—No es nada fácil aprender este conjuro, podrías necesitar 15 o 20 años para poder usarlo sin perder una parte del cuerpo en el proceso. ¿Estás dispuesta a correr ese riesgo, señorita Fitipaldi?— das por concluida la conversación —Entendido, me quedaré aquí escondido hasta que volváis a por mí.
Con el teletransporte de Drake regresasteis a tu vivienda. No costó nada convencer a Bluff y posteriormente llevasteis a Barafor a la casita dela playa d ex-representante.
Una vez todo está hecho regresasteis de nuevo a casa.
—Ya está, no me quedan energías para teletransportarme. Espero que no surja ninguna emergencia hasta que descanse un poco— toma asiento y se relaja un poco —¿Qué haremos ahora? ¿Planeas ir a buscar esos fragmentos de los que habló?
—No, no estoy dispuesta a correr el riesgo, ni tampoco a sacrificar tantos años en aprender algo que podrái descubrir por mi cuenta de otra forma. Te quedarás sin teléfono a menos que me puedas ofrecer algo de igual valor a cambio.
Casi le doy un coscorrón a Drake cuando expresa su agotamiento. Me contengo a último momento para que después no diga que soy una esposa castigadora.
—No digas eso en voz alta, bobo —le reprocho—. Nadie tiene por qué enterarse y yo ya me doy cuenta de cuando te agotas. Si lo comunicas a los cuatro vientos podríamos recibir una emboscada. ¿No oíste que Barafor tenía espías en mi propia casa? Ya no sé dónde sentirme segura.
—Sí, creo que el fragmento que tienen Pororo y Priscilla es el que más me urge recuperar. En manos de ellos es bien probable que alguien más peligroso se los robe y quisiera ser yo quien haga eso. De paso ya estaremos viajando a la localización del otro que nos dijo.
—Tienes razón, lo siento— se disculpa Drake esbozando una sonrisa cansada —Pues procederemos como estimes oportuno. Por lo pronto yo me retiraré a descansar, eso siempre y cuando Eugene no la haya liado con uno de sus inventos.
Drake se despide de ti cariñosamente antes de marcharse a su vivienda. Ozeroth ser ha mantenido en un respetuoso silencio todo este rato.
—Supongo que irás a informar a los demás.
Cuando quieras acabamos esta escena.
—No, señor —replico, agarrando inmediatamente el brazo de Drake cuando se está marchando—. Haré que preparen una habitación y usted pasa la noche aquí.
Hago pucheros al decir eso, mirándolo con ojitos cariñosos.
—¿Cómo voy a permitir que cruces la plaza con este estado de fatiga que tienes?
Sigo mirándolo, poniendo ojos vidriosos muy actuados. Luego aparto la mirada, llevándome una mano a la mejilla.
—Además... si no puedes usar tu teletransporte... —continúo, mirándolo de soslayo ahora— ¿Quién acudirá raudo en mi ayuda si algún malvado se cuela en mi casa?
—Cualquiera de nosotros, señorita Fitipaldi —responden Lei, Hume y Cinnamon a la vez, apareciendo de la nada.
—¡Buh! ¡No lo arruinen! ¿Y de dónde sacaron ese nombre? ¿Estuvieron espiando todo el tiempo?
—Nunca podría dormir en paz si permitiese que fuera usted sola a ver a esa persona de sospechosas características.
—Podrían haberlo arruinado todo —respondo, cansada, soltando a Drake para poner las manos en la cintura, aunque mi sonrisa no tarda en salir—. Pero gracias. Los adoro a todos.
Asiento en respuesta a Ozeroth, buscando con la mirada luego un reloj.
—No sé ni qué hora es, pero aún es temprano. Hay que hablar con Michello acerca de las condiciones que puso este desgraciado y ver si nos acepta. Tenemos que ser muy cuidadosos con esto, porque donde la gente se entere, la reputación que me ha llevado tanto tiempo y esmero construir se va a venir abajo con fuerza.
Drake se detiene al sentir tu mano y esboza una sonrisa divertida al escuchar tus argumentos.
—De acuerdo, me quedaré aquí.
Respondes a Ozeroth haciendo hincapié en actuar con prudencia con el tema de la negociación.
—No creo que haya problemas, siempre podemos hacer que te desvinculen de cualquier acuerdo para proteger tu reputación. Estoy seguro de que Michello dirá lo mismo.
Tal y como dijiste aún es temprano así que vas a hablar con Michello. Tras explicarle el asunto él fue a hacer algunas consultas para regresar más tarde. Tal y como anticipó Drake, él te propuso desvincularte de ese acuerdo, y comentó que es posible que no haya problemas con el trato aunque habrá que añadir un par de condiciones adicionales.
La primera condición es que no tendrá ninguna posición privilegiada en el reino como él quiere, pero a cambio pueden acogerlo como asesor especial bajo una estricta vigilancia. Obviamente eso vendrá acompañado por protección y cubrir sus necesidades esenciales. Y la segunda condición es que sus esbirros tienen prohibido estar dentro del reino.
—La corte no piensa moverse de esas condiciones a cambio de su colaboración— te explica.
—Me parece estupendo —respondo a Michello— pero habrá que ver qué decide él ahora. Tendríamos que ir a avisarle, a no ser que ya lo sepa, que puede estar todavía espiándonos.
Me siento tan alegre por cómo se están desarrollando las cosas, que no puedo evitar sonreír todo el rato.
—Bien, en breve tenemos que realizar otra excursión para buscar un fragmento, diría que comencemos a preparar eso.
—Claro. Por fortuna puedo pedir un permiso e ir con vosotros si lo necesitaras. Házmelo saber e iré armado hasta los dientes.
Tras eso fuiste a reunirte con Barafor e informaste de las condiciones de la corte, y para tu sorpresa accedió a ellas sin ponerle trabas. Aunque por otro lado tampoco es que tuviera muchas opciones, aunque a pesar de todo insistió en tener un "esmárfono" propio, pidiéndote que al menos lo meditaras.
Y con todo esto ya zanjado te centraste en preparar el próximo viaje.
Pasamos a la siguiente escena.