¿¿??
Centro de la Ciudad
Llegáis a los que parece ser el centro de la ciudad, una gran plaza con altos edificios y tenderetes. Y, ahí en medio, un joven de cabello negro, chaleco morado y anchos pantalones blancos que parece estar buscando algo por todas partes.
-Mira, parece que hemos encontrado a alguien. -murmuro para mi hermana. Sigo andando en dirección al chico. -Buenos días, me llamo Kamikoro y esta es mi hermana Eri. -digo con una leve sonrisa en los labios. -¿Donde se ha metido toda la gente?
-¿Eh? - dice el chico, algo despistado. - Ah. Perdón. Yo soy Aladdín. En cuanto a la gente, supongo que estarán en sus casas, preparándose.
-Encantado, Aladdín. -respondo. -¿Preparándose para que? Es que somos nuevos en la ciudad... -digo con bastante interés. De momento no será bueno explicar lo de las llave-espada y lo de los mundos. pienso mientras espero una respuesta del muchacho.
-Para la tormenta de arena, claro. - explica. - Hay muchas aquí en Agrabah, pero dicen que se avecina una muy fuerte. La gente estará refugiándose y reforzando las puertas y las ventanas.
Voy a esperar a Eri mejor que sino nos metemos en un dialogo interminable que puede durar hasta que ella aparezca xDD
-Hola. - Me limito a decir tímidamente, cuando mi hermano nos presenta ante el joven que está intentando encontrar algo. Me quedo junto a Kamikoro, mientras les oigo conversar. ¿Una tormenta de arena? Eso explica que no se vea un alma por aquí...
Pero entonces...
-¿Sabes si tardará mucho en llegar la tormenta? - Pregunto algo intranquila, no he vivido nunca una tormenta de arena ni nada por el estilo pero, parece algo peligroso. -Aunque, ¿cómo es que sigues aún aquí? ¿Te podemos ayudar de algún modo? - Añado, ladeando un poco la cabeza.
Perdón, perdóon >< estuve este finde en la playa, y volví anoche tan agotada que me acosté, siento la demora
-Bueno yo... - el chico se rasca la nuca, pensativo. - vaya, no os lo vais a creer. Estaba buscando algo. Una alfombra.
Observo el gesto del chico y tras oirle, empiezo a explicarle. -Cuando llegué a la ciudad vi muchas alfombras, pero hubo una que me llamó la atención... - Comento pensativa. -Verás, era una alfombra diferente, pero con buenos modales, estaba encerrada en una habitación. Pero al abrirle la puerta como me pidió, se marchó volando. - Dije sin perder la sonrisa, como si fuera lo más normal del mundo.
Eri está majara xD Edit: ñeeeee perdona ><
Justo cuando iba a responder al chico Eri le explica lo que acababa de pasar. -Ha salido de una de las casas de ahí atrás pero la hemos perdido de vista... -añado mientras señalo con el dedo hacia la dirección indicada.
Jo, mi post... A editarlo! xDD
-¡¿Qué?! ¡¿Se fue?! ¿Hacia dónde? ¡Maldición, sólo ella conoce la entrada a la Cueva de las Maravillas!
-No lo se, la perdimos de vista. -digo bajando el brazo. Cueva de las maravillas ¿eh?
-Podemos ayudarte a buscarla si quieres, antes de que empiece la tormenta de arena... -añado con una sonrisa en los labios.
-Me... me haríais un gran favor, la verdad. ¿Deberíamos dividirnos?
-Opino lo mismo. -digo mientras me adelanto un paso. -Nos podemos dividir y sin en unos diez minutos no hemos encontrado nada, nos volvemos a reunir aquí. ¿Os parece bien? -añado mientras inspecciono las posibles calles por donde ir.
Dime los posibles caminos y los reparto entre los 3 :P
-Por mi bien hermanito. - Dije asintiendo con la cabeza. Si nos dividimos tenemos más posibilidades de dar con la alfombra, que juntos. -Iré por dónde me digáis. - Añadí espectante, observando de hito en hito, al cielo, y a Kamikoro y Aladdin.
Caminos:
Agrabah - Calle Principal
Agrabah - Edificio
Agrabah - Desierto (Afueras)
-Eri, tu ves por la calle principal y busca por donde la has perdido de vista y en la casa. Aladdin, tu ves calle abajo y busca por los alrededores y yo miraré que no esté por las afueras. -digo mientras voy señalando los sitios por donde ir. -Y recordad, en diez minutos nos encontramos aquí ¿Vale? -añado mientras alterno la mirada entre mi hermana y el muchacho.
Asentí ante las palabras de mi hermano. -Vale, me pongo en marcha entonces. ¡Nos vemos en diez minutos! - Dije encaminándome hacia la calle principal, a paso ligero despidiéndome de ellos con la mano. -¡Suerte chicos! - exclamé antes de perderlos de vista. Veámos dónde te has metido...
-¡Suerte tu también! -digo sonriendo a mi hermana. Entonces me giro hacia Aladdín. -Venga, vamos. -añado mientras empiezo a andar dirección a las afueras de la ciudad.