—¡Eso es, seguid manteniendo la presión!— alienta Drake apoyando tus palabras.
Nadiel empieza a cargar su disparo mientras Drake y Simon cargan hacia el frente contra Nihil, quien les ataca sin acierto. Combinas tu poder con el ataque de la elfa y el proyectil disparado impacta con mucha potencia haciendo retroceder a vuestro oponente, a quien obviamente no le ha agradado nada.
—¡Cuidado, alejaos!— advierte Nadiel a Drake y Simon.
Los dos se apartan de un salto cuando ven que una lluvia de espada y lanzas caen sobre Nihil desde todas direcciones como una tormenta mortal. El dios olvidado las repele con una explosión de poder irritado, y cuando va a buscar al responsable ve a Lloyd a su espalda listo para apuñalarle en un ojo.
—¡Te tengo!
Nihil grita de furia y se revuelve para tratar de golpear a Lloyd, quien se aleja con gran agilidad esquivando el golpe por los pelos.
Un par de armas salen volando hacia el kinético pero otra espada los repele moviéndose por voluntad propia antes de regresar al lado de Daniel.
—Ten cuidado Lloyd. Este oponente nos supera— advierte el Señor de Altaria en funciones.
—Lo sé, pero si sangra se le puede matar— responde éste señalando hacia la cara de Nihil.
Efectivamente, Nihil está sangrando por el ojo, por la herida que le hizo Lloyd.
—Pagarás tu osadía, pequeño insecto...
Drake se coloca delante de Nihil para cubrir a Lloyd y Daniel.
—Te recuerdo que nosotros somos tus oponentes— advierte con una media sonrisa increíblemente molona.
Igualar la dificultad es éxito. No tiro por la canción porque estás a tope de tokens. Aprovecha para usarlos a tope.
Causas 5 de daño a Nihil.
Nihil (ND 19). Ha recibido 9 de daño.
Rosalia: 10/10, 3 tokens.
Aliados:
Simon (potencia).
Nadiel (ágil).
Eco (apoyo).
Drake (protector, Aura de héroe -añade el dado menor al daño realizado-. Efecto activo).
Canción (cada turno se tira 1d6, si sale par recuperas un token. Efecto activo).
—No sólo sangra, ¡también se enoja!
Vuelvo a dar otro arpegio, que parece que potencia mi magia de uan manera que nunca me hubiera imaginado. No sé si de verdad es Drake el que nos está elevando el espíritu de combate, sino más bien el poder que nos trae esto.
—No sabía que un dios primigenio tan grande podría ver afectado su temperamento por unos simples y patéticos mortales —grito a Nihil, luego de que reciba la puñalada en el ojo—. ¡Eres tan grande como las cosas que te molestan!
Todavía queda otro ojo. Levanto entonces la mano que sostiene el instrumento y veo cómo éste se ilumina y cambia de forma. Tengo ahora un arco luminoso, el mismo con el que a veces es representada Selene en estatuas y vitrales, que se asemeja a una luna creciente rodeada de estrellas.
—¡Tiro Finale!
Un a horda de proyectiles aparecen alrededor, cargados de la misma luz. Quería apuntarle al ojo, pero ahora parece que le lloverá de todo, esto no me lo esperaba. Son tantos que ni siquiera puedo ver lo que tengo delante.
Motivo: Poder + I
Tirada: 2d6
Dificultad: 19+
Resultado: 8(+12)=20 (Exito) [4, 4]
—No sabía que un dios primigenio tan grande podría ver afectado su temperamento por unos simples y patéticos mortales —grito a Nihil, luego de que reciba la puñalada en el ojo—. ¡Eres tan grande como las cosas que te molestan!
—¡Lo que le irrita es que estemos echando a perder su plan!— responde Drake.
La furia de Nihil decide dirigirla contra vosotros y os sorprende con una desproporcionada ola destructora. Drake rápidamente se coloca para cubrirte con su escudo, pero delante de vosotros se materializan Jules y Yukie levantando una cúpula protectora que bloquea ese ataque.
—¡No vencerás, Nihil!— proclaman al unísono los dos espíritus con confianza —¡Rosalia, Hirokichi, es el momento de asestarle el golpe final!
—¡Eso no va a pasar, idiotas! ¡En cuanto despache a Barafor acabaré con vosotros!— exclama Malaquias, quien ha derrotado a las figuras de Barafor y tiene a éste a su merced —Fallaste en el cálculo maestro, es hora de morir.
Barafor empieza a reírse, pese a su situación.
—Ay... siempre fuiste un alumno talentoso, pero también despistado. ¿Recuerdas que te dije que esa falta de atención sería tu perdición, Malaquias?
—No me vengas con tonterías, maestro. ¿A dónde quieres ir a parar?
—¿No te has fijado en cuantas piezas tenía aquí en el campo de batalla?
Malaquías observa los restos de los "soldados de Barafor".
—Veo los peones, los caballos, torres, alfiles, reina, rey... un momento, ¡falta un peón!— Malaquias se pone a buscar a su alrededor.
—Es inútil, ese peón no está en el campo de batalla.
Barafor esboza una sonrisa siniestra mientras los ojos de Malaquias se quedan en blanco y se desploma inerte.
—Malaquias, nuestra pelea comenzó hace varios días, cuando envié un peón hacia donde sabía que te refugiarías, esperando el momento adecuado para eliminarte a distancia. Siempre fuiste demasiado engreído, por eso sueles perderte algunos detalles clave. Incluso un insignificante peón puede ganar la batalla. Supongo que esto es un jaque mate— concluye Barafor, quien se deja caer en el suelo, agotado —Más vale que vosotros cumpláis con vuestra parte y derrotéis a Nihil.
Simon, Nadiel y Eco entretienen a Nihil, recibiendo ayuda de muchos de los aliados que habéis hecho a lo largo de toda esta aventura. Michello, Ozeroth, Fynn, Frida, Rosemary, Gustav, Meira, Kayleen, Lei y sus 5 versiones robóticas creadas por Eugene... todos están plantando cara a Nihil, el Dios olvidado que cada vez está perdiendo más poder.
Drake se acerca para que empuñéis juntos su espada y empezáis a acumular poder en ella.
—Es el momento de acabar con él, Rosalia.
Una vez acumulas todo tu poder en la espada Drake se lanza al ataque contra Nihil en un todo o nada. Ambos se enfrascan en un duelo frenético tratando de asestarle al otro el golpe final, y el antaño inspector de policía japonés logra clavarle la espada en el pecho.
Nihil se retuerce de dolor y retrocede soltando alaridos y haciendo violentos aspavientos tratando de quitarse la espada, pero ésta sigue firmemente clavada, con todo el poder acumulado en el filo, como si esperase a que le des la orden para descargar todo vuestro poder para eliminar la maligna presencia del cuerpo de Kenichi.
Motivo: potencia
Tirada: 1d6
Resultado: 3 [3]
Motivo: Canción
Tirada: 1d6
Resultado: 6 [6]
Por error te contabilicé 2 menos de daño del que correspondía, lo añado al actual.
Causas 13 de daño a Nihil. Gastas un token. La canción te restaura un token.
Nihil (ND 19). Ha recibido 22 de daño.
El combate ha finalizado. Narra cómo borras a Nihil de la existencia.
Una melodía empieza a sonar procedente de la espada de Drake, y a medida que se escuchan las notas van dispersándose partes de Nihil. La criatura gigantesca que retiene Tiamat también empieza a desaparecer.
—Nooo... imposible... derrotado por simples mortales... no quiero irme todavía... quería ser el mundo...— va diciendo Nihil mientras va desapareciendo poco a poco, hasta que desaparece del todo al igual que la criatura gigantesca.
La batalla a vuestro alrededor también está finalizando, y las fuerzas de la secta están dispersándose siendo perseguidas por vuestros aliados. Ha sido una victoria total, y las tropas lo están celebrando. Se ven cosas tan insólitas como elfos abrazando a enanos, tradicionales e históricos rivales.
Enfrente de vosotros queda tendido en el suelo Kenichi, bastante demacrado y consumido. Podéis notar que la vida se le está escapando lentamente, va a morir y es inevitable. Te acercas a él, quien te observa a duras penas.
—Perdóname, Yukie...— ser disculpa estirando la mano hacia ti, con lágrimas en los ojos —Perdóname por no protegerte, por ser un idiota... no he sido un buen hermano...
—Rosalia, por favor, calma el espíritu de mi hermano. Es lo último que te voy a pedir— solicita Yukie, con tono de súplica. La notas profundamente triste.
No me salen las palabras y ni siquiera puedo pensar. Acabamos de vencer una criatura de mal en estado puro, sin nada que redimir, eliminándola completamente. ¿Quién se hubiera imaginado? Y aún así, por más mal que sea, si no fuera por él, no sé si hubiera habido jamás abrazos entre enanos y elfos. ¿Viste eso, Nihil? Has sido tú quien trajo ese bien, aunque indirectamente.
Pero todavía no acaba la cosa, sigue habiendo trabajo por hacer, empezando por este pobre tipo.
—Yukie —llamo rápidamente la atención del espíritu—, ¿sirve si lo perdono yo en tu lugar o debes hacerlo tú misma?
Bueno, si me lo está pidiendo...
—Kenichi, estás perdonado. Todos somos idiotas débiles, no te sientas especial por estar pasando por esto, en serio. ¿Estás arrepentido de verdad? Entonces ya está. Olvidemos todo lo que has hecho y ve al paraíso, anda.
Tiendo mi mano sobre su cabeza, cerrando los ojos.
—En el nombre de Selene, tus faltas han sido borradas, pero deberás pasar por el fuego purificador antes de que puedas reencontrarte con tu hermana.
¿Y ahora me habré convertido en clérigo? ¿O es por la bendición?
—Yukie, no me preguntes cuánto tiempo pasará antes de que se vuelvan a ver ustedes dos, porque no tengo idea. Reza a Selene para que sea corto.
En cuanto Kenichi cierra los ojos su vida expira, y lo hace con una expresión de paz.
—Descansa en paz— murmura Drake despidiéndole respetuosamente.
—Yukie, no me preguntes cuánto tiempo pasará antes de que se vuelvan a ver ustedes dos, porque no tengo idea. Reza a Selene para que sea corto.
"Me conformo con que por fin tenga paz. Gracias Rosalia"— te agradece Yukie.
Tiamat se acerca a vosotros adoptando nuevamente aspecto humano, y se dirige a ti con una amplia sonrisa.
—Nunca pensé que la descarada humana que se atrevió a cantarme las cuarenta (y con absoluto descaro) acabaría destruyendo a un Dios Olvidado. Ha sido un gran trabajo— admite la madre de los dragones.
Sientes un jaleo en la orilla, con varios dragones marinos apiñados frente a Nilakanta.
—¡Señorita! ¿Se encuentra bien? ¿Necesita un refrigerio? ¡Si se acerca alguien nos encargaremos de él!— van diciendo éstos mientras Natasha los observa divertida, ya en su forma humana.
Puedes notar la expresión de extrañeza de Drake.
—¿Es cosa mía, o esos dragones marinos se comportan como matones yakuzas?
Vas a interesarte por Barafor, quien se encuentra tirado en el suelo junto a los restos de la criatura que controlaba remotamente Malaquias. Por un momento temiste que hubiera muerto pero en realidad está observando el cielo con calma.
—Buen trabajo, humanos. Por primera vez en mucho tiempo estoy en el bando ganador, y se siente genial. Me pregunto si...
—¿Qué tramas, Barafor?— Drake muestra desconfianza.
—Estaba pensando que me gustaría asociarme con ese genio "científico" vuestro para desarrollar cosas nuevas. Además tengo mucho interés en la tecnología de tu mundo y ver cómo poder adaptarlo aquí.
—A la mierda, me voy con Natasha a beber algo. ¡Que me lo he ganado!— exclama Nadiel, quien hace ademán de irse pero se gira en el último momento —Ahora que lo pienso, ¿cuántos fragmentos faltan para completar la Canción?
—Diría que solo falta uno. Creo— responde Drake, no muy seguro.
Tú decides si quieres hacer algo más aquí o si pasamos al epílogo.
—Exacto, Barafor, ¿ves? Puede que nos vaya mal algunas veces, pasemos por épocas tristes y pesadas, pero al final lo bueno siempre triunfa.
Creo que de todas las cosas increíbles que han sucedido, el hecho de que Barafor nos haya acompañado y ahora esté con nosotros es lo más grande. La mayoría de nosotros siempre estuvo del lado correcto, pero él se ha convertido por su propia cuenta, por eso me parece hasta más meritorio. Es tan héroe como Drake o Simon.
—Iba a proponerlo como consejal, pero si prefiere trabajar con Eugene, también me parece interesante. Incluso juntos podrían buscar una cura para el vampirismo de Daniel. Sólo espero que se lleven bien... Eugene puede ser, em, especial, a veces.
Cuando nos ponemos a hablar sobre la Canción, busco a Simon para decirle lo que planeo hacer con ella.
—Ey —lo llamo, con una sonrisa animadora—, ¿podemos hablar contigo? Hirokichi y yo hemos pensado usar la Canción para devolverte con tu familia. Entre todos los usos que podríamos darle, ese me parece el más apropiado, puesto que con el tiempo podríamos hallar una cura para el vampirismo, no sólo el del señor Daniel, sino en general, y bueno, Hirokichi piensa quedarse. Todo lo otro que nos hemos planteado puede conseguirse a fruto del esfuerzo. Todo excepto el viaje entre planos, que por lo pronto no lo veo posible mientras vivamos. Así que nos haría falta tu aprobación.
—Exacto, Barafor, ¿ves? Puede que nos vaya mal algunas veces, pasemos por épocas tristes y pesadas, pero al final lo bueno siempre triunfa.
—No se confunda, señorita Petardi— no ha dicho bien tu apellido ni una sola vez desde que os conocisteis —Yo no me he unido al "bando de los buenos", eso es muy subjetivo y yo estoy por encima del bien o el mal. He colaborado con ustedes porque me conviene el futuro que ofrecéis.
—Iba a proponerlo como consejal, pero si prefiere trabajar con Eugene, también me parece interesante.
—¿Interesante? Te quedas corta, jejejeje— Barafor se ríe entre dientes —Tenéis con vosotros a la clase de prodigio con el que siempre he querido trabajar. Con él y los conocimientos del mundo del héroe podría desarrollar unos cuantos proyectos muy locos.
—Oh, no. Otro científico loco que va a hacer explotar mi casa...— se lamenta Drake con tono de broma.
Incluso juntos podrían buscar una cura para el vampirismo de Daniel.
—Os agradezco vuestra buena intención señorita Vivaldi, pero estoy bien así— responde cortésmente Daniel Laplace, quien se ha puesto encima una capucha para evitar que la luz del sol le de directamente, pues el sol ya empieza a asomarse claramente tras la luna —Puede ser un fastidio no poder salir a la calle de día o tener que lidiar con la sed de sangre, pero ahora solo me interesa guiar a Lloyd y prepararlo para que tome el testigo como señor de Altaria. Cuando eso ocurra me gustaría disponer de un lugar donde disponer de un descanso prolongado... al menos hasta que sea necesaria mi ayuda en un futuro.
—Serías como una especie de "Guardián Eterno de Altaria".
Daniel mira a Drake y analiza sus palabras antes de esbozar una sonrisa.
—Me agrada.
—¡Suena genial!— exclama Lloyd.
Acto seguido, Drake y tú os reunís con Simon para explicar vuestros planes con la Canción. El veterano inspector británico os escucha atentamente y en silencio manteniendo cara de póker. Al final esboza una sonrisa.
—Os agradezco la intención, pero me sabría mal que gastaseis el deseo por mí. Sería muy egoísta por mi parte aceptar.
—Tonterías. Nos ha ayudado enormemente, señor Crossford. Gracias a usted Rosalia no ha acabado en las garras de un íncubo y yo sigo con vida. Y esta victoria no habría sido posible sin su ayuda. Además quisiera hacer saber a mi familia y a la de Himiko que estamos bien y somos felices.
Simon se cruza de brazos con expresión reflexiva.
—¿Y no sería mejor que lo comunicarais vosotros mismos en persona, Hirokichi? Sé de buena tinta que vuestra hermana desea con todo su ser volver a verte, aunque sería un problema con tu aspecto cambiado.
—Podría usar una ilusión para verme como era antiguamente, aunque es algo que no manejo muy bien, necesitaría práctica. De todos modos no creo que sea posible enviarte a ti y que nosotros podamos visitar nuestro mundo de forma temporal.
—Ehm... ¿sería mucho problema pedir a la Canción que conecte ambos mundos?— sugiere Eco, tímidamente, en un momento que se ha librado de los agobiantes cariños de su madre Tiamat.
—¿Seguro, Baffy? Sólo te diré esto: cuando llegue tu final tendrás tu juicio. La eternidad es larga, así que elige sabiamente con quién quieres pasarla. Además, si nos enteramos de que tus experimentos se pasan de la barrera de la ética, habremos de detenerte.
Tras esto y lo otro, Eco propone una idea que ya se me había ocurrido, pero que la pasé de largo por el motivo que voy a decirle.
—Eso haría más daño que bien, Eco —respondo enseguida, pero luego me tomo el tiempo de explicarlo—: Ningún mundo está preparado para conocer al otro y la gente, por lo general, opta por la violencia frente a lo desconocido. Imagina entrar en una guerra con la tecnología que nos ha dado Eugene, pero multiplicada por cien. Imagina la destrucción que podría generar nuestra magia mal usada en ese mundo que no la conoce. Eco, tu idea es buena, pero es muy ingenua. No quiere decir que la descartemos, pero deberíamos meditarlo con cuidado.
—Es probable que no usemos inmediatamente la canción. Nos reuniremos con los más sabios de cada raza y civilización antes de tomar esa decisión, justamente para ver si lo hacemos o no. Fíjense que algo así cambiaría ambos mundos para siempre y no habrá vuelta atrás. No es algo que debamos hacer por capricho y a las ligeras. Simon no es muy joven, pero tampoco es un anciano y tenemos tiempo para decidirlo.
—¿Seguro, Baffy? Sólo te diré esto: cuando llegue tu final tendrás tu juicio. La eternidad es larga, así que elige sabiamente con quién quieres pasarla. Además, si nos enteramos de que tus experimentos se pasan de la barrera de la ética, habremos de detenerte.
Barafor se encoge de hombros.
—Haced lo que tengáis que hacer si me paso de la raya, pero pienso adherirme a las reglas de vuestro reino.
Drake se coloca a tu lado cuando te opones a la idea de Eco.
—Estoy de acuerdo con Rosalia. Conectar ambos mundos podría provocar grandes problemas. Inmigración, contrabando... organizaciones criminales podrían colarse aquí y ganar poder aprovechando una superioridad tecnológica. O incluso podrían intentar una invasión para conquistar el mundo y obtener los recursos. Sería una guerra entre mundos para el que nadie estaría preparado. Eco, tu idea era muy bonita pero mucha gente lo retorcería para su propio beneficio.
—La avaricia lo estropea todo— apuntilla Tiamat.
—Oh, entiendo...— dice algo desilusioanda Eco, pero acto seguido se le ilumina la cara —¿Y si se pide que se forje un artefacto que solo pueda usarlo su portadora? En este caso sería Rosalia.
—De todos modos da lo mismo, aún tenemos que completar el diapasón. Nos falta un fragmento y al menos yo no tengo ni idea de dónde puede estar— concluye Drake —Será mejor que vayamos a descansar y regresemos a casa.
Voy a crear la última escena. Si quieres añadir algo más, aprovecha.
—Buscarían secuestrar a esa portadora y sería más de lo mismo, Eco, la portadora se convertiría en parte del artefacto. Si se descubre la existencia de un artefacto así, despertaría el interés de un montón de organizaciones y podría ocurrir de todo. Piensa que para decidir algo tenemos que ver primero la balanza de pros y contras. Una idea como la que propones traería muchos más problemas de los que soluciona. Es linda, sí, es genial, incluso, pero es más peligrosa que útil.