Los Ancianos habían hablando y el Conclave se ha de reunir. Sois los elegidos de vuestra raza que podéis darle solución a este asunto.
Habéis sido reunidos en la ciudad voladora "Austrión" un territorio neutral creado hace miles de años por los dragones que os precedieron, ahora en ruinas, se usa como lugar de reunión para este tipo de asunto.
La cúpula de cielo amarillo os contempla, es un hechizo convocado por los Ancianos que os permitirá entrar pero no salir hasta que el asunto haya sido aclarado.
Toda la ciudad está minada de columnas, coronadas por estatuas que quieren representar amazonas, y formaciones de piedra blanca lo bastante grande para alojaros.
En la plaza central, circundada también por columnas y enlosada por adoquines, otrora blancos, por los que crece algún inusual brote vegetal. Aunque antigua esta ciudad estaba preservada por la magia para que el tiempo no la destruyera.
Recordad que esta escena es para comprobar que estáis todos. Podéis postear todo lo que queráis,siempre a todos.
Si cuando yo abra el día 1 no he recibido aunque sea un mensaje de cada uno,expulsare y sustituiré al que no haya posteado.
Sin mas dilación,defended vuestra raza y sobre todo divertíos! =)
Vuelo sobre las ruinas y desciendo en picado, en el último instante me convierto en drow y salto ágilmente hasta el suelo. Me cruzo de brazos esperando a mis compañeros, me poyo en una columma y suspiro, cada día mueren más y más seres de mi raza.
Llevo el pelo blanco detrás de las puntiagudas orejas, y una túnica muy cara y llamativa, de color oscuro con bordes dorados. Odio adoptar formas fuera de ser dragón, pero los drow, son seres inteligentes y malvados por naturaleza, hábiles y ágiles, fuertes, astutos y bellos, como yo.
Los dragones somos seres superiores, alabados por el resto de criaturas, sin embargo, estamos desapareciendo, y como siempre el resto llega tarde.
el drgaon rojo acababa de llegar tán sólo estaba el dragon negro y se habia transformado en su forma humana, pero el Dragon rojo aun desconfiaba y no pensaba transformarse en su forma humana todavia-DRAGON ROJO HA LLEGADO AL CONCLAVE HAY QUE ESPERAR A LOS DEMAS
Veo llegar al dragón rojo sin inmutarme, esos dragonzuelos son tan pequeños...
Sin demorarme mucho aterrizo y en ese instante cambio a mi forma humana.
-Hola compañeros.
Me siento comadamente a esperar el resto de los convocados.
Asiento en forma de saludo, ya llegaron dos, el rojo y el de cobre. Quedan trece dragones que representan a trece razas.
Lentamente y sin demasiada prisa, desciendo de los cielos y me poso con suavidad en el suelo, no cambio de forma sino que permanezco con mi verdadera forma.
Llego volndo, en mi forma de dragón... Bajo y callado me mantengo rondando el lugar...
El Dragón Wyvern descendió en picado desde el cielo, haciendo pequeños cambios bruscos en el aire. Le gustaba la sensación de volar. Aunque era algo normal entre los dragones, no quitaba que tuviese que disfrutarlo.
Aterrizó y resopló con fuerza.
He llegado
"Tres menos, quedan diez" pienso en mi cabeza.
Noté como el viento silbaba entre mis alas mientras volaba rauda y ligera hasta la ciudad en ruinas de Austrión. Entre las nubes pude ver cómo varios de mis semejantes ya estaban allí: como siempre llego tarde.
Descendí suavemente observando el lugar, la ciudad rezumaba magia por todas partes y nada más llegar a tierra noté que esta se extendía por todo mi cuerpo con una enorme fuerza.
Fue entonces cuando miré a mi alrededor y me fijé en que varios dragones habían adquirido otras formas más compactas lo que me pareció una buena idea, como fuéramos muchos no tendríamos mucho espacio y con lo mal que estaban algunas de las ruinas bien podrían caerse de un coletazo. De esa forma y aprovechando mi conexión con la tierra mi aspecto fue cambiando hasta que dieron lugar a una joven y delicada elfa.
- Saludos compañeros, lamento el retraso.
Al contrario de lo esperable, una pequeña y delicada figura humana llega al lugar, con una sonrisa feliz y un gesto tranquilo. Entorno mi mirada al ver a la elfa, un enorme dragón rojo, un drow, un dragón plateado, un tipo duro y un dragón de hueso. Mi sonrisa se amplía.
¡Buenos días!
Digo, con un gesto feliz, me acerco hacia la elfa y me coloco a su lado con un gesto tranquilo y amable.
Asiento al ver llegar a otros dos más.
-Bienvenidos compañeros, esperad que todavía faltan ocho, la mitad - digo con un tono neutral.
Llegaba a tiempo para el conclave en la ciudad eterna del aire... Un ligero movimiento de alas y descendí a pocos metros del suelo...
Mis movientos eran pocos pero efectivos...
Vi como varios de los presentes adoptaron formas humanas poder comunicarnos con fluidez... es sabido por todos que la lengua de los dragones es muy intensa a la hora de comunicarse... la lengua humana era más rápida aunque mortal...
Un bloque de niebla cubre mis escamas y al disiparse pudieron ver como me había convertido en una humana de formas delicadas... Hilos de plata con desteños electricos adornaban mi pelo y mis manos...
me recoste en una de las escalinatas y dije a los ya congregados:
Siento mi tardanza... Espero llegar a tiempo...
¡No importa! ¡No eres la última!
Respondo, con un gesto tranquilo a la recién llegada y una sonrisa completamente amable. Wow, todos son grandes, poderosos o de hermosas formas delicadas... Pienso, con asombro.
Gracias... Pequeño...
Digo meciendo el pelo del Dragón Blanco mientras miraba al resto de los presentes...
Cuando mece mis cabellos cierro los ojos y ladeo la cabeza para facilitarle tal tarea, con una sonrisa amplia en mi cabeza. Qué sensación tan extraña... Siento cómo algo se agita dentro de mí.
No importa. Estamos aquí para ayudarnos.
Respondo, contento.
Bien ya llegue, aunque algo tarde, ... pero prefiero volar de noche, pues se atraen menos miradas de cazadores....
Y... para que se nos ha invocado... Ancianos?, cual es el problema que atormenta vuestras deviles mentes....
la ultima vez que tuve la suerte de tan buena compañía. yo aun era joven, muchos aun no habíais nacido, pero también por aquel entonces los hilos del destino nos juntaron por una lamentable tragedia. traición y la codicia... vuelven entre los nuestros
pero perdonad que este pobre viejo no se presente, eso no dice nada, solo dejad contad que he venido en representación de los míos, así soy la voz de los dragones marinos. -haciendo una sencilla y sutil reverencia desvio mi atención en la dificil tarea de encontrar mi escaño y tomar asiento, a paso lento, pero firme.
ante vosotros un anciano de larga barba, túnicas roídas intenso olor a sal, ojos que un día debieron lucir como zafiros, ahora profundos y oscuro como la eterna noche de las simas avisales, el pelo encrespado por la brisa como el del marino que corta el océano sobre el casco de su barco. y ninguna mueca de humanidad que denote bondad, compasión, maldad, u cualquier otro sentimiento.
buenas compañeros es raro estar todos reunidos aqui otra vez