Partida Rol por web

-¡Holi, Mamá de Diana! -dije a la pantalla del móvil. Pero la Agente no parecía muy por la labor de saludar.- ¡Manos a la obra chicas! Creo que tendríamos que hacer un tirachinas muy muy gordo. Mmmm.

Miré el paseo en el que estabamos. Tal ve si ellas se ponían ahí... Y lanzábamos en esa dirección...

-Creo que deberíais subiros a los tejados. Ms. Justice en la manzana de la izquierda.-dije señalando el punto más alto del edificio.- Y Ms. Marvel a la derecha. Deberíamos lanzarlo en esa dirección. -señalé el Arco del Triunfo.- En esa dirección esta el mar. Si no conseguimos enviarlo a la extratosfera, al menos que caiga en el mar. ¿No?

Fui a reunir los tres robots. Los cogí de uno en uno y los puse en el medio de la calle.

Diana escuchó atentamente lo que la Agente 13 tenía para decir, y decidió actuar en consecuencia... la idea era mejor de lo que se le podía haber ocurrido a ella, y daba gracias de que el poder de resolución de su madre fuera tan instantáneo.

- Vale, eso está hecho.- Dijo la chica al móvil en cuanto su madre terminó con la explicación. Miró a Rudy cuando comenzó a explicar el curso de acción y la joven asintió-. De acuerdo, vamos entonces, no hay tiempo que perder.

Sus hermosas alas surgieron de la espalda de Ms Justice de nuevo y ascendió hasta el punto en el que Rudy le sugirió, se agarró fuertemente de el punto que consideró más seguro, y se estiró cuando pudo hasta llegar a coger la mano de Rudy... el resto era trabajo de Cráter.

Diana y Kamala se pusieron en los lugares que había indicado Rudy. Estiraron sus brazos y se dieron de las manos, formando un tirachinas que llegaba de punta a punta del paseo. 

Rudy colocó a los robots en posición y tiró con todas sus fuerzas.

Las dos metamorfas no pudieron evitar gemir del dolor a medida que sus brazos se tensaban más de lo que lo habían hecho nunca. Rudy empleó toda la fuerza que tenía, pues no quería fallar.

En medio del caos oyeron las aspas de un helicóptero. Cuando alzaron la mirada vieron que los estaban grabando.

Aquello iba a salir en la tele. Todo el mundo estaba pendiente de si lo lograban o no.

Finalmente, Rudy dejó ir el tirachinas gigante. Los tres robots salieron catapultados hacia arriba. Diana, Kamala y Rudy contuvieron la respiración. ¿Qué pasaría si caían sobre la ciudad?

Los constructos viajaron varios centenares de metros en diagonal, el sonido de los pitidos se perdió a medida que se alejaban. Pasados unos eternos e incómodos segundos estallaron en medio del cielo. La explosión fue lo suficientemente grande como para abrir un boquete en el cielo nublado.

La luz de la explosión alumbró la ciudad condal por unos instantes, y luego se apagó completamente. Tan solo en ese momento pudieron los héroes adolescentes volver a respirar.

Lo habían logrado, habían salvado a muchísima gente con su improvisada maniobra. Ya no eran unos aprendices sin experiencia.

Kamala saltó y gritó, eufórica. Se reunió con sus compañeros en el centro del paseo entre gritos de júbilo y los abrazó con fuerza.

- ¡Lo hemos hecho, lo hemos conseguido! – gritaba alegre mientras estrujaba a Rudy y Diana entre sus brazos.

La diversión no duró mucho, pues la presencia de los medios de comunicación pronto aumentó. Además de estos, los civiles ya habían comenzado a arremolinarse alrededor de los héroes. Les grababan y les hacían fotos con sus smartphones. 

- Ups, quizá deberíamos haber sido más discretos, ¿no? – Kamala los miró, preocupada -. No os van a castigar vuestros profes por salvar la ciudad, ¿verdad?

¿Sabes esa sensación que sientes cuando recibes una muy buena noticia que estabas esperando? Como ese 8,9 en el exámen de Matemáticas que pensabas que había ido mal. Pues como eso, pero por mil.

Por un momento pensé que no lo conseguiría, que los robots no subirían los suficientemente alto, se irían para otra parte, tardarían más en explotar. Muchas cosas podrían haber ido mal. Podría haber formado otro gran cráter.

Pero no fue el caso. ¡Habíamos salvado la ciudad!

Justo cuando explotaron y la luz se apagó, levanté los brazos y grité:

-¡YAAAAAASSS! -se reunieron conmigo en el centro de la calle. Mientras nos abrazamos les dije- ¡Bien hecho chicas, sois las mejores!

Los medios aparecieron. La angustia se apoderó de mí. ¿Que debía hacer?

Les tenía miedo, casi más que de lo que le tenía a Ultron. Depende de como se tomarán tus acciones podrían hacer que todo el mundo te odie. Podrían arruinar la carrera de superhéroe de cualquiera. ¿Me habrían reconocido? ¿Sabrían quien era? Tenía que hacer algo. Algo de lo que seguramente me arrepentiría.

Cuadré los hombros y miré hacia el lugar donde más cámaras había.

-Siento lo que pasó en... -empecé a decir. Pero no seguí. Eso era cosa del pasado.- Espero que todos estéis bien. Ha sido un honor ayudar a esta ciudad. ¡Soy Cráter!

Si había alguna posibilidad de que en el Liceo no se enterasen de que nos habíamos escapado, ahí se esfumaba. No había pensado las consecuencias. Solo quería redención. 

Miré a mis compañeras, esperando que me dijeran si había hecho bien.

-Creo que deberíamos desaparecer ya. -les susurré.

Los civiles enmudecieron cuando Rudy se acercó a presentarse. En aquel corto momento de silencio, escucharon un estallido ligeramente familiar.

Cerca de Diana y Ms. Marvel apareció una nube rojiza, que al disiparse reveló a Sara y Averno, el chico demonio del Liceo. Seguramente habían venido a ayudarles al verles por la televisión.

Llegados a este punto, ¿quién no se había enterado ya de lo que hacían los estudiantes del Liceo?