Constance esta escena es para "hablar" con tu cuñada
Tras salir del salón con las manos en puño se dirigió a su alcoba pero no estaba contenta, estaba furiosa con ella, con Ragnar, con el mundo entero. Esperaba que Bastian no fuera a buscarla en ese momento porque no era el mejor, Constance estaba fuera de sí pero se obligó a pensar con frialdad y mientras lo hacia, tomó una de las botellitas que había preparado en Dorne en compañía de Shandi.
-Esto será suficiente...
A pesar de las lágrimas sonrió maliciosamente, ahora esa perra iba a pagar su atrevimiento de haberse casado con su hermano. Puso la botella entre sus ropas y caminó tranquilamente hasta la cocina donde hizo que una de las cocineras le preparara una bandeja con algo se pan recién horneado y té, té caliente y bien fuerte. No dejó que nadie la acompañara y de camino a la torre donde aún tenía prisionera a su cuñada, se detuvo a derramar el veneno en la tetera, lo revolvió y dejó la cuchara sobre la bandeja, Constance estaba decidida.
Los guardias en la puerta le abrieron de inmediato y ella entró mirando a esa maldita mujer que le había quitado todo lo que era suyo. Las puertas se cerraron tras de sí.
-¡Querida! Os traigo excelentes noticias...
Dispuso la bandeja en una mesa que estaba cerca y tomó cariñosamente las manos de la mujer de Ragnar.
-Vuestro esposo y mi amado hermano ha vuelto, padre me había dejado a mí como su heredera pero yo, le he dado ese lugar a Ragnar... Ahora sólo nos queda celebrar antes que no nos veamos nunca más...
Constance sonrió y sirvió dos tazas de té, una para su cuñada y otra para la doncella de ésta. Las entregó con una servilleta a cada una y luego se sentó mientras las miraba.
-Bebed, os hará bien... Yo también beberé un poco, ha sido un día terrible.
-Es verdad lo que me dice? dijo la mujer con gran entusiasmo. Cuando Constance llego ella estaba recostada en su cama leyendo un libro de la biblioteca del castillo.
la mujer ya tenía un embarazo avanzado y eso le quitaba la posibilidad de estar en otra postura que no fuera acostada.
-Que alegría poder volver a ver a mi señor esposo.- Dijo Con un tono de voz que demostraba alegría.
Tomo la tasa con sus manos y dio un sorbo al te que le había traído su cuñada.
-¿Por qué no nos veremos nunca más? ¿Acaso mi esposo la hecho del castillo?
Constance sonrió con el primer sorbo que Elaena dio a aquel té, casi sentía felicidad.
-¡Oh no, querida mía! Mi hermano no podría hacerme algo así, prácticamente somos uno... No, no, pero quizá me vaya a la tierra de la sidra, con Ser Bastian...
La pelirroja tocó la panza de Elaena y por dentro se dijo que era una lastima que el hijo tuviera que morir pero bueno, siempre había daños colaterales en una guerra.
-Bebed, querida será bueno para el bebé también... ¿Ya habéis decidido el nombre?. Estoy segura que vendrá en cualquier momento...
La flor de lys no dejaba rastro, cuando se fuera, uno de sus problemas habría terminado.
-Es una pena que tenga que marcharse tan pronto ahora que las cosas se han aclarado. No podrá ver nacer a su sobrino ni seguir viviendo con la gente de este castillo que tanto la extraño.- Dijo la mujer mientras seguía tomando el té que Constance le había ofrecido.
No hablamos del Nombre Aun pero me gustaría que sea Olivar como mi abuelo, en el caso de que sea hombre.- Dijo la mujer. –En el caso de que sea mujer… bueno estamos muy convencidos de que será un hombre así que si es una mujer niña estaríamos en un problema
Claro, Olivar, como su abuelo... No habían pensado en el nombre de su padre o de su abuelo. Para Constance, Elaena era una idiota que no tenía ni idea de cómo ser la mujer de su hermano.
-Olivar es un gran nombre sin duda... Si es niña podriais por ponerle vuestro nombre, tan hermoso y perfecto...
Para un par de muertas le habría gustado agregar pero se mordió la lengua. La pelirroja estaba sorprendida de no sentir remordimiento alguno por lo que esta a haciendo. Se olvidó por un momento y fingió beber de su te.
-No le digáis a mi hermano que pueda irme, no quiero que esté nervioso por mí... Vamos a dejar que esté tranquilo.
Acarició la mejilla de su cuñada y sonrió.
-Bueno, bebed que voy a llevarme el servicio...
Tenía aún cosas que hacer.
-No se preocupe, no le diré nada a su hermano.- Dijo la mujer terminando la taza de té.
Me alegra mucho haber recibido su visita, luego del mal entendido que hubo con su hermano temí que todo terminaría mal pero gracias a los siete ahora todo está bien.- Agrego la norteña que se mostraba aliviada por la situación mientras que inconscientemente se acariciaba la panza.
Interpreta su salida y damos por cerrada la escena.
Constance la mirò, ese modo de hablarle la hacìa sentir rabia y mucho odio pero estaba concretado y sabìa que si alguna vez Ragnar sabìa lo que habìa hecho no se lo perdonarìa jamàs pero ella no iba a retroceder.
-Claro que no se lo diràs, idiota...-pensò.
-Pasen una buena noche, seguramente os vendràn a buscar pronto.
La pelirroja sonriò, recogiò todo sin olvidarse de nada, no habrìa manera de que supieran que ella estuvo ahì y se marchò, deseando que todo pasara pronto.
Listo!