Wilfred espera a que el posadero se retire para seguir hablando y trata de ver que nadie pueda estar escuchando para decirte:
- Mañana la raunión se realizara en el palacio del principe, el mismo lugar en que estuvimos esta noche. En cuanto al señor Aziz, el ha creado una red de influencia en la ciudad y si logra congratularse con el príncipe ganará mucho. Los seguidores de Set son como la serpiente que tentó a Eva en el paraiso; te darán todo lo que necesites como si fuera un acto de amistas, pero sus regalos son posoñosos. Debes ser muy cuidadosa en tus tratos con esta gente.
Luego espera a que un grupo de lugareños pse por el lado de su mesa al retirarse para seguir hablando:
- La verdad es que en el fondo los Cataros nos dan lo mismo. Ten presente que en una existencia tan larga como la nuestra las religiones son solo ideas pasajeras que simplemente se discipan con el viento. Nosotros solamente estamos intentando aprivechar la colluntura a nuestro fabor. Es muy importante que los lasombra no se hagan con lo que es nuestrp desde hace siglos, así que tú usa tu encanto y gana la confiansa de los que odian a los herejes. En cuanto a aAziz, sería bueno tener a un experto en intrigas como él de nuestro lado.
te retiras por un momento a tus aposentos y al rato se acerca el posadero a darte su informe. Si hay mucho de lo que hablaban los ventrue que él no entendia, simplemente se remite a decir todo tal cual lo escuchó:
- Hablaban sobre una reunión con el principe y de usar a los cataros como herramienta para enfrentar a los lasombra. Por lo visto, la chica bonita se mostrará en contra de los herejes para ganarse la confianza de los lasombra y quieren que buscar su apoyo pues necesitan a alguien que en verdad sepa de manipulación.
Cuando dices "su apoyo", se refieren al mío, ¿verdad?
Master: Si, me refiero a ti.
Es que me relamo de gustito cuando puedo jugar a agente doble. :-)
Muy bien, Miguel, lo habéis ganado. -En ese momento, Aziz abre una pequeña bolsa de terciopelo rojo y le entrega a su posadero un par de monedas-. Sabéis, os tengo en muy alta estima, siempre habéis cumplido bien con vuestro cometido. ¿Hay algo que deseéis con toda vuestra alma, amigo? Podría intentar hacer algo para conseguíroslo... -deja la frase en el aire esperando una respuesta-
En hablarme Wilfred me acerco más hacia él para escucharlo con detenimiento. Observando como pasaba la gente y este paraba de hablar, hasta que en hablarme de los herejes abri un poco más los ojos y atendi a responderle.
- Creo que mi función de mañana será clara. No se como sera tener que llevarte la contraria... Aun así debere mantener mi postura y por suerte habrá más gente que este a mi lado... o eso espero. Le sonreí para dejar caer mi brazo encima de la mesa y quedarme sujetando la copa sin tan siquiera levantarla. Si los cartaros no són problema, tampoco lo deberia ser el Señor Aziz. Solo me preocupa que pueda tener más influencias que yo, hasta con el principe.-Con un tono más elocuente comence a decir, gesticulando con la mano aireando el espacio para decirle.- Quizás sean celos o algo por el estilo pero tener a informadores y poder estar al tanto de la actualidad en una ciudad... es algo que cualquier vastago esperaria tener.
Así cogi la copa y bebi lo que quedaba de sangre dejandola luego encima de la mesa.
-Bueno, esto ya se me ha acabado. Sonrei señalandole la copa. Realmente al despertar he hechado en falta algun sirviente al cual poder sorberle un poco de vitae. Rei sobre mi comentario negando levemente con la cabeza... ¿Crees que nos va a pasar algo más especial en este antro? Parece que solo había Aziz interesado en nuestra presencia... por lo que veo la noche esta de lo más tranquila y mi arma-.Pase mi mano por encima de mis senos dando a entrever el mango de un puñal el cual estaba cubierto por cuero e instalado en el esternon, así no más largo que este.- Por fortuna desde que sali de la Villa no lo he debido utilizar... Pase mi mano por la mejilla retirando el cabello rizado y con una voz dulzona decirle. Por otro lado... en mi taberna no se sirve sangre creo entender. Señalando la copa a modo de ejemplo.- Quizás deba estar más pendiente de mi negocio y así como el adulador de serpientes podria alvergar conocimiento de otros vástagos... pero estando aqui en Barcelona y los planes que se nos indiquen mañana ni por eso me pueda preocupar. Heche un leve suspiro esperando a que se acabara mi mentor la copa y decidiera si debiamos quedarnos un ratito más o nos dirigieramos a otra zona de Barcelona. No tenia ni idea de cuales serian sus planes pero la noche me estaba pareciendo de lo más embriagadora.
El posadero te mira con desconfianza, vcosa que siempre ha hecho desde que trabaja ahí y sabes en el tipo de cosas que estás metido. Se trataba de un hombre callado y astuto, que hacía lo que le mandaras al pie de la letra y del cual no conocías ni un pequeño vicio. La verdad que si nop fuera por su competencia, no tendría ninguna utilidad.
En cuanto deslizas la posibilidad de otro tipo de recompensa, el hombre niega con la cabeza y te dice:
- Con esto es suficiente, señor.
Entonces se apura a salir de tus aposentos y desde la puerta te dice:
- Si quiere hablar algo más con la dama y el caballero creo que debe apurarse, porque se comienzan a retirar.
Tu mentor no toma nuevamente de su copa y solo te dice:
- Podemos buscar un prospecto que te parezca agradable para que te alimentes querida. No creo que ningún hombre en su sano juicio se resistiria a tus encantos. Si fuera mortal yo moriría feliz en tus brazos.
Entonces saca un saquito de monesdas y deja unas cuantas sobre la mesa que cubren de sobra lo que han consumido.
Entonces Wilfred te ofrece su brazo y dice:
- ¿Y, mi señora? ¿Os apetece seguir de paseo o nos retiramos a nuestra casa?
Dejad que se vayan. Mañana será otra noche.
Antes de irme a descansar durante el día, pediré a uno de mis criados que averigüe lo que pueda sobre Miguel; su pasado, su familia, cómo llegó a ser tabernero...
Silvina sonrie en cuando Wilfred comenta sobre los gustos de esta y le da un suave golpecito en el hombro a modo de comprensión y alegria. Por otro lado se queda observando como saca las monedas y se queda dudatiba en como reaccionar. Aún así hace modo de levantarse no sin antes comentar.
-Gracias por invitarme a este manjar mi querido Wilfred. La verdad es que ser Ventrue atribuye que nuestros gustos nos hagan quebraderos de cabeza a la hora de alimentarnos. Pero aquí nos ves... en una taberna pidiendo sangre.-Dicho a modo de susurro acercandome más a él.- Parecia fresca y todo. Sonrio, entrecerrando los ojos a modo de picardia.- Además tal y como se nos la ha servido, esto es realmente como un lujo no crees? Me inclino para recoger la parte delantera del vestido y extendiendo mi mano animo a mi mentor a seguirme y levantarse explicandole. Podriamos dar un breve paseo por el puerto y luego dirigirnos ya para el hogar... no se cuando saldra el sol pero por si acaso el viaje se nos hace largo sera mejor ser precabidos. Por no decir que aquí no veo que sea un buen sitio para tener una conversación profundamente privada... Podremos de este modo acabar de concluir si queda algun tema más sobre nuestro afer de mañana. Así cuando él se levanto, le cogí del antebrazo a modo de dirigirnos hacia la salida. Intentando observar alrededor por si veiamos a alguien que conociera a mi mentor o simplemente esperar si el señor Aziz aparecia. Aun así en el paseo seguramente saldria el tema de la reunión así que pense en como sería la dicha con una preocupación que seguramente se reflectiria en mi rostro.
Wilfred invita a salir del local a Silvina con rumbo aún por definir y Aziz se retira a descanzar en sus aposentos privados. Todos han jugado sus cartas y todos esperan haber ganado algo.