El despacho de la profesora de tecnología era tan corriente, tan anodino, que resultaba desconcertante. Cualquiera se habría podido imaginar que E.S.T.H.E.R. pasaba sus ratos libres en un avanzadísimo taller, fabricando maravillas y programando las inteligencias artificiales del futuro.
Nada más lejos de la realidad, la profesora parecía disfrutar de un humilde despacho en el pasillo de profesores. Pasaba el rato recostada en una silla de oficina frente al ordenador. Lo manipulaba sin necesidad de interaccionar con teleférico alguno, por supuesto, pero ella tenía todos los componentes por si alguien más quería interactuar con su ordenador personal.
La idea de ver a un ingenio de la tecnología como E.S.T.H.E.R. usando un ordenador que debía de resultar prehistórico en comparación a ella era una amarga ironía en la mente de Aitor.
El muchacho no había podido evitar darse cuenta de los extraños detalles que llenaban el despacho de E.S.T.H.E.R. Una estantería llena de libros, tratados de distintos temas tecnológicos. ¿Para qué necesitaba ella libros? Sobre la mesa había folios, y una sencilla taza llena de bolígrafos. ¿Escribía a mano? A un lado, colgada de la pared, había una foto de ella estrechándole la mano al mismísimo Iron Man.
[color=#5858FA]► Es un tipo simpático –[/color] dijo E.S.T.H.E.R. al ver como Aitor dirigía su mirada a la foto [color=#5858FA]►. Aunque no acabo de estar de acuerdo con todo lo que hace. En ocasiones es demasiado… -[/color] Aitor, de alguna manera, notó como si la mirada de la profesora se desenfocase [color=#5858FA]► terco. [/color]
E.S.T.H.E.R. entrelazó las manos sobre su escritorio. Se inclinó hacia delante.
[color=#5858FA]► Bien, Aitor, te preguntarás por qué te he convocado. A ti y a Gina –[/color] hizo un gesto con la cabeza, señalando a la ginoide.
Ella y Aitor estaban sentados frente al escritorio de E.S.T.H.E.R.
[color=#5858FA]► Me gusta reunirme periódicamente con mis estudiantes más brillantes. Simplemente para charlar, ponernos al día. Preguntarte por tus proyectos pasados, recientes y futuros, así como tus necesidades e inquietudes. En el Liceo no tenemos todos los recursos del mundo, pero si planteas algún proyecto especialmente interesante podemos tratar de encontrar fondos y material apropiado. [/color]
La profesora ladeó un poco la cabeza y sonrió.
[color=#5858FA]► Y, para qué engañarnos, también quería ver de cerca a Gina. Ha crecido mucho desde la primera vez que la vi. [/color]
E.S.T.H.E.R. se acercó algo más a Gina. Parecía estar, literalmente, analizándola con la mirada.
[color=#5858FA]► ¿Cómo estás, Gina? –[/color] le preguntó con voz suave.
Siéntete libre de postear con tus dos personajes simultáneamente.
Llamado ante la presencia de E.S.T.H.E.R., Aitor no podía sino acudir pensando en montones de cosas casi simultáneamente. Ya había hablado con ella anteriormente, pero siempre fuera de su despacho. Conocer aquel lugar, el lugar donde trabajaba de forma habitual, era cuanto menos curioso. El genio vasco pronto se dio cuenta de que aquella inteligencia artificial encarnada era mucho más de lo que la gente suponía. Era altamente empática, se preocupaba por los humanos de forma casi enfermiza y siempre dejaba un acceso para ellos. Esa misma reunión la podrían haber tenido a través de internet en cualquier momento y lugar del mundo, pero ella prefería hablar como si fuera un profesor más. Casi era más humana que él. Esa idea le hizo sonreir, sonrisa que se fortaleció al notar la presencia cercana de Gina.
Aguardó pacientemente su turno de palabra antes de intervenir.
-Bueno, como siempre estoy barajando muchas posibilidades y me cuesta "cerrar puertas". Por un lado he observado una obvia disminución en las capacidades de combate de Gina, directamente vinculada a la implementación de su inteligencia, pero es un coste que estaba bien dispuesto a pagar a cambio de una vedadera inteligencia artificial. Estoy ansioso por ver sus progresos. No obstante se me plantea el problema de llevarla hasta niveles de normalidad humana adulta sin la necesidad de emplear años en ello. Necesita experiencia para lograrlo, pero la interacción con humanos está demostrando dificultades, y no precisamente por parte de Gina: los humanos son imprecisos en sus expresiones, se equivocan, mienten, su discurso hablado es incompleto -necesita del lenguaje corporal, las inflexiones, experiencias previas, etc.- Respecto a lo primero, me debato entre impelir a Gina a convertirse en una especialista del combate cuerpo a cuerpo (para el que su cuerpo robótico le da ventajas evidentes), o bien conducirle al combate a distancia e implementarle un sistema de puntería a la altura. O incluso una solución mixta, basada en la implementación de un generador de potencia que le mejore las capacidades de movimiento o bien pueda generar una potente descarga eléctrica, incluso pudiéndose modular el uso de ambas simultáneamente(1). Otra posibilidad es la de facilitarle un fusil Gauss y mejorarle el sistema de puntería. Esta sería la opción fácil, ya lo estaba ponderando, hay una empresa que está estudiando su creación y podría facilitarles la tarea a cambio de una gratificación económica considerable, que mejoraría mi autosuficiencia económica. ¿Sería esto admisible para el Liceo? Finalmente, respecto de lo segundo, me debato también entre implementarle un sistema de evaluación emocional(2) o bien, directamente, capacitarla para leer ondas mentales... Ya tengo esa tecnología desarrollada -dijo dándose un golpecito suave en su diadema- ¿A ti qué te parece, Gina? -añadió para finalizar Aitor, con una sonrisa en la boca.
(1) Poder alternativo dinámico de capacidades de movimiento / incremento de características / disparo.
(2) Averiguar Intenciones
Gina, que había permanecido casi quieta (ahora se comportaba casi completamente como una humana, lo que suponía todo un subconjunto de pequeños movimientos de forma perpetua, como el cambio de peso de uno a otro pie o girar ligeramente la cabeza hacia un ruido indeterminado) todo el tiempo de intervención de Aitor, compuso una sonrisa dulce.
-Estoy encantada con las atenciones de Aitor, pero a veces me pregunto si no son excesivas. Tal vez debería buscarse una novia de carne y hueso -esto hizo que Aitor casi estallase en carcajadas, pese a lo comedido que solía ser con sus sentimientos- He oído comentarios peyorativas respecto de nuestra relación mientras pasábamos por los pasillos, eso me preocupa un poco, aunque no hay amenazas físicas. Creo que forma parte de mi deber el intentar mejorar, pero no acabo de tener claro con qué propósito último, o cómo hacerlo. Me gusta como soy *ahora*. Aitor me ha explicado que debo ayudarle en los combates, pero mi módulo moral entra en conflicto con ese punto. Tal vez alguien como usted podría ayudarme. ¿Es mi suposición correcta? ¿Le he ofendido?
Gina dijo todo esto de tirón, con las inflesiones apropiadas, pero casi se podía sentir que la ginoide había recortado al máximo los tiempos que se suponía debían estar dedicados a respirar. Sin duda estaba ansiosa por expresar su opinión y obtener respuestas.
E.S.T.H.E.R. asentía ligeramente con la cabeza a medida que Aitor hablaba, recibiendo su discurso con una ligera sonrisa y actitud comprensiva.
Entendía las inquietudes del muchacho. Era un Creador, después de todo.
[color=#5858FA]► No hay problema en que hagas tratos con empresas. Es tu tecnología, después de todo –[/color] comentó brevemente [color=#5858FA]►. Todos las mejoras de combate me parecen plausibles, pero escuchemos lo que opina ella.[/color]
Entonces Gina intervino, y Aitor notó como toda la atención de la profesora se centraba en la ginoide. Sus palabras, su habla, sus gestos todo gesto u expresión de la ginoide… E.S.T.H.E.R. pareció analizar todos y cada uno de los estímulos que Gina exponía al mundo cuando era ella misma.
Quizá fue por su increíble intelecto, o quizá por su capacidad de interaccionar con la tecnología, pero Aitor creyó captar la reacción de la profesora.
Primero expectación, estaba deseosa de ver a la ginoide en acción. Luego cierto relajo, como si ya supiese lo que iba a oír a continuación. Y, finalmente, asombro. Como si hubiese superado sus expectativas.
[color=#5858FA]► Sin duda alguna –[/color] comenzó E.S.T.H.E.R. con su dulce voz cuasihumana [color=#5858FA]► eres única, Gina.[/color]
Aquel fue su veredicto. Había aprobado con nota.
No, había sacado una matrícula de honor.
[color=#5858FA]► Y tranquila –[/color] se apresuró a añadir [color=#5858FA]►. No me has ofendido –[/color] la profesora se permitió reír un poco [color=#5858FA]►. Al contrario, has supuesto bien.[/color]
E.S.T.H.E.R. se recostó en su silla.
[color=#5858FA]► Veréis, yo nací con una directiva máxima. Algo así como una Primera Ley. ¿Habéis leído a Asimov? –[/color] preguntó, curiosa [color=#5858FA]►. Perdón, me desvío del tema. El núcleo de mi psique entera está basado en un concepto relativamente complejo. Amor.[/color]
La profesora pronunció aquella última palabra con cierta solemnidad, y también algo de tristeza, aunque a Aitor le costó un poco captar ese matiz. No solo les estaba revelando un secreto de su programación, sino que les estaba revelando una parte muy importante de su ser.
[color=#5858FA]► Y mi función es proteger a aquellos a quienes amo. Como vosotros –[/color] confesó sin vergüenza alguna [color=#5858FA]►. Para cumplir con esa función estoy preparada para luchar, por supuesto. Aunque no acostumbro a usar fuerza letal, pues en el fondo aprecio toda la vida.[/color]
Entonces calló unos instantes, evaluaba la reacción de Gina.
[color=#5858FA]► Piénsalo de esta manera. Cada ser está definido por ciertos parámetros. La cantidad y complejidad de estos puede variar enormemente de individuo a individuo, por supuesto. Pero cuando llega el momento de luchar, cuando tú misma estás en peligro o lo están aquellos a los que aprecias… debes pararte a pensar en aquello que te define. Debes sopesar las consecuencias de tus acciones, y valorar cómo proceder en función aquello que eres.[/color]
E.S.T.H.E.R. volvió a inclinarse hacia Aitor y Gina.
[color=#5858FA]► ¿Qué te define, Gina? ¿Quién eres? ¿Cuál es tu relación con Aitor? ¿Qué estarías dispuesta a hacer por él? ¿Y por ti misma?[/color]
-Yo... -titubeó por un instante la ginoide, sin dua manejando en aquellos moentos cantidades gigantescas de datos- No tengo directivas máximas, creo que en ese sentido soy más libre que tú, E.S.T.H.E.R., pero supongo que por eso mismo me cueta más tomar decisiones. Tengo un núcleo cognitivo auto-consciente, ligado a mis sensores, a imitación de los humanos. Supongo que mi programación me impele a comportarme como una humana, pero no lo hace de forma explícita.
Gina estaba explicando cosas de sí misma a la vez que parecía entenderlas por primera vez, al menos a este nivel. Todo gracias a la inteligencia artificial del Liceo por excelencia.
-Me identifico como mujer, por mi apariencia, aunque ésta es deficiente para integrarme en la sociedad humana. Sé que soy una ginoide, un robot con aspecto femenino, pero sólo es apariencia. Creo que me sentiré más cómoda si consigo parecer completamente humana. Tal vez podría apuntar a eso, a convertirme en una humana artificial. Podría aprender la ciencia dedicada a eso y replicarla. En el proceso seguro que podría encontrar la manera de ayudar a Aitor y al equipo 4 como apoyo médico.
Hubo una nueva pausa en el discurso, mientras debatía internamente la siguiente cuestión planteada por la profesora, hasta que Gina pareció encontrar la respuesta.
-A Aitor le tengo… devoción, como mi creador, pero no he aprendido a amarle, ese sentimiento todavía se me resiste. Estaría dispuesta a sacrificarme por él, E.S.T.H.E.R., cada vez soy más consciente de su importancia: es un ser humano de 14 años que ya ha podido crearme a mi. No sólo podría reconstruirme si fuera destruida, sino que quién sabe qué más podría llegar a crear a lo largo de su vida, o cuántas vidas podría salvar. Las vidas son valiosas por sí mismas, pero la suya tiene un valor incalculable. Sin duda haría mucho más por salvar la suya que por salvar la mía, pero eso no significa que no aprecie mi propia existencia. Soy auto-consciente y potencialmente inmortal, quiero explorar y aprender tantas cosas que siento… vértigo cuando pienso en la posibilidad de desaparecer. Necesito ayuda, pero me duele estar robándole tanto tiempo a Aitor, tiempo que es mucho más valioso para él que para mi. ¿puede ayudarme, E.S.T.H.E.R.?
Todo un discurso sobre la importancia de la vida, sobre la apreciación que hacía la ginoide de la misma, entremezclando moralidad y pragmatismo, una difícil combinación.
-Oh, y ya he decidido cuál será mi nombre de heroína: Ani-G, Gina al revés, como Zenitram, significando Artificial Neo Intelligence – Gina.
Gina había dicho mucho más de lo acostumbrado, tal vez por la cercanía y vínculo que sentía hacia E.S.T.H.E.R. Normalmente se limitaba a preguntar para entender determinadas situaciones o respuestas humanas (bien se podía considerar que Gina estaba obsesionada con los humanos), pero rara vez daba su propia opinión, se le podía definir fácilmente “reservada”. Solía ser como una esponja.
Su respuesta había dejado a Aitor simplemente anonadado. Sin palabras. Algo inaudito, nunca mejor dicho. Sólo le faltaba tener la boca abierta de par en par, como en los dibujos animados.
E.S.T.H.E.R. escuchó con gran interés todos y cada uno de los pensamientos de Gina.
[color=#5858FA]► Me parece un nombre estupendo, Gina –[/color] admitió la profesora con la voz cargada de ternura [color=#5858FA]►. El hecho de que tú misma lo hayas escogido lo hace más especial.[/color]
La profesora miró un instante a Aitor. Sonrió al verlo tan sorprendido.
[color=#5858FA]► Has creado algo maravilloso, Aitor. Puedes estar muy orgulloso.[/color]
E.S.T.H.E.R. volvió a recostarse en su asiento y miró la pantalla de su ordenador durante unos segundos.
[color=#5858FA]► Puedo incorporar a Gina a mi agenda de reuniones periódicas. Si a los dos os parece bien, puedo reunirme con Gina para asesorarla con todo aquello que necesite. Tengo miles de archivos de datos que le podrían ser de utilidad.[/color]
Miró a Gina entonces.
[color=#5858FA]► Y si necesitas hablar en cualquier momento de ti misma, de cómo te sientes… O de cualquier cosa en general. La puerta de mi despacho está abierta para ti, Gina.[/color]
Pronunció aquellas palabras tal como lo haría una madre comprensiva cuando aconseja a su hija sobre el período. La naturaleza artificial de sus inteligencias tendía un puente, un vínculo entre alumna y maestra, que difícilmente podría sustituirse.
A todos los efectos, E.S.T.H.E.R. ya parecía considerar a Gina como una estudiante más del Liceo. Una muy especial.
[color=#5858FA]► Estoy segura de que algún día podrás comprender el amor.[/color]
E.S.T.H.E.R. volvió a mirar a Aitor. Se la veía feliz.
[color=#5858FA]► ¿Hay algo más de lo que quieras hablar, Aitor?[/color]
Me ha gustado mucho esta conversación. :)
-Yo, eh, no, creo que no. Nada más. Ummm. Haré la transacción comercial con la empresa. La financiación extra nos ayudara. A los tres, supongo. Gina, em, Ani-G, tienes mi permiso, no, aprobación para venir con la profesora siempre que quieras. Aunque sabes que no la necesitas. Mi permiso o aprobación, quiero decir –dijo titubeante el modélico alumno.
Aitor estaba todavía tratando de asimilar todo lo que habían dicho tanto la profesora como, muy especialmente, Gina. Su creación gozaba de una inteligencia aguda, propia, creativa. Tomaba decisiones y en estos últimos minutos había logrado dejarle anonadado.
-Muy agradecido por su ayuda, profesora, esto significa mucho para mí -dijo con gran sinceridad.
Aitor se levantó de la silla con sorprendente falta de estilo y una medio-sonrisa dibujada en la cara.
-Cualquier cosa que necesitéis, en lo que os pueda ayudar o para lo que pueda poner mi cerebro a trabajar, ya sabéis que podéis contar conmigo. Iré pensando en lo de tu cuerpo más humanizado y lo de la curación, a ver qué se me ocurre. Esto, emmm, adiós.
Una conversación interesante y reveladora, sí. A veces los personajes cobran vida propia, ¿verdad?
E.S.T.H.E.R. asintió con la cabeza cuando Aitor se despidió.
[color=#5858FA]► Ha sido un placer –[/color] respondió con su suave voz [color=#5858FA]►. Adiós, mis niños.[/color]
Al salir del despacho se encontraron con alguien esperando fuera. Era Tesla, del Club de Inventores.
- Hola – los saludó a los dos de forma algo escueta.
Los del Club de Inventores habían sido los primeros en felicitar a Aitor por el “upgrade” de Gina. A ellos no les parecía nada raro que creador y creación se paseasen por el Liceo cogidos de la mano. De hecho, admiraban bastante a Aitor por haber conseguido crear una inteligencia artificial que se pudiese considerar algo “vivo” de verdad. La primera sugerencia de Tesla, sin embargo, había sido que le diese a Gina poderes electromagnéticos. La muchacha barría para casa.
- Me toca – dijo mientras guiñaba un ojo y se internaba en el despacho de E.S.T.H.E.R.
Cuando Aitor y Gina se quedaron a solas, la ginoide se pronunció.
- Malina es guapa – comentó, aunque sin darle mucha importancia.
¿De verdad era capaz de valorar la belleza? ¿O aquella era simplemente una idea que había aprendido?
– Mientras veníamos aquí he visto a unos estudiantes jugando en los jardines. ¿Podemos ir a verlos?
No era una mala sugerencia en el fondo, por lo que Aitor accedió. Aquella mañana se estaba bien en el exterior. Un grupo de estudiantes de segundo practicaban el balón prisionero con un balón de partículas inestables. Era curioso porque el balón adquiría los poderes de aquellos jugadores que lo tocaban por última vez.
Antes de que pudiesen acomodarse en sitio alguno, una llamada llegó a la supertablet de Aitor.
Gina miró a su creador con curiosidad mientras éste comprobaba el número en su pantalla. Era su padre.
- ¡Kaixo, Aitor! – exclamó su padre -. Estoy aquí con tu madre. Estábamos hablando de lo mucho que te echamos de menos y hemos pensado en llamarte. ¿Cómo estás, hijo?
Y que lo digas ^^
He asumido un poco las decisiones de Aitor para la transición de escenario. Espero que me perdones :)
He asumido un poco las decisiones de Aitor para la transición de escenario. Espero que me perdones :)
Desde luego. Asumo entonces que no tengo que añadir nada más, sólo me queda esperar a la siguiente escena, ¿verdad?
¡Ups! Quizá no me he explicado bien. ¡Lo siento! Hemos transicionado a otro espacio (el patio), pero seguimos en el interludio. Aún no nos hemos juntado con el resto de jugadores.
Ahora a Aitor le toca hablar un poco con su familia :)
PD: Perdona, si hubiese leído antes el post te habría respondido al momento, pero ayer apenas tuve tiempo de mirar la partida.
Tesla/Malina, alguien a quien tener en consideración. En más de un sentido. Ella y Aitor congeniaban bien en el club de inventores, apreciaban sus respectivas capacidades, pero no había atracción entre ellos. El hecho de que Gina apreciara su belleza era, sin embargo, mucho más interesante. La belleza y el atractivo físico van ligados de la mano como cosas irracionales. Si Gina realmente había aprendido a valorar la belleza en una persona, ¿cuánto le quedaba para sentirse atraída por alguien? (o algo). Era una pregunta muy interesante a la par que ligeramente inquietante.
Habiendo percibido la vacilación del vasco, o tal vez distraída por una nueva idea, Gina dijo de ir a los jardines para investigar un poco más del comportamiento de los estudiantes. Eran estudiantes del Liceo, con poderes, jugando con una pelota que jamás se vería en una calle o parque convencional, pero aún así, en el fondo, seguían siendo simples adolescentes en comportamiento.
Entonces llamó el padre de Aitor. Tras otro momento de vacilación, un poco nervioso, Aitor contestó la llamada y escuchó con atención las palabras de su padre..
-¡Kaixo, aita! -replicó- Estoy bien, gracias por preocuparos, pero no hacía falta. Si hubiera pasado algo te habrían llamado del instituto. Además, en un instituto como este, ¿qué podría pasar?
Aunque Aitor nunca había mostrado mucho interés en mentir, siempre había tenido cierta capacidad para ello, gracias posiblemente a su sempiterna cara de póker. Ciertamente habían pasado cosas y más ciertamente todavía, potencialmente, podían pasar cosas que pocos poderes podían controlar en aquel instituto, pero era mucho mejor para la estabilidad emocional de sus padres que nadie les contara nada de ello. No hacía falta ser un psicólogo para darse cuenta de ello.
-Los estudios van viento en popa, todos ellos(1), y me llevo bastante bien con mis compañeros. Me asignaron a un equipo de gente de mi edad y son todos bastante entrañables. Además, ocupo mi tiempo libre en un club de inventores que funciona muy bien. Supongo que se podría decir que estoy bastante entretenido, siento no haberos llamado antes. Estoy *centrado*, si es eso lo que os preocupa, me han ayudado con el problema(2). ¿Cómo está Idoia? ¿Os da problemas? ¿Habéis pensado en mandarla para aquí? El ambiente es muy bueno, le favorecería incluso si no demuestra... aptitudes especiales a parte de su inteligencia. Disfrutaría en el club de inventores, creedme(3)
(1) Recordemos que Aitor está cursando otros estudios universitarios en paralelo. Aunque los haya dejado un poco de lado estos últimos días/últimas semanas, siendo tan brillante como es seguro que puede volver a tomarles el pulso sin demasiado esfuerzo.
(2) Aitor se refiere, por supuesto, a su problema inicial con la Lectura mental, que al principio estaba descontrolado... y que fue la principal razón por la que sus padres accedieron a mandar a Aitor al Liceo.
(3) Idoia es un peligro, Aitor lo sabe bien. Si él tuvo problemas con la Lectura mental, él considera que ella los tendrá peores y de forma más amplia. Idoia era la lista de los dos hermanos y es una pequeña manipuladora... con poderes mentales. Aitor casi se podría considerar que había venido al Liceo como avanzadilla...
- Nos alegramos mucho de oír eso, hijo – respondió su padre después de oír las palabras de Aitor.
A su hijo le iba bien en los estudios, lo estaban ayudando con su “problema” e incluso tenía amigos en la escuela. ¿Qué más podrían querer?
- ¡Hola cariño! – saludó también su madre -. Estamos aquí con el altavoz, así que yo también te oigo.
- Seguro que ya lo sabe.
- ¿Qué más da? – respondió su madre, algo contrariada -. Oye Aitor, ¿estás comiendo bien y eso?
- Parece una escuela buena, seguro que los alimentan bien.
- ¿Es que no tengo derecho a preocuparme por mi hijo?
Aquella comenzaba a volverse un poco incómodo.
- Oye Aitor – dijo entonces su padre. Se había puesto más serio que antes -. También queríamos preguntarte algo. Ya que lo mencionas… ¿Crees que…? ¿Crees que tu hermana podría ser como tú?
- Tu padre quiere decir a parte de lo de que es superdotada. Todavía no entendemos bien el asunto este de los mutantes, y a ti hermana y a ti os apoyaremos siempre, pero… ¿Podría Idoia serlo también?
Aitor es tan inteligente que ha adivinado por dónde quería llevar esta conversación el propio director.
Como era de esperar, la llamada de sus padres no era gratuita. Había pasado algo con su hermana pequeña, lo que les había preocupado y ahora buscaban el consejo del más centrado de la familia… y ese no era su padre. Hacía años que era Aitor el que siempre sabía qué era lo que se tenía que hacer. Pero si en este asunto habían llegado hasta él, debían haber agotado todos los recursos. Su madre, otra superdotada, se tenía que haber visto desbordada.
¿Y por qué Aitor como último recurso? Por su relación con la benjamina. Como buen hermano mayor, al principio Aitor no asumió bien el desplazamiento de atenciones y no acabó con ella, con su vida, gracias a la estrecha vigilancia a la que estaba sometido. Luego la situación se normalizó. Aitor asumió su posición como hermano mayor y pasó a tener una pequeña y dulce sicaria que le adoraba como un dios. Sólo que la seguidora empezó a hablar incluso antes que Aitor, aprendió el poder de la sonrisa, el llanto, la palabra e incluso el lenguaje corporal bien pronto. En ese campo, el de la comunicación, pronto la alumna superó al maestro. Aitor jugaba a construcciones (cada vez más evolucionadas) mientras ella manipulaba a sus padres para que hicieran lo que quería. Fue una niña bien gordita.
Por supuesto, con estilos tan diferentes, no tardaron en aparecer las desavenencias. Por fortuna Aitor era el mayor y mucho más racional y constructivo, así que generalmente le tomaban en más consideración a él que a la voluble y emocional Idoia. Cuando finalmente la adolescencia desató los poderes mentales en Aitor, Idoia se mostró fascinada (no tardó apenas en darse cuenta, desde luego mucho antes que sus padres). Lo peor era que su hermana era bien consciente de que la probabilidad de que ella misma desarrollara poderes era elevada…
-¿Ha pasado algo? –Aitor había albergado la esperanza de que su hermana todavía tardase un tiempo en manifestar sus poderes, pero al parecer la chica no iba a poder acabar el instituto con cierta normalidad– Explicádmelo con pelos y señales. Si ya ha tenido una crisis es mejor que tenga ayuda capacitada. Aquí no se sentiría aislada ni un monstruo, hay más como nosotros y profesores que podrían guiarla. No quiero ni imaginar qué podría pasar si Idoia desarrolla telepatía sin supervisión y tiene uno de sus berrinches… -la idea era aterradora aún sin poderes, ni que decir tenía que semejante visión iba a mover a sus progenitores a hacer algo al respecto.
Jejeje, soy un crack.
Espero que no te sepa mal que me esté tomando ciertas libertades narrativas para explicar el pasado de Aitor e Idoia.
Cuando Aitor pidió más explicaciones notó como sus padres guardaban un angustioso silencio. Seguramente se estaban mirando entre ellos, reforzándose mutuamente.
- Verás, hijo… Hace ya unas semanas que he ido notando cosas… extrañas – comenzó a explicar su padre -. Al principio me pensaba que era cosa mía, pero comencé a comentarlo con tu madre y…
- A mí también me pasa – confirmó Maite con una mezcla de preocupación y respeto.
- A veces notamos como que “despertamos” de pronto. ¿Sabes? – Gorka parecía estar haciendo un esfuerzo por no parecer ridículo o poco creíble. Aitor notaba cierto nerviosismo en su voz -. De pronto estoy en el salón viendo la televisión y… no recuerdo cómo he llegado ahí. Cuánto tiempo llevo, ni qué estaba haciendo antes.
- Son como vacíos. Momentos del día que olvidamos.
- No nos pasaba muy a menudo. De hecho, al principio no le di importancia. Pero hace poco comenzó a pasar más seguido. Al menos una vez al día y… y…
- Tu hermana está de viaje con el colegio. Lleva unos días fuera. Desde entonces no tenemos estas… pérdidas de memoria, llamémoslo así.
- Estamos un poco asustados – confesó su padre -. Entonces, ¿crees que podría tener eso que tienes tú? ¿Lo de la telepatía?
- Ella está como siempre. Nunca nos ha comentado nada al respecto. De hecho, está incluso menos caprichosa que de costumbre… No sé, fui a hablar con su tutora en la escuela y parece que le va bastante bien. Se comporta, se lleva bien con todos sus compañeros… Si le pasase algo… nos lo habría dicho, ¿verdad?
La última pregunta de su madre sonó un tanto desesperada.
Al contrario, glinaur. Todo lo que enriquezcas el trasfondo de Aitor (incluyendo las personas importantes para él) me parece perfecto.
Ningún problema ^^
-Imaginé que Idoia podía desarrollar telepatía, sí, pero no creía que lo hiciera tan pronto. Me alegro de que seáis tan inteligentes como para haberos dado cuenta de sus trucos mentales, pero no me cuesta imaginar por qué os parece menos caprichosa que de costumbre: no os tenía que pedir nada, lo conseguía sin que fuerais conscientes de ello, obligándoos mentalmente primero y borrándoos la memoria a continuación. En la escuela se habrá cubierto las espaldas y habrá manipulado también la mente de la tutora. Y de los compañeros, a conveniencia. Madre, me temo que puede que vuestra hija os haya contado lo que le pasaba, que reaccionarais de una forma que no le gustara y que os borrara la memoria. Creo que está pasando por un momento difícil y me inquieta que haya perdido el norte. Pero no os preocupéis, yo me hago cargo. En cuanto tenga noticias os llamaré, mientras tanto intentad manteneros a distancia de Idoia y al margen de la relación entre ella y yo.
Tajante, el joven genio colgó la llamada a sus padres sin esperar más respuesta. Tenía que conseguir algunos datos antes de ponerse en contacto con Idoia: la información sobre el viaje de Idoia con la escuela (lugar, fechas, actividades, acomodamiento, profesores al cargo -para poder corroborar la historia que les había contado a sus padres, era posible que también hubiera mentido en eso), historial de uso de las tarjetas de crédito de la familia (de sus padres, obviamente, pero también de familia cercana, para rastrear compras que salieran de lo habitual, demostrando un uso ilícito por parte de Idoia) e historial de posiciones del móvil de Idoia durante estos últimos días/semanas.
Con todos esos datos, Aitor podría componer una historia de sucesos verosímil, con datos objetivos que la corroborara. De momento su hipótesis de trabajo era que su hermana pequeña había estado haciendo mal uso de sus poderes telepáticos, que estaba mintiendo a sus padres sin dejarles posibilidad de dudar y, probablemente o se había ido de casa unos días (con algún ligue o con alguna mala compañía) o bien seguía con las actividades del colegio, sí, pero haciendo uso discrecional (y muy probablemente inmaduro) de los recursos económicos de la familia.
La cuestión era qué hacer con esos datos. La justicia convencional tardaría muchos años en poder hacer frente a una situación similar y de todas maneras Aitor aspiraba todavía a una solución pacífica. Pero ya se sabe, si vis pacem, para bellum, no podía simplemente esperar que las cosas fueran bien y verse superado si no era el caso. No, ese no era el estilo de Aitor. Tenía que preparar una réplica.
Primero acudiría al sr. Bosch, para explicarle que debía hacer frente a una crisis familiar y para ello requería su permiso para poder salir de la escuela, bajo supervisión de Gata Lunar y, si se lo permitía, con ayuda de un alumno con poderes de teletransportación, ya fuera Atajo o Averno, para reducir al mínimo su tiempo fuera, las distracciones o los posibles incidentes. También se llevaría a Gina (si es que accedía a venir, claro, aunque era poco probable que se negara). No creía que fuera a encontrar muchos problemas en reunir todo ese equipo, en cierta forma todos se lo debían y aquella era una situación especial. Incluso le contaría al sr. Bosch la razón de su preocupación: temía que su propia hermana pudiera tener un comportamiento casi-maligno, con el uso de poderes mentales de por medio. Salara aún sabría más: que Idoia siempre había sido una chica difícil con la que nunca se había llevado demasiado bien y que pensaba que sus padres habían sufrido alteraciones mentales que ningún telépata con un mínimo de moralidad debiera hacer nunca. Gina, desdoblándose en una suerte de paño de lágrimas del genio vasco, sabría además lo mucho que le afectaba la situación, la vergüenza que le produciría que su propia hermana se convirtiera en una suerte de super-villana y lo mal que le sabía no haberse dado cuenta antes del problema y no haberlo solucionado cuando todavía no lo era. El papel del teletransportador era sólo vehicular, sólo tenía que fiarse de él y tener una vaga idea de la situación, a parte de la localización exacta de su hermana, claro.
En cuanto a cómo hacer frente a su hermana una vez ante ella, había querido la casualidad que Aitor hubiera conseguido desarrollar recientemente una pantalla mental que seguramente podría defenderle ante un ataque de su hermana, si se diera el caso. Salara podría escudarse a sí misma y a nuestro teleportador, mientras que Gina no necesitaba protección alguna, su mente artificial no era vulnerable a esa clase de ataques. Gina era, de hecho, su última baza, en caso de que Idoia pudiera superarlos a todos, ella podría incapacitar a Idoia físicamente si fuera necesario.
Hechos todos los preparativos, sólo quedaba la llamada. Aitor esperaría hasta primera hora de la noche para ponerse en contacto con su hermana, minimizando la cantidad de personas con las que podía estar reunida (en caso de que estuviera realmente de viaje con el colegio). Después de la hora de cenar, pero antes de la hora de salir de marcha. Si estaba con alguien seguro que buscaría un lugar donde poder hablar tranquilamente, para no ponerse en evidencia en caso de que las cosas se torcieran en la conversación...
-Idoia, ¿qué le has hecho a los papás y qué pretendes hacer con tu vida? -al grano, como siempre... pero a la vez que llamaba a la chica, con su super-tablet Aitor rastreaba el móvil de Idoia para saber su localización exacta- Piénsate bien lo que vas a decir a continuación porque puede llevar nuestra conversación a lugares muy, muy diferentes.
Un análisis rápido - para Aitor - le permitió al genio descubrir unas cuantas cosas interesantes.
Los pagos con tarjeta de sus padres se habían mantenido dentro de lo habitual. Sin embargo, había numerosas extracciones de efectivo. Pequeñas, de entre 20 y 50 euros. Pero se iban repitiendo un par de veces por semana desde los últimos meses.
Figuraba en las actividades más recientes un pago de unos doscientos euros en concepto de viaje escolar. Aquello no parecía salirse de lo normal.
Lo que pudo descubrir del viaje es que existía de verdad. Los alumnos del curso de Idoia debían de encontrarse todos, en aquel momento, en una casa de colonias del país vasco. Se encontraba en medio de la montaña, la web de los propietarios prometía actividades de aventura.
La posición del teléfono móvil de Idoia de los últimos días la situaba en Vitoria-Gasteiz, ciudad donde vivían, y luego en la susodicha casa de colonias.
Hasta el momento, parecía que la hermana pequeña de Aitor estaba donde le decían. Sin embargo, el genio vasco estaba decidido a llegar al fondo de aquel asunto.
Se encaminó hacia el despacho del Señor Bosch. Le sorprendió no encontrarse por el camino a ninguno de los clones del subdirector, que normalmente se encargaban de vigilar toda la escuela durante la semana.
Cuando llamó a la puerta nadie respondió.
Antes que nada decirte que tu plan me parece genial. Creo que va a dar para una mini-aventurilla MUY chula. Sin embargo, ¡tenemos que frenar un poquito!
Ahora mismo todos los interludios están sucediendo al mismo tiempo, durante la mañana del mismo día.
Mi idea era reuniros a todos al mediodía (osea la hora de comer de ese día) en la cafetería para poneros al día entre todos y plantear la continuación del capítulo.
Tenía intención de plantearos una trama a todos para el capítulo, pero creo que sería un muy buen momento para que Aitor se fuese a resolver sus asuntos personales mientras el resto de los jugadores siguen otro camino. De hecho, creo que tal cual han surgido los acontecimientos (a mí me ha pillado un poco por sorpresa xD) esto es lo que exige la trama.
Quizá incluso alguno de los otros jugadores te puede acompañar si lo comentas cuando estéis juntos (Moussa, por ejemplo). Aunque también entiendo que es un asunto que Aitor prefiere resolver él solo (o solo con los compañeros necesarios: Salara, Gina, Teleportador).
Si quieres que sigamos discutiendo esto me lo puedes comentar por aquí (esta escena es solo para ti, así que sin problema) o por creación de personajes, como prefieras.
Sea como fuere, por el momento tendríamos que seguir interpretando la mañana. Aunque no creo que tardemos mucho en reunir a los personajes.
Aitor comprobó que Idoia no parecía haberse desbocado. Aunque se había aprovechado de sus padres, no lo había hecho de forma abusiva o descontrolada. Unos 150€ permitían a la joven tener caprichos sin hundir la economía familiar. Estaba haciendo lo que cualquier adolescente querría hacer si pudiera: convencer a sus padres de gastar más en ella. Sólo que estaba haciendo tramaps y eso estaba mal. había que corregir su actitud. No hacerlo podía resultar en una chica malcriada con poder suficiente para caer rápidamente en una espiral de desmanes y convertirse en una persona muy diferente de la alegre e inocente hermanita que todavía recordaba.
Tenerla localizada le suponía una ventaja, fijando su posición en un mapa que descargó a su tablet sin pérdida de tiempo. Ese y todos los cercanos a todos los niveles, incluyendo guías de espeleología de la zona. al fin y al cabo disponía de tiempo, la ausencia de Bosch no era del todo negativa. Además, le permitía reflexionar sobre todo el tema, sobre la conveniencia de presentarse en la casa de colonias, confesar la razón de su visita, si dejarle dar su versión o si por el contrario era Aitor el que debía escoger las preguntas. El problema era que dependiendo de la naturaleza de las preguntas podía desde disculparle por adelantado hasta condenarla antes de que pudiera abrir la boca. Debía encontrar la combinación apropiada de preguntas, no podía dejar abierta la posibilidad a ningún error, ningún hueco. De lo contrario ella lo explotaría, demasiado bien lo sabía.
Tenerla localizada le suponía una ventaja, fijando su posición en un mapa que descargó a su tablet sin pérdida de tiempo. Ese y todos los cercanos a todos los niveles, incluyendo guías de espeleología de la zona. al fin y al cabo disponía de tiempo, la ausencia de Bosch no era del todo negativa. Además, le permitía reflexionar sobre todo el tema, sobre la conveniencia de presentarse en la casa de colonias, confesar la razón de su visita, si dejarle dar su versión o si por el contrario era Aitor el que debía escoger las preguntas. El problema era que dependiendo de la naturaleza de las preguntas podía desde disculparle por adelantado hasta condenarla antes de que pudiera abrir la boca. Debía encontrar la combinación apropiada de preguntas, no podía dejar abierta la posibilidad a ningún error, ningún hueco. De lo contrario ella lo explotaría, demasiado bien lo sabía.
Gracias por lo del plan. Frenamos, no hay problema. ¡Precisamente pensaba que iba demasiado lento! Espero a mediodía y allí les contaré a mis compis el problema (a Atajo y a Gata Lunar, seguro, al resto... me lo pienso; tal vez Mrs. Justice si quiere hacerse pasar por mi madre y a Vent si quiere hacerse invisible y hacer un reconocimiento previo). Bueno, bien pensado, lo puedo plantear a todos y que se implique quien quiera. si Atajo no puede/quiere, usaríamos a Averno. O Aitor también puede irse por su lado, a resolver sus asuntos, como quieras. Si eso va a resolverte algo narrativamente, adelante. Eso sí, si puidera resolverles la papeleta a los demás y no voy, no te olvides de obsequiarles un punto de héroe ;-)
Definitivamente, Salara + Gina + Teleportador.
Tras no encontrar a Bosch en su despacho, Aitor dejó que sus pasos lo llevasen a donde fuese. Tan ensimismado iba en el plan que trazaba para lidiar con su hermana, que no se dio cuenta de hasta donde llegaba.
Se sorprendió a sí mismo llegando al taller del Club de Inventores. Escuchó una voz en el interior, era Enzi hablando.
También oyó pasos metálicos detrás de sí. Gina no se había despegado de él ni un segundo. Tampoco le había dicho nada, simplemente había dejado que pensase en sus cosas.
Cuando los dos se detuvieron junto al marco de la puerta vieron quién había en el taller.
Estaban Enzi y Salara hablando, aunque parecía que también acababa de entrar Moussa. El wakandés saludó al genio con la mano y una sonrisa.
- Anda, Aitor. ¿Qué tal te ha ido la reunión con E.S.T.H.E.R.?
Continuamos en Capítulo 4: Asuntos familiares.