El nuevo día se alzaba y aunque no había tanta luz como para estar seguros, una parte del reactor se veía más iluminada, lo cual les daba los indicios necesarios de que era así. Se levantaron con la grata sorpresa de estar vivos a pesar de estar a los pies del reactor y miraron alrededor. El panel que había estallado estaba frente a ustedes y solo quedaba un enorme agujero, el cual suponían había sido el reactor originalmente, pero cuya sombra era todo lo que quedaba. Se dice que debajo de lo que ahora es ese hoyo se encuentra el elemento más radioactivo del planeta, se trata de “El pie de elefante”, un desecho radioactivo que puede matar a una persona en cuestión de minutos y una de las razones por las cuales este experimento tiene tanta importancia.

Un extraño olor ferroso estaba por todo el lugar y pudieron identificar el olor que se les había hecho tan conocido, el olor de la piel quemada por la radiación. Buscaron el origen y vieron que venía de la tienda de Cossette. Al abrir, aquel terrible aroma se esparció por todo el lugar y pudieron ver que había sido degollada, además de tener una herida en su abdomen, y tenía varias venas ennegrecidas en su cuello. También vieron que la sangre que cubría su cuello y abdomen parecía ennegrecida igualmente.

Esto hizo que temieran no ser liberados, por lo cual decidieron que esconderían aquello de los científicos. El olor era muy fuerte, pero tal vez podían esconderlo de alguna forma. Arrastraron la carpa de Cossette hasta la sala de control, esperando que dijeran que se trataba de Irina y no de nadie más. Al hacer esto, regresaron con rapidez, antes de que la doctora llegara. Por el momento, el plan iba bien y, segundos más tarde, la doctora llegó, pero no venía sola, su escolta traía un gran maletín. Les miró y decidió hablar.

- El experimento ha tenido tropiezos, hemos fallado, pero este suero ha nacido a partir de aquellos tropiezos y, con esto, podrán volver a su vida normal. Felicidades, pues recibirán su pago, al igual que el suero que los liberará. El suero tardará un poco en hacer efecto, así que deben aplicarse sus dosis ahora – todos hicieron caso tratando de que no notara la ausencia de Cossette, aplicándose la inyección.

Tras esto, la doctora pasó con el cheque para cada uno, primero con Ember, luego con Nicolaj, Tatianna, Tifu, Yevtsye y cuando buscó a Cossette, la doctora se alarmó. La primera vez que parecía mostrar sorpresa. Miró alrededor y al ver sus rostros, preguntó - ¿Dónde está la Señorita Agere? – todos se asustaron, pero trataron de ocultarlo hasta que la mujer repitió la pregunta - ¿Dónde está la Señorita Agere? – no hubo respuesta alguna. La mujer lo entendió, era claro.

- Creo que erramos. Al parecer, no podemos considerar el experimento como exitoso. Tendremos que continuar un día más aquí – el click de una pistola se escuchó detrás de la doctora donde se encontraba Maddie, quien parecía que la doctora había olvidado por la sorpresa con Cossette. El escolta cayó al suelo inconsciente y Maddie apuntaba su arma a la cabeza de la doctora – No estaremos un solo día más aquí. Nos iremos ahora mismo – dijo sencillamente.

La piel de Maddie brillaba con un brillo particular y sus palabras sonaban muy convincentes para todos los presentes, los cuales comenzaban a paralizarse con el sonido de su voz. Mientras tanto, su voz se mezclaba con el suave siseo de una serpiente, el cual se hacía atrayente e hipnótico y su piel parecía cambiar con cada palabra, dejando ver lo que parecía una piel escamosa, pero de vistosos colores, al igual que sus pupilas se alargaban para asemejar a las de una serpiente. La doctora la miraba aterrada y antes de que pudiera hablar, Maddie le pidió que le diera el maletín, la mujer obedeció sin pensarlo demasiado y tras un golpe con el rifle, la científica cayó inconsciente al suelo con un leve sangrado en donde Maddie le había golpeado.

La militar hizo una señal a todos para salir de allí, la cual obedecieron sin chistar. No pensaban quedarse a averiguar qué pasaría si el resto del equipo se daba cuenta qué había pasado, aunque nadie se arriesgaría a entrar al reactor y menos a usar una medicina experimental en sí mismos.

Fueron volviendo en sus pasos y casi como si se tratara de una película, revivieron todos y cada uno de los momentos en ese lugar. Primero volvieron a la sala de control, luego a la sala de turbinas, pasaron por los torniquetes y al llegar a la entrada al reactor, Maddie detuvo su paso firme para buscar la tienda de Taylor, la cual llevaba algunos días muerta. Miró a Tatianna y ella sin decir una sola palabra, comprendió qué era lo que quería. Tomó una de sus dosis modificadas y la inyectó en Taylor, haciendo que su cuerpo se soltara poco a poco y se regenerara. Tras unos segundos de aquel espectáculo, la chica rubia estaba viva y abrazó a Maddie con fuerza para luego levantarse y unirse a su marcha.

Todos siguieron caminando bajo el liderato de las dos mujeres y pasaron por la estación de bomberos, donde tomaron un camión de estos y con Maddie al volante, todos se subieron atrás. Les tomaría mucho tiempo volver al punto de partida antes de ser atrapados, así que debían moverse rápido y eso explicaba esta alternativa.

Con un último vistazo a todos esos lugares en los que habían estado, rememoraron al alegre grupo que había llegado a formar parte del experimento y cómo, poco a poco, había llegado a su ocaso.

Al llegar a aquel monumento, Maddie paró el camión diciendo que los seguirían si seguían en él, así que, a partir de allí, tendrían que buscar otro medio de transporte. Entonces, la mujer abrió el maletín y pudieron ver que no solo estaban las inyecciones de un suero color azuloso, sino los cheques de los demás participantes. Los repartieron entre todos los sobrevivientes, quedando aún con más dinero del esperado y con el suero que les liberaría de este absurdo juego. Todos se la aplicaron con algo de afán y entonces, sintieron cómo sus cuerpos parecían volver a la normalidad. Nada de mutaciones, hambre o algún conocimiento del cual desconocían el origen. Maddie se la aplicó igualmente y aunque sus rasgos viperinos habían desaparecido, el control que ejercía sobre los sobrevivientes era aún latente. Al preguntarle qué seguiría, ella explicó que tenía un nombre que limpiar, además de algunas batallas que lidiar. Después de aquello, podrían escoger qué hacer.

Nicolaj miró a Tatianna y a Tifu con una mezcla de cariño y preocupación, mostrando que su vínculo, si bien no estaba unido por la muerte, seguía latente y pasaba a ser protector. Los ojos de Ember pasaron de ser grandes como los de un búho a ser los mismos ojos pequeños y marrones de siempre. Yevtsye miró a la chica y ahora, sus ojos no tenían un brillo particular, solamente seguían siendo muy expresivos y profundos, pero su capacidad de transmitir sus sentimientos había desaparecido. Tifu y Tatianna perdieron su hambre y conocimiento adquirido, regresando a la vida que tenían antes, pero con un nuevo lazo entre ellos. Taylor se acercó a Maddie una vez más y le agradeció por todo, diciendo que había hecho bien en confiar en ella, en apoyarse en ella y hacerla su tutora. Gracias a ella, habían salido vivos de ese experimento.

Con solamente un transporte por conseguir, se dirigieron hacia donde creían estaba la ciudad y al ver un autobús, lo tomaron y se marcharon de ese lugar de muerte. Tal vez los encontrarían y les darían caza, pero por ahora podían gozar de su libertad.

- FIN -