Las tropas comenzaban a movilizarse, Lord Owen había dado la orden de que partiría en una hora y todo el castillo se revoluciono, los empleados corrían por todos lados ultimando los detalles de la partida y todo aquel que no estuviera trabajando se acercaba para mirar salir a las tropas.
El señor de la caza había terminado de despedirse de su esposa cuando se acerco al jefe de espías.
-Maese Alvar, tengo una tarea para usted.- Dijo al hombre con el tono de un hombre cansado de la vida.
El castillo estaba envuelto con el aire de un espectáculo. Hacía mucho que los soldados no marchaban y esto era todo una escena, en especial para los críos y los belicosos... pero la verdad, muchas personas, en especial las esposas de los soldados que se preparaban para marchar, sabían que esto más que un espectáculo podría ser una eterna despedida para muchos.
Con tantos años en el oficio, siempre lo primero que venía a mi mente era lo más tenebroso y oscuro. Por eso, así como había sacado la conclusión al ver el "desfile", saque otra al ver el rostro de mi señor y comandante. "¿No le habré apostado al caballo equivocado? Parece que la muerte le persigue."
-Y yo tengo deseos de cumplirla milord. ¿Qué necesita usted de mi?-
-Busca a mis hijas Alvar.- dijo sin rodeos el Lord. -Hable con el tesorero y tienes mi autorización de disponer del dinero que necesites para encontrarlas. No sé qué sucederá con mi hijo, pero necesito que ella este aquí haciéndose cargo del castillo, cuando vuelva hablare con ellas y pondré un manto de paz en esta casa.- El caballo relincho mientras la marcha de las tropas seguía atrás de Owen.
-Encuéntralas y te daré un asiento en mi consejo además de financiación para tu grupo.- Agrego el lord dándole verdadera importancia a la tarea.
Ah... me tocaba bailar con la más fea. ¿Como en mil demonios iba a encontrar a esas dos después de tanto tiempo? Seguro que me tomaría varios años encontrarlas y traerlas de vuelta. Una extraña mueca me asomo a los labios pero enseguida desapareció. No dejaría que el Lord supiera lo mucho que me desagradaba esta tarea.
-Parece que mi más grande trabajo hasta la fecha me llama.- Dije con tono suave y una leve sonrisa, fingida. -Primero lo primero. ¿Tiene usted milord algún indicio de sus posibles paraderos?- ¿Donde podrían estar esas dos? La bastarda estaba exiliada así que el Lord sabría bien donde. Constance en cambio... esa era harina de otro costal. Owen la había perseguido pero el barco se le había escapado con lo justo. Con un poco de suerte, habría averiguado a donde viajaba antes de volverse.
-Ah otra cosa, además de dinero, un caballo bueno y pertrechos, seguramente necesitare algunos suministros del maestre Teo. Cosas peligrosas.-
-Merida está en un convento en la tierra de los ríos, el pez negro la llevo hasta allí así que seguramente podrás averiguar su paradero si visitas aguasdulces.- Dijo el Lord
-Le rezo a los siete por que no esté en alguna campaña ni en alguna expedición.- Agregó
-De Constance no se nada, pero he puesto una recompensa en oro a quienes soliciten datos verdaderos.- El final de la fila de hombres ya estaba abandonando el castillo dejando solo al Lord por partir.
-Tienes mi permiso para tomar lo que necesites en tu búsqueda, ahora me despido y te deseo suerte. Nos vemos a la vueltas maese Alvar.-
"Hasta Aguasdulces.... que viaje que me espera. Sin contar el viaje a Essos para encontrar a Constance."
-Que así sea milord. Haré lo que pueda y pondré todos mis recursos y habilidades en ello.- dije calmado en apariencia mientras hacía una reverencia al hombre que partía para una guerra que marcaría el destino de la casa. Si lograba encontrar a sus hijas pronto y traerlas de vuelta sería un hombre rico y Lord Owen tendría la cabeza más despejada para comandar sus tropas... aunque la verdad parecía algo difícil.
-Que el Guerrero os de fuerzas y el Herrero os proteja mi señor. Mucha suerte y victoria a los Nightwing.- La partida del Lord era algo raro en esta situación. Siempre pensé que iría con los soldados para espiar los campamentos enemigos o cosas así, pero me tomo por sorpresa mi nueva misión. Era una mucha más larga y difícil, pero al menos mi cabeza tenía menos riesgos de rodar fuera de mis hombros.
Asi, cuando la comitiva partió, lo primero que hice fue ir directamente a los aposentos del maestre Teo. De él necesitaría algunos artículos especiales. Todas las dosis de dulce sueño que pudiese darme y si es que tuviese en existencia, cualquier veneno potente.
Mi segunda parada sería el tesorero. Para viajar necesitaría mucho oro. Pagar pasajes, peajes, sobornos, incentivos y cualquier otra eventualidad que pudiese surgir. En resumen; muchas monedas.
Luego habría que ir a ver al castellano. Necesitaría pertrechos, provisiones, y el mejor caballo que quedara en los establos. Además, quería plantear la posibilidad de conseguir algún guardia de compañía por el viaje. La guerra era un mal momento para viajar solo por los caminos.
Por último tenía que hacer algunas visitas a mi gremio y al del maese Ezio. Debía dejar en claro que el trabajo nunca terminaba y cualquier información que mis muchachos consiguieran deberían dejársela a Ezio como si fuera yo mismo. Con el maestro de asesinos, solo intercambiaría palabras de agradecimiento y de despedida, pues no era posible saber si volvería pronto o siquiera si lograría volver.
"Que largo viaje maldita sea... me hago viejo para estas cosas."
Decime que solicita para el viaje el maesto de espias y comentama hacia donde se dirige para abrir escena
Solicita el mejor caballo disponible
Pertrechos. (Comida, bebida, mantas, sacos , antorchas, etc.)
Un guardia o dos de acompañantes
Dinero (aca necesito que me des una mano) Tal vez tenga que sobornar a medio mundo y viajar del otro lado del mar para conseguir lo que necesito y necesito moneda DE SOBRA para no quedarme corto. (no se cuanta suma concretamente pero seguro que es mucho...)
Del maestre necesito todas las dosis de dulce sueño que me pueda dar (calmante y somnífero muy usado por los nobles) y cualquier veneno potente que tenga con él. Seré muy insistente en este asunto y me jugare la carta del Lord dispuesto a todo por sus hijas.
Ok Con los alimentos no va a haber problema, se te otorgan 700 Dragones de Oro (una fortuna) para gastos en general junto a una bolsa con 2 dosis de Dulces sueñor y una de estrangulador.
Imagino que partis primero para Aguasdulces ¿no?
Si, es la única pista firme que tengo y creo que puedo usar a Merdia para convencer a Constance (si es que alguna vez la encuentro... ¬¬)