Partida Rol por web

Te fuiste a la tienda de Ember con el propósito de atacarle, pero al entrar, la viste en una postura extraña. Sus ojos parecían ser más brillantes, su piel estaba recubierta de algo oscuro que, tras acostumbrarte a la luz, pudiste ver que se trataban de señales de plumas y unos ojos penetrantes que en la noche prestaban vigilia.

Ella te vio y tú la miraste, se vieron apartados del grupo en un lugar diferente, oscuro, lleno de neblina y donde no podían reconocer si se trataba del campamento o de otro lugar. Ella vio a un Mariano con pelaje de lince y ojos de depredador, hambriento y sediento a la vez. La chica comprendió qué sucedía y se le acercó, sin dejar de vigilarle, tocó su mano y entonces Mariano pudo sentir la oscuridad de su interior, su mutación la había vuelto oscura, tan oscura como Mariano. Eran aliados que ahora se habían reconocido.

- ¿Qué? ¿Qué está pasando aquí Ember? - Mariano notaba dentro de si una seguridad que hacía tiempo que no tenía - ¿Qué somos?

Desperté algo alarmada cuando vi llegar a Mariano a mi tienda como una fiera a punto de comerme, pero pronto comprendí la situación. Con actitud cautelosa, me acerqué a él y lo tomé de la mano. Le mostré mi oscuridad interior, igual a la suya, y sonreí cuando me reconoció. 

- Parece que mis intentos para llamar la atención de los míos ha hecho efecto - murmuré satisfecha - no puedo darte esas respuestas, Mariano, estoy tan confusa como tu, no sé que nos hicieron esos malditos doctores. Sólo sé que el resto nos quieren matar, y que yo los quiero muertos también, no son como nosotros. Estoy decidida a sobrevivir como a de lugar, sin importar las medidas que tenga que usar. Juntos podremos hacerlo. No mentía cuando decía que podía ver roles de la gente, aunque también me guardé algunas cositas - me reí maliciosa - seré tus ojos y te contaré todo lo que he averiguado. Hay algunos de los vivos que me urge que mueran, antes de que sean más molestos. Por desgracia, no conozco a ninguno más de los nuestros, ¿has conseguido contactar con alguno?

Mariano se tranquilizó algo al ver que Ember se comunicaba con él. Su oscuridad se hizo más.... amigable.

- Sé cosas.... dime tú primero. Yo te encontré a ti. ¿Qué has visto? ¿Qué me puedes decir de Tatianna?

Me reí y me acomodé como pude en el suelo.

- Tranquilo, tenía intención de contártelo todo, pero no tengo problemas en ser la primera en hablar. ¿Tatiana? Es una de las que quiero, muerta, aunque mi prioridad es Alexei. Tatiana es quien ha estado trayendo de vuelta a la gente, puede revivir a una persona por día. Alexei es el guardián, protege a una persona (incluyendo a él mismo) cada noche, aunque no puede proteger a la misma persona dos noches seguidas, de ahí que haya estado de perrito guardián por las noches. Obtuve un segundo poder para regalarle unas bonitas pesadillas a una persona e intenté que Tatiana pensara que Alexei la había intentado matar, para ver si lo acusaba o hacía algún movimiento y así poder librarme de alguno de los dos, pero la rubia es muy precavida, no ha dicho nada. También conozco el rol de Alessandra, puede revivir a una persona (incluyendo a sí misma) y matar a otra, pero creo que los ha gastado ya, así que no me preocupa mucho. El otro que descubrí fue Nicolaj, que poseía el poder de revivir a dos personas y convertirlas en sus esclavos, pero está muerto. Creo con casi toda certeza que fue el que revivió la primera vez a Leinad. Bueno, y Maddie, pensé que era una de los nuestros y me encontré con otra cosa, así que decidí quitarla de en medio y de paso arriesgarme a que me mataran para ponerme en contacto con alguno de vosotros - me encogí de hombros con tranquilidad y seguí - a parte de eso, a parte de eso, descubrí por otros medios el poder de Camille. Tuve una visita de Tifus desde el otro barrio y por sus palabras diría que Camille hizo que el japonés se enamorara de ella, pero eso es otra historia que me gustaría contarte después de que me cuentes tu algo, porque puede que la información que me dio Tifus coincida con alguna que tengas tu.

Con la muerte de Mariano, la conexión se rompe y pierden la posibilidad de comunicarse por este medio.

Deambulabas esa noche como cada noche y entonces, viste unos grandes ojos que se posaron en ti. Los inmensos ojos de un búho te miraban inquisitivamente, reconociéndote, mirando tu alma y tu verdadera esencia. Te acercaste y viste a Ember, quien estaba en una postura extraña. Sus ojos parecían ser más brillantes, su piel estaba recubierta de algo oscuro que, tras acostumbrarte a la luz, pudiste ver que se trataban de señales de plumas y unos ojos penetrantes que en la noche prestaban vigilia.

Ella te vio y tú la miraste, se vieron apartadas del grupo en un lugar diferente, oscuro, lleno de neblina y donde no podían reconocer si se trataba del campamento o de otro lugar. Ella vio a una Lydia con pelaje de lince y ojos de depredador, hambrienta y sedienta a la vez. La chica comprendió qué sucedía y se le acercó sin dejar de vigilarle, tocó su mano y entonces Lydia pudo sentir la oscuridad de su interior, su mutación la había vuelto oscura, tan oscura como Lydia. Eran aliadas que ahora se habían reconocido.

Con la muerte de Ember, la conexión se rompe y pierden la posibilidad de comunicarse por este medio.

Con la vuelta de Ember, la conexión se reestablece.

Con la muerte de Lydia, la conexión se rompe.