La barca hinchable iba acercándose inexorablemente a tierra mientras pasaban entre los navíos piratas.
—¡Maldita sea! ¡Dejad de pelearos!—regañó Tong-Hu a Levi y a Max—¡Tenéis que tener mucho cuidado en Orre! Los piratas de Morganeer se toman muy en serio la seguridad del torneo. Si a un pirata se le ocurre montar bronca, le dan una paliza tremenda. ¡Así que ojito!
Remada a remada, estaban cada vez más cerca de la costa aunque rezagados de las últimas barcas de piratas que estaban ya bajándose a la playa.
Una rondilla más y llegáis a Orre ^^
Mientras mi cuerpo dormitaba en aquel inquieto navío tras todo lo dicho, podía sentir como mi mente estaba siendo transportada a épocas mas simples, pero no por eso mas agradables en donde las escenas de cierto evento comenzaban a definirse con mayor clari...
¡¡ Booom !!
Hmmmm... - musitaba con evidente derrota cuando entendía cual era el momento, pues tras aquella explosión de humo que se impregno en cada una de las esquinas del pasillo una puñados de hombres vestidos con trajes extraños y mascaras se iban manifestando tras aquel caos. Lo peor de todo... es que solo era una espectadora en estas cosas y antes de que pudiera ayudar a mis viejos compañeros y el jefe que tenia en ese tiempo, mi cuerpo ya se estaba escondiendo detrás de unas cajas mientras miraba aterrada lo que estaba apunto de suceder...
Ra~Jajajajaja, ahora si que no tienen a donde Huir tontas ratas de puerto !! - con evidente tono de burla comentaba aquella reseca voz la cual era acompañada de sonidos de mosquetes en el fondo - Y les seré sincero, son la costra mas molesta y rojiza que me a tocado arrancar de mi camino y solo por eso... me asegurare que esto sea rápido, tómenlo como un favor Ra~jajajajaja...
Tras aquello, una nueva ronda ronda de explosiones y disparos se volvieron a escuchar, y las siluetas que representaban a mis compañeros uno a uno comenzaba a estamparse contra el suelo, unos mas tranquilos que otros, lo que por terror genero que mi recuerdo botara una de las cajas a su lado....
Capitán... aquí hay otra rata....- exclamaba - y esta es de las bonitas Jejejejeje....
Viendo como aquella nueva silueta poco a poco acortaba distancia hasta que la oscuridad envolvio mi recuerdo... y nada...
Simplemente nada...
El resto de la experiencia evoluciono como siempre... un sueño en donde habían barcos surcando nubes... otro de estos donde era una regadera la cual regaba cada 10 segundos un arbol muy pequeño.... y otro donde había una habitación muy bonita en la cual se podia ver una jaula con tres pericos, pero cada que uno de estos piaba al aire... los gritos de Max reemplazaban el natural cantar.
Mal sueño de Mary...
-¡Tu estúpida bomba ni tú vais a ser capitanes de nada, y deja de jugar con esa tontería o te juro que vas a comer lechuga y agua el resto del año!- Exclamó Levi con el pique, aprovechándose de... Bueno, de su condición de cocinera y el poder que esto le entregaba sobre ciertas cosas, como amenazar a los demás con su dieta. Encima parece completamente dispuesta a continuar con la discusión pero la intervención del viejo Tong-Hu logra apaciguarla y, sin decir más, se limita a soltar un bufido y darse la vuelta.
Se disponía a retomar su puesto en el remo, sin embargo al ver a Siobhan ahí, haciéndole de reemplazo, no puede hacer más que parpadear con evidente confusión. -Pero, miss Vetev, de verdad no hay necesidad de que tome mi puesto.- Dice con los labios fruncidos, obstinada a no quedar como débil frente a ellas.
Sira no quería morir tan joven y cada vez estaba más segura de que iba a pasar a otra vida gracias a las bombas de Max.
—Vale, ya está todo controlado. Y lo mejor, ¡es que ya estamos llegando!—dijo Sira medio gritando de los nervios.
Max Powder pese a los gritos de su ex-Capitán a través de la radio, este parecía más que decidido a continuar con la discusión; con una sonrisa siniestra, el artillero escuchó la amenaza de Levi Devereux y tan solo le replicó, lentamente, con una voz más grave de lo habitual.
-Así que me amenazas con comer lechuga y agua el resto del año pues yo... -El muchacho lentamente movió su mano a la parte trasera de su pantalón y, con un movimiento rápido apuntó directamente a la cara de Levi- ¡Presentaré una queja formal pero con tonalidad airada a la Capitana Siobhan!. -Tenía un trozo de papel en blanco, probablemente para la fabricación de explosivos- Bueno, se lo entregaría a la Sub-Capitana Shepherd... ¡Y ella se lo notificaría en un plazo no superior a 3 días hábiles!.
Dicho esto, usando su dedo cubierto de pólvora, empezaría a escribir, aquella carta de protesta por el resto del viaje. A Max parecía no importarle que Siobhan Vetev fuera la capitana, eso sí, daba su voto a que Mary Shepherd al ser la secretaria, se convirtiera en la sub-Capitana de todos ellos.
-Del nombre de Piratas prefiero dejarlo en blanco... así seremos más misteriosos y a la hora de presentarnos será mucho más interesante, estilo: ¡Somos los piratas ____! -Por algún motivo cuando la parte "en blanco" apareció, este seguía moviendo la boca, pero sin decir nada- Se desenvuelve mejor en la lengua que "Gominola".
Ahhh...ehhh..ehhhhh - musitaba tras despertar y escuchar los primeros comentarios de Max en un buen rato, el cual ya estaba hablando de días hábiles - c...creo... que necesitaríamos hacernos con un calendario... s...solo g...guiarnos por cuando aparece y desaparece el sol no ayuda a saber si es o no un festivo...
Y sobre el nombre.... - dando una rápida mirada en general - Voto blanco... al final, si la señora del cocodrilo se nos adelanta y nos llama por los chicos de Tong-hu, pues vamos a volver a tener la muletilla de su banda.
—Pues los Piratas de Tong-Hu es un buen nombre—se escuchó de fondo al anciano hablando sólo—. Un bonito homenaje a aquél que les ha enseñado todo en esta pirata vida.
Mañanita os dejo en la playa, pero tenía que meter mi cuñita :P
- No pasa nada, estabas ayudando a Max a solucionar su problemilla, así que he aprovechado para remar junto a Rendam mientras tanto... mira ya casi hemos llegado -respondió una sonriente Siobhan a Levi restándole importancia al asunto.
Siobhan continuó remando sin volver a tomar la palabra. Conforme se acercaba a la orilla, iba mirando con curiosidad las diferentes embarcaciones con las que se iban cruzando, parecía estar de lo más calmada pero en la cabeza de la doctora empezaba a rumiar algo.
Sea como sea, cuando desembarcasen tendrían que organizarse muy bien, así que sus pensamientos pronto se centraron en Orre.
Siobahn echó un vistazo a las tripulaciones que estaban desembarcando. Había un tipo rubio y fuerte con lo que parecía un balón de futbol, un grupo de chicos con trajes de colores, un par de gemelos con los pelos de punta. Entonces su mirada se cruzó con la de un anciano encapuchado de tez y cejas pobladas. Con una sonrisa maliciosa, el viejo le aguantó la vista a la médico y aspirante a capitana unos segundos. Después miró hacia uno de sus compañeros, un samurai con cuatro brazos y empezó a reírse de una manera escandalosa. Hasta el punto que parecía que quería que los piratas del bote hinchable lo escucharan.
—¡YUHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA!
¿De verdad era una risa real? ¿O era totalmente forzado? O peor aún, ¿se estaba riendo de los piratas de Tong-Hu?
—Mierda conozco esa risa—se oyó al anciano pirata que también había oído el escándalo—. El maldito Charles Y. Tened cuidado con él. Es un zorro de narices.
Por suerte, de momento no iban a tener que lidiar con el anciano pirata y su banda, porque para cuando el bote amarillo tocaba tierra, ellos ya se estaban internando en el bosque que había al final de la playa. Pero eso ahora no importaba porque, ¡ya estaban en Orre! Después del loco plan de Max, la muerte del pobre Marv, el combate con los piratas de Garfio y el extraño (por llamarlo de alguna manera) encuentro con Gigi, tenían ante ellos una oportunidad de oro con el torneo de los Morganeer. En un lugar como ese, ¡las posibilidades eran infinitas!
El grupo continúa aquí.