Partida Rol por web

No... me... ignoréis...

Supergirl lanzó sus rayos caloríficos por los ojos. El haz atravesó el boquete y golpeó el techo del comedor. Empezaron a llover cascotes, pero con el frenesí del combate todos lograron esquivar las rocas mientras seguían luchando. Ver que ni así le hacían caso enfureció más a Linda. El trozo de kriptonita roja en su puño empezó a brillar con más fuerza entre los resquicios de sus dedos.

¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAH!!!

Sus ojos seguían brillando en tono carmesí y su melena empezó a bailar, agitada con las reverberaciones de su propio grito.

¿Harleen?-llamó el fantasma del señor Oahu a Harley Quinn por su nombre auténtico-. Harleen, ve hacia la luz...

¿Había muerto? ¿Aquel era el punto final en la carrera delictiva de la más delirante y atractiva payasa del crimen?

Atontada, hacia el ventanal. Mira hacia el ventanal.

El espíritu del señor Oahu entró en el comedor atravesando la cristalera. Llevaba en brazos el fusil de Mallah y un manojo de armas ridículas de Harley Quinn, incluyendo el arpón conseguido en la playa.

Coged las armas-dijo a los dos con collar explosivo, con una voz menos sobrenatural y más real.

Harley y Mallah no eran los únicos que veían y oían al fantasma de Oahu. Todos podían verle, aunque un poco más traslúcido de lo normal. Sin embargo, Harley pudo tocar y coger sus cosas, y eran tan reales como un pastel de merengue en la cara.

En cuanto Supergirl empezó a disparar rayos por los ojos, provocando con ellos una lluvia de escombros que a punto estuvo de caerles encima, Orm cambió de parecer. La kryptoniana debía ser reducida antes de que volviese a suponer un peligro para cualquiera de los que combatían allí. 

Acto seguido después de considerar como amenaza urgente a la heroína, el antiguo rey de Atlantis apuntó con el tridente hacia la misma, pero vaciló previo a atacar debido a la inesperada aparición del fantasma de Oahu (o a una rara proyección de este que rememoraba a un espectro). 

Aun confundido por la visión del espíritu, el Amo del Océano restableció pronto aquel propósito asumido previo a la manifestación traslúcida. Sin tardar, gran cantidad de llamas mágicas fueron despedidas contra la mujer que había derruido parte del techo con su mirada.

Acabar con Sinestro quedaba en manos de Grodd, Harley Quinn y Mallah. Un grupo muy capaz de derrotar a ese alienígena y sus anillos.

Grodd se sorprendió por la aparición fantasmal del señor Oahu -¿o sería más correcto decir "el fantasma del clon del señor Oahu"?-. No era quizá el mejor momento para pensar cuál era la mejor acepción. Viendo que Orm se estaba enfrentando con aquella iracunda Supergirl, eso dejaba a Sinestro como el adversario contra el que debía enfrentarse.

Tal y como el gorila telépata lo veía, se hallaban en clara desventaja debido a que Sinestro disponía de todos los anillos. Iban a tener que hacer su mejor intento.

-Centrémonos primero en Sinestro -dijo Grodd, dirigiendo una mirada a Harley y Mallah-. Si le atacamos entre los tres a la vez, no podrá con todos.

Sin más, Grodd se lanzó de nuevo al ataque, buscando embestir a Sinestro y golpearlo con sus puños.

Harley no daba crédito a sus ojos. Un ¿fantasma? acababa de ayudarla depositando todas sus armas a sus pies.

- ¿Pero qué está pasando? ¿Me estaré volviendo loca? ¿o más loca? Ha! Debe ser un efecto secundario del golpe por la explosión, o algún gas residual en el edificio.

La payasa no quiso detenerse a buscar más explicaciones. Dos de los villanos más poderosos los tenían rodeados ahora mismo. Harley escuchó el plan de Grodd, y echándose a un lado, disparó el lanza arpones contra Sinestro, a la vez que su nuevo aliado cargaba contra él.

La portentosa mente de Grodd repasaba 10 veces por segundo todas sus suposiciones. Por eso no tardó en descubrir que a Sinestro todavía le faltaba un anillo. El Joker fue al sótano durante el apagón para asegurarse de que los prisioneros no escapaban. Su reliquia alienígena tuvo que atravesar el laboratorio y la central de energía, subir por el hueco de las escaleras hasta la sala de seguridad de la primera planta, salir al pasillo y bajar las escalinatas hasta la recepción de la planta baja. Comparándolo con la trayectoria y velocidad de los otros anillos, faltarían menos de treinta segundos para llegar hasta Sinestro...

Y justo en ese momento, cuando Orm volvió al hall de entrada, vio por el rabillo del ojo un anillo rojo girando la esquina de las escaleras sobrevolando el descansillo.

Gracias a su ángulo de visión, el Amo del Océano también descubrió a la princesa Amatista agazapada tras una de esas grandes plantas de los hoteles, oculta de Supergirl hasta que se le ocurriese rodear la planta o usar sus poderes para ver a través de ella. Orm se fijó en que sus manos estaban entrelazadas y sus labios se movían como si estuviese lanzando una oración. Amy necesitaba tiempo para conjurar y Orm podía conseguírselo.

Supergirl vio acercarse las llamas del tridente sin intentar esquivarlo.

¡JA! El fuego no puede quemar mi piel kriptoniana.

Pero las llamas la envolvieron y quemaron. Y gritó.

¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!! ¡Es magia! ¡Duele!

Cogió aire y sopló. Pero el dolor hizo que entrecortara su aliento y no pudo empujar a Orm.

No muy lejos de allí, en el comedor adyacente...

Monsieur Mallah, en lugar de disparar, se llevó el fusil al hombro y corrió, saltó... hasta llegar a la nave alienígena de Sinestro. Agarró al tarro de sesos y tiró de él arrancando los cables que lo conectaban a la cápsula.

Ah, mi querido amado viene a por mí. Bttz... Te diré lo que haremos...

Sin dejarle acabar, Mallah echó a correr con el Cerebro llevado como un balón de fútbol americano. Justo hacia la playa tras la cristalera.

¡No! ¡No, Mallah! ¡Mono malo! No podemos abandonar la zona con inhibidores. Bztztz... Si salimos, Waller nos hará saltar por los aires.

Mallah siguió corriendo, fuera de sí, tratando de alejarse del combate que les mantenía a ambos en peligro.

En la práctica, solo Grodd y Harley Quinn seguían peleando contra Sinestro.

Los puños de Grodd golpearon con fuerza portentosa sobre la esfera haciéndola parpadear. La protección se difuminó y el arpón de Harley aprovechó para estrellarse contra el pecho de Sinestro... para luego rebotar inofensivamente. El motivo era una fina película roja que rodeaba al alienígena, una segunda "burbuja", pero ceñida sobre el cuerpo.

Sinestro miró al suelo, al arpón, y luego a la mujer que lo disparó.

¿Un palo?-preguntó a Harley, asqueado-. ¿Me atacaste con un primitivo palo afilado, simia estúpida?

El señor Oahu aprovechó la distracción para colocarse a espaldas del enemigo y agarrarle con los brazos rodeando su cintura y sus muñecas. El ser rosado forcejeó, tratando de liberarse sin éxito.

¡Ahora! ¡Golpeadle ahora! ¡Yo lo sujeto!

Grodd notó que Sinestro había aguantado los golpes gracias a la esfera protectora, aunque quizá no aguantase unos nuevos golpes. Si lo atacaban de nuevo, probablemente podrían acabar con él.

-¿Qué diablos eres? ¿El Gentleman Ghost? -exclamó el gorila telépata, al observar que el fantasma del clon del señor Oahu era capaz de agarrar a Sinestro, forcejeando con el alienígena-. ¡Quinn, atácale! Voy a evitar que el último anillo llegue hasta él.

No le dio demasiada importancia a que Mallah estuviera huyendo junto con Cerebro. Quizá en otro momento advertiría a su congénere acerca de que el explosivo que les había colocado Waller les hiciera estallar de un momento a otro.

En vez de ello, Grodd se centró en el último anillo que les había proporcionado Sinestro, el anillo que había pertenecido a Joker. Concentró toda su atención en el anillo, tratando de ralentizar su avance todo lo posible, aunque en este caso era para agarrar el anillo e impedir que llegara hasta Sinestro. Lo que menos necesitaban en esos instantes era otro anillo más que lo hiciera más poderoso.

El antiguo rey comprendió la función que debía cumplir tras ver a Amy. Le tocaba distraer a la kriptoniana durante el suficiente tiempo para lograr que la de Mundo Gema acabase el hechizo que había empezado.

—Sí, es magia. Magia atlante, muchacha.

El tridente del Amo del Océano, bajo el designio de centrar la ira de Supergirl contra él y darle el margen necesario a Amatista para realizar el conjuro que estuviera preparando, se cargó de energía otra vez. Esa visión de fuerzas arcanas recorriendo el arma recordarían a su enemiga el daño que acababa de sufrir, provocando su ira.

—¡Toma una segunda dosis! —exclamó Orm mientras lanzaba al unísono un rayo místico a través de las tres puntas del artefacto.

Harley soltó el lanza arpones y esgrimió su martillo.

¿Un palo? ¿Me atacaste con un primitivo palo afilado, simia estúpida?

- Pues prepárate para ver lo que te hace este otro "palo"...

La payasa cargó contra Sinestro, aprovechando la repentina ayuda del que se había convertido en su fantasma favorito.

- ¡Sujétale fuerte, Casper!