El sueño de un no muerto es vacio y carente de sueños. Es volver al estado de cadaver durante unas horas para volver a ser un no muerto al despertar. Exactamente esta fue tu situaciòb al despertar, simplemente abriste los ojos como si solo hubieras pestañado. Si bien te encotrabas descansada y repuesta, no sentìas la modorra de cada mañana de tu vida mortal.
La habitación estaba en penumbras, pero podías moverte con facilidad. Cuando sales de a el exterior te encuentras con que Kosiusko ya se encuentra en pie y está hablando con otro sujeto en la salade la casa. Se trata de un tipo elegante y que por su fisonomìa parece ser natural de esas tierras. Ninguno de los dos te pone atención cuando entras, pero los perros son los primeros en verte, quienes te olfatean un poco pero no hacen ninguna otraacciòn.
u
Espero durante unos segundos a que los perros me olfateen, analizando mientras tanto la apariencia del visitante. Después, doy un par de pasos decididos hacia ellos hasta que sus miradas se posan en mí, tras lo cual saludo con una leve inclinación de cabeza a Kosiusko y me giro hacia el intruso. Decido pasar por alto la grave falta de cortesía, el hecho de que me hayan ignorado al entrar en la habitación y que no se haya molestado en presentarse adecuadamente.
- Buenas noches, señor - le saludo con un tono de voz suave - Mi nombre es María de Urgel, proveniente del condado de Zaragoza y huésped temporal del amable caballero Kosiusko. ¿Ante quién tengo el placer de hallarme?
El sujeto, que por sus ropas ha de ser un noble, te saluda y te dice:
- Disculpad mi falta de modales, señora. Mi nombre es Aitor Camp, un antiguo amigo del señor Kosiusko.
Por el nombre supones que se trata de algún caballero navarro o del pais de los vascuenses. Por su aroma, carente de los fluidos de un mortal, por lo que supones que es como ustedes. No obstante, parece que habías llegado tarde y las deliveraciones entre ellos ya se habian acabado, por lo que ya estaban preparándose para salir. Es por ello que Sergei te dice:
- Espero que se encuentre lista, María, pues debemos partir a la reunión de los primogénitos, pues nos hemso atrasado un poco. Podeis dejar vuestras pertenencias aquí si lo deseais, pues mis guardianes protegeran muy bien la casa. Ahora el carruaje del señor Camp nos espera.
Miro a Kosiusko y asiento con la cabeza, con aire distraído. Pienso que seremos un grupo llamativo en el carruaje, pareceremos seguramente un grupo de nobles del lugar acompañando a un amigo extranjero, ya que los rasgos de mi acogedor compañero delatan más o menos su procedencia.
- Por mí podemos partir ya. He dejado mis escasas pertenencias en la sala donde he descansado - me acicalo un poco el pelo mientras hablo - Pero me hallo dispuesta a partir en este preciso instante, si es necesario. Agradezco que el señor Camp se ofrezca a llevarnos amablemente al conclave.
Espero a que abran la puerta y salgo con mis habituales andares silenciosos y bastante altivos. Mientras subo al carruaje ayudada por mis acompañantes, comento:
- Debo decir que me encuentro muy animada ante este evento. Lo cierto es que jamás he tenido la ocasión de ser mera espectadora en semejante clase de reuniones. Siempre he vivido retirada - lo digo con un tono que demuestra claramente que solo unos pocos escogidos son dignos de disfrutar de mi compañía. Los demás para mí son como si no existieran.
Como era vnatural en él, Kosiusko guarda silencio, seguramente porque no tenía nada que decir. Sin embrago, Camp parecía más vivaz que su amigo. ël le contesto a María:
- Estas reuniones en verdad suelen ser muy aburridas, pero quiza en esta ocasión sea diferente. Por lo que sé los calanes están divididos en cuanto a los cataros pero parece haber algo más. Además, parece ser que hay una especie de reliquia en manos de los cataros y la están trasladando a Hispania. Seguramente todos piensas que saben acerca de esto y el otro no. Esto será muy chistoso.
El vampiro se ríe entre dientes como si toda esta intriga le pareciese entretenida. Seguramente se trataba de un lasombra, pues es sabido que estos vampiros toman la intriga coma una forma de vida.
Mientras hablaban, llegan al palacio del principe, donde de seguro ya se encuentran discutiendo los ampiros de la ciudad.
Una vez hemos llegado, espero que los hombres bajen primero para que me ayuden a salir. He sido muy bien instruida en las costumbres nobles, ya que mi sangre vampírica lo es, al igual que la de mi sire.
Cuando salimos, alzo la cabeza para observar el castillo con sentido crítico.
- Es elegante - comento con sencillez mientras observo la mole arquitectónica de piedra que se alza frente a nosotros. Después, le hago un gesto con la mano a mis compañeros para que iniciemos la entrada - Será mejor que no nos demoremos más. Tengo la sensación de que, aunque nuestro querido señor Camp dice que será aburrido, al menos lo hallaré interesante...
Comienzo a entrar y adentrarme en el castillo, pasando junto a los guardias.
Cuando entras los guardias ni siquiera te miran, seguramente porque conocian a quienes te acompañaban. Fue así que tus compañeros te condujeron a un salón muy grande en le que estaban reunida una cantidad muy importante de vampiros, más o menos dos docenas. Nunca habías visto un grupo tan grande ni tan variopinto como en esa ocasión. pero lo que más te llamó la atención era la forma tan apasionada con que discutían, como si en realidad se tratatra de moratales y no hijos de Caín.
Por lo que alcanzabas a entender, había quienes estaban de acuerdo en dejar a los cataros quedarse en las tierras de Cataluña, liderados por el principe Bereguer, mientras que otros, liderados por el obispo de los lasombra, buscaban la erradicación de los herejes. El principe daba razones políticas para dejar vivir en pas a los Buenos Hombres, mientras que el obispo recurría a la palabra de Dios para refutarlo. No obstante, algo cambió el rumbo de todo y fue una acusación de que los lasombras buscaban apoderarse de la reliquia que transportaban los cataros por los Pirineos, lo que genera más peleas. Pero al final el príncipe pone cordura y les dice que quizá sea bueno tener a mano esa reliquia en vez de estar en manos de herejes. Como te dijo Camp, todos pensaban que el otro no sabía de la reliquia, pero al final al ponerse en evidencias sus intenciones han yenido que enfrentar el asunto unidos.
Presto una cuidadosa atención a todo lo que se dice en el conclave, aprovechando también para examinar uno por uno a los presentes. El estar entre tantos de los míos hace que sienta un cosquilleo de emoción. Ellos son mis hermanos de sangre, los poderosos seres de la noche...
No puedo evitar sonreír ante la polémica de los cátaros.
- ¿No sería más fácil dejar que viniesen los herejes, hacernos con su reliquia y luego con el control sobre los cátaros? - le susurro a Camp inclinándome hacia él para que no se oiga de lo que hablamos.
Camp sonríe con picardía y le dice a María:
- Por su puesto que sería más facil, pero la verdad es que sería menos divertido y no tendramos el placer de pelear entre nosotros. Como le dije, todos pretenden ser más listos que su oponente pero en verdad nadie lo logra.
En ese mometno, todo parecía llegar a un acuerdo. Los cataros se van a quedar afuera de la ciudad. Por otro lado se decidió enviara aun grupo de vampiros en busca de la famosa reliquia.
En ese momento te das cuenta de que Sergei ya no estaba con ustedes. No te diste cuenta de en qué momento habia desaparecido, pero al rato vuelve y les dice a ti y a Camp:
- Los lasombra desean enviar una persona de confianza para esta misión y habían pensado en mí, pero ese principe no me tiene mucho cariño, asi que quieren a alguien más, pero que no esté conectado con los lasombras.
Kosiusko no te dice nada, pero sabes que como eres la recien llegada, eres la única que no sería conectada con los lasombra.
Capto la indirecta al vuelo. Permanezco por unos segundos en silencio, sopesando las posibilidades. La misión en realidad no es para nada compleja: ir al grupo de los cátaros y arrebatarles su reliquia, ya sea por las buenas o por las malas. Los seres de la noche somos muchísimo más fuertes que los humanos, por lo que en el segundo caso no habría ningún problema. Si acepto, podré ver con mis propios ojos dicha reliquia, además de que mi nombre será mencionado en la élite de los no muertos de Barcelona...
Finalmente levanto la vista y la poso en Sergei.
- Si es el deseo del príncipe que alguien ajeno al clan Lasombra os acompañe, yo iré encantada. Los cátaros me son indiferentes. Cumpliré bien la misión de hacernos con el preciado objeto - digo finalmente en voz alta con tono autoritario y altivo. No puedo evitar pensar que los herejes no nos lo entregarán tan fácilmente... Sonrío con cierta crueldad - Si se niegan a dárnoslo, recibirán el castigo que merecen.
Sergei y Camps se muestran su aprobación a tu decisió, pero es el lasombra que hace ver las ventajas de manera más práctica:
- Si logras llevare a cabo esta misión te ganarás la gratitud y el respeto de vampiros importantes. Es bueno tener esa clase de amigos cuando se es nuevo en esto.
Por su lado, el tzimisce te da detalles prácticos:
- Iras con una ventrue que al parecer es una noble italiana, un assamita que está al servicio del príncipe, un monje benedictino del clan lasombra y un comerciante setita. Solo el lasomcra sabe quien te propone para el viaje, del resto no sabemos a quien le deben lealtad.
Anota 6 puntos de experiencia.
Asiento ligeramente con la cabeza.
- ¿Es posible que en el grupo haya un conflicto de intereses? Si no sabemos a quién guardan lealtad mis futuros compañeros... ¿quién sabe qué planes tendrán al conseguir la reliquia? Supongo que el Assamita será de fiar, a fin de cuentas, va de parte del príncipe - comento con tono práctico. No me importa desconfiar ya desde el principio de ellos. Está en mi naturaleza. - Por otra parte... ¿cuándo tendré el placer de conocerles?
Miro a mis compañeros con aire inquisitivo. Los detalles técnicos me interesan bien poco. Iré, cumpliré con mi cometido lo antes posible, y volveré para disfrutar de los placeres de la noche.
Camps te dice:
- Pues tus deseos se cumplen. Ahora el principe desea reunirse a solas con los que iran por esa reliquia. Debes ir por ese pasillo y encontraras al grupo.
Y cuando miras donde te indican, te das cuanta que el principe se retira por ese lugar.
Observo detenidamente el lugar con curiosidad, y asiento distraídamente.
- Pues entonces he de irme a la pequeña reunión para conocer a mis futuros amigos - al pronunciar estas dos últimas palabras, una sonrisa astuta y algo desagradable aparece en mi rostro sin poder evitarlo - Ardo en deseos de conocerles...
Me giro de nuevo hacia Camps y Kosiusko y hago una ligera reverencia, fruto de mis altivos modales de condesa.
- Muchas gracias por vuestra amable hospitalidad, señor Kosiusko, y a ambos, gracias por haberme traído hasta aquí y ser unos excelentes guías - me despido de ellos - Nos veremos pronto con total seguridad. Hasta entonces, buenas noches.
Tras escuchar sus palabras, me giro y comienzo a caminar por el pasillo hasta llegar a la puerta, donde llamo con fuerza y procedo a entrar.