Vexille, como evocadora "veterana", reconocía el cansancio en Balakia, llegar a ese punto era normal en las personas que llevan poco tiempo controlando los elementos, ella misma lo había sufrido en sus inicios.
-Hey "Alto-voltage", ¿ya se te acabó la batería?, descansa, yo me encargo.
El relampago impactó en el minion pero este ni se inmutó, su cuerpo condujo la electricidad sin mayores daños. Mientras Vexille preparaba de nuevo el devastador hechizo, provocando en el interior de la banshee un frio bastante incómodo.
En medio de aquel caos, ya fuese por casualidad, o porque el cerebro de la evocadora de alguna manera tenía aquella imagen grabada a fuego, Balakia pudo distinguir un brillo plateado en el interior del piso 50, en medio de una autentica masa de stalkers, aquella figura subía a toda velocidad dejado una estela de stalkers muertos, pero apenas se la vió cuando pasaba por delante de la puerta de las escaleras, mas allá de la cristalera exterior y de las oficinas del interior.
Tirada: 4d10
Motivo: Resistencia Minion 2 a Balakia
Dificultad: 6+
Resultados: 6, 10, 5, 10
Exitos: 3
Minion 2 resiste el relampago.
Vexille prepara otro virote de hielo.
Minion 2 prepara otro disparo.
Aunque hubiera querido hacerlo hablando Balakia sólo pudo contestar asintiendo debilmente con un gruñido apagado mientras se esforzaba por coger aire, las volutas de vaho le escapaban de entre los labios debido al frío que provocaba la otra evocadora pero comparado con todo lo demás aquello no suponía un problema.
"Alto-voltaje... "
Permaneció tumbada medio de lado medio panzabajo sobre el suelo de la nave ya que intentar levantarse resultaba imposible por el momento. Se sentía algo mareada por culpa de la falta de energías aunque sus ojos miraban todavía la fachada en la que el Minion se preparaba para disparar. No estaba segura de que a Vexille le diera tiempo a tumbarlo antes de que lo consiguiera y ella no podía hacer nada en aquel preciso instante...
Fue entonces cuando vio aquella silueta subir corriendo por las escaleras.
—Templario... —masculló enderezándose un poco y quedando apoyada sobre los codos mientras señalaba con un brazo tembloroso el edificio—hay un t-templario subiendo... debe ser Dianeira.
Y la verdad esperaba que lo fuera porque no podrían aguantar mucho más aquél ritmo infernal.
Cuando Balakia mencionó a la templaria, Nathalya miró a la evocadora expectante, y rapidamente habló por radio.
<<Piloto, ascienda veinte metros, ¡AHORA!>>
Vexille se vió sorprendida por la repentina ascensión, de forma que tuvo que cortar el hechizo que estaba preparando. El minion por su parte volvió a disparar alcanzando de nuevo la banshee con el consiguiente zarandeo. Pero nada de eso parecía importarle a la sargento, una vez ascendió dos pisos mas arriba miró por la mirilla de su arma para ver si en efecto alguien subía por las escaleras de emergencia, si era asi, solo se le podría ver durante una fracción de segundo al pasar al lado de la puerta. Sin embargo, en aquel piso solo había demonios y zombies, aunque Dianeira subiera por als escaleras no les vería en el exterior. O almenos, eso creyó Nathalya.
Poco segundos despues de la puerta salieron volando del interior de las escaleras dos stalkers con los miembros cercenados, acto seguido de nuevo la figura plateada y brillante, pero en ese momento algo pasó, la diestra de Balakia fue sola a la empuñadura de la espada que portaba con ella, y la aferró con fuerza. En ese intante Dianerira pegó un frenazo y aquella figura plateada miró hacia los ventanales al otro lado de as oficinas, y aunque portaba casco, la evocadora podría jurar que la había mirado a los ojos aun cuando algo asi parecía imposible, lo sintió, como si fuera la mismisima Alexandra la que la miró desde la lejanía.
Todos los demonios de las oficinas se giraron a ella y la encararon, sin embargo lejos de seguir con su huida, Dianerira se puso junto a la pared del fondo y se apoyó en ella cual atleta preaprado para escuchar el disparo de salira. En ese momento Nathalya pudo leer sus intenciones.
-Santa madre de Dios...
<<¡Piloto, acerquesé al edificio, rapido!>>
Pero era demasiado tarde, apenas el le daría tiempo al piloto a recibir el mensaje cuando la maestra templaria salió disparada hacia delante. El cielo tronó con fuerza y se iluminó con la luz de varios relampagos, luz que se reflejó en la palteada armadura de Dianeira, la cual corrió a tal velocidad que su mera estela azulada hacía que tanto moviliario como los demonios de la oficina, salieran despedidos hacia los lados, alcanzó una velocidad que su figura se hizo borrosa y en unos cuatro segundos recorrió la oficina de punta a punta hasta atravesar el cristal en un colosal salto.
Mas de viente metros separaban los ventanales de la banshee, distancia que Dianeira recorrió en un solo salto a una altura de 52 pisos, la templaria voló literalmente, estiró la mano y consiquió agarrarse a la cola del aparato sin nisiquiera soltar su espada.
Los rostros de los presentes lo dijeron todo, incluso el de Nathalya, cuando por fin asimiló aquello y recuperó el habla, dió la orden de ascender para salir del rango de tiro de los minions.
<<¡Ascienda, Ascienda! ¡Tenemos a Dianeira!... está... agarrada a la cola de la nave>>
<<¡Scott, tenemos a Dianeira! ¡Salir de ahí!>>
Pero aquello no iba a acabar ahí, cuando la banshee ascendió para divisar de nuevo la azotea, vió como el equipo cinco se agarraba a las cuerdas para subir de nuevo a al tercera banshee, mientras aquella niña les cubría... pero algo sucedió, cuando la niña se dió la vuelta para ir a cojer la mano de Scott, sus ojos se pusieron en blanco y a camara lenta, su cuerpo comenzó a caer, poco a poco se iba desplomando ante la desesperación del maestro de ingenieros, mientras que una nueva oleada se cernía sobre ella. Pero Eva era la protegida de Dianeira en aquella misión y la maestra templaria nunca había fracasado en una misión.
Se escucharon rapidas pisadas metálicas por el casco de la nave hasta que la templaria saltó de la banshee a la azotea, y de otro salto agarró a Eva antes de que tocara el suelo, y al limite para que le alcanzaran los demonios, saltó de nuevo para agarrar la mano de Scott, el cual sostubo a ambas sobrevolando un abismo mientras la banshee les sacaba de aquel infierno.
El piloto recojió las cuerdas y puso a todos a salvo en la banshee tres. Todos los cazadores en al nave donde estaban Balakia y Vexille y la propia sargento aclamaron ante aquel milagro.
Las tres naves se colocaron en formación y pronto alcanzaron al velocidad de crucero para dejar Washington. Todos lo habían pasado realmente mal, pero en medio de la alegría de haber salido de allí sin bajas, la unica que se preocupó por lo sucedido a la maestra psiquica fue de nuevo la sargento.
<<Dianeira, ¿como está Eva?>>
<<Ha perdido la consciencia, su mente ha colpasado por el sobreesfuerzo, tenemos que llevarla a la base cuanto antes, tien muy debil el pulso>>
Toda la dureza y el militarismo de Nathalya había desaparecido, ahora solo importaba la salud de sus soldados, de todos los que habían luchado en aquel dificil día, la preocupación por la maestra psiquica amargaría un poco el viaje de vuelta... a casa.
Balakia se agarró como buenamente pudo al suelo de la nave cuando esta se zarandeó de nuevo y emitió un respingo conteniendo el aire al ver lo que se proponía la Maestra Templaria, o más bien... al tener aquella extraña sensación cuando ésta se giró.
Sacudió la cabeza y se llevó una mano al rostro tapándose los ojos un momento.
"El... cansancio me debe de estar sentando mala lac abeza, ¡Ni si quiera me conoce! ¿cómo demonios va a mirarme?"
Al escuchar el estallido de los cristales rápidamente volvió a mirar y el hecho de ver a aquella mujer quedar agarrada a la cola de la nave la habría impulsado a lanzarse hacia adelante para ayudarla a subir antes de que pudiera preguntarse cómo. De no ser porque no tenía fuerzas ni para levantarse del suelo, claro está.
La evocadora temblaba un poco mientras continuaba jadeando sofocadamente y la miraba como quien estuviese viendo un fantasma pero aquellos escalofríos no tenía nada que ver con el hielo de Vexille, agarraba con fuerza la vaina de la espada que claqueteaba ligeramente contra el suelo casi sin darse cuenta.
"Tem... plarios, sois todos iguales... estais locos... ¡Locos! j-joder..."
Tragó saliva mirando como la Maestra Eva era rescatada in-extremis aunque no se unió a la ovación más que nada porque estaba demasiado ocupada en la tarea de recuperar el aliento como para ponerse a dar gritos. Pero fue todo un alivio.
"Arriesgando vuestras vidas por otros y saliendo airosos en el último segundo... "
Soltó un hondo suspiro, estaba empapada por el agua de lluvia y le escocía el costado en el que el Stalker la había herido pero habían termiando saliendo vivos de aquel infierno y volvían a "casa". Con eso se conformaba de sobra.
Aunque de pronto dejó caer la cabeza en el suelo cerrando los ojos con cierta frustración, dando un pequeño golpe en la superficie con el plano del puño que a penas hizo ruido.
"... ¿por qué se te olvidó esa última parte?"
A aquellas alturas no le importaba quedarse tirada un par de miuntos hasta que encontrase fuerza para ponerse en pie y sentarse en uno de los asientos aunque si alguien le ofrecía ayuda para eso tampoco iba a hacerle ascos.