Desde hacia días que el grupo no parecía tan dispuesto hablar y no parecía que fuera moco de pavo lo que estaban soltando cada uno. Una acusaba a otra y a la vez no deseaba dar detalles al respecto y como no, la acusada lo negaba. Ante esta disyuntiva el deportista-publicista tenia algo claro y sabia que no era el único en pensarlo.
-Bueno, al menos estamos hablando. -Comento antes de decir lo que realmente pensaba. -Por lo que veo, una dice una cosa y la otra dice otra, como tal lo veo yo, podemos comprobarlo de la manera mas sencilla, aunque cruel, claro que llegado a este punto... Votamos hoy por Maddie y si los que estamos en la guardería podemos salir de allí, entonces sera verdad, sino que Maddie sea traída de vuelta del reactor como llevan haciendo todo el experimento, por que a estas alturas creo que todos coincidimos en que lo esta haciendo alguien de nosotros. -Apretó su hand gripper, habiendo olvidado cuantas llevaba.
Ignoro las provocaciones equivalentes a los molestos pitidos de las radios de mierda, que no funcionan bien, y que hay que golpear para que paren un rato. No obstante, quiero pensar que esta niña me entiende perfectamente, por estúpida y oportunista que sea. Primero hablo para el anciano, igual de imbécil.... - Sí, Sr Alexei, el protector, ¿En serio no he hablado, colaborado, preguntado, hecho incisos y opinado? ¿Eso no es mentir? o por otra vía ¿donde has estado para no notarme? - observo por igual a la meretriz del campamento móvil....
Acto seguido me centro en Ember, inesperado eje de mí no entender - Me estáis descartando casi gratuitamente, pero suenas mal, muy mal. No sé si tú, si quien te pueda acompañar, o simplemente quién te lo dijo - ¿una nota? - Ya te digo que entre líneas aquí lo único que entiendo es que me estás cargando la “Guardería” sin merito, por no variar ignorando lo que intento exponer con un corte de situación - siempre pasa algo, eso sí es curioso... - Hasta donde entiendo el dueño/a de la Guardería podría serlo casi cualquiera, hacerlo cualquiera, y lo que acabas de decir tú podría decirlo cualquiera. Damos veracidad a soplos de viento. Repito, aunque no para ti: No sé nada de ese lugar, no he pasado por allí, y seguramente sé menos de lo que intentas hacer ver -.
Empiezo a perder la paciencia, una vez más, pero tampoco esperaba palmitas en este programa.
Que entre Amber o Maddie mentía una de ellas estaba evidente pues decían cosas contrarias que nadie inventaría si su intención es colaborar. Amber acusaba más directamente, aunque maddie también acusaba con fuerza a otros.
-Lo que dije del reactor solo lo dije porque me pareció que Irina te acusaba de secuestrar gente del más allá, o eso, o de la guardería, no porque quiera ponerte palabras en la boca. Solo quería dejarlo claro, pues creo que el de la guardería sí podría tener intenciones deshonestas pero desconozco si alguien oye lo que dicen los muertos para ayudar a los demás a través de la información que dicen ellos o si lo hace por otros medios. Creí que esa podía ser la causa por la que acusabas a Maddie, que hubieras oído algo, pero veo que no es el caso.
Miró a Maddie.- Si el que secuestra tiene intenciones distintas de a las de ayudar- cada vez estaba más convencida, o hubiese confesado ya hace tiempo- dudo que sea uno de los que estamos dentro de la guardería, pues hacerse daño a uno mismo no tiene sentido- podía secuestrarse a sí mismo, para despistar... pero aún así era extraño hacerse eso a sí mismo, suponiendo además que alguien fuera capaz de utilizar ese poder contra sí mismo- y por tanto lo más probable es que sea uno de los que no están dentro. No voy a mentir, Ember, ayudaría que dijeras como obtuviste la información para ver si es creíble o no, aunque sin duda creo que una acusación tan firme tiene sus motivos.
Solo esperaba que fueran honestos y no buscase deshacerse de Maddie con alguna excusa.
- Lo siento, Clive, pero no estoy segura de que eso solucionara el problema, nada nos asegura que el que no esté aquí haga que la gente que estáis allí quedéis liberados - respondí a la sugerencia del deportista.
Después, miré a Maddie y seguido a Lydia. Con un bufido negué con la cabeza.
- Eso sería como ponerme una diana sobre la cabeza, Lydia, todos tenemos cosas que ocultar aquí, todos, no he visto a nadie, salvo tal vez el anciano, revelar nada, ¿porqué habría de poner en peligro mi vida si los demás no compartís nada? Pero qué demonios, después de todo, al final seguro terminaré muerta de una manera u otra, ¿qué más da una experiencia que otra? - con una sonrisa confiada, me puse las manos en la cintura - ¿quieres saber de dónde lo conseguí? Pues porque tengo ese poder, en ocasiones puedo ver los poderes que tenéis el resto, sólo en ocasiones. Y antes de que nadie lo pregunte, no, no conozco a ninguno de los asesinos, y no, no voy a revelar ninguno de los poderes que conozco, por razones obvias. Tan sólo revelé el de Maddie porque creí necesario. Cuando la miré esperaba encontrarme otra cosa y me encontré con alguien se llevaba a la gente a una guardería. No quiero ser la siguiente en esa guardería - mi mirada se centró en Maddie con una mueca irónica - ¿y bien? ¿Qué tienes que decir a eso? Yo ya revelé mi secretito, si mis palabras son mentira, ¿serías capaz de decirnos cual es tu poder, querida?
-Siento haberte puesto en este aprieto- dijo mordiéndose el labio- pero sin duda es mejor conocer toda la información- Lydia entendía que no se atrevieran a decirlo todo por miedo a morir, era lógico. Casi se arrepintió de decirlo. no obstante, creyó con más fuerza lo que ya pensaba- así que Maddie es la que secuestra a otros. Quizá por eso esté tan acusadora hoy, cuando está tan cerca de secuestrarnos a todos.
Había acusado a Alexei, Irina, maddie e incluso leinad, del cual ella se fiaba por haber muerto tantas veces, seguramente a manos de los asesinos.
-Quiero tener esperanza en algo, y creo que Ember podría decir la verdad.
Obviamente, los asesinos mentirían, pero dado que hasta ahora casi nadie había dicho nada firme, quiso tener fe en algo más sólido.
No supo como ni por que se había visto libre de los horrores del reactor, solo supo que los cálidos y amables vientos la habían traído de vuelta llevándola con los otros, hacia el hotel.
Una vez estuvo con los otros se dedicó a escuchar lo que se decía, parecía que hablaban del reactor y de lo que decían los muertos y conspiradores ahí. Yevtsye solo pudo decir:
-Me temo que yo no oí nada, mientras estuve en el reactor ninguno de los muertos dijo nada.
La discusión continuaba y todos sospechaban de todos. Era normal y en parte había prisa en hacerlo pues todo indicaba que de una u otra forma el experimento estaba a punto de terminar.
Junto con el atardecer, llegaba la incertidumbre del resultado y la tensión era palpable en el aire. Todo se miraban unos a otros inquisitivamente, mientras la doctora caminaba con paso quedo hasta ustedes. Los nervios y la ansiedad por saber quién sería elegido eran notorios en las posturas de sus cuerpos y más cuando la mujer abrió su boca para hablar.
- Esta vez se han puesto más de acuerdo. Será un poco más sencillo determinar quién ha sido elegido - y entonces, su mirada se giró hacia Maddie, quien a pesar de sobresaltarse, se veía preparada para enfrentar a quien decidiera atraparla.
El primero en girarse hacia ella fue Clive, quien con gran destreza se movió entre la gente para llegar hasta Maddie. El hombre le lanzó un puñetazo a la cara, el cual Maddie detuvo con su propia mano y respondió con un golpe al estómago, el cual hizo que aquel hombre destensionara su brazo y le dio la oportunidad de simplemente doblarlo para inmovilizarlo.
Todo habría resultado muy bien, si no fuera por la intervención de Lydia, quien haló a Maddie hacia atrás en un intento de liberar a Clive, la mujer perdió el equilibrio por un momento y se giró hacia Lydia para darle un puñetazo en la cara, el cual dejaría a la chica en el suelo. En este momento, Clive pudo levantarse y golpearla fuertemente con una de las latas de sus bebidas en el cuello, haciendo que la lata se abriera y se regara la bebida, empapando en parte a la mujer, quien había sentido el impacto. Ember intervino y se lanzó a su espalda para derribarla, pero Maddie era lo suficientemente fuerte como para sostenerla, aunque la chica la golpeara repetidamente en la cabeza. Su cansancio comenzaba a notarse, pero la mujer seguía luchando por liberarse, cuando Tatianna se lanzó contra ella para generarle peso extra y haciendo que tanto ella como Ember cayeran al suelo.
Mariano vio que Maddie parecía agotada y le inmovilizó al tomar sus brazos y cruzarlos en su espalda. De esta manera, la mujer no podría moverse demasiado sin lastimarse. Luego intervino Yevtsye ayudándole al hombre a asegurarla, pero Maddie le escupió en el rostro con una mirada desafiante y una sonrisa un tanto burlona en el rostro. Una mujer de guerra que había sido abatida por varios civiles, era casi un chiste, pero una realidad. Los hombres de la doctora ayudaron a atarla rápidamente, antes que pudiera arremeter contra los civiles y la ataron a una de las vigas del hotel. Tras ser atada, Maddie buscaba a alguien allí, aunque no supieron a quién, rió y todos comenzaron a hacer el equipaje.
Siguieron su camino y pudieron ver que se alejaban de la zona residencial y del comercio para pasar a una zona más deshabitada y mayormente vacía. La caminata fue larga y llegaron muy tarde en la noche a su destino, aunque tenían claro que estaban al lado de otro monumento. Una vez más, tuvieron que armar sus tiendas en la oscuridad con la ayuda de linternas proporcionadas por el grupo de la doctora y cuando todo estuvo listo, se dirigieron a descansar.
- FIN DEL DÍA 6 -