Partida Rol por web

No se había movido ni abierto los ojos en un buen rato. Tan solo permanecía en el mismo lugar, con la cabeza apoyada en la dura pared, como si estuviera en letargo. Su voz se escuchó de nuevo, ronca, monótona.

-Los que más inocentes se mostraron debían haber sido los más sospechosos desde un comienzo. Nuestra misma naturaleza humana nos lleva a desconfiar de quienes se muestran distantes o amenazadores, y sentirnos más seguros junto a quienes parecen inofensivos-abrió los ojos, y una breve calidez tiñó sus palabras durante la frase siguiente-. Me alegro de que respalden, en parte, mis palabras. Añadiré que la conducta de Valuo sufrió un cambio radical una vez fallecido; como las señoritas Smith y Abby podrán corroborar. La señorita Agere comenta lo violento de su muerte, y apunta como posible responsable a Clive, lo cual secundo enérgicamente. Kerr-clavó en ella una mirada burlona-, tanto sus compañeros como usted cometieron el error de no caer en la cuenta de que, una vez se saben condenados, los criminales y, en especial, sus cómplices, ven pocas razones para seguir actuando.

-Quería oír lo que tuviera que decir Tatiana sobre si lo que Irina decía la verdad sobre ella era cierto o no antes de acusar a Yetsvie- dijo a Maddie- Pero si tengo que contestar, sí ella es mi principal sospechosa. Irina sí me pareció inocente cuando fue atacada por- o eso dijo ella- Camille, que le obligó a confesar asesinatos lo que casi le cuesta la vida. Y al parecer Tatiana también confió en ella, aunque sería mejor que lo confirme ella.

Miró a Nicolaj- Ignoro si los asesinos, o quien creas tú sean los asesinos- visto que le señalaba ahora a ella tampoco tenía tanto tino- hablan, callan o les dé todo igual. A mí no, no soy ninguno de ellos. Y si sois capaces de creer a alguien que se ha dejado influenciar por el otro mundo cuando no se ha enterado de la mitad de lo que ha pasado aquí de verdad, allá vosotros. A ver qué excusa da mañana si acabáis conmigo hoy.

Esperaba el buen juicio de los quedaban, pero Lydia no solía pecar de ingenua, así que planteó la posibilidad de que eso pasara.

- Cuesta creer que en casi todos los que yo pensaba que eran inocentes me han engañado. Irina, Mariano... Bah! Si es cierto lo de la recarga de poderes. Hubo una noche, la de Mariano... creo que ya lo comenté.. Vigilaba el sueño de Maddie y después salvé a Mariano. Curioso...

Opino mientras hago recuento mental de los presentes.

- Esta noche yo Votaré a Nicolaj- Digo mirando al psicólogo. - No es por nada personal, pero haz cuentas... de los que estamos aquí creo  haber votado a casi todos y sin  motivo. Podría votar a Lydia, pero se que los demás la votarán. No quiero mas sangre en mis manos.

Luego reí ante mi propia afirmación- Claro! siempre puedes votarme a mi en venganza pero se te escaparía Lydia, y saldríamos 3 los elegidos. ¿O crees que Lydia no te votara después de verter sobre ella las acusaciones? Que vas a hacer, ¿psicologo? Mi misión ya ha terminado prácticamente. Os recuerdo soy el protector pero si se acaba esta noche con el asesino,  ya no hará falta que proteja a nadie.

Parece que todos van desvelando sus habilidades y sus vivencias aunque, a buen seguro, alguno continuará mintiendo acerca de ello. Debo suponer que aún queda, al menos, uno de los que nos atacan durante las noches.

- Lo que se ha dicho de mí es cierto. Confié en Irina sin demasiadas pruebas para ello, pero he de creer que no me equivoqué. Nunca me gustaron Mariano y Clive pero, ahora que han muerto, ya no tengo claro quién más puede estar aliado con ellos.
En cuanto a mi poder, efectivamente, se trata de poder revivir ocasionalmente a alguien que haya sufrido un ataque que significaría la muerte para cualquier persona normal.

Miro al resto de mis compañeros, en busca de posibles enemigos.
¿Tal vez algún poder, usualmente bueno, podría hallarse en manos de un atacante nocturno? Si Mariano disponía de un ataque vengativo, ¿por qué otro enemigo no iba a poder proteger, potenciar o adivinar? Y si era así, ¿quién de ellos podría ser?

Demasiadas dudas aún y poco tiempo para resolverlas.

No daba la impresión de ir a cambiar de postura en breve. De hecho, volvía a tener los ojos cerrados y la cabeza inclinada hacia atrás.

-Si no me equivoco, solo dos de los presentes han conservado la vida en todo momento desde que llegáramos. Ivanov y Kerr. ¿No les parece interesante? Por más vueltas que le doy, no encuentro motivos para sospechar de ninguna de las demás, y confío plenamente en que el señor Ivanov no es uno de los asesinos. Puede concederme su voto si considera que es lo correcto; no le guardaré rencor, aunque lamento que cometa ese error. Veo que sus intenciones no difieren en demasía de las mías propias.

Después de unos instantes, frunció el ceño.

-Señorita Agere, afirma que los conspiradores le habrían dado muerte ipso facto de haber conocido su habilidad. ¿Acaso la información que obtiene es en verdad determinante respecto de quién es de fiar y quién no? Por lo que he entendido, solo puede conocer las habilidades que el sujeto obtuviera...aunque una "prueba de ADN acusadora" nos sería de gran utilidad en estos momento-exhibió una sonrisa cansada y cínica-. He de admitir, señorita Kerr, que tomando en consideración sus palabras respecto a qué puede hacer es posible que ya haya vencido, aún si consiguiera desenmascararla. Por lo pronto, su capacidad le permitirá quitarme de en medio sin importar cuántos de los supervivientes estén en su contra. En ese caso, estimado grupo, supongo que tarde o temprano nos veremos todos en el pozo helado al que nos enviaría.

Abrió los ojos como si acabara de percatarse de algo.

-Sin embargo, señorita Yevtsye, dando por sentado mi próximo fallecimiento, y en el supuesto de que haya obtenido su confianza, ¿le importaría "recargarme las pilas" después de ello? Esto nos daría una posibilidad, suponiendo que haya logrado mi objetivo...y recupere mis capacidades-concluyó con una sonrisa canina antes de regresar su cabeza a la postura inicial-. Y, por supuesto, si tanto usted como yo perdemos trágicamente la vida, siempre servirá como una prueba en favor de mi inocencia y, por consiguiente, de mi argumento.

El día estaba por terminar, o al menos así lo sentían, pero hubo algo que interrumpió el caldeado humor del momento. Algo comenzaba a moverse entre las tiendas que la tormenta había arrastrado y como si de un nacimiento se tratara, una figura comenzaba a apartar las cosas de sí mientras miraba confundida alrededor. Su cabello oscuro y su piel hacían fácil de identificar. Se trataba de Ember, quien acompañada por una gran calidez, parecía regresar con vida a aquel lugar que le había quitado la oportunidad de vivir hace tan solo un día.

Miré alrededor sorprendida, parecía que había pasado por allí un huracán o un ejército de elefantes. Vi a los mis compañeros vivos y los saludé con un leve gesto.

- Hola, parece que haya pasado por aquí un vendaval, ¿qué ha ocurrido?

Yevtsye estaba tan sorprendida como los demás al ver a Ember con vida. Se acerco a ella impresionada:

-Tu, tu eres lo que paso. ¿como es posible?

Le quité importancia al asunto agitando la mano.

- A estas alturas no debería sorprenderte que alguien vuelva del otro lado. Yo tampoco sé exactamente qué ha ocurrido, aunque tengo una ligera idea. Me refería a esto - señalé a mi alrededor - tuve que salir de un montón de escombros.

-Celebro verla tan llena de vida, señorita Koval-saludó,sonriente, tras reconocer su voz, pues no se había molestado en abrir los ojos-. Lo que ha sucedido, o así lo interpreta un servidor, es el último embate de los condenados contra este mundo incierto, en la muy acertada forma de un viento frío y huracanado digno del mismo averno.

Cossette ya había dicho prácticamente lo que quería, por lo que se mantuvo callada cuando terminó y luego de ella siguieron con las acusaciones a otros. Si tuviese más pruebas sabría mejor qué decisiones tomar, pero soltó sus dados y ahora esperaba que el resultado le favoreciera mejor que la primera vez que intentó ayudar, pero Nicolaj le preguntó algunas cosas y ahora que la bandeja estaba servida no tendría caso dar un paso atrás.

-Mi habilidad no me permite discernir entre alguien categorizado como "bueno" o "malo", pues esa es una decisión que va en la moral de cada quien; no obstante, el hecho de que pueda averiguar las habilidades de otro podrían haberme colocado en la mira de alguien o de algunos. Así como descubrí el de Mariano a estas alturas, quien sabe cómo me habría ido hace días atrás si hubiese revelado el de otro y así peligrar las intenciones de alguien más.

No es que ella se sintiese el sol de la galaxia, pero una cosa era poder revivir o potenciar a saber qué habilidad había otorgado la dosis a otro.

-Lamentablemente solo yo puedo ver esa "evidencia". Parece ser que la dosis me otorgó de una visión distinta, por decirlo de alguna manera. Tan solo reafirmaba lo que ustedes mencionaban acerca de Mariano y obviamente no puedo hablar de otros que han fallecido. Ustedes deciden si creerme o no con tal acusación, pero comentaron de la actitud de él  cuando llegó con ustedes en "el otro mundo"-se encogió de hombros con evidente frustración, pues parecía que la confianza ya era solo un cuento para niños-. Este es solo un juego de acusaciones, tan solo espero que esto termine pronto.

No obstante, la repentina aparición de Ember le interrumpió un tanto de sus palabras y sintió un poco de alivio que solo fuese ella y no alguien más.

-¿Qué tal el otro mundo?-su voz develaba que aún no estaba acostumbrada a esos cambios de vida o muerte, pero no podía ponerse de rodillas y llorar para negar que la lógica y la física eran distintos.

-¿Y sería tan amable de compartir sus averiguaciones, señorita Agere? Mejor aún, todos podríamos someternos a su juicio, como una prueba de confianza en grupo-rió entre dientes, aunque daba la sensación de estar proponiéndolo de verdad.

Cruzo los brazos y apoyo un hombro contra el muro más cercano, sigo viendo, sigo escuchando. En cuanto a Mariano me doy por respondida: sujeto negativo.... - Si Mariano era una rata mutante, e Irina también -por acusar a Yevtsye?, que decís inocente, junto con Clive y Camille, sumando a Lydia serían cinco, pero... - cinco, cinco... - ¿Seguro que Inadra era quien era? - frunzo los labios – Si está muerto... sí, da igual, pero a día de hoy todavía pienso que la intervención del infiltrado no tuvo más sentido que respaldar al anciano, tal vez poner en duda al soldado. Tal vez a Los dos, pero no lo olvidemos - recuerdo.

Entrecierro una fría mirada para Ember, y acto seguido... observo a Alexei de reojo - Veamos... - ladeo la cabeza.

El momento se acercaba como cada día y a pesar de la incertidumbre y demás, todos tenían claro que esta sería una votación cerrada. La doctora llegó con calma desde una pared, al parecer una entrada oculta, y les miró con algo de curiosidad, más de ver a Ember de nuevo en pie - Vaya, sin duda hay montones de imprevistos -.

Entonces, les analiza y dice - Creo que esta vez será más sencillo - y allí miró a Lydia, quien se sobresaltó por un momento, pero luego comenzó a mirar a su alrededor, buscando a aquellos que le miraban fijamente. Fue entonces que aquel que había hace poco, Nicolaj, se abalanzó sobre ella. Tal vez había sido la larga temporada muerto lo que lo había hecho lento o tal vez era su condición habitual, lo cual le impidió alcanzar a Lydia y perdiendo los ánimos, simplemente se retiró mientras sacaba una botella de licor y la observaba con cuidado. Maddie no se quedaría esperando, ya que ella golpeó a Lydia en las piernas, de modo que pudiera desestabilizarle y, al caer la pelirroja, Maddie tomó sus piernas, pero algo la arrastró. Una extraña sombra arrastró a Maddie con una fuerza tal que no le permitió seguir sosteniendo a la mujer y aunque la soldado luchaba, no podía zafarse.

Allí fue cuando Lydia vio la oportunidad para poder escaparse y reincorporarse, pero Tatianna se abalanzó sobre ella para detenerla e inmovilizarle. Sorprendentemente, la rubia supo contrarrestar su fuerza, lo cual le impidió a Lydia levantarse, mientras Nicolaj bebía un pequeño sorbo de la botella para ayudarse a hacer lo que haría, atar a la mujer.

Después de ser inmovilizada, se le ató a una de las columnas del lugar y se les dio la orden de recoger el campamento para adentrarse más en el reactor. Al no haber electricidad, era más difícil ver, ya que tampoco les quedaba luz de sol más allá de las rendijas y los huecos en el techo que dejaban entrar un poco de luz. En la oscuridad total y con ayuda de algunas linternas, organizaron su campamento, listos para pasar la noche.

- Iremos entrando de a poco hacia el reactor. Estamos prontos a terminar el experimento - y entonces, se marchó. Con esta premisa, todos se dispusieron a descansar esa noche.