Pudiste ver a alguien de pie allí, mirándolos con una mezcla de tristeza y compasión y notaste que no estabas sola. Leinad tenía su piel quemada y allí estaban Tifu con la piel caída y las venas ennegrecidas, Camille, Charles e Inadra con la misma condición, Vladimir y Morris igual que cuando habían sido abandonados. Shahrzad había pasado de verse saludable a mostrar las quemaduras de la radiación igualmente, mostrando lo que le había sucedido. También estaban Alessandra con la cara destruida y las quemaduras de la radiación, Mariano quemado por la radiación y con múltiples marcas de disparos, Tatianna con las quemaduras de radiación y un único disparo en su frente, Taylor, con los signos de quemadura por radiación y con marcas de ataduras en su rostro, manos y piernas, Irina y Clive mostraban las circunstancias de su muerte. Y ahora llegaban Lydia y Maddie, la primera con las señales de ataduras y las quemaduras que todos aquellos ajusticiados mostraban y Maddie, cuyos hombros estaban en una posición extraña y su cabello se encontraba manchado de sangre.
Entonces, el escenario cambió. Se encontraron frente a un objeto que solo los conocedores de la historia de Chernobyl habrían oído mentar: "El pie de elefante", el objeto más radioactivo de toda la tierra, el cual mataría a una persona en cuestión de minutos. Pero allí estaban, sin sentir dolor, ni los efectos. Tal vez era porque realmente ya estaban muertos.
Y con la llegada del nuevo día, la silueta de Tifu se desvanece hasta desaparecer, abandonando este lugar.
Haber hay...
Esperado varapalo nocturno - Lo temía... – Sonrío deliciosamente. Saboreando mi muerte en una despreciable parálisis del sueño enriquezco mis ya inútiles sabidurías sobre las codiciadas dosis, preventivas y no tan somníferas. No sé si me han arrastrado por los pelos hasta colgarme de esa manera... – Malditos... - gruño mirando hacia la muchacha inglesa.
Observo a los muertos, hoy, voto conjunto desperdiciado para el día de ayer. Buen trabajo – Vuestra incompetencia os ciega – Tuve buena compañía en Pripyat, pero... o bien no me dejaron-no pude, no soy digna de mi bandera, o bien nunca lo fui. No quedará mucho.
-Incompetencia, porque. Aquí no tenemos contacto con los vivos, yo al menos. ¿Que información podemos tener como para saber a quien votar? -Era evidente que le había molestado las palabras de la mujer.
- ¿No quedará mucho? Ojalá.... - dijo Mariano sin saludar siquiera a Maddie.
Y así como rápido había llegado, rápido se iría. La figura de Maddie se va haciendo tenue hasta que desaparece por completo de aquel lugar.
Ve llegar a Lydia y Maddie, luego desaparecer a Tifu, y desaparecer a Maddie de nuevo.
-No creo que quede mucho -le dice a Mariano.- Pero nosotros no iremos a ningún lado. Estamos muertos.
- ¿Y ellos qué están? - dice señalando el lugar del que acaba de desaparecer Maddie - ¿De parranda?
-No se... ¿Nomuertos? -se encoge de hombros.- Mira donde estamos. En el centro mismo de la radiación, y ni si quiera nos duele. Eso es que muy vivos no estamos.
Clive estaba un tanto ausente, tanto como cualquier espectro sin esperanza.
-Tengo una pregunta para todos, alguno de los que siguen "vivos" .-Eso ya no lo consideraba vivir. -¿No ha "muerto" todavia? -Habían pasado tantos días, tantas cosas tantos muertos muriendo y resurgiendo que a estas alturas ni sabia la respuesta a su pregunta.
Pudiste ver a alguien de pie allí, mirándolos con una mezcla de tristeza y compasión y notaste que no estabas sola. Leinad tenía su piel quemada y allí estaban Camille, Charles e Inadra con la misma condición de su muerte, Vladimir y Morris igual que cuando habían sido abandonados. Shahrzad había pasado de verse saludable a mostrar las quemaduras de la radiación igualmente, mostrando lo que le había sucedido. También estaban Alessandra con la cara destruida y las quemaduras de la radiación, Mariano quemado por la radiación y con múltiples marcas de disparos, Taylor, con los signos de quemadura por radiación y con marcas de ataduras en su rostro, manos y piernas, Irina y Clive mostraban las circunstancias de su muerte. Lydia con rastros de ataduras y con las quemaduras de la radiación, mientras que llegaba Alexei con las marcas de quemaduras y un leve hilo de sangre que bajaba por la parte posterior de su cabeza.
Entonces, el escenario cambió. Se encontraron frente a un objeto que solo los conocedores de la historia de Chernobyl habrían oído mentar: "El pie de elefante", el objeto más radioactivo de toda la tierra, el cual mataría a una persona en cuestión de minutos. Pero allí estaban, sin sentir dolor, ni los efectos. Tal vez era porque realmente ya estaban muertos.
Pregunta... Tattiana y Tifu tambien estan? Es decir...estan vivos pero ahi tambien?
Corregido, disculpa. Olvidé editar esa parte. Ambos están vivos.
Sentado en lo que seria algo totalmente radiactivo alzo la cabeza y saludo con la mano al recién llegado.
-Hola viejo, ponte cómodo, que este parece ser el final del camino. -Se estremeció solo de darse cuenta de su propia frase.
No me sorprendí en absoluto.
Sabia que iba a terminar allí de un momento a otro. Lo raro fue que le costo mas de lo normal aceptar su propia muerte.
-Depende de para quien sea el final, amigo. - Dijo sonriendo poniéndose al lado de Clive.- Aun queda uno allí. Y se quien es.
De repente, la figura de Irina se desvaneció de aquel lugar, siendo solamente un recuerdo del lugar donde se encontraba.
Tras el gran silencio que invadía ese lugar en los últimos días, dos figuras más hacían su aparición. Se trataba de Irina y Cossette, quienes volvían a hacer parte de los cuerpos que habitaban en ese lugar.
Irina mostraba las quemaduras de la radiación y las marcas de las cuerdas que la habían atado, mientras que Cossette se encontraba bañada en su propia sangre, con una cortada grande en su cuello y otra en su vientre. Sus ropas estaban manchadas y su sangre tenía un color extraño, algo parecido al negro, mientras podía verse un conjunto de venas ennegrecidas en el cuello.
Alzo la mirada solo para saludar a las recién llegadas.
-Hola chicas, por aquí esto esta muy aburrido, la verdad, no esperaba que la muerte fuera así. ¿Podéis decirnos que esta pasando entre los vivos? Para entretener un rato aunque sea. -Se le veía pelin decaído.
La vuelta al reactor me topó por sorpresa - ¡Puto chino! - No tenían ni idea de quien era el que faltaba, aunque probablemente no tardarían demasiado en dar con la clave. Me resigné a esperar el final de todo, destinada a quedarme allí dentro para siempre, así que con tono serio y apagado me limité a responder a Clive antes de refugiarme entre las sombras.
- Esos imbéciles siguen intentando adivinar quiénes son los asesinos. Por lo que parece aún no tienen ni idea, aunque no les debe quedar mucho - Al fin y al cabo eran cinco contra uno.