sido de su agrado -
Motivo: Persuadir
Tirada: 2d6
Resultado: 4(+8)=12
El viejo militar se echa hacia atrás en su sillón, escuchando con ojos todavía entrecerrados las palabras del hombre que tiene delante.
- Creo entenderle... y si muestra tanto entusiasmo para ayudar a nuestra causa no le costará ningún trabajo decirme dónde se encuentran ahora mismo los demás integrantes de la misión. Eso probará más allá de toda duda su lealtad hacia mi.
Motivo: Persuadir
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+10)=16
- Por supuesto que se lo diré Hauptmann-Kommandant, pero antes le diré que ninguno de ellos tiene la mas mínima idea de quién está detras de todo esto; y que el único nexo de unión con la misión es el señor Kellermann... si es que sabe algo. Además, según hablaban una vez tomamos tierra, estaban pensando en formar un grupo mercenario. Su único interés es repartirse las ganancias extra conseguidas durante la misión, continuar con sus negocios y olvidar este incidente; esto se lo puedo garantizar. Una operación tan arriesgada no la monta cualquiera, así que hay muchas reticencias a tomar represalias no vaya a ser que salga el tiro por la culata. Ya me comprende.-
Edmond espera a ver la reacción del militar para seguir hablando.
Motivo: Persuadir
Tirada: 2d6
Resultado: 10(+8)=18
Por si acaso dejo hecha tirada de persuadir.
Ojo: Es una habilidad en la que no tengo modificador.
Una sonrisa de lobo viejo asoma a la cara del hauptmann-kommandant.
- No debre preocuparse por Kellermann, de él ya me he ocupado yo. Y en cuanto al resto de miembros del equipo, comprenderá que no puedo fiarme de que usted haya hablado con ellos. No tengo forma de saber si tienen información o no sobre mi, aparte de su palabra. Así que, insisto, dígame dónde se encuentra el resto del equipo para que pueda confiar en su lealtad.
Motivo: Persuadir
Tirada: 2d6
Resultado: 11(+10)=21
- Están en el espaciopuerto - contesta algo contrariado por lo que está haciendo - Yo mismo les propuse venir a Bangor Heigths argumentando que disponía de contactos para facilitar las tareas de reparación en la nave. Comprenderá que si tuviesen la mas mínima sospecha de que quien les ha contratado está aquí mismo, no habrían venido de ninguna manera... ¿no le parece?. Y si como dice ya se ha ocupado de Kellermann entonces no tienen manera de relacionarlo con usted; y tampoco sospechan de mi, puesto que sufrí con ellos el ataque sorpresa del que escapamos por poco -
El hauptmann-kommandant reflexiona unos segundos.
- Aquí mismo, en el espaciopuerto. Interesante... ahora, si me facilita el nombre de la nave, será suficiente y podremos zanjar esta conversación de forma conveniente.
- De forma conveniente... - dice Edmond en tono pensativo y adoptando un semblante mas serio - Comprendo -
La actitud de Edmond cambian llegado a este punto. Adopta una actitud arrogante y casi rozando el desdén - Menuda pérdida de tiempo. No se va a contentar con haber ganado la partida; sino que además pretende acabar con todas las piezas e incluso con el jugador. Será cuestión de ponérselo un poco difícil - Y dígame Señor, ¿qué forma es esa? Por lo visto ha eliminado al intermediario, y también quiere deshacerse del brazo ejecutor aún cuando no tienen ni idea de quien les ha contratado, ni tampoco tienen forma de averiguarlo... ¡Ah no! ¡Qué estúpido soy! Claro que tienen forma de saber quién está detrás de todo esto... Quedo yo. Y me pregunto ¿qué razón tendría el Hauptmann-Kommandant para dejarme con vida? Para él no sería mas que un cabo suelto... uno muy molesto. Pero claro, ¿Cómo va a imaginar el Hauptmann-Kommandant que el estúpido heredero de Laskaris haya podido tomar precauciones contra la misma persona que lo contrató? - termina formando una mueca que simula una sonrisa en la cara al tiempo que se inclina hacia el veterano militar.
- Mucho me temo que los términos de mi contrato van a variar, o los dos saldremos perdiendo: Yo la vida y usted... bueno eso lo descubrirá mas adelante. Así pues espero una oferta por su parte. -
Los ojos del Hauptmann-Kommandant se convierten en dos rendijas mientras lo observa, y los dedos de su mano derecha comienzan a tamborilear cerca de la empuñadura de la pistola que descansa sobre su mesa. Se remueve incómodo en la silla mientras valora el nuevo argumento, a todas luces intentando determinar si el asunto es un farol o se trata de una amenaza real. Tras lo que parece una eternidad, el veterano oficial parece tomar una decisión al respecto.
- Dudo que tenga pruebas que demuestren de alguna forma que yo he tomado las decisiones, así que descarto que haya preparado algún tipo de acusación pública que no se sostendría ni lo más mínimo... -dice más para sí mismo que para Edmond. Así que supongo que se tratará de una forma más... privada... de tomar venganza. Comprendo.
Valorando el semblante de Edmond mientras pronuncia estas palabras, Klaus Chretien parece tomar finalmente una decisión.
- Está bien, señor Laskaris. Lo dejaremos en tablas. Mirándolo por el lado bueno, ahorraré unos cuantos billetes C. Pero entienda que yo también tomaré medidas contra sus intereses para que si algo sospechoso me pasara... bueno, usted ya me entiende.
De repente los centinelas abren la puerta con los subfusiles prestos para disparar, probablemente porque el oficial ha pulsado algún botón oculto para avisarles.
- El señor Laskaris se marcha -dice con una sonrisa cordial mientras guarda la mortífera Sunbeam en el cajón de nuevo. Escóltenlo a la salida.
Motivo: Persuadir Edmond
Tirada: 2d6
Resultado: 11(+8)=19
Motivo: Persuadir Chretien
Tirada: 2d6
Resultado: 8(+10)=18
Al oir la propuesta de Chretien de dejarlo en tablas Edmond siente un enorme alivio interior, aunque procura no transmitirlo físicamentere a su interlocutor. Tampoco se mueve, ni siquiera cuando oye cómo la puerta se abre a su espalda. Sigue mirando al militar, aun cuando sabe que puede ser lo último que vea en su vida.
Cuando el veterano se dirige a los soldados indicándo que lo acompañen fuera, corresponde a Hauptmann-Kommandant con un escueto - Que tenga un buen dia, Señor - en tono mas o menos cordial y con una leve inclinación de cabeza; y se da la vuelta para salir del edificio.
Cuando sale al exterior repetirá la misma operación que hizo para venir a la entrevista. Tomará un primer taxi y luego un segundo que le servirán para determinar si alguien le sigue. El destino finalmente será el espaciopuerto y la "saltarina" para hablar con sus compañeros.
Antes de ello, localizará a Stephan y destruirá el sobre. Después hablará con Sabatini para cancelar las instrucciones que le dió acerca del sr. Roark.
Es ya casi de madrugada cuando llega al espaciopuerto y cae una incesante lluvia. Solo quedan en la nave algunos tripulantes que están de guardia. El resto ha ido a hospedarse en la ciudad. Sabatini y los otros mechwarriors han ido a un bar, del que le dan las señas...
Me dirijo pues al bar a celebrar que, por lo visto, vamos a salir de esta de una pieza.