El hecho de que Tooth Kowasu no viera como, en efecto, Rori Peropero había hecho trampas en nombre de Zeni Tsuo el cual su instinto se limitaba a quedarse quieto apretando firmemente los dientes mientras temblaba, hizo que esta grandullona creyera con estupor que había perdido.
-Tooth Perder... -Comento Tooth con una mezcla entre sorpresa y tristeza- ¡Competir de nuevo!. ¡Otro día!. ¡Ver quien ser mejor!. ¡Tocar a ti escoger!. -Sugirió a Zeni.
El muchacho estaba demasiado asustado con todo aquello como para pensar ahora mismo algo en el que pudiera estar compitiendo con Tooth Kowasu en estos momentos, aunque ese mismo sentimiento fue el que le dio aquella pequeña idea como para salir con vida de todo aquello.
-Va-Vale, -dijo tartamudeando- ma-mañana competiremos... a... a... ¡Mañana te digo!. -Y así fue como, de forma heróica salió corriendo.
Y usando el mismo túnel que había hecho Tooth Kowasu para entrar, este cuarteto de saboteados salieron de aquella sala para escapar de toda esa trampa mortal que era La Fábrica de Dulces de Kyandi Poppu, dueño que ni siquiera habían podido ver en persona en ningún momento.