Poco a poco, tu esencia comenzó a abandonar el lugar donde te encontrabas y se materializó en otro lugar. Entonces viste tu cuerpo inerte y corriste hacia él. Allí, sentiste un pinchazo en tu cuello y fuiste absorbido por tu cuerpo el cual, dolorido, luchaba por volver a moverse.
Sentías las fibras de ácido láctico romperse de a poco, mientras un escalofriante sonido hacía que tus articulaciones se despegaban. Sonaban como si se tratara de un viejo maniquí al cual debía dársele una pequeña aceitada. Poco a poco, recuperaste control sobre tu cuerpo y pudiste mover el cuello, aunque aún sentías los movimientos forzosos. Al inicio era solo incomodidad, pero luego se volvía dolor. Te movías de a poco y fue un proceso realmente lento, aunque valía la pena respirar otra vez.
Después de esa lenta agonía, te pusiste de pie y notaste que te encontrabas en lo que antaño fue un hospital y más específicamente, el cuarto de los recién nacidos. Extraña ironía, la verdad. Después de todo, habías renacido, pero había algo en tu piel, una marca. Trataste de removerla pero no podías, parecía ser un nuevo tatuaje. Estabas confundido y asustado, pero entonces lo viste, había alguien allí contigo, alguien cuya apariencia te recordaba a la parca, pero que te inspiraba nada más que respeto y devoción. Por alguna razón, sabía que le debías la vida a esa persona y como agradecimiento, le dedicarías tu vida. Miraste más de cerca y pudiste ver que se trataba de Tifu, uno de los participantes del experimento. No comprendías cómo, pero él era quien te había devuelto la vida, aunque su apariencia era diferente. Tal vez era efecto de la medicina igualmente.
Charles e Inadra, ahora son sirvientes de Tifu. Las reglas son sencillas.
- Tendrán que responder siempre a sus preguntas con honestidad, incluso si de su rol se trata.
- No se sienten capaces de traicionarlo ya que le deben todo.
- Tifu tendrá control total sobre su rol primario si lo desea.
- Si Tifu es asesinado, morirán junto con él. Si ambos son asesinados, Tifu morirá.
Caminó con calma hacia ellos, les miró y sonrió, se alegraba de saber que disponía de aliados.
- hola y bienvenidos a ambos, me gustaría ofreceros la vida y os quiero regalar la opción de ayudarme a acabar, con todos y cada uno d los participantes, solo unos pocos sobrevivirán y deseo más poder comparar opiniones que solo utilizaros... por el momento, tengo algunos objetivos, agradeceré vuestra opinión...
Se acercó hasta poner sus palmas de la mano en sus respectivos hombros - necesito desviar los votos hacia alguien, y Leinad me parece la mejor opción, agradeceré si me ayudáis con el primero, y esta noche,... - miró a Charles un momento - me iría bien que escogieras a Cossette,...
No sabía bien como limpiar la imagen de Charles, pero tenía una ligera idea - dejaré que te defiendas como creas, pero e aquí mi idea... podrías decir que el tiempo que pasaste muerto, vistes cierta radiación en algunos corazones, que no sabes todavía como interpretar esa extraña habilidad, pero que esperas poder ayudar pronto. - luego miró a Inandra - tu ya tienes cierta reputación, tal vez te baste con decir que tus contactos te advirtieron de que si no querías morir, debías hacerte el muerto esa noche...
Solo era una idea, pero si no decían nada sería peor.
- podéis improvisar si queréis, pero las votaciones, contra antes las manipulemos en grupo, antes podremos volver a casa, por favor, votaad a Leinad y esta noche Charles, Cossette será una digna víctima, sin duda se acerca a quienes no me interesa. No sois los únicos a los que protejo...
Tifu comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho, mientras sentía su cuerpo calentarse a una velocidad abrumadora. Mientras esto sucedía, sentían el tatuaje desaparecer de su piel. Ya no serían sus esclavos, pero al perder aquello que les había dado vida, sentían cómo el mismo veneno les afectaba.