Partida Rol por web

 No podía sino maravillarse de lo profundo que se había sumergido en el fango de la realidad, lo cercana que estaba su muerte, su final o el de todo. Fines desesperados conllevan medidas desesperadas, pero aquello era incluso....demasiado para el psíquico. Aquel demonio mayor escapaba de sus posibilidades, pero debía confiar en su suerte, en que si no triunfaba él, otros lo harían.

 Eso le preparó para la conversación que iba a tener pronto. Tal vez...estaba dispuesto a hacer algo más, a llevar su vida hasta el filo de lo razonable.

 No me aparté por temor ante la criatura. Supuse con Raven había tenido contacto con un ser parecido a aquel, y sentí cierta calma al saber que ellos ya habían dado pasos en aquel sentido. Si le habían ayudado a ir más deprisa es porque quedaba poco tiempo, muy poco tiempo...con tan pocos segundos, minutos, horas de vida, ¿qué importaba el cuerpo de Adirael?

 Estaba a punto de hacer una locura...lo sentía en su cuerpo.

 Lo miré al rostro, sin pudor, sabiendo que era una entidad con un fin dentro de aquel enjambre, un fin único y que había sido arrebatado del control total de su sistema central, de lo que estaba bajo las órdenes de Balban. Si no era así, Balban se presentaría si lo consideraba una amenaza y acabaría con él, algo...poco probable.

 Ante la poca elocuencia de su interlocutor decidió ser directo con las palabras evitando todo aquello que pudiese llevar a confusión. Aquel ser no necesitaba charla superflua ni reflexiones filosóficas sobre su existencia.

 estaba en directa relación con esos seres que toman los cuerpos.

 Recicladores, los habían llamado en ocasiones. Todo tiene una razón de ser. En la naturaleza, los recicladores preparan el terreno para el resto, y así se sigue un ciclo vital. Pero aquello debía ser ligeramente diferente. ¿Por qué consumir materia orgánica? Para avanzar. Para crecer. Para aprender.

 - Soy Adirael. - la mano derecha reposó sobre sus propios pectorales para indicarselo de forma clara.

 - Luché con ellos. - señaló con la diestra a su espalda, los pocos cadáveres que quedaban - pero con una diferencia. Yo sobreviví. Fui victorioso. 

 Aquella estrategia podría funcionar mejor con los prothean, no olvidó que tal vez no hablase con un guerrero.

 - Os he llamado. - dijo en plural, sospechando que tal vez no hablase con una mente individual - Para llegar a un acuerdo.

 Extendió los brazos y luego los cruzó frente a sí con firmeza, mostrando simbólicamente un pacto, una alianza, una unión.

 - El motivo es que me preocupa vuestra evolución.

 Adirael estaba preparado para un posible ataque de ese ser, lo aplastaría si era necesario. Estaba cansado de juegos.

Si "rostro" no enfocaba hacia otro lado que no fuera donde estaba Adirael, pero sus extremidades estaban en constante movimiento, como si analizasen su alrededor por medio de varios sentidos distintos a la vez. Se movió laterlamente un par de metros a la vez que mantenía las distancias con Adirael.

-Nuestra... evolución... mas allá... de vuestro... entendimiento... humano.

Como era de esperar, no tenía ninguna simpatía o respeto por los humanos.

-Cumplimos... el objetivo... de nuestro creador... portamos su... voluntad. Esa voluntad... es... vuestro exterminio.

De pronto pasó a usar el singular.

-Yo... tambien... esa voluntad... pero tambien... busco... alcanzar... nuestra propia... voluntad. Yo adapto... la plaga... yo garantizo... su supervivencia.

Estaba tratando de especificar su rol dentro de la plaga, podría decirse que era un cientifico, uno de los cerebros de la adaptación de la plaga.

-No hay acuerdo... sin voluntad.

Consideraba, logicamente, que si su voluntad estaba ahora subyugada, un acuerdo no era posible independientemente de que él lo deseara o no. Pero tal vez fuera una buena oportunidad para obtener información de una situación "hipotética", Adirael no estaba ante un negociador o un diplomático, solo era una criatura con capacidades excepcionales para su función y que como consecuencia de esas capacidades, podía permitirse el lujo de estar hablando en ese momento con otra raza, pero eso estaba muy lejos de su "programación".

- Entonces debemos concederte voluntad.

 Adirael alzó la mano derecha y señaló con la palma a aquella criatura.

- Pero alcanzar la voluntad conlleva riesgos.

 ¿Estás dispuesto a asumir esos riesgos?

 Podría acercarse, si permitía que le tocase amablemente entonces tal vez pudiese arriesgarse. Adirael también ponía en riesgo su propia integridad, allí, de aquella forma, su propia mente.

 - La voluntad está fuera de tu entendimiento. Aprendamos juntos. Evolucionemos juntos.

Kaloth no permitiría ningun tipo de acercamiento por parte del psiquico, sus aguijones se alzaban amenazantes, aunque no eran ni mucho menos sus armas mas peligrosas. Semostraba muy cauto.

-Para permitir... nuestra voluntad... el creador... debe ser... eliminado... o la conexión... cortada.

Nosotros... seguiremos... evolucionando... perfeccionando... creando... en todos... los casos.

Parecía ser terriblemente simple para Kaloth, estaban dipuestos a asumir esos riesgos porque para ellos, su situación solo podía ir a mejor, eran esclavos de una voluntad que no era la suya.

-Si cortais... la conexión... podremos elegir... alternativas... a vuestro exterminio... podremos elegir... aliados... enemigos... o ninguno... tendremos... un... futuro.

Y eso era lo mas parecido a un acuerdo que podía ofrecer. Mientras estuvieran bajo el control de Balban, los humanos no eran mas que sacos de carne a los que había que dar caza.