Partida Rol por web

Cuando asaltamos el transatlántico para rescatar a la gente de esos ninjas y piratas, la roca mágica de Hila me dejó grogui. Pensé que si quería ayudar no podía depender siempre de mi magia.

Hice unas poquitas de... ¿trampas? Como necesitaba tiempo para trabajar en la armadura, cree una falsa Amy para que hiciera el entrenamiento de Sinestro.

Eso explicaba porqué no tenía el anillo. También porqué siguió repitiendo movimientos en el salón de actos cuando Sinestro dio por finalizado el entrenamiento.

También hay un conjuro activo que detiene las imágenes de las cámaras del sótano, para que no pudierais verme desde la sala de seguridad. Tenía que asegurarme de que Emil y Lex podían trabajar con libertad en mi proyecto.

Oh, y fue Mercy quién noqueó al Joker cuando bajó aquí antes de que yo pudiera reaccionar. Pero el Joker sigue vivo, ¿vale? Mercy está muy arrepentida y le pedirá perdón cuando recupere la consciencia. Así podremos ser todos amigos

Mercy resopló con hartazgo y desvió la mirada, muy poco a favor de pedir disculpas. En cuanto a Amy... poco a poco había estado perdiendo los arcaísmos de princesa salida de un cuento medieval, pero seguía conservando la misma ingenuidad.

Sé que debería haber pedido ayuda a Grodd, al ser cosa de científicos, pero estaba ocupado creando el sistema defensivo del tejado. No sabía a quién más recurrir...-concluyó su alegato, sin dejar de curar con su magia a Hila.

—Hila, Amy te curará —buscó confortar a la xebeliana, ya que quizá pudiera oponerse al tratamiento debido a proceder este de una antigua enemiga.

Esa agenda oculta relacionada con la construcción de una armadura de combate, aun dadas las explicaciones por su camarada maga, provocaron una clara reserva inicial de Orm hacia la Princesa Amatista. Sin embargo, el atlante trató de rebajar tal suspicacia, pues podría ser fomentada debido a muchos años de prejuicios contra los respiradores de aire. Además, los sentimientos del hermanastro de Aquaman para con la ex regente de Mundo Gema, también influían en no querer desconfiar de ella.

—Deberías comentarnos estos planes —comentó entre dientes, todavía algo encrespado.

Sabiendo que el Joker solo estaba inconsciente, el Amo del Océano se dirigió a Luthor. Prefería centrar su atención en el millonario de Metrópolis a pensar mal sobre la hechicera de otra dimensión.

—Se cumplirá el trato, descuida. Siempre y cuando, por supuesto, jures un pacto de no agresión con Smile Island y cualquiera de nosotros. Acordaremos los términos de dicho convenio cuando acabes tu trabajo y el resto de mis compañeros conozcan del mismo. 

Marius miró a Hamilton justo después. Otro humano, otro individuo retenido, otra molestia. 

—Tranquilo, no tendrás problemas. 

El antiguo gobernante de la mayor nación submarina del planeta, dada por zanjada la charla con los conspiradores de la construcción de un traje de batalla, se dispuso a examinar los controles de la central geotérmica. Todavía debía confirmar en los paneles el funcionamiento correcto o defectuoso de la fuente de energía de la isla. Después tocaría regresar para hablar con Grodd y Shade a fin de ponerles al día de las novedades.

Por todos los mares, me cae mejor el simio parlante que esta mosquita muerta-dijo, desconociendo que Grodd era el responsable de la muerte de su padre-. Pero por lo menos mis heridas se cierran. Que alguien prepare una habitación, pasaré la noche aquí. Porque... Tienes sirvientes, ¿verdad, Orm?

Los tenía, pero no allí. Dormían en los talleres ilegales, un piso por encima de donde se encontraban, niños y ancianos. Algún adulto bien parecido, de los que atendían de cara al público en el hotel, podrían encontrarse en alguna suite del establecimiento, pero Orm no se había preocupado por saber en qué número dormían los matones.

La guardaespaldas de Lex saltó.

Ey, cara caballa, no puedes exigirle al señor Luthor nada, ¿entiendes? El señor Luthor está trabajando duro en el proyecto, se ha ganado su libertad sin peros ni reuniones.

Hila no dejaba de ver que ninguneaban a Orm una y otra vez.

Disculpe a mi empleada por sus palabras, Rey Orm-dijo, tratando de rebajar la tensión... por ahora.

Los controles de la central geotérmica eran conocimientos primitivos de electrónica de los humanos. Orm no sabía valorar los daños. Lex se le acercó de manera sibilina y le dio unas cuantas explicaciones.

No me quiero meter, pero ese indicador marca unos niveles de energía menores a los del comienzo de esta noche, antes del apagón. Diría que uno de los generadores está roto-. Efectivamente, la turbina que rompieron para no ser troceados por las asmas-. Es suficiente para las necesidades de un hotel de este tamaño, pero no habrá energía para usos extraordinarios... si es que los hay. ¿Alguna defensa de la que debamos preocuparnos?

Amy completó su curación mágica y ayudó a su paciente a ponerse en pie de nuevo. Luego se acercó a Lex y Orm.

Oh, casi se me olvida. Los nuevos reclutas del Joker y de Grodd estaban buscando a un espía americano hace media hora. No sé si ya lo han capturado o si todavía sigue rondando por ahí.

Mientras trataba de descifrar los controles de la central geotérmica, ante la petición de una habitación hecha por Hila, Orm asintió.

—Desde luego. Te daremos alojamiento durante el tiempo que necesites, sea solo por esta noche o por las que precises.

El desplante de Mercy, aun aminorado por la intervención de Luthor al solicitar disculpas tras semejante desaire, no evitó que el atlante apretase el mango de su tridente con mucha fuerza. Al mismo tiempo, un rictus de irritación cruzó de manera completa los labios del guerrero. Pero, aparte de ambas exhibiciones de enfado, no hizo nada contra la amazona. En su lugar, simplemente la ignoró a favor de acoger las explicaciones del millonario de Metrópolis sobre los problemas de energía en Smile Island.

—Bien —se limitó a responder al humano, no queriendo añadir demasiado acerca de cómo había ignorado aquellas lecturas hasta las aclaraciones brindadas—. No existe ningún motivo de preocupación. Tenemos cubiertos todos los aspectos en la defensa de este sitio.

Aunque un espía en la isla indicaba justo lo contrario. 

—No me cabe duda de que ya lo habrán encontrado, Amy. 

Luego de hablar, tras el asalto de Nanaue y saber de la presencia de un fisgón, Marius buscó comunicación con Grodd mediante telepatía.*

"Acabo de enterarme de la presencia del agente americano en nuestro terreno. A Hila y a mí nos ha atacado también un extraño hombre tiburón. En caso de necesitar apoyo, di dónde te hallas y acudiré ahí enseguida".

Se escuchó en la lejanía una explosión, atenuada por el hormigón. Explicaba en parte que la respuesta de Grodd no llegara inmediatamente.

Los aspectos de la defensa cubiertos, ya veo-dijo Lex, irónicamente-. Si se me permite una puntualización...

Lex se ajustó la corbata. Estaba disfrutando de la situación y se notaba.

Por el sonido, la explosión fue causada por una granada de fragmentación modelo ET-MP, de la empresa armamentística Picatinny Arsenal. Soy accionista, me gusta saber dónde meto el dinero-aclaró-. Además, esta isla me perteneció mucho tiempo a través del títere Oahu, así que conozco los planos del edificio. Estamos en el sótano menos dos. Por el volumen del estropicio, la explosión tuvo lugar en la primera planta, cerca de la sala con las cámaras de seguridad de las que la magia de la señorita Winston nos ha ocultado.

¡Nuestros amigos están en peligro! P... puedo teleportarnos con magia hasta la sala de los monitores y ver en qué parte de la primera planta tuvo lugar la explosión-se ofreció la princesa Amatista.

Hila se encogió de hombros.

Me temo que mi poder para controlar el agua no es muy útil en las alturas. Ve con la princesa Mosquita Muerta, Orm. No me ofenderé.

En cuanto a la otra luchadora competente en la habitación, Mercy miró a Luthor. Él no abrió la boca. Sólo sonrió, sosteniéndole la mirada al Amo del Océano. Lex le cedería su guardaespaldas a Orm... pero solo si se lo pedían por favor.

El antiguo monarca, luego de la explosión y el discurso de Luthor, molesto, entornó los ojos. Los protectores oculares de su casco, por infinitesimal ocasión, auxiliaron a ocultar esa mueca.

Aunque Lex había sido un rival escaso tiempo atrás, sus observaciones servían para localizar el foco desde donde había llegado el sonido de la explosión. 

Justo después de que Amy e Hila intervinieran, Orm, aún a la espera de recibir contestación mediante algún mensaje telepático, se aproximó a la primera. 

Previo a abrir la boca, el enemigo jurado de Aquaman señaló a Graves con el tridente. A la par, dirigió el rostro hacia el CEO de Lexcorp. La sonrisa del respirador de aire no le pasó inadvertida.

—En caso de que la amazona no tenga miedo y, a modo de gesto de buena voluntad, Luthor, podrías enviarla con nosotros. Si quienes nos atacan buscan la muerte de los habitantes de la isla, vuestra libertad está amenazada. Nada asegura que nuestros asaltantes vayan a cumplir con lo pactado entre Amatista y tú o deseen sacaros de vuestro cautiverio. 

Dejó de apuntar a la guardaespaldas y observar al oponente de Superman, enfocando su atención en la Princesa Amatista.

—En cuanto decida venir o no con nosotros, llévanos hasta la sala de monitores.

La batalla continuaba sin ellos. Aquel estallido recién captado insinuaba la ferocidad de la contienda en curso. Perder tiempo era contraproducente.

—Hoy has luchado bastante y también has sufrido la peor parte del combate, Hila. Descansa ahora.

¡No tengo miedo!-exclamó Mercy, ofendida.

Su valor está ampliamente contrastado, señorita Graves. Sin embargo, mi estimada amazona no es un soldado, sino una guardaespaldas. Su función es estar a mi lado y garantizar mi seguridad. Y yo debo quedarme aquí haciendo frente a mi promesa y trabajando en esa armadura.

Lex Luthor se dio la espalda y caminó majestuosamente alejándose de Orm en dirección al laboratorio. Puede que si el Amo del Océano hubiera pedido la ayuda de Mercy con un por favor, Lex denegara sus servicios de igual manera. Nunca lo sabrían.

En ese momento, Grodd contestó el mensaje telepático, demostrando que había sobrevivido a la explosión.

Estoy en el pasillo de la habitación 103, cerca de la sala de seguridad. El americano está controlado, aunque han aparecido tres más. Un gorila francés, una arlequina y una humana de negro. No sé cuánto aguantaré enfrentándolos.

En cuanto Orm compartió ese conocimiento con los demás, Amy tenía suficiente información como para teletransportarse directamente al centro de la batalla.

Entendido. Abrázate a mi, príncipe Orm.

Fue Amy la que le rodeó con los brazos. Hila lo vio con una sonrisa amarga. Las clases de magia que recibió Orm le permitían conocer las intenciones de la princesa Amatista: teleportarse abrazados consumía menos energías que abrir un portal. Amy seguía preocupada por la posibilidad de agotar su magia. Se estaba reservando para el combate.

Y flop, desaparecieron de la sala de control de la central geotérmica...