Es Poseidón transformado en Kynortas, indícalo. Son indistinguibles.
En apariencia son idénticos.
Kynortas se aleja de un salto del doppelgänger que acaba de aparecer a su lado, y echa mano de su lanza y su escudo, poniéndose en alerta.
- ¡¿Qué clase de juegos os traéis entre manos, dioses?!
Como trates de dispararme una sola flecha, te juro que acabaré contigo de la misma forma que me viste acabar con aquél maldito derro
Aunque Nedras no baja la mano del carcaj, muestra bastante nerviosismo tras las palabras del gran centauro.
Aún así, intenta mantener el tipo. Sin embargo, cuando escucha las palabras de Poseidón y la posterior aparición de Kynortas, pierde un poco la compostura.
¿Entonces tú eres Ares? Dice gritando al otro Kynortas que acaba de aparecer. Confírmalo para poder honrar así nuestra batalla.
-¡Ya no es mi hora! ¡Sinódaso, no seas idiota! Soy yo, recuerda todo lo que hemos vivido, maldita sea, el gigante al que yo maté y tú dices que no... - Kynortas se sentó en un tocón, y aunque esta vez no soltó las armas, gritó de nuevo:
-¡Dioses, escuchadme! Dejad al muchacho irse, yo no podría vivir sin Sinódaso, y él tampoco. ¡¡Y dejáos de juegos y transformaciones!! En Zetos ya saben que puedo no volver.
Sinódaso ríe sonoramente ante el barato intento de Poseidón de confundirle y aparta la lanza de Nedras para dirigirla al falso Kynortas. Saca de su alforja la daga que suele utilizar para combatir.
- ¡Ja, ja, ja! ¡No me hagas reír, olímpico! -escupe el centauro-. Kynortas no diría ni una palabra de las que acabas de decir. No creo que tenga ni que explicarte por qué.
Y, con un arma en cada mano, se eleva sobre sus patas traseras, haciéndose mucho más grande que el falso hoplita y desciende sobre él con todo el peso de la gravedad.
Motivo: Ataque melé
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+10)=11 [1]
Ataco al Kynortas que acaba de hablar. Pifia, como de costumbre.
-¡¿Qué haces, Sinódaso, estúpido?! - Dice el hoplita poniéndose en pie y evitando el ataque del centauro. -¡Ya he dicho que no he venido para enfrentarme al resto de mis compañeros! Pero no dejaré que me tomes por estúpido - Kynortas se gira e intenta golpear al centauro con la lanza.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 5(+5)=10 (Fracaso) [5]
Tras el ataque de Sinódaso, Nedras arma su arco apuntando al bípedo.
Observa como ese Kynortas ataca al centauro y lanza su flecha hacia él en silencio
Motivo: Ataque a Kynortas
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+3)=14 [11]
Pues otra pifia creo... al final va a tener sentido que estemos aqui y no allí :D
-¡Ehh chico! Maldita sea, ¿¡tan tozudo eres como Sinódaso!? Malditos centauros, siempre igual. Tendré que luchar por Zetos, ¡debo volver a defenderlo!
Dice Kynortas, viendo la flecha de Nedras, y mirando al otro Kynortas de reojo, a ver su reacción.
Kynortas había venido a Creta para enfrentarse al minotauro. En cambio había visto a su amigo morir envenenado. A un joven morir calcinado. Y él había muerto a manos de unos sucios y apestosos gnomos. ¿Y ahora los dioses se burlaban de él, tomando su forma y atacando a sus compañeros? El hoplita no iba a aguantar más insultos.
Sin mediar palabra, Kynortas se lanza contra el impostor, lanza en mano. Aunque el golpe no llega a conectar, Kynortas mantiene su posición de ataque, preparado para volver a golpear cuando vea una apertura.
Motivo: Ataque con lanza
Tirada: 1d20
Dificultad: 21+
Resultado: 10(+5)=15 (Fracaso) [10]
Su primera flecha falla, pero Nedras vuelve a cargar el arco. Observando que aquel Kynortas grita y amenaza, pero no va contra él, vuelve a apuntarle.
A continuación el otro Kynortas interviene y ataca, fallando también. Malditos Dioses caprichosos. Piensa Nedras.
Cierra el ojo y vuelve a lanzar una nueva flecha contra aquel Kynortas ficticio
Motivo: Ataque a Kynortas
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+3)=22 [19]
Motivo: Daño a Kynortas
Tirada: 1d6
Resultado: 6 [6]
Creo que sí le habría hecho daño a ese Kynortas. Que el máster decida, si es que sigue aquí entre nosotros jaja
El falso Kynortas se esfuma y adquiere de nuevo la forma de Poseidón, que estalla en risas. Dionisos aparece con adares seductores portando una copa de vino y dice algo a los dioses en una lengua que no podéis entender. Luego, los tres dioses se van, dejándoos ahí, y sin prestaros mayor atención.
De repente un gélido frío os penetra hasta los huesos. De entre la bruma del mar en calma aparece la silueta de un barquero que dirige una enclenque barca hacia vosotros. Es Caronte, que os llevará, si podéis pagar el peaje, al reino de los muertos.