Al ver la intención de mi hermano, no podía dejarle ir solo. Di otro paso poniéndome a su lado, poniéndo mi mano en su hombro. -Voy con vosotros, no voy a dejarte ir ahora hermanito. - Y dicho esto me apresuro a subir sobre la alfombra sentándome con cuidado. ¿Puede con todos? -¡Démonos prisa! -
Mierda... Bueno, no se va a quedar aquí sin hacer nada. La conozco demasiado bien. pienso mientras le sonrío a mi hermana.
-Esta bien, pero Yasmin tu quédate. No creo que la alfombra pueda con los tres... -digo para intentar convencerla.