Partida Rol por web

Una vez que hubo pasado el peligro que suponía un anciano decrépito, Kevin Kristo volvió a arrodillarse ante aquel saco, y tras cerrar los ojos durante unos segundos y rezar una oración, este tocó con su mano el cuerpo que se encontraba dentro de aquel saco para que... se moviera de golpe y le diera un cabezazo directamente en su nariz.

-¡AU!. -Gritó llevándose la mano a la nariz.

Quitándose el saco de encima luego del cabezazo repentino que le dio a Kevin Kristo sin querer, la muchacha miró a un lado y a otro para encontrarse rodeada de tres personas que apenas, de forma bastante vaga, reconocía como aquellos que habían participado junto con ella en aquella locura de juego en donde terminó por fenecer a causa de un apuñalamiento.

Sacando un pañuelo y llevándoselo a la nariz sangrante, aquel muchacho decidió darle la bienvenida a la recién llegada al mundo de los vivos, aunque en este caso parecía ser una re-bienvenida, pues no había nacido, sino que simplemente había logrado resucitar, o mejor dicho la habían resucitado.

-Te haré un resumen, mi Quirk me permite resucitar a gente. Te he resucitado porque eres mi aliada. Si tienes ganas de vomitar es normal... o eso creo, solo usaba mi habilidad en gente envenenada. Quizás por mi, quizás no. Tus heridas están sanas, al menos el mínimo para seguir viviendo...

Aquel anciano decrépito salió del mausoleo a tiempo, pero la niebla era tan espesa que hacía imposible para los ojos cansados de aquel hombre de distinguir la figura de aquellos cuatro adolescentes, principalmente porque Tooth Poppu los estaba cubriendo con su cuerpo y nadie en su sano juicio pensaría que esa silueta era el de una persona humana.

El anciano continuó caminando siguiendo el patrón del camino del bordillo del camino de piedra.

Una vez, nuevamente libres de vistas indeseables, Rori Poppu alzaría la voz nuevamente, dirigiéndose directamente a aquel muchacho de la ropa de color llamativo. Al parecer no estaba del todo impresionada en un primer momento que este pudiera revivir a alguien que llevaba 16 días muerta, pues presenció como la gente se re-encarnaba en pasteles.

-Bueno eso no ha sido para tant... -Antes de terminar la frase, un sonido traqueteante llamó la atención de la muchacha que se giró a tiempo para ver un pequeño ejército de esqueletos salir del mausoleo para ir directamente a donde estos estaban reunidos- Vale, ahora sí que me has sorprendido. Creo que se te fue la mano. -Y dio un lametazo a la piruleta- Slurp.

En estos momentos Kevin Kristo sintió una variedad de emociones recorriendo sobre su cuerpo, al principio sintió ligero enojo por no ser reconocido, luego sintió alegría porque creyó que aquella muchacha había rectificado y finalmente sintió terror al ver a aquel contingente de esqueletos ir hacia ellos usando armas medievales. ¿De donde las habían sacado?. ¿¡POR QUE?!.

-N-No son míos... -Tras decir esto echó a correr en dirección contraria.- ¡Corran!. -Eso sí, dio el aviso de correr DESPUÉS de echar a correr y estar a unas cuantas tumbas de distancia como ventaja.

El hecho de estar muerta no ayudaba demasiado a conservar una buena salud, mucho menos cuando más allá del motivo de estar muerta ser remediado por el Quirk de Kevin Kristo en su justa medida para estar apenas viva, también tenía que remediar todo el demás daño que la descomposición había hecho.

-N-No puedo caminar. -Avisó al resto tras tratar de levantarse y caerse.

Al parecer ser más ancha que alta, no le daba demasiadas ventajas en eso de trasladarse de un lugar a otro con rapidez, mucho menos de maniobrar, por lo que cuando ante ellos apareció un lago, Dory de Ramallah tuvo que usar su habilidad para congelar parcialmente este y así conseguir crear un camino para que Tooth pudiera cruzar, dejando a los esqueletos varados cerca de la orilla.

Sorprendentemente en el centro de aquel lago había una pequeña isla en la que Dory de Ramallah, así como todos pudieron descansar y tomar el aliento. Y en particular aquella muchacha helada calentarse gracias a los enormes músculos de Tooth Poppu. Este pequeño paraíso de paz se vio perturbado cuando escucharon un claro disparo que los alertó.

Ni siquiera pudieron quedarse a charlar sobre como ahora Dory de Ramallah tenía el pelo de un color verdoso, probablemente a causa de morirse y resucitar por el mínimo exponente.

La grandullona de Tooth se llevó las manos a las orejas e hizo una mueca de desaprobación a lo que acababa de escuchar, realmente la gigantona no le gustaban los sonidos estridentes venidos de la nada. Aunque era probable que ni siquiera hubiera logrado identificar que este venía de un arma de fuego.

-No gustar. -Comentó de forma lastimera- Tooth querer ir fuera.

No hizo falta que nadie dijera nada, pues todos los que no eran Tooth Poppu también tuvieron ese sentimiento de urgencia al escuchar el disparo, sonido que sí identificaron correctamente; por lo que volviendo a hacer uso de sus habilidades, Dory de Ramallah volvió a crear un camino por el lago, con barandilla por las esquinas, para que Tooth pudiera pasar sin riesgo a caerse ahora que podía usar sus habilidades sin tener que hacerlo a la carrera.

Siguiendo las indicaciones de Rori Poppu, este grupo logró regresar a la zona de las estatuas de ángeles con rostros tristes y melancólicos; al parecer ya no había ningún tipo de peligro palpable, pues no había rastro de esqueletos.

Lo que sí pudieron notar fue que en vez de haber uno de esos ángeles ahora habían cuatro, y uno de ellos tenía la cabeza reventada. Pero claramente este era el lugar correcto, el lugar donde habían acordado reunirse.

Y había otra cosa más, algo que llamó la atención de aquella muchacha de la piruleta y esto fue la presencia de alguien más, segregando un leve humillo morado por alguno de sus poros mientras estaba tumbado boca arriba en el cesped rojizo.

El cuerpo de este joven ya no tenía nada de vida y no era difícil de saber qué es lo que había pasado gracias al enorme agujero que tenía en el pecho, pues una vez que obtuvo esa herida era algo que no iba a durar por mucho tiempo, pues a fin de cuentas tenía una enorme herida en todo el pecho y eso por mucho se intentara, nadie iba a repararlo.

Para más inri, del cuerpo estaba a emanando un humillo morado, algo que cualquiera que hubo viendo dibujos animados podría reconocer como algún tipo de veneno; extremadamente tóxico, venenoso y evidentemente peligroso para quien estuviera cerca y lo respirara; al parecer había perdido el control de su Quirk por el daño que había recibido y liberaba todas las toxinas que tenía en su interior.

Ver el cuerpo de un niño, un adolescente, de alguien de una edad similar a la de uno, nos obliga a pensar lo futil que es la vida y como en un abrir y cerrar de ojos esta se puede ir, elevar y finalmente desaparecer. Esto es algo que nos hace pensar en lo frágiles que somos y en lo rápido que nos marchitamos... Pero ella era Tooth.

-Donut. -Dijo Tooth Poppu metiéndole un dedo tan grande como una morcilla gigante en el agujero que tenía en todo el pecho.

Evidentemente que Tooth Poppu le metiera el dedo a un cadáver era algo que no le agradaba en absoluto a Rori Poppu, pues ella iba a tener que lidiar y andar con cuidado con ese dedo de difunto hasta que la grandullona decidiera limpiárselo. Por lo que girándose hacia el muchacho anaranjado esta exigió.

-Tu, resucítalo. -Le ordenó- No queremos que la policía investigue esto y un niño muerto suele atraer demasiadas miradas. Este debe de tener familia o alguien que se preocupe, así que tráelo de vuelta. Ya se resolverá como sea.

Y tras esto, ordenando a Tooth que soltara el equipaje de mano (Dory de Ramallah), estas dos se marcharon del lugar.

Remoloneando un poco, pero finalmente cediendo ante las exigencias de la heredera de la fortuna de los Poppu, Kevin Kristo repitió sus plegarias y su toque mágico para sanar las heridas lo suficiente como para que el muchacho pudiera sobrevivir a aquel brutal ataque, en especial si le buscaban un hospital rápido.

Y tras esto, aquel dúo también se marchó del cementerio mientras de fondo podían escuchar un rugido de un dragón de esqueleto, una enorme explosión en forma de cruz que iluminó todo el cementerio y un segundo dragón esqueleto pero eso... es otra historia que ya fue contada...