—Por lo menos ella va a comer bien hoy y lo que quede de semana. Has hecho una buena obra— cuando mencionas al hombre que salvasteis se muestra pensativo —Seguro que se encuentra bien, ese hombre parecía lleno de energía. No estoy seguro de si se repetirá la historia... pero será mejor que vayamos a ver qué quiere Fynn.
Sigues a Drake por la ciudad hasta llegar a las minas. Allí os encontrasteis con el señor que salvasteis, quien actualmente está en una oficina con trabajo de despacho. Se encuentra perfectamente bien y no tarda en hablar de sus nietos. Cuando Drake le pide indicaciones para la sección 8-c el hombre se puso serio.
—Hum... es un lugar muy profundo, pero no por ello más peligroso que las secciones más cercanas. Ahora mismo no hay nadie trabajando allí— os explica mientras te entrega una copia de los planos —Tomen y vayan con cuidado.
—Gracias.
A la hora de orientarte tuviste unos pocos problemas y os llegasteis a extraviar un poco antes de encontrar el camino. Con más retraso de lo esperado llegasteis al lugar indicado. Efectivamente esta mina está en desuso y no hay nadie, y apenas hay equipamiento por allí. Drake va iluminando con una lámpara de aceite que tomó prestada tratando de ver a vuestro alrededor.
—Habéis tardado más de lo que esperaba. ¿Os habéis perdido?— escuchas la voz de un hombre procedente del final del pasillo.
Drake se pone serio y avanza hacia allí un par de pasos.
—Deberías dejar de hacerte el interesante, Fynn.
El hombre sale de su escondite, dejándose ver. Es un hombre alto, pelirrojo y con vestimentas cómodas y modestas. Os mira con actitud jovial.
—Vamos, Hiro. ¿Es esa la forma de saludar a un viejo amigo?
—Un viejo amigo no recurre a métodos tan retorcidos para pedir ayuda. Dime qué ocurre aquí.
—Al menos preséntame a tu amorcito, aunque es de sobra conocida. Un placer conocerte, Rosalia Vivaldi.
—Éste es Fynn, el último miembro que te faltaba por conocer del grupo que me ayudó a derrotar al Rey Demonio Darukar. Es el monje-ladrón.
—Espera... ¿ella ya ha conocido a Meira?
—Así es. Y se han hecho amigas.
Fynn suelta un silbido.
—Entonces tiene que ser una gran mujer. No solo es increíblemente hermosa sino que tiene que tener un don de gentes impresionante.
—Fynn. El asunto— Drake empieza a impacientarse.
—De acuerdo— Fynn abandona su expresión jovial para ponerse serio —Drake, algunos de mis mocosos han desaparecido. Hace dos o tres semanas desde que desaparecieron uno por uno, y no he tenido mucho éxito encontrando pistas.
—Que no hayas tenido tú mucho éxito me da mala espina.
—Ya te digo. La guardia me ha estado obstaculizando.
—¿Estás insinuando que podrían estar detrás?
—Que ellos sean los culpables no lo sé, pero seguro que están en el ajo.
Motivo: Orientación en minas (per Rosalia)
Tirada: 2d6
Resultado: 3(+8)=11 [1, 2]
—Fynn, si ya sabes de mí, ¿entonces por qué no fuiste directamente a casa a pedir ayuda?
Lo de Meira no me resultó tan complicado como este tipo lo pone, fue casi todo gracias a que ella y Drake ya se conocían y dio la casualidad de que yo estaba ahí. Si no hubiese estado él, no sé si hubiera logrado eso ni que nos ayudara con el problema de ese entonces. Pero bueno.
—Llevamos tiempo sin vernos, me hice más amiga de Kayleen en realidad. Bueno, supongo.
Todavía no sé del todo qué piensa de mí esa elfa. A veces la noto contenta, pero nunca me convenzo de que realmente le esté gustando vivir en la mansión.
—Y entonces, ¿son sólo niños los que desaparecen? ¿Qué días fueron? ¿Dónde fue la última vez que los vieron? Lo más pronto que nos pongamos a trabajar en esto, más pronto los recuperaremos.
Fynn se cruza de brazos pensativo.
—Hmmm... ahora que lo pienso las desapariciones siempre han ocurrido los martes y los jueves.
—¿Siempre esos días? Eso indica un patrón bastante evidente— Drake se acaricia el mentón pensativo.
—Ooh. ¿Ya estás en modo detective?
—Cuando hay casos así, siempre.
—Eso me recuerda... ¿lograste encontrar a esa chica? ¿Cómo se llamaba? ¿Himiko?
—La encontré. Se encuentra bien y es muy feliz aquí. Se va a casar con un buen hombre.
—Me alegro. Entonces es lo que llamarías un caso cerrado.
—No del todo. Me gustaría comunicar la situación a su familia y a mis antiguos jefes pero eso es imposible.
—Ah, claro, eso... volviendo al tema de mis pequeños...
—Tenemos que encontrar algo que responda a ese patrón. Qué podría ser... ¿algún servicio? ¿Una patrulla concreta?— se gira hacia ti —¿Qué opinas, cariño?
Edit para corregir un error ortográfico.
—No sé, puede ser cualquier cosa, necesitamos más datos.
Lo primero que se me ocurre ahora sería poner un cebo para descubrir algo más, pero si van a por niños, usar niños para esto no me parece sano. Imagino que debe ser por eso que este Fynn no lo ha hecho aún, o sea que tiene escrúpulos.
—¿Y hay alguna denuncia sobre esto? ¿Absolutamente nadie se ha interesado por las desapariciones? Podríamos contactar con el orfanato, a ver si saben algo.
Fynn niega con la cabeza.
—Estos niños viven en la calle, el orfanato no puede hacerse cargo de tantos aún con su generosa donación. Casi nadie los echa en falta por lo que no hay denuncia al respecto. Y digamos que las autoridades y yo no nos llevamos especialmente bien— hace una pausa —Aun con todo creo que alguien interpuso una denuncia, pero no parece que le hicieran caso alguno. Sin embargo mi instinto me dice que están ocultando esas denuncias.
Drake mira serio a Fynn.
—Tu intuición rara vez falla. Si lo que dices fuese verdad, eso quiere decir que alguien de la guardia está detrás de todo esto, o alguien que tiene control sobre ella. Y esto me da muy mala espina.
Fynn devuelve a Drake una mirada de preocupación.
—Espero que no estés pensando en lo mismo que temo.
—Solo hay tres motivos para secuestrar a niños: tráfico de esclavos, experimentos o rituales nigrománticos. Teniendo en cuenta que los niños secuestrados son vagabundos la opción menos probable es que sea para tráfico de esclavos.
Fynn chasquea la lengua.
—Mierda, esos mocosos estaban bajo mi protección.
—Por lo pronto el primer movimiento debería ser investigar los lugares donde desaparecieron los pequeños. Preferiblemente sin que nos descubran los guardias por si estuvieran implicados en el asunto. Y es altamente probable que sea el caso. ¿Alguna idea de por dónde empezar a buscar?
—Se me ocurren varios sitios, empezando por las chabolas donde descansan.
—Bien. También necesitaremos algo de ayuda. Rosalia, cielo, estoy seguro de que estás pensando lo mismo. Puedo regresar a tu residencia y traer allí a algunos aliados. Tú mientras tanto podrías empezar a investigar con Fynn.
—¿Ella será de ayuda, Hiro?
Drake esboza una sonrisa tranquilizadora.
—Mucho más de lo que puedas imaginar. Te sorprenderá.
Voy a ir preparando escena nueva. Tú ve nominando a quiénes quieres de ayuda.
—¿Eh? Espera, ¿a quién vas a traer?
Otra vez me está sobreestimando. No tengo tanto entrenamiento como él para este tipo de trabajo, sólo soy inteligente y ya. Necesito demasiado tiempo para poder pensar bien.
—Creo que aquí Michello y Lloyd serían indispensables. El primero quizás tenga contactos en la guardia y nos pueda echar una mano con el diálogo ahí; el segundo se mezclará en las chabolas para investigar. A Anita seguro no le guste esto, pero estamos hablando de niños desaparecidos, es algo que la pone furiosa y hará escarmentar al responsable a como dé lugar. Tráela a ella también. Dejaré descansar a Lei un rato, además destacaría mucho, a menos que opte por vestirse casual, cosa que se rehusará a hacer de todos modos, así que da igual. Seguro viene de todas formas y te regañará por teletransportarme lejos de ella.
—Opino igual, Michello y Lloyd pueden ser de gran ayuda. Traeré también a Anabella, seguramente querrá ayudar. Y trataré de convencer a Lei para que descanse. Os llevaré cerca de la salida de las minas e iré a por los refuerzos. Nos encontraremos en la posada, ésa será nuestra base de operaciones.
Drake os teletrasporta a un punto cercano a la salida de las minas antes de ir a buscar los refuerzos.
Pasamos a la siguiente escena.