Partida Rol por web

Al menos entonces sabremos quién es la pareja. Todos lo sabrían. La situación es que hay un lobo que quiere matarnos a todos para quedarse con esa orejas largas -digo un tanto despectivo- y con los tesoros. Y ella quiere matar a todos los civiles para quedarse con su amorcito. Ella es una traidora y nosotros tenemos a otro traidor... -cito entonces a Bicéfalo- La avaricia sólo puede ser de uno.

Me cruzo de brazos.

Ella va en mi contra y su pareja también. Y también Cobre. He conseguido desviar la atención de Latón, pero el precio es alto. Para sobrevivir necesito... Que la mates.

Me encojo de hombros.*

¡No!

Digo, negando con la cabeza. ¿Cómo he podido ser tan estúpido?

Malinterpreté las palabras de Laia... No tiene por qué estar enamorada de ninguno de nosotros. Aunque pienso que efectivamente puede ser así....

Inspiro profundamente y me llevo una mano a la cabeza, me siento estúpido y pequeño.

Mi sangre jóven me ha traicionado. Solicito disculpas a todos vosotros. Votaré a quien deseeis y expongo mi cuello ante vosotros por si esta noche deseáis matarme. Al parecer he errado vilmente y merezco ser castigado por ello. Nuevamente, solicito vuestras disculpas.

Sin embargo, algo en mi interior late con furia, queriendo gritarme, pero por ahora lo arrastro a las profundidades.

Con la caída de Blanco fue un golpe para ellos, era uno de los mas activos dentro del cónclave. Bicefalo sopeso esta nueva situación.

-Nosotros votamos por atacar a Verde, si cae ella caera tambien...

-Su enamorad@. Son dos dragones por el precio de uno.

-Estoy de acuerdo.

Me parece bien, pero a lo mejor tienen proteccion...

-Parece que todo empieza a esclarecerse.

-Y Azul mentía, Verde no tenia enamorado alguno.

-Cobre nos esta allanando el camino.

Bicefalo observaba callado, ¿Volvian a ser cuatro? Sin duda quien revivio a Verde tambien hizo lo propio con Blanco. ¿Pero ahora que ha regresado se puede confiar en el? ¿Es el mismo cínico...

Llego a un paso tranquilo hasta el lugar, como si nunca me hubiese marchado. Me siento en la piedra que he hecho siempre. Miro a todos los presentes e inclino mi cabeza a modo de saludo.

Saludos, compañeros. Lamento mi demora... Me ha resultado imposible volver antes.

Dibujo una media sonrisa en mi rostro.

Aunque creo que eso es algo que ya... Sabréis.

-Hola compañeros, hace poco he descubierto una nueva habilidad, podía revivir a un dragón al azar y que se uniera a nosotros, he tenido suerte y ha sido el amigo Adonai - digo dándole una pequeña colleja.

Sonrío con amabilidad a Negro, pese a su colleja.

Bueno... Debido a ello no me enfadaré por el golpecito.

Digo, acompañado de una ligera carcajada.

Gracias.

Digo, bastante más serio. Me llevo un dedo a los labios, ligeramente pensativo.

Y yo que iba a vender mi alma al demonio dragón para volver...

Me pongo en pie y tiendo mi mano a Negro.

-Aunque estando aquí se demuestre lo contrario lo he hecho, intentando lo máximo posible que fueras tú porque los dragones negros también tenemos sentimientos, y sentimos adoración por nuestros niños - digo, guiñándole un ojo morado de mi cuerpo drow - ¿vender el alma al demonio dragón? - pregunto, preocupado.

También los blancos tenemos emociones...

Digo, tras reflexionar sus palabras. Asiento con la cabeza y le miro a los ojos.

Yo siento respeto por el honor, y tú has demostrado tenerlo. Estoy en deuda contigo.

Niego con la cabeza.

Sólo fué un pensamiento fugaz. Había algo que reconcomía mi alma en aquel mar de almas. Pero aquí estoy. Por cierto, si ahora pides permiso para matar a Cobre, seguro que más de uno te aplaudirá, por lo que me ha parecido entender.

Me encojo de hombros y mi sonrisa se amplía de un modo infantil y completamente contento.

De nuevo, gracias, Oscuro... Hermano.

Sonrío y digo:

-¿Entonces pido que voten a Cobre?

Por lo que me ha parecido entender, Cobre puede escudarse de la votación, hablaba de matarlo directamente. En las votaciones... Voy a por Wyvern, mis motivos son más que obvios: es un traidor que ha matado delante del Cónclave a Laia, Azul, y además me ha condenado a votarme. Fué por quien morí anteriormente.

Me encojo de hombros.

Si puede usar mi don... Podría congelarlo para que no se defendiese. Pero ahora, sin el cónclave y con su escudo, creo que tan sólo tú puedes usar tu oscuro poder para destruirle, pero antes deberías de pedir permiso al Cónclave para que no te condenasen por ello como pretendo hacer con Wyvern.

Entonces a quien voto yo? o voto a quien yo quiera?

-Sería mejor aguantar ese poder, lo digo porque no han muerto ni la mitad.

Me quedo en silencio pensando unos segundos.

Ahora mismo el bando de Marino te acusa de ser culpable, Latón, pero el otro bando quiere vernos muertos a Negro y a mí. Si quieres unirte a nuestros votos dí algo similar a que no toleras a los traidores y a los que matan a los suyos y como muestra de fé votarás a quien dictamine Verde, así unirás tu voto a ella y a Hueso y quitarás sospechas sobre tí. Si no, vota a quien desees.

Acto seguido miro a Negro.

Quizá sea mejor guardarlo para luego, pero si Cobre va a estar constantemente protegiendo a Wyvern y Wyvern va a estar envenenándonos no sé hasta qué punto nos interesa eso. De todos modos, para este tipo de decisiones...

Me giro hacia Bicéfalo e inclino mi cabeza con el mayor de los respetos.

-La votacion es libre, elegir por vosotros mismos.-Dijo derecha.

-Una vez tengamos el linchamiento, pensemos en quien acabar.-Termino izquierda