Hoy es el día en que partes hacia Knossos. Acabas de salir del templo de Atenea sobre el Acrópolis con los valiosos objetos en tu poder. Descendiendo la escalinata ves Atenas a tus pies, y más allá el puerto en el que deberás buscar un barco que te lleve hasta tu destino.
Empezamos. Por ahora no tenemos ritmo diario, puedes ir con calma.
Si quieres embarcarte gratis tendrás que tirar de labia o convencer al dueño de una embarcación de algún modo. Prueba a tirar por Suerte o Gracia a dificultad 15. Si no funciona podrás negociar un precio, todavía tienes 72 mp.
Aunque ni la Gracia, ni la Suerte han sido nunca grandes aliadas en mi vida....
Saco la tirada con creces. Pertrechado con la armadura de la ciudad, y llevando el resplandeciente casco y la lanza de Atenea, pocos marineros podrían haberse negado a llevarme a un destino tan importante para el destino de la ciudad.
Motivo: Usar Gracia
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 12(+10)=22 (Exito) [12]
El patrón del barco te mira de arriba a abajo, tus argumentos no le convencen. ¿Llevar a un desconocido hasta Creta por su cara bonita (si al menos fuese bonita...)? No. No te lleva.
Sin embargo, cuando te estás dando la vuelta, los marineros reconocen los objetos que llevas, son del Templo de Atenea, eres portador de dos reliquias de su pueblo. Entonces el maestre te pide disculpas y te invita a subir a bordo.
El mar está apacible, una suave brisa salada te golpea en la cara mientras dejas atrás Atenas, tu ciudad, coronada por el brillo de la estatua dorada de Atenea.
El Mod que se suma a la tirada es el de la columna de Mod, que tanto en Suerte como en Gracia es 0. El resultado de tu tirada sería pues un 12, y no la pasas.
Aunque la tirada no ha tenido efecto, tu argumento de "llevando el resplandeciente casco y la lanza de Atenea, pocos marineros podrían haberse negado a llevarme" me ha convencido. Subes a bordo y navegas en este trirreme comercial hasta la isla donde te espera tu destino.