Partida Rol por web

-Esperar aquí, tengo que comprobar una cosa -luego se aleja a una zona mas boscosa

Laocastus observó el Horror Rojo emerger y ser detonado antes de que pudiese enfilar un tiro con su cañón de fusión. Dejó a Chispas hacer su trabajo; conocía un poco de las tradiciones Catachanas, y a éstos no les gustaba que los extraños se metiesen en asuntos de familia. Ceñudo, mantuvo la guardia y el cañón de fusión en alto por si aparecían nuevas criaturas. Alguien tenía que viligar el perímetro mientras el resto trabajaban.

La carne grasienta y sanguinolenta corría por tus mandíbulas mientras la deglutias con algo de angustia, no es que fuera a hacerte vomitar, pero si era asqueroso... el tejido gomoso era masticado con extrema facilidad, pero su sabor era a otra cosa... podría saber a heces adherezadas con orina, sangre y bilis... no era un bocado nada agradable al paladar.

Pero algo estaba empezando a cambiar en tu psique, todo dio una vuelta vertiginosa y tus sentidos se abotargaron, eras consciente de todo, pero tus dones de la disformidad se volvieron locos... de repente percibías mil presencias, luego ninguna, ni la tuya misma, luego las de tus hermanos, luego tres desconocidos... un gran ojo observando con sabiduría... y la mente enjambre, aullando ordenes y pensamientos a sus huestes... todo ocurría muy deprisa para ti, pero la noción del tiempo la perdiste... 

No sabia cuanto tiempo habia pasado, pero todavia no estaba al 100%, ahora mismo era un objetivo facil para sus enemigos, y sentia tres presencias, no sabia si carca o lejos, pero tenia que ponerse en comunicacion con sus compañeros.

Llamo por radio a sus comapañeros
-Aqui Asteron, necesito un poco de ayuda, estoy a 120 metros a las 3:45 de vuestra posicion. -espero que lleguen pronto
Un par de arcadas le vinieron al recordar lo que habia comido, pero su fe en el emperador le hizo levantarse, respirar ondo y colocarse el casco de nuevo, no sin antes limpiar como pudo el sagre y restos del cerebro del guerrero. [I]-Por el Emperador, no dejare que se salgan con la suya[I]

Gano bonos por declararme alerta y vigilando? XD

Bueno, da igual, 3 rangos de éxito :P

Sobre todo fueron Loacastus y Jaden los primeros en verlo. De entre la espesura avanzaban tres siluetas. Esbeltas como una mujer, con movimientos fluidos y rápidos, armaduras naranjas y negras, bien ceñidas al cuerpo que sin duda alguna no entorpecían el movimiento. Uno de ellos, el que iba a la cabeza llevaba una lanza tan larga como él, y aunque vuestra altura superaba los dos metros con facilidad, el que iba en cabeza podría a esa estatura. Los otros dos eran mujeres sin duda alguna, armaduras negras como la noche, penachos rojos en el casco y un armadura tan ceñida que no dejaba a la duda que tenían pechos... llevaban dos espadas de hoja curva.

Ya quedaban unos cien metros, donde los tiranidos aparecieron, y solo estaban mirándolos Loacastus y Jaden, que en cuanto los vieron mejor se dieron cuenta de que eran eldars... trataron de alertar a sus compañeros a la vez que alzaban sus armas, pero algo pasaba... sus voces no salieron de sus bocas y sus potentes músculos apenas si alcanzaban a moverse...

Cincuenta metros, cuarenta... treinta... los demás, menos el ausente Asteron y el salamandra Zahariel, ya los vieron. Trataron de imitar los movimientos de sus hermanos, pero ninguno pudo hacer nada, todos quietos como las estatuas de los héroes de Terra...

Diez metros... y ahí se pararon, Zahariel, que estaba moneando con sus armas y canturreando una canción de cantina de la guardia imperial , el marine no se había pispado de nada hasta que el Eldar que los lideraba habló para todos, que entonces se giró, al principio veloz pero en seguida se quedó bloqueado al tenerlo en su campo visual, y lo mismo le paso con la voz, empezó con un patético grito de "¡Xeno!" pero solo el salió un ligero gemido

 - XEEEeee... - y su voz se perdió 

Saludos Mon'Keig - empezó el brujo líder de aquella comitiva de tres eldars. Hizo una ligera reverencia y era difícil discernir si era burlona o verdaderamente una muestra de respeto - No temáis por vuestras vidas, no se os hará daño... ni tampoco os propondremos una alianza, los Caminantes de las estrellas sabemos como sois... preferís quemarnos y escupir sobre nuestras cenizas antes de cogernos una mano en señal de paz, es vuestro carácter, Mon'Keig, no os juzgo - su voz era fina y suave, llena de sabiduría, una voz de alguien que ha vivido milenios, triste y sabía - Mis hermanas, mi pueblo, y yo mismo quería agradeceros lo que vais a hacer... este mundo, hace miles de años fue Eldar, uno de nuestros bellos parajes que tanto amábamos, antes, claro de nuestro gran castigo... y vosotros lo vais a salvar. El plan es bueno, pero vuestro tecnomarine no tiene el conocimiento para fabricar lo que le pedís... estamos en deuda con vosotros, Mon'Keig, así que os daremos las pistas para el arma... pero la deuda aún no esta saldada, nos volveremos a ver - y dicho eso, Jaden cayó de espaldas al suelo entre convulsiones, fue tan solo un segundo, pero cuando os girasteis para ver donde estaba el xeno, caísteis en la cuenta de que podíais moveros, pero los eldars ya no estaban.

Jaden, en su mente, pudo ver como debía construir la bomba, bueno, las bombas, serían treinta en total, también vio donde debía colocarlas. El artilugio, en su mente, tenía forma de pelota, pero una pelota con cientos de hexagonos que daban forma esférica al a bomba, después, una base cilíndrica con un liquido conductor, sangre de tiranido y para acabar cuatro agujas de metal huecas. El mecanismo era el de una inyección, las treinta bombas serían suficientes, adheridas a las paredes carnosas de la nave enjambre, y una vez clavadas, el veneno se insertaría con sangre tiranida contaminada... ahora tenía sentido.

Asteron no esta. 

Solo, abotargado por el cerebro tiranido... caíste sobre tus rodillas con las manos enguantadas sobre tu cráneo. Te hubiera gustado gritar, pero algo más se había colado en tu mente, y a la voz de un "Lo siento" caíste en un profundo sueño. Tus defensas psíquicas habían caído por culpa de la ingesta, y estuviste a la merced de la mano que te acunó y durmió... una mano suave y delicada, pero que sin duda sabía de quién era... Eldars...

Poco a poco el tecnomarine consiguio levantarse del suelo, pero al ponerse en pie todo empezo a dar vueltas y se le doblaron las rodillas. Busco el arbol mas proximo y se apoyo en el para no volver a caer. Su mente aun seguia repasando las imagenes que los eldar le habian transimitido a la fuerza. Se sento en el suelo y cerro los ojos suspirando.

- Hermano Castor recoja toda la sangre tiranida que pueda, la vamos a necesitar

     - Malditos primuls. Dijo Numaios con un jadeo. Poco a poco fué recuperando el resuello. - Desconocen el valor de un encuentro honorable. Siempre valiéndose de engaños y embrujos para hacer su voluntad. Pero como en tantas otras cosas se equivocan, ya que este mundo nunca mas les pertenecerá, pues ahora es otra gema adornando la capa del Emperador. 

    Comprueba sus músculos y la recuperación de la movilidad. - Hermano Jaden. Si podemos ayudar de alguna manera a acelerar el proceso, impartenos órdenes. No hay tiempo que perder.