Partida Rol por web

-No le levanté la voz. Solo pedí explicaciones, así que, repito: no me sea hipócrita. Cuando he salido de mis casillas es cuando me ofendió usted, no antes. Mandó, tras votarla dos veces consecutivas, a la señora Montpellier a la horca y luego me viene a pedir que a las mujeres no las implique. ¿Cómo hay que interpretar eso?
Pido que hablen los silenciosos y me dice que usted que los vota pero que esto no le importa porqué se va a cazar conejos.
¿Qué vota a los sospechosos? ¿Qué hizo Eleanor de tan alarmante para que se ganase su voto dos veces consecutivas, Señor Díaz? Háganos el favor de aclararnos este detalle porqué a mi se me escapa.- No parecía que ni lo que le pedía a uno , ni lo que preguntó (y olvidó muy oportunamente) el otro fuera tan complicado de entender.

El pirata, tan "temprano" como siempre, acude a dónde están todos los aldeanos reunidos y, un vez allí, se entera de las muertes del señor Francisco Moreno y el señor Dorian.

-Yo, sinceramente, no pensaba que ninguno de los dos pudiera ser culpable, aunque me parecía que el ayudante del general sería el señor Moreno y no el señor DOrian... - dice, como para sí mismo, a medida que se acerca.

Al escuchar la voz del galeno vuelve la cabeza, interesado, y al ver al señor AlaAlegre no puede evitar soltar un comentario repleto de sarcasmo tal vez más alto de lo que debería:

-¡Hombreee, el desaparecido! Estábamos preocupados por usted... pensamos que tal vez nos estaría ocultando algo.

Las dos ocasiones en que vote a esa mujer lo hice por lo mismo. Me parecía una pedante... Hasta ese momento no tenia nada contra de nadie. Los aldeanos del pueblo me parecían y algunos aun me lo parecen. Tan inocentes como cabe esperar de mis coterraneos. Por otro lado esa mujer extraña en mi vida y con una forma de ser propia de la realeza me molestaba. Y mire ud, según el otro resucitado al que usted dice le debemos creer nos confirma como esa mujer en realidad era un peligro.

tratar de defenderse de un espectro furioso era cuando menos una tarea complicada.

No le digo que no implique a las mujeres. Lo que le pedí es que le tenga paciencia tanto alba como shulia han tratado de ayudar, pero son mujeres de hogar... No están acostumbradas a tratar temas del día día, no digamos esto que nos atañe.

Si lo hace sentir mejor vote a por mi. Pero por favor deje de inclinar a los demás en la demencial idea que no debemos buscar víveres y agua. Repito... ¿Ud no siente el olor del agua que pisa?

Me giro a los demás. Señores yo entiendo la gravedad de lo que está pasando. Pero ¿acaso nunca han visto lo que pasa cuando se toma agua sucia de mierda? 

Estaba escuchando a lo que decían todos... y no iba caer en la trampa de Jack porque lo que pretendía era despistar el tema, solo que por había gente que no se quería meter en temas que no estábamos sacando nada claro...

Mire a todos lo que estaban ay les dije. –yo sigo diciendo que no voy a decir a quienes vote porque es algo privado y tengo derecho en no decirlo... soy mujer pero no me meto en disputas de hombres... solo hablo con respecto si usted Jack es tu forma de pensar pues bien por usted pero no pienso caer en tu juego porque parece que estés cambiando de tema y quieras desviar el asunto por otro. Pero no se quienes pueden ser los culpables seguimos sin saber quiénes son.

Podréis pensar que sea culpables pero no tengo nada que ocultar, no creo que sea importante lo de los votos... estamos aquí por cosas serias que está aquí discutiendo quien voto a quien...  algo  se no escapa de las manos  de quien podría ser el culpable. Y como sigamos así no habrá ningún modo de salir y acabaremos muertos los inocentes y los culpables serán los que viva.

-Pero si es nuestro estimado pirata. Amigo Pedro, el estar parloteando todo el día como un loro en una jaula no le hace a uno inocente -dice AlaAlegre tajante jugando con el pomo de su espada.

Era de esperar.

Tanta muerte, miseria y destruccion han acabado por traer la peste y la enfermedad al pueblo.

No importa lo mucho que me esfuerce en limpiar ahora, el orin y la hez han brotado del barro y el limo como el agua sucia que desborda de mi cubo.

Tomo mi viejo pañuelo y me lo ato en la cara tapandome nariz y boca a fin de impedir que la hedionda peste me vuelva loca. Hecho esto, llevo el cubo al pozo para llenarlo de agua lo mas limpia posible, y vuelvo de nuevo a la faena.

No importa cuan dificil sea la situacion o cuanta mierda corra por las calles. El espectaculo debe continuar...

No me involucrare en las conversaciones acusativas. Al menos, no directamente, pues nada se de que lo que esta ocurriendo y solo soy una sirvienta avocada al trabajo. La inocencia de cada cual es algo que el espejo de su cuarto al levantarse cada maña ha de revelar en su conciencia. Y mi conciencia esta limpia como el agua limpida que ahora cargo en el cubo.

Mas informacion tengo, dispongo y conozco. Conjeturas, rumores, susurros oidos en la oscuridad de me servil trabajo. Pero nadie pregunta a la pobre Alba. No. Nadie mira a la persona que, arrodillada a sus pies, limpia el suelo por el que caminan...

"Lo he visto, señor Diaz. Una plaga así atacó al poblado donde vivía antes de partir al nuevo mundo y mató a muchos. Tiene razón que deberíamos hervir el agua para beber, pero en cuanto a la comida, maese Jack está acertado. Las conservas guardadas en lugares altos no deben haber sufrido el toque del agua, incluso la mayoría de las casas se salvaron de la lluvia torrencial. Evitemos los soldados y dediquémonos a cuidar de nosotros, que bastante mal nos está yendo"

Miro a Shualia sin llegar a entender sus razones de fondo. "Señora, no lo tome a mal, pero en cada recuento de votos se sabe quién ha votado a quién. Lo que no se sabe son los fundamentos de dichos votos. Sería interesante que si usted dispone de información que pueda ayudarnos a descubrir a los asesinos, la compartiera con el resto del pueblo y así juzgar y condenar a la horca a quién se lo mereciera y no a un vecino inocente. Puedo enteder que tenga miedo de ser el próximo blanco de quienes están acabando con la vida en San Palmaquio si revela algo realmente comprometedor, pero por algo el Señor nos ha devuelto al galeno. Él está capacitado para protegerla en caso de que su vida peligre" recorro con la mirada al resto de los presentes. Aunque mis palabras han estado dirigidas a la mujer, le consejo tiene intenciones de llegarles a todos. Debemos dejar a un lado los miedos y compartir lo que sabemos. Tenemos al protector de nuestro lado y además, somos más. Si nos unimos, lograremos desenmascarar a los miembros de la inquisición que permanecen con vida, y también a todos los masones.

El carpintero salio de su taller tosiendo y renqueando como cada mañana. Y como cada mañana desde que empezó todo había nuevos muertos en el pueblo. Por un segundo quiso mirar al horizonte y preguntarte por quien de los caídos devolverían hoy lo que el agua se llevo. Pero el tiempo pasaba y nada sucedía. Solo gritos de discusión. Resignado se acerco al grueso del pueblo y escucho con atención.

-Y en cambio una se escuda en ser mujer, mientras que otra sigue sin decir una palabra.-Añadió a la discusión, por fin alguien parecía buscar sospechas donde él las tenia hacia días.

Curiosamente el pirata seguía con ellos, realmente Don Antonio tenia razón y aun había alguien para proseguir su labor, por desgracia Dorian yacía muerto ¿Aunque por cuanto tiempo?.

No sabía de quien fiarse y de quien no, excepto del Galeno. Particularmente no le gustaban aquellos que intentaban minar su importancia o los que hacían insistentes sugerencias de que quizá los masones no mataban a nadie, como si no fueran un enemigo. Aunque antes respondió la duda de "Unaoreja".

-Pues no, Moreno no era ayudante del general, solo alguien normal, aunque honesto. Era Dorian quien lo hubiera sustituído de no morir esta noche... En cuanto a las sospechas, no sé quien puede ser un masón o un Inquisidor y lo que voy a decir solo son apreciaciones personales, no pruebas- Por desgracia sin alguien que pudiera ver lo que hacían los vivos por las noches y lo dijera, solo podían basarse en conjeturas- pero personalmente de Shuaila y Alalegre no me fío demasiado. Y de Unaoreja no sé qué pensar, no es que haya hecho nada que me haga sospechar de él... pero el general parecía tener un buen ojo y lo señaló a él.

Aunque la aptitud de los dos primeros le resultaba aún más sospechosa.

El maestro había llegado algo tarde hoy, pues le costó salir de casa debido al agua que la rodeaba. Lamentó las muertes de la noche, al menos ahora estaba Vasiliev para saber si eran o no de lamentar...

- Convecinos, yo sigo sospechando de Pister Vitorius, pues la votación que acabó con el general estuvo reñida entre ellos dos, y me gustaría salir de dudas con él. Si en realidad es uno de los asesinos, masón o inquisidor, nos ayudaría a encontrar a sus compañeros entre los que votaron al general. Tampoco me fío de Shuaila, pero creo que es menos importante ahora probar su inocencia, habrá tiempo después. Del resto...no sé, no me atrevo a señalar a nadie más. 

Luego se giró hacia Alba:

- Pero deja ya de limpiar, muchacha, ¿no ves que el agua no está en condiciones?

Cuando le oyó insultarla de esa forma el galeno tuvo que frenarse para no saltarle encima y lincharlo. -La señorita Monpellier… ni era peligrosa ni era culpable. Si acaso es cierto que tenía una profesión hacia a la fe con demasía entusiasmo pero no mató a nadie. Así que sus argumentos solo quedan en envidia (porqué ella era de una cuna más elevada que la nuestra) e hipocresía que defiende a unas y sentencia a otras. Si es que tras sus argumentos no hay algo más.
Me reitero, al igual que ellos. Si las mujeres de este pueblo tienen voz y voto que empleen ambos. Y quién, cualquiera que sea señor Alaalegre que no hable me da que es sospechoso, ellas igual que cualquier otros. ¿Acaso no tienen fuerza suficiente en los brazos para degollarnos mientras dormimos?…-

Miró a los congregados y se alegró de saberse que no estaba solo. -En cuanto usted Señora Shuaila, ya estamos actuando. Usted solo se queja, nos dice que no hacemos nada. ¿Qué les tiendo una trampa? Eso sí que es para reírse. No, podría habernos soltado mayor sandez. Si no le gusta como lo llevamos, ¿Qué nos propone? La escuchamos. ¿Qué línea de acción nos invita a seguir? En cuanto el voto, sí es importante, cualquiera lo ve. No nos hace falta que nos diga a quién voto, eso ya lo sabemos. Sino ¿por qué? Solo nos dice que estamos con esto, pero no veo que usted haga nada al respecto.-

Por si sus palabras no eran bastante claras, os diremos que Jack era de la misma opinión que Nikolai, no sabía que pensar de UnaOreja, y el estudioso de Folklore lo había expuesto muy bien. Por lo tanto, igual que él, que 3 Dedos, o Santiago, de no cambiar los hechos de aquellos que no se involucraban, el médico sabía muy bien a quienes votar.

-Parloteando o no algunos damos muestras de estar intentando hacer algo contra esta situación - responde el pirata al señor AlaAlegre, interesado por su silencio.

Pedro observa a las mujeres, sin saber que pensar.

Camino entre el fango y el estiércol, mientras me aproximo al lugar donde se arremolina el pueblo mientras miro los rostros de los lugareños, pasados unos instantes, y estando consciente de que ha caído el hombre con quien la noche atrás había hecho ya las pases y dejado todo claro, escucho decir algo al señor toledano que ni siquiera me extraña, viniendo de su parte y a lo cual a penas le doy importancia - Creen que realmente exista alguien en este pueblo a quien realmente valga la pena votar, pienso que el señor Ala Alegre ha ignorado las preguntas de los aquí presentes por un buen rato según entiendo la conversación, yo tampoco le he visto de guardia conmigo, no he recibido un saludo de su parte, ni mucho menos se le vio anoche por el bar, pacto que definía claramente quienes estábamos interesados en la protección del pueblo y quienes no, así que tenga claro señor Alaalegre que tiene mi voto, por la simple sensación de que usted no esta del lado del pueblo -

Señor vasilev - tomo una pausa para respirar por la boca tratando de pasar por al alto el terrible hedor - confío en su criterio igual que en el de el Galeno, pero el buen ojo del general, parecía mas una mezcla de azar y rencillas personales, que el resultado de un sesudo análisis, miro tratando de percibir algo mas que un simple gesto en el rostro de el que fue un Corsario mientras lo increpo -  no puedo defenderlo a capa y espada señor Unaoreja, pero espero que la fe que deposito en usted no se vuelva luego en contra del pueblo, si tiene algo que decir en pro de todos nosotros como comunidad dígalo ahora demostrando dignidad.

-Muchas gracias señor Vitorius - dice Pedro - solo le voy a decir que juro no ser un asesino más que en las votaciones, donde todos mandamos a la horca a un elegido por este pueblo. Le agradezco su confianza y le prometo que no le defraudaré.

Era el fin para la cosecha de ese año. Las vides estaban totalmente arruinadas. Si el agua había cortado mas de la mitad de las uvas, las que se salvaron se habrían contaminado con aquella inundación de porqueria. Se maldijo así mismo toda la mañana, sus tierras habían quedado inutilizadas por al menos dos años. Era el fin de su economía actual. Se enfrasco en las botellas de vino que había producido por cuenta propia, cosa que le ayudaba a olvidar sus problemas, y la peste que inundaba todo el lugar. Su esposa y sus hijos, cuando llegarán de la capital, se encontrarían con un paisaje desolador, sucio, y asqueroso. 

Bajo al pueblo totalmente ebrio, no habló con nadie, lo único que hizo fue dirigirse hacía la iglesia para llorar de forma desconsolada. Maldita sea su suerte, maldita sea esta pesadilla. Se arrodillo a orar, por largo rato, mientras seguía su llanto provocado por la frustración. Solo salió de la iglesia para meter su voto en la urna. Luego de ello, paseó por el pueblo, aún borracho, y totalmente deprimido.

Francisco estaba a punto de arrancarse los cabellos de la desesperación, ni con la ayuda de los "resucitados" lograban sacar en claro un nombre de algun enemigo.

Y él no tenia ninguna herramienta que le diera base para acusar con propiedad. Todo era tan confuso como cuando todo empezó. Valla mierda. 

Al ver que el soldado Vitorius aparece por la plaza, me acerco a él inmediatamente. "Señor Vitorius, le debo a usted una disculpa. Hasta ayer lo he acusado sin fundamentos, sólo porque se mostraba demasiado callado. Pero en las últimas horas me he dado cuenta de que es un hombre de fiar. Sus palabras, que despertaron la confianza del fallecido Dorian, así como las horas de reflexión me han convencido de que no oculta nada que pueda perjudicar al pueblo. Espero acepte este pedido de perdón."

No es mucho, pero es mi deber expresar mi apoyo a este hombre luego de que la razón me indica que debo confiar en él. Pero eso no alivia mi conciencia. Aunque es bueno tener la certeza de que alguien de quién dudaba es confiable, sigo sin tener idea de quién o quienes están detrás de los asesinatos en San Palmaquio.

Luego de disculparme con Pister, me dirijo hacia el narrador. Hay una idea que he estado rumiando durante la noche que creo conveniente exponérsela.

"Señor Vasiliev, su conocimiento de la naturaleza humana es invaluable para nosotros, pero cada vez que nos revela algo acerca de los fallecidos, también pone en autos a nuestros enemigos, volviendo más peligrosa la tarea de quién tenga que velar por los que quedamos en pie. Mi humilde opinión es que, de ahora en más, sólo nos revele si los fallecidos pertenecían a alguno de los bandos que intentan acabar con nosotros, o si por el contrario, se trataba de hombres o mujeres honestos, pero no revele si por las noches intentaban ayudarnos de alguna manera, para que aquellos mal nacidos que desean el exterminio de nuestra villa no puedan sentirse seguros a pesar de cada golpe que dan". Estoy seguro de que, a pesar de haber perdido al justiciero nocturno y su ayudante todo en un mismo día, hay más vecinos que, al igual que Jack, cada noche cuando dormimos, intentan hacer algo para desarmar todo este complot y salvar nuestras vidas.

Por último, decido encarar a las mujeres antes de dejar mi voto en la urna. Las pocas que quedan siguen reacias a compartir sus pensamientos, y esa actitud cada vez se vuelve más sospechosa.

"Señoras, una vez más os insto a compartir vuestras opiniones con el resto del poblado. Cualquier cosa que sepáis, cualquier pista aunque parezca nimia, será bienvenida. Pero si continuáis callando aquello que sabéis... No dudéis que la confianza que os he tenido hasta el momento desaparezca totalmente de mi alma."

La muerte de Dorian le había sentado con si el techo de su casa hubiese desaparecido y el aguacero cayese sobre él directamente. La de Francisco no tanto, pues el día anterior el había pensado que era uno de los culpables de asesinar gente por las noches. Aunque tras lo dicho por Nikolai, quedaba claro que no era así. Había vuelto a equivocarse a la hora de decidir su voto. Su labio inferior tembló un poco al pensar en que ya nunca más tendría a Dorian tomando una cerveza en su taberna. Pero a la vez se sentía ligeramente engañado, pues, también dicho por Nikolai, él era el nombrado por el General ayudante... Eso le confundió.

Gonzalo intentaba mirar la escena con los ojos de un extraño, como si poniéndose en la piel de alguien que viniese de fuera, y viese personas y no amigos o vecinos pudiese sacar algo más en claro.
Entonces el revivido Galeno, con algo que parecía entre alivio y miedo le hizo una pregunta, Gonzalo meditó un instante, pero no le hizo falta mucho tiempo para responder.

-Amigo, yo no cambié mi voto del General al joven Francisco, pues yo no pensaba votar al General. Puede que discutiese con él, es público y notorio que teníamos nuestras diferencias, pero no eso es motivo suficiente para intentar deshacerte de alguien. No para mi al menos. Discutía con el General, en paz descanse, porque me parecía que estaba intentando asustar a la gente, estaba intentando tomarse la justicia por su mano (cosa que se demostró después cuando admitió ser el asesino de esos villanos) y porque... No sé, no te lo sabría decir, pero no me parecía culpable de nada más que de ser un soberbio y un arrogante. Y yo no soy de esa gente que intenta matar a los que le caen mal.

Se cayó, esperaba haber explicado bien el asunto y no haber liado más la madeja.

Ver como Ocho Dedos reñía a Shaulia le trajo de nuevo a la realidad. Y se puso a otear, sin hablar demasiado, a los demás. Empezaba encontrarse un poco frío, y deprimido porque cada vez quedaban menos vecinos amigos.

EL debate de si salir o no del pueblo a por víveres le dejó un poco extrañado. ¿Para qué? Sí que era cierto que tenían suficiente para sobrevivir, no llevaban ni una semana encerrados en el pueblo. Y si era cierto que el ejercito contaba con arrasar el pueblo, no veía la necesidad correr hacia la muerte antes de tiempo. Al mismo tiempo la insinuación de Ocho dedos sobre Diego y Shualia, le dió en qué pensar.

Volvió a tomar la palabra cuando todos llevan un tiempo callados.
Bueno, está claro que todos no podemos ser inocentes. Por lo tanto es obvio que gente de la que está aquí, está mintiendo. Tal vez, fijarnos si alguien se ha visto en un renuncio, como si por ejemplo Shualia es cierto que está haciendo siempre sus tareas del hogar, o yo estoy siempre en la Taberna. Dijo, no quería que le volviesen acusar de señalar a la gente sin motivos. Yo está claro que estos últimos cuatro días he estado en la taberna, sirviendo, o en la calle ayundándo en lo que fuese necesario. Incluso alguna noche os he tenido en la Taberna a más de uno hasta casi el alba...

La muerte espera a la mujer esa tarde, que sin decir palabra el miedo demuestra, es claro que hoy será el último día en que a los vivos vea.