Moorag aceptó con estoicismo la respuesta del niño, y luego la del adulto, y esperó ante la puerta cerrada, echando un vistazo a la imponente vivienda de Asuhara. El taciturno consejero no había venido solo. Le acompañaba Oigres Kar, una especie de colaborador y amigo al que conocía de antiguo y trabajaba para él. Cuando apareció Estelios, ambos le saludaron con una pequeña inclinación de cabeza.
-Gracias por su amabilidad, consejero Asuhara. Verá, no quisiera importunarle. Iré directo al grano. He venido porque deseo conocerle mejor, consejero. Quisiera, en realidad, conocer mejor a todos los miembros del consejo. Conocer sus ideas, qué idea de sociedad tiene usted, cómo cree que deberían ser las cosas y cómo llegar a alcanzarlas. Saber, en definitiva, si podemos compartir nuestros pensamientos y, quizás, algún proyecto en común.
Moorag se quedó muy serio, mirando a Estelios a los ojos.
-No tengo inconveniente en informarle de mi propia posición. Estoy dispuesto a sacrificar la libertad personal en aras de la seguridad colectiva,* y más todavía a restringir la libertad económica del individuo, pues considero más adecuado un fuerte control del consejo sobre esos asuntos.**
* O sea, un 3,5 sobre 10 en la escala del rombo de Nolan que el dire nos dio al principio
** Viene a ser un 2/10...
Estelios se queda mirando a Rak Moorag con una expresión de cierto desconcierto mientras le escucha. Cuando el consejero termina, Estelios se rasca la cabeza y se queda unos segundos en silencio; la pregunta que pasaba por su cabeza podía ser evidente para todos-- ¿Y tienes que venir justo cuando estoy comiendo para hablar de esto?
Un largo silencio hace entrever que en la mente de Estelios se están barajando dos opciones, hasta que finalmente parece ceder ante la protocolariamente más correcta. Da un suspiro mientras cierra los ojos, y a continuación invita a Rak y su acompañante a dar un paseo por el jardín mientras responde a su pregunta.
--Considero que en el equilibrio se encuentra la virtud. Creo en la libertad personal bajo cierto control que garantice el orden social. No veo al consejo como el padre al que han de someterse todos los ciudadanos a los que gobierna, sino como un mero regulador que ha de limitarse a garantizar el bienestar de todos los que le dan legitimidad.
>>Por otro lado, creo en la libertad económica bajo cierto control que garantice la prosperidad de todos. La ambición humana es una de las mayores fuerzas que nos llevan al progreso, tratar de limitarla mediante un férreo control por parte del consejo me parece una manera de cortarle las alas a nuestro potencial. Por otro lado, también considero que debe haber cierto control para evitar que dicha ambición devore a la propia nación.
>>En cualquier caso, toda acción llevada a cabo ha de regirse por los principios del honor. De lo contrario seríamos como animales, o algo peor –-dice, enorgulleciéndose de la importancia dada al honor tanto por él como por su Familia.
>>¿Qué sabe del resto de consejeros? ¿Coinciden con usted, conmigo o se plantean de alguna otra manera el desarrollo de nuestra nación? –-pregunta con curiosidad.
Máster, la respuesta que le acabo de dar a Rak Moorag es una basada en la ideología de centro de la Familia. Evidentemente no le va a decir que cree en la monarquía absoluta y que el rey debe ser él xD
Rak agradeció con un gesto la invitación de Estelios, y le escuchó atentamente mientras paseaban por los jardines, claramente impresionado por el cuidado y gusto con el que estaban tratados. Oigres les acompañó, pero permaneció callado.
-Comprendo sus opiniones. Buscar el justo medio siempre es un buen punto de partida, aunque creo que, desgraciadamente, no siempre puede conseguirse. Desconfío demasiado del género humano para apostar por esa vía -sonrió tristemente. -De otra manera, apostaría por una libertad total, pero creo que siendo como somos, no es viable. Sí, el honor -apostilló, mirando a Estelios a los ojos con franqueza- sería una buena manera de conducirse, consejero Asuhara; si ello supone comportarse con honestidad tanto en la práctica del Consejo como en nuestra comunicción como consejeros, puede contar con ello.
Cuando Asuhara preguntó por las opiniones de los demás consejeros, hizo un vago gesto con la mano.
-Bueno, palabras son palabras...* La mayoría parece proclive a dar a los ciudadanos de la república importantes dosis de libertad, en mayor o menor grado. En este sentido se pronunciaron Lumnios y Leowich, mientras que Graco dijo coincidir conmigo en las cuestiones de libertad personal. Gigantino... no he podido hablar con él, y la opinión de Dalmar ya no es importante. Sin embargo, lo creeré cuando lo vea; algunos ya han dado indicios de todo lo contrario en las reuniones del Consejo.
Hizo otro gesto, como restando importancia a la información que estaba compartiendo con Asuhara, mientras continuaba.
-En cualquier caso, y como dije a los demás, estaré encantado de apoyar y contribuir a las medidas en las que estemos de acuerdo; en ese sentido, seré lo más sincero posible y podrá contar siempre conmigo.
Moorag calló, y se mantuvo en silencio. Al parecer, no tenía mucho más que añadir. Finamente, preguntó, sin preámbulos:
-¿Quiénes son los Seguidores de Isëa?
*Quiero decir que la mayoría (como tú) no han dado cifras (por tu respuesta intuyo que estarías en el centro del rombo, en un 5 de libertad personal y un 5 de libertad económica...).
Estelios escuchó con atención todo lo que le decía Rak. Sin duda eran palabras útiles que ayudarán a que los engranajes del Consejo funcionen de manera más fluida, a diferencia de la palabrería de otros consejeros.
El anfitrión decidió no decir nada más, dejando que fuese el invitado quien tuviera la palabra final. Simplemente añadió –-Me alegra que se pueda conversar tan fácilmente con usted, al igual que su disposición por colaborar en aquellos puntos donde nuestras ideologías sean afines.
Estaban paseando cerca de un estanque, ya en dirección a la salida del jardín, cuando la pregunta del consejero le dejó con cierto desconcierto. La expresión de Estelios era de incerteza, pero la pregunta fue clara, por lo que respondió lo evidente.
--Los Seguidores de Isëa son una de las Familias fundadoras de esta ciudad y nación, y actualmente yo la lidero. ¿Qué quiere saber exactamente? –-preguntó, todavía desconcertado ante la pregunta.
Bueno, las cifras son cifras... no se diferencian mucho de las palabras :P
De todas formas, dar la posición exacta en el rombo de Nolan le quita gracia al roleo, ¿no?
Rak se quedó igual de desconcertado que Estelios, y callado. Evidentemente, las interacciones sociales no eran su fuerte. Oigres Kar acudió al rescate.
-Lo que el señor Moorag quiere decir, creo, es que... Sabemos que los Seguidores de Isëa es el nombre de su familia, pero Isëa es también una divinidad, con sus adeptos, ¿no es así?. No nos interprete mal, nosotros somos personas religiosas; el señor Moorag más que un servidor -reconoce, con un cabeceo simpático; -somos fieles a los viejos dioses. Entendemos lo que la religión supone en una república, lo bueno y lo malo que puede aportar. Lo que quisiéramos es conocer más detalles acerca de la faceta religiosa de los Seguidores en relación con la república. Es decir, ¿tiene alguna doctrina teológica? ¿Alguna ideología política? ¿Existe una estructura religiosa, con sus sacerdotes, fiestas, tabúes, rituales?
-Lo que queremos saber -Moorag interrumpió a su compañero, mirándolo con gratitud, pero siempre más directo- es si los Seguidores de Isëa (como religión, no como familia) pueden tener alguna influencia en el devenir de la república, o si lo pretenden.
Roleo a través de Oigres para darle vidilla a la escena, más que nada.
De todas formas, dar la posición exacta en el rombo de Nolan le quita gracia al roleo, ¿no?
Bueno, eso como tú veas. Yo es que soy un tipo preciso... XD