—¿Estamos insinuando ir a revisar ese lugar? —pregunto, con un buen grado de escepticismo—. ¿Qué pretenderíamos encontrar ahí?
—No lo sé, apareció ese lugar en mis visiones— responde Eco.
—Si los demás dragones pudieran ayudarnos con este asunto, ya lo deberían haber intentado, ¿no les parece? Deberían haberse manifestado hace ya tiempo.
—A los dragones no les gusta mezclarse con los mortales, prefieren mantenerse al margen— explica Barafor —Estaría bien si nos ganáramos el favor de Tiamat, sería una aliada increíblemente poderosa. Pero también podríamos ganarnos su ira, en ese caso simplemente estaréis acabados. Si vais a verla tendréis que tener mucho cuidado con lo que decís y cómo actuáis.
—Estaríamos acabados de todos modos si no vencemos a Nihil y al culto, cosa que sin la ayuda de esta dragona dudo que consigamos. No tenemos nada que perder y todo que ganar, ¡así que andando! ¿Quiénes vamos?
—Los que no nos acompañen que vayan preparando mis cosas para la mudanza.
—Yo estaré a tu lado pase lo que pase. No volveré a fallarte— asegura Drake.
—Mi misión es ayudar a Hirokichi, así que contad con mi colaboración— se ofrece Simon.
—Yo también iré. Como elegida de Geus es mi deber ayudar al héroe y a los otros bendecidos de los dioses— Nadiel se apunta.
—Yo iría hasta el infierno con Rosalia pero...— Anabella está dudando. Lo entiendes, no quiere alejarse de su padre ahora después de lo que ha pasado.
—Deberías quedarte junto a tu padre. No te preocupes, yo te cubriré— asegura Martina —Además, conozco el lugar.
—He de acompañaros. Es posible que más adelante reciba otra visión que sea de ayuda— Eco también se apunta.
—Señorita Vivaldi, prepararé con premura el equipo antes de partir con usted— Lei también quiere ir contigo.
—Rosalia, yo me ocuparé de preparar la mudanza. Pediré a Zack y Himiko que nos ayuden a organizarlo todo.
Personajes que te acompañan: Drake, Simon, Nadiel, Martina, Eco y Lei. Cuando confirmes que van a ser ellos quienes te acompañen pasamos a la siguiente escena.
—Lo dices como si me hubieras fallado, Hirokichi —respondo, riendo—. Un tropezón lo tiene cualquiera, pero nos levantamos y seguimos. Ya pasó.
—¡Ah! ¡Casi lo olvido! ¡Tenemos que resolver algo antes de ir con la dragona! Algo que podría incrementar nuestras chances de éxito. El problema es que... Creo que habría que volver al altar de Selene y ahora esa zona es demasiado peligrosa. ¿No hay otros altares? Señor Crossford, ¿dónde está el altar de Helios? ¿Puede haber uno en Ambrosia?
—¿A qué te refieres?— pregunta Drake.
—Parece ser que Rosalia puede promocionar a Serafín como tú, guapetón— responde Martina, acercándose a él.
Drake ni lo duda para frenarla.
—Por favor no haga eso. Además apesta a alcohol. Bebe demasiado.
Martina infla los mofletes.
—Qué decepción, es usted tan soso como el Señor Aburrido. ¿Seguro que no son padre e hijo?
—Para nada. Mi hijo está estudiando en la universidad de Cambridge.
—Era una pregunta retórica, proluk— Martina le da un trago a un vino de reserva que al parecer ha tomado de la bodega, bebiendo a morro además —Por cierto Rosalia, conozco una capilla dedicada a Helios que está cerca de la guarida de Tiamat. Allí podrías proceder con esa promoción, pero requiere algunas preparaciones que necesitan tiempo. Podríamos visitar a Tiamat mientras esas preparaciones surten efecto.
—Eso sí que es conveniente —respondo, expresando sorpresa.
—¿Qué estamos esperando entonces? ¡Vamos allá!
Una vez realizadas las preparaciones decidís partir rumbo a la guardia de Tiamat. Ésta se encuentra más allá de Arbolia, al norte, por lo que solo tenéis que viajar desde la ciudad élfica gracias al teletransporte de Drake.
Seguimos en Episodio 15: La madre de los dragones