Partida Rol por web

Esta vez mas dolorido consigo mantener el equilibrio y no caer el suelo. Me incorporo con algunas dificultades pero, sin vacilar, apunto hacia uno de los pies y le disparo un proyectil.

Entre Lucca y tú conseguís eliminar a la pierna derecha del sincorazón, no sin antes recibir tú un giro mortal del brazo derecho. El brazo izquierdo realiza el mismo movimiento una vez más, pero por suerte no acierta a nadie, al contrario que la pierna izquierda, que acierta a Lucca de lleno.

La cabeza empezaba a darme vueltas de los terribles golpes que me estaban dando esas extremidades. A duras penas consigo volver a levantar la llave-espada, apuntar y disparar al Brazo derecho.

Disparas al brazo derecho, pero éste te golpea antes de que puedas derrotarlo. Por suerte, Lucca logra dispararle y hacer que estalle en sombras, rematándolo. De él salen unas esferas de energía que se reparten entre ti y tu aliada, haciendo que os sintáis mejor, con lo que lográis esquivar los ataques de los otros dos miembros del sincorazón.

Siento como recupero un mis fuerzas y, además, veo como el enemigo va perdiendo potencia al ir destruyendo sus extremidades. Levanto la espada con las dos manos y disparo un proyectil hacia el brazo que queda.

Rematáis el brazo restante, haciéndolo estallar. Satisfechos porque sólo queda una extremidad, sonreís. Sin embargo, la parte restante se ve de pronto envuelta en luz y se convierte de nuevo en la Armadura Inversa completa, la cual te golpea sin piedad.

La armadura vuelve a unirse y le vuelven a aparecer las extremidades que le faltaban. -Maldita sea... -murmuro mientras apunto, de nuevo, hacia el pecho de la armadura y descargo un proyectil.

Lanzas un proyectil hacia la armadura y ésta cae al suelo. Lucca la remata disparándola con la máxima potencia que su pistola se lo permite y, de pronto... estalla en un remolino de luz y sombras que se desvanece, dejando paso a lo que parece una luz en forma de la silueta de una gran cerradura.

-¡Kamikoro! ¡Fíjate en eso!

Me coloco bien las gafas mientras inspecciono lo que parece una cerradura. Esta flotando justo donde la extraña armadura se ha desvanecido.

-Parece que la hemos encontrado. -digo sonriendo hacia Lucca. -Pero no tengo ni idea de que hacer... -añado mientras intercalo la mirada entre la cerradura y la llave espada.

Después de pensarlo unos segundos me acerco, cauteloso, hacia la cerradura e intento "meter" la punta de la llave en el hueco.

Tu brazo se mueve por la fuerza de la llave espada. No podrías explicar por qué ni cómo, pero lo sabes y lo notas. De pronto, una luz surge del extremo de la llave espada y sale disparada hacia la cerradura, rellenándola por completo y produciendo una luz todavía más fuerte. Sabes que, en cuanto te dirijas a esa luz, viajarás a otro mundo.

Sigo andando hacia la cerradura, a paso lento. Extiendo la mano que tengo libre hacia la luz pero, justo antes de alcanzarla, giro la cabeza hacia Lucca.

-Encantado de haberte conocido, Lucca, pero tengo que buscar a mis amigos. Espero que nos volvamos a encontrar algún día. -digo antes de volver a dar otro paso. -Dale recuerdos a Melchior. -doy otro paso. -¡Y muchas gracias por todo! -digo, con una sonrisa, mientras la luz me empieza a envolver...

-¡Mucha suerte! ¡Vuelve a visitarnos si puedes! - te grita Lucca sonriendo mientras caminas hacia la luz y te desvaneces de ese mundo.