Partida Rol por web

Nombre: Eiren Dash "dedos mágicos"
Nombre real: Samanta Jeferson
Jugador: Barlow
Profesión: Tecnomédico
Edad:
Puntos de personaje: 65
Humanidad:
PH perdidos:
Reputación: 5 

CARACTERÍSTICAS

INT 10  ♦  REF 10 (7 blindaje)  ♦  TEC 10  ♦  FRIA 5  ♦  ATR 5  ♦  SUE 5  ♦  EMP 5  ♦  MOV 5  ♦  TCO 10

- Carrera (asalto): 15m ; 10 seg: 45m ;  Salto carrera: 3m
- Levantar: 400kg ; Transportar: 100kg ; Lanzar: 100m

HABILIDADES
Capacidad especial: técnica médica 7

IMPLANTES

Nanocirujanos  ( NCR ) dobla la velocidad de curación
Tejido Dermico  ( TD ) Blinda el cuerpo con una CD de 12

TCO: muy fuerte
Mod. daño pelea: +2
MTC: -4
N. SALV: 10

Chaqueta blindada pesada : CP 20 ... CE +2
Casco naylon : CP 20 ... CE 0
Pantalones antibalas : CP 20 ... CE +1
CE -3

Leve.........(aturd=0):
Grave.......(aturd=1):
Crítico......(aturd=2):
Mortal 0...(aturd=3:
Mortal 1...(aturd=4):
Mortal 2...(aturd=5):
Mortal 3...(aturd=6):
Mortal 4...(aturd=7):
Mortal 5...(aturd=8):
Mortal 6...(aturd=9):

ARMAMENTO

* Las drogas para esta arma estan en la pag 108, cada jeringa equivale a dos ampollas.

Veneno: biotoxina II  8d6 daño ( caja 50 )
Balas perforantes ( caja de 50 )
Silenciador
Pistolera

EQUIPO

Linterna: 30-40 m distacia
Reproductor de chip digital
Video Monitor
Computador de sobremesa: no conecta a la red
Telefono celular
Binoculares
Gafas de visión nocturna
Gafas IR
Localizador de Venenos: 85% identifica sustancias extrañas
Esposas: Dif. Imposible para romperas
Grapadora Dermica: cierra heridas automáticamente (hemorragia). Las grapas se disuelven con el tiempo.
Aerosol de Piel: potente antiséptico
Equipo Médico: tipo militar. Para antídotos mirar el tipo y hacer una estimación de tenerlo porcentualmente
Equipo Quirurjico: incluye material para esterilizar un ambiente
Escaner Médico: base de datos para respiración, Tº corporal, presión arterial, etc. Diagnosticar +2
Analizador de drogas: ver tamaño y realización de las tiradas
Jeringa de Aire Comprimido

Notas coche: 4 unidades de batería duran 1hr/uni (lo mismo en cargarse) Recargar cuesta 10ed.

NOTAS

Armamento 515
Munición y varios 305
Blindaje 550
Equipo 7562
Total... 8932 ... sobran... 1068

HISTORIA

Vivía en un cuchitrill sucio, triste y en uno de los peores barrios de la ciudad, su casa no era mas que una habitación de apenas 35 metros cuadrados con baño. El piso aunque austero y carente de lujos tenía lo mas indispensable, en el parecía reinar el caos, pero si bien era cierto que para ella había orden ese caos. No resultaba extraño encontrarse libros y revistas en los lugares mas insospechados.

Ella estaba asomada a la ventana mirando la jungla de asfalto y miseria que la rodeaba, mientras la figura desgarbada de un chico que estaba tumbado en su cama, amenazaba con echar su casa al suelo con sus ronquidos. Todo estaba gris en su mente y no recordaba haber llegado a casa, y menos haberle traído con ella, el día anterior había empezado mal y había acabado peor, asi que había decidido salir a divertirse un poco y parece que se había divertido de lo lindo, al menos eso decía su resaca.

Mientras miraba por la ventana no pudo por mas que reírse por la forma que tiene el destino de obrar, si es que hay un destino, antes creía que si, pero si algo había descubierto en los últimos tiempos es que en esta parte de la ciudad ni el destino se acordaba de la gente. Se rió en silencio por como había tratado a su padre – Que tonta he sido – se dijo mientras observaba una figura que había dentro de un vehículo aparcado no muy lejos de su casa. En los últimos tiempos estaba convencida de que la estaban siguiendo y que andaban tras sus pasos, a veces se dejaban ver y otras tan solo ella tenía la sensación de que estaban ahí, aunque no pudiera verlos.

Samanta recordó como de pequeña se había imaginado el mundo diferente, siempre había sido hija única y la habían consentido, ahora mirándolo con la perspectiva de la edad las cosas era diferentes, todos los recuerdos que tenía de su infancia estaban relacionados con un hospital, y por mucho que se esforzara por recordar algo fuera de ahí, le era imposible hacerlo.

Sam siente celos

De repente en su memoria aparece la imagen de su hermanita pequeña, su madre se habia quedado embarazada, y ella recordaba haber tenido celos de ella, estaba claro que sus papas ya no querían a una niña enferma y que ahora que tenían a Miriam que estaba sana se olvidarían de ella. Sam recordaba al Doctor Craig que la pillo llorando

¿ que te sucede, por que lloras ?- Le pregunto a la niña que tenía los ojos rojos de tanto llorar
A Sam le llegó el olor del doctor, ese olor del que ya estaba tan familiarizada. Era un olor dulzón que ella siempre relacionaría con los hospitales. Craig se saco un pañuelo de su bolsillo y le seco las lágrimas con sumo cuidado a Sam

Papa ya no me quiere – Los hipos y sollozos aún invadían a la niña, aunque las lagrimas ya habían dejado de brotar hacia rato de sus ojos. Craig la miro de hito en hito, asombrado de la imaginación de la niña. - ¿ estas de broma ? tus padres te quieren muchísimo y harían cualquier cosa por ti . Le llevo bastante tiempo consolar a la niña. Craig era como un segundo padre para ella, ya que el Erika, la jefa de enfermeras, Adisson una enfermera súper simpática que siempre la hacía reír y Alexander un joven residente que parecía haberle cogido un especial afecto a la niña. No por nada el hospital era la casa de Sam.

La muerte de una hermana

Si en toda historia de la vida de una persona se pidiera que se marcara uno o varios hechos que hubieran desencadenado el futuro de esta, en el caso de Sam uno de estos hechos fue la muerte de Miriam, su hermana.

Sam recordaba que ese dia cuando le dijeron que su hermanita había muerto no sintió dolor, ni pena, como sería lógico esperar, si no Alivio, y lo peor de todo es que en cierta manera sentía alivio y cierto regocijo, poco después eso se convirtió en un dolor y en una herida que la ha ido acompañando a lo largo de toda su vida.

El remordimiento, ese fantasma de las navidades pasadas que nunca sabemos cuando va hacer acto de aparición, no tardo en hacer acto de presencia empezando a roer por dentro como si fuera un cancer.

Sam se cura de su enfermedad

En poco tiempo, su padre que era el jefe médico de una de las mayores corporaciones en uno de cuyos hospitales estaba ingresada sam, vino y le dijo que habían encontrado un remedio a su problema, En menos de un año a Sam le habían sacado los aparatos que la mentenian con vida y la enviaron a casa y por primera vez desde que podía recordar salió del hospital, solo había conocido ese hospital y la mayoría de los miembros la consideraban su familia.

Sam no se podía imaginar la sensación de ser normal, por culpa del largo periodo d ella enfermedad el periodo de rehabilitación le llevo varios años, su cuerpo había estado muy atrofiado, peor por fin se sentía viva de nuevo, estaba en casa, y su casa era un enorme edificio de casi mil metros de altura, el cual estaba compuesto por diferentes niveles cada uno de una forma parecida a la de un cuenco, los edificios serían las paredes del mismo y el interior y base de cada cuenco estaba repleto de zonas ajardinadas, el edificio se alzaba hasta casi rozar el cielo, pensó Sam vio por primera vez el color del cielo y con eso no quiero decir el sucio y plomizo cielo que se puede observar desde el nivel de la calle, si no el que se puede contemplar desde casi un kilómetro mas arriba, y el cielo era azul, eso le gusto señalo el cielo como si hubiera sido la primera persona en el universo en descubrir esa maravilla y se la señalo a su padre y a su madre, sus padres hicieron pintar de nuevo su habitación con el color del cielo y unas nubes poblándolo aquí y alli.

A medida que Sam se iba recuperando su remordimiento iba en aumento convirtiéndolo en una persona solitaria y triste, el echo de no poder salir durante tanto tiempo del hospital y que una vez en casa tuviera que pasar por una larga y dura recuperación y obligarla segur los estudios en casa , no colaboro en hacer de ella una de las personas mas sociables del mundo, pero cabe decir que la ayudo en convertirla en una persona fuerte.

Por fin una vida Normal

A medida que Sam se hacia mayor e iba descubriendo todo el mundo que la esperaba ahi fuera se convirtió en una adicta a la vida, la vivía como si la misma se le fuera a acabar de un momento a otro, pero demostró tener un intelecto superior y una gran curiosidad asi como una gran predisposición hacia la medicina . La adolescencia fue muy turbulenta y aunque sus estudios no se vieron afectados por ello, los que la conocían la acusaban de tentar a la suerte y de vivir al limite, incluso con sus relaciones sentimentales. Ya no pensaba en su hermana, salvo cuando dormía, que todavía se veía atormentada por las pesadillas. Aunque hacia años que no podía recordarlas cuando despertaba, era como si la mente consciente bloqueara ese recuerdo.

El hecho mas significativo de esa adolescencia fue cuando estado con su pareja de aquel entonces, Speed, que es como se hacia llamar el chico, el cual era un adicto a la velocidad y a la adrenalina, y solía competir en las carreras urbanas de coches. Fue precisamente en una de estas carreras donde se conocieron, ella había ido con sus amigos y el era uno de los competidores , y era amigo de uno de los del grupo, cuando acabo la carrera se fueron todos a tomar algo y lego una cosa llevo a otra. No se puede decir que fuera una relación larga pero si que fue intensa hasta el final. Una noche mientras iban en el coche a toda velocidad por la ciudad, un conductor borracho le salió al paso, Speed intento una maniobra casi imposible, pero el coche iba a demasiada velocidad.

Sam solo se recuerda despertarse en el coche, salió del coche como pudo, lo ultimo que recordaba era la imagen del otro coche acercándose, se acerco al coche para examinar a Speed, pero el chico no parecía reaccionar, sin saber que hacer llamo a su padre y antes de que pudiera darse cuenta varios vehículos corporativos se presentaron allí, asi como dos ambulancias, al dia siguiente la noticia casi ni se menciono, pero si alguien buscara la noticia encontraría una pequeña reseña que hace referencia a un accidente de coche en el que las únicas victimas habían sido los dos ocupantes de los vehículos implicados, a ella ni se la mencionaba.

Una nueva doctora en la familia

Sam acabó la carrera siendo una de las mejores de su promoción y como no podía ser de otra forma empezó las practicas en el mismo hospital que había pasado su infancia, y ya no por influencia, si no por que la chica era buena,.
El tiempo en el hospital la obligo a cambiar un poco ciertos aspectos de su vida, los largos turnos, y las guardias inacabables, hicieron estragos. Al menos ahora podía ver mas a su padre y aunque Sam quería a su madre mas que a nada en este mundo, en los últimos tiempos su madre presentaba unos serios problemas con la adición a los tranquilizantes.

Debe ser una broma

Fue en aquella lluviosa mañana de sabado en la cual le tocaba guardia a Sam, como venía siendo normal en los últimos tiempos, cuando le vino una de sus compañeras y le pidió que le cambiara el turno, eso debía ser una broma, alguien ahí arriba la apreciaba de verdad, el primer sabado libre desde ya ni recordaba cuando, pensó en ir a ver al estadio a ver el combate de raw y en ese momento se acordó de que su padre era también un gran aficionado y que estaría bien ir con el, hacia tiempo que no iban juntos a ver un buen combate, asi que se dirigió a su despacho, su padre cada vez le recordaba mas a un burócrata que al medico que ella recordaba, Pennie le dijo que su padre no estaba y aunque tenía ordenes de no dejar pasar a nadie, conocía Sam de hacia demasiado tiempo, asi que cuando sam le dijo que le esperaría dentro del despacho, no le puso ningún problema. Sam tenía trabajo con los informes medicos, asi que decidió aprovechar mientras esperaba a su padre, asi que encendió el ordenador, peor el mismo tenía password, pero Sam conocía bien a su padre, y siempre ponía el mismo password, asi que sam uso el pass y accedió al ordenador, el programa era básicamente el mismo que usaban ellos, pero este presentaba opciones adicionales que Sam supuso necesarias para ayudarle en sus labores de administración del complejo hospitalario.

Se dio cuenta que desde este ordenador podia poseer cualquier cuenta de cualquier médico y asumir el control como si fuera el, Sam aprovecho y entro en su cuenta para poner la dia sus informes cual es su sorpresa que al entrar en su cuenta, vio que podía tener acceso a su historial médico.

Ahí estaba todo, sam iba a cerrar el informe, ya se lo conocía, hacía años que se había dedicado a examinarlo ya que lo uso como tesis, peor en ese informe habían ciertas anomalias….- eso no esta bien – se dijo y entonces hizo lo que no tenia que haber hecho, dejar rienda suelta a su curiosidad a esa mente que la había hecho llegar donde estaba tras leer el informe el cual le hizo palidecer, uso el programa y la clave de sus padre para rastrear cada uno de los procedimientos que se e habían practicado. Asi cuando su padre entro en el despacho ella era consciente de que su madre se habia quedado embarazada para usar a su hermana “ como componentes “ para curarla , no solo eso, si no se entero de que la corporación mantenía un selecto sistema de secuestro de gente a la que nadie iba a echar de menos, los cuales s usaban tanto para experimentación humana de procedimientos ilegales , como para extraerles órganos que luego era usados para gente de alto estatus, que de este modo se podían saltar las barreras burocráticas y saltarse las listas de espera.

Cuando su padre entro sam estaba desconsolada, llorando a lagrima viva y su cara era un rictus de dolor y de rabia, sus labios eran incapaces de decir nada solo temblaban a causa de la rabia , asi que Sam le echo a la cara de su padre las entradas del combate que iban a ver y salió corriendo de allí.

El último año

Ah, la rabia, la ira, la culpabilidad, esos sentimientos que han movido a la humanidad durante tanto tiempo, esos sentimientos fueron los mismos que impulsaron a Sam a coger sus cosas y marcharse de casa. Los primeros dias fueron extraños, estuvo en casa de una amiga sin saber que hacer, le entro el pánico cuando supo por Stephen que La corporación la estaba buscando y que habia contratado a alguien para que la trajera de vuelta, el miedose apodero de ella, asi que se cambio de nombre y se fue a vivir a Night City, en uno de los suburbios de la misma, no tenía ni idea de hasta que punto le cambiaría la vida esa decisión.

Sam pensaba que lo sabia todo, pero era una princesa que se habia metido en un estercolero, y esa gente notaba, olía que ella era carne fresca, una pringada. Alquilo un pequeño piso en uno de los suburbios, y aunque mas que una casa eso era un infecto agujero, ahora eso era su hogar, habia venido con algunos ahorros que había podido retirar, y aunque sabía que tenía mas dinero en las tarjetas, sam no era tonta, sabía que si los retiraba podrían rastrearla y la localizarían en seguida. Pensó que encontraría trabajo en seguida, pero ese era otro mundo y nçparecía que no se regía por las mismas reglas que el mundo del que ella venía, aqui andaba perdida y al cabo de una semana ya tenía claro que no encontraría trabajo, asi que al final se vio relegada a trabajar en un Club como bailarina, no es que fuera excesivamente guapa, pero tenia un buen cuerpo, sabia bailar y aunque le repulsaba hacerlo pero sus fondos se estaban acabando asi que empezó a trabajar en uno de esos antros, el sueldo no era muy bueno, y aunque siempre caia alguna propina, nunca eran tan generosas y abundantes como las de sus compañeras, las cuales ofrecían otros servicios extra a los clientes a parte del baile.

EL club se llamaba la Gatita caliente y como suele suceder en Night City la mala suerte de unos es la buena suerte de otro. Estaba sam hablando con Joe, el barman del club y mientras ambos charlaban de cómo Jezabel sería capaz de derretir solo con su mirada a un Iceberg,- ya no te digo si en lugar de la mirada se empezara a insinuar como esta haciendo ahora con ese trajeado de ahí , hasta me estan entrando ganas de hacerme lesbiana – Bromeó sam al ver como esta noche Jez se empleaba a fondo. –Ese tipo no tiene ninguna oportunidad – Pero el destino es un bromista incansable y tiene un sentido del humor algo peculiar.
Jezabel se había acercado a el y ahora movía sus voluptuosas formas de forma sensual al ritmo de la música, el tipo intentaba tocarla con sus manos regordetas, pero apenas conseguía rozarla con la punta de los dedos mientras la música alcanzaba su cenit y jez en el momento culminante se sento en su regazo. En ese momento el corazón del tipo no pudo aguantar y se llevo la mano al corazón, el grito de Jez se elevo histerico en medio del aire algo viciado por el humo del tabaco .

Sam no se dio ni cuenta de lo que estaba haciendo, su mente actuó de forma instintiva, asi cuando llego el servicio medico se encontraron con que el tipo ya estaba consciente y estabilizado. Al cabo de dos dias, después de acabar su numero, un par de tipos grande socmo armarios se acercaron a ellas, a ojos de una profesional como ella, le eran evidentes las mejoras que esos tipos llevaban implantadas en el cuerpo, ademas no eran una de esas chapuzas que se veían tanto por este sitio, si no el trabajo de un profesional, los bultos debajo de sus chaquetas le indicaban que iban armados, por un segundo mientras su corazón se aceleraba, contemplo la posibilidad de luchar ahí, era evidente que esos tipos eran de la corporación ¿ quien mas si no podría hacer o permitirse un trabajo tan bueno ? mientras los tipos la acompañaban hacia a fuera de la gatita caliente, el club donde ella estaba trabajando, desarmada ante esos dos gorilas y un futuro incierto, recordó las palabras de su viejo maestro, para alguien bien entrenado su propio cuerpo puede ser el armas mas eficaz, pero entonces se dio cuenta de que ambos llevaban blindaje corporal debajo de la piel –Esta es una pelea que no puedo ganar –Pensó mientras observa el elegante cochazo que la esperaba fuera – vive ahora y lucha después –también solía decirle su maestro, indicándole que esperara el momento propicio

Solo su imaginación iba mas deprisa que su corazón, se imagino que habría alguien esperandola en el interior del coche, se imagino que quizas se encontraría al misterioso Señor X al que su padre se refería en los informes, o tal vez alguno de los secuaces que le llevaría a alguna fria sala del hospital, donde la interrogarían sobre lo que sabía antes deshacerse de ella, pero cuando abrio la puerta del coche, ahi dentro no habia nadie, estaba vacio, y un cristal opaco separaba al conductor del pasajero, cuando Sam entro y le cerraron la puerta, sam intento abrirla, pero no se abría. El coche anduvo por las calles de Night City hasta una antiguo edificio los dos gorilas le abrieron la puerta y la condujeron al interior ahi habían cinco gorilas mas. Cuando entro en la unica habitación en la que había luz ahi había solo una simple mesa con un tipo delgado, de rasgos afilados y un traje que valia una pequeña fortuna – Samanta, me permites que me tome esa libertad, verdad ? Seguramente te preguntaras por que estás aquí, pues yo lo que me pregunto que hace alguien tan bien cualificado como tu bailando y quitandose la ropa para ganarse la vida ¿ eres una de esas raras chicas ricas o tal vez tienes un oscuro secreto ? - El tipo la miro igual que un lobo miraría a un corderito antes de comérselo – si no le hubieras salvado la vida a Jimmy, ahora mismo tendrías un serio problema y estarías suplicando por tu vida- El tipo se habia acercado tanto a ella que le podia ver hasta los poros de la piel.

- En cambio ahora te voy a devolver el favor, ya me iras conociendo Mr Lobo es bueno con sus amigos y la mas terrible criatura con sus enemigos, asi que no lo olvides. Lo primero que voy a hacer por ti es transferir los fondos de tu cuenta a la cuenta que me digas con el nombre que quieras, incluso en metálico si es lo que prefieres, lo segundo que hare por ti es sacar tu culo de ese tugurio donde a penas ganas nada, y te ofrezco la oportunidad de que trabajes en lo tuyo, veras a veces la gente resulta herida y necesito a alguien que se encargue de mis chicos y que no haga ninguna pregunta a cambio te ofrezco el 50 % de una clinica, la podrás llevar como te de la gana ¿ que me dices tenemos un trato ?

Sam suspiro aliviada, aun estaba atónita por un segundo penso que la iban a matar y que esto sería lo último que vería, y en cambio aquí estaba y un tipo al que no conocía de nada le ofrecía un buen negocio a cambio de curar a la gente - ¿ que mas daba si no quería que se supiera ? Al fin y al cabo todo el mundo tiene derecho a que le traten
Si, hemos hecho un trato- dijo sonriendo

El tipo la miro y aunque ella penso que le estrecharía la mano el tipo se limito a darle una tarjeta con la dirección de la clinica .
-Estaremos en contacto. - y cuando la devolvieron a su casa Sam no se podía creer lo que habia sucedido, solo la tarjeta evitaba que no creyera que había sido un sueño, al dia siguiente fue hasta la confluencia de dos callejones en los cuales estaba montada la clínica, la verdad es que por fuera parecía un antro, cuando entro Gusano la estaba esperando, si ese el nombre de su socio, gusano, el también era medico y la verdad es que la clínica tenía todo lo que uno podía necesitar

El presente...

En los últimos meses samanta ha conocido la otra cara, ella siempre había vivido “ en el lado bueno del mundo “ en tres meses que se ha visto obligada a hacer cosas que jamás se hubiese creído capaz de hacer ha logrado comprender y perdonar a su padre, no por ello ha dejado de sentirse mal al saber que lleva partes de su hermana pequeña en su interior, hace una semana llamo a su padre para hablar, para darle las agracias, ya que por mucho que ella lo lamentara, su padre lo había hecho por que la quería, pero aún le quedaba ese resquemor por lo que habían echo con su hermana y con lo que pasaba on esos inocentes, aunque a medida que pasaban los dias no podía evitar ver como sus ideales eran puestos a prueba constantemente

George Stanford
Mary MacDonell
Miriam Stanford Su hermana
Doctor Craig : amigo de su padre y es como un padre para ella
Erika : enfermera jefe
Adisson : una de las enfermeras
Alexander : uno de los residentes que había en el hospital y que luego sería jefe de cirugía cuando ella ya estaba en el hospital
Pennie : la secretaria de su padre
Señor X El tipo misterioso socio de papa
Jimmy El contable del Mr Lobo
Mr Lobo Uno de los capos de los bajos fondos de Night City
Gusano su socio en la clinica

PERFIL

- En su juventud se vió implicada en un accidente de trafico en que murió su novio
- Su madre sufre adicción a los calmantes
- Vive la vida al limite como si cada dia fuera el último
- Atormentada por las pesadillas, no las recuerda cuando despierta

Color favorito : Azul cielo

......
 

Accesorios estudio:

Cocina-salón-dormitorio
Baño a parte
Cerradura básica (dif15)
Electrodomésticos de cocina básicos
Videaudio chip
Ordenador sobremesa

Clínica, conocida en las calles como "El Matadero de Gusano" North Side (trasera bloque 7) ¿Upper East Side?

...

1. Entrada, un par de sillas de espera, mostrador y archivos.
2. Sala de Operación 1
3. Sala de Operación 2
4. Sala de curas y de reposo (en caso necesario)
5. Habitación de análisis
6. Escáner
7. Alojamiento de Gusano

Varios:

- Tiene dos puertas de emergencia. La principal (1) da a la calle y la que está en la (7) da a un pasillo interno del edificio que sale a la calle.
- Sala 2 y 3: los dos círculos son labamanos. El cuadro rojo es el equipo de paradas. Cada sala tiene equipamiento completo, no de primera pero si suficiente para operaciones de cierto riesgo.
- Sala 5: posee varios aparatos de análisis, de los cuales uno de ellos está estropeado (imprescindible para el análisis de sustancias tóxicas)
- Sala 6: un escáner avanzado con cierto problemas técnicos. Trabaja al 70%.

Personajes

Cheung

NorthSide, 04:30

La luz de neón entraba fríamente en la habitación acompañada por los ruidos de la calle, y en muchos casos puro griterío, junto al sonido de la lluvia. Te levantaste de la cama mientras pensabas cómo habías llegado a acostumbrarte a todo aquello. Habías elegido entre un palacio con barrotes de cristal o la libertad entre las sucias calles del distrito donde vivías. Para bien o para mal habías elegido, y eso era al menos una opción que jamás te hubieras planteado si… si no te hubieras enterado de la verdad.

Todos queremos saber la verdad porque nos sirve para entender mejor nuestro alrededor y a nosotros mismos. El problema, porque siempre hay un problema, es que la verdad no entiende de sentimientos ni de moral. La verdad está ahí, preparada para darnos una lección de la vida por cruel que ésta sea. Tu verdad era una delicada cuestión moral, y aunque habías llegado a entender la decisión de tus padres preferías mantenerte alejada de ellos durante un buen tiempo.

Suspiraste para alejar aquellos recuerdos y te acercaste a la ventana. Como siempre, el panorama era poco alentador: pandilleros, prostitutas, vendedores ambulantes. Esperabas que la constante pero suave lluvia que caía se llevara a toda esa chusma de la calles porque cualquier cosa ilegal tenía cabida allí, y sólo era cuestión de tiempo que un buen día las Corporaciones de la zona tomasen medidas contundentes para acabar con el crimen. El problema es que estabas en medio de aquello, pero por otro lado ese futuro supondría clientes para la clínica. Resultaba difícil pensar así, pero ahora te dabas cuenta que el mundo en el que habías nacido tenía una mampara que ocultaba la cruda realidad. Los tiempos habían cambiado, y tú también.

De pie, completamente desnuda, echaste un vistazo al tipo que dormía en tu cama. No lograbas recordar su nombre, pero sí que era un pincha de la discoteca que solías frecuentar. No era habitual del lugar, así que suponías que se trataba de alguna suplencia o un invitado. El chico tenía más o menos tu edad, de complexión media pero una estatura similar a la tuya. Las luces se reflejaban en su pelo corto y de color azulado, ligeramente brillante. Te resultaba atractivo, y sobretodo te preguntabas que sería capaz de hacer en la cama si no estuviera bebido, así que esperabas que no fuera la última vez, aunque Night City era así, llena de rollos de una sola noche.

Como esas coincidencias que sólo suceden en las películas el desconocido comenzó a abrir los ojos. No era normal que pudieras ver aquel bonito celeste con la penumbra, por lo que se trataba de un implante ocular. De todas formas eran bastante exóticos y no estaría mal preguntarle dónde los había adquirido.

- ¡Eyyyy! –te saludó con sencillez.

Se agarró la cabeza con sus manos mientras se encorvaba hacia delante como si así pudiera librarse del dolor.

- Espero que tengas mejor despertar que el mío. Creo que me va a estallar –sonrió.

Hizo a un lado las sábanas y se levanto para acercarse a ti. Estaba claro que le gustaba el color azul porque en su hombro derecho tenía un tatuaje tribal con tinta luminosa azul claro. Se acercó a un palmo de distancia, te tomó de la cintura y te besó. Una ojeada a través de la ventana le fue suficiente para ubicarse.

- ¿NorthSide? ¿Vives aquí? Joooder, menudo sitio. Pensé que lo ganabas bien con la clínica. De todas formas no creas que vivo mejor que tú, pero yo me buscaría otra cosa –entonces sus ojos brillaron intensamente- ¡Eh!, tengo un amigo que… bueno, no quiero meterme en tus cosas. Si te gusta donde vives pues…

Sabía donde trabajabas, y ese era un dato que no solías dar a tus rollos. Sin el más mínimo pudor se alejó y anduvo por la habitación hasta localizar su chaqueta. Sacó de un bolsillo un bote de pastillas y se echó dos a la boca.

- Éstas cabronas son difíciles de tragar ¿Dónde tienes el agua?

Cogiste el mando del video monitor y seleccionaste un microcd.

Encamine mis pasos desnudos hasta la ventana, el frio de la habitación puso la carne de gallina en mi desnudo cuerpo. Mi cabeza me dolía a causa de la enorme resaca. Pensamientos de culpa, de dolor y de cosas que no deberían haber pasado acudían a mi mente, quizás llamados por los golpes de la resaca, y entre los dos le provocaban un torbellino de malestar que amenazaba con arrastrarme hacia las oscuras y peligrosas aguas del pesismismo y la culpa.

Me asomo a la ventana en un intento de exorcizar esos fantasmas que me invadían. Afuera una ligera llovizna repiqueteaba contra los cristales, eche un vistazo al cielo pero no era azul, si no oscuro y gris, mi cara hizo una mueca de tristeza ¿ donde estaba el azul del cielo ? Eche un vistazo a la calle, pero ahi el panorama no era mucho mejor, pandilleros, prostitutas, escoria de la sociedad moviendose por ella ¿ Este es el mundo de verdad ? Me pregunte si una vez sacabas el decorado el mundo era siempre asi de gris, y recorde aquellos tiempos en los que a pesar de mi enfermedad el mundo parecía mágico, ahora en cambio solo era sucio. Eche un vistazo hasta mi amante de aquella mañana, intenté recordar su nombre, pero no lo conseguí, todo estaba oculto por una nube de alcohol, deje que mi ojos recorrieran sus formas cubiertas a hora por la sabana que cubría su cuerpo.

Quizás por casualidad o tal vez por algo que se nos escapa, el abrió sus ojos, y....eran tan bonitos, eran azules....Me pregunte si era eso lo que me había atraído de el o quizas su pelo

Con un simple eyyyy me saludó. Intente aparentar indiferencia, como si segundos antes no hubiera estado fantaseando en saber de que sería capaz si no estuviese borracho

se levanto de la cama y mientras farfulleaba alguna cosa se dirigió hacia mi, no deje que se notara como me escitaba mientras le observaba acercarse, me fije en su pelo azul y en su tatuaje tambien del mismo color, y me dije -.....eres tonta, no eres mas que una chiquilla que se fija en cosas tan superficiales como esas. Pero cuando el la beso se olvido de todo por un segundo.

¿NorthSide? ¿Vives aquí? Joooder, menudo sitio. Pensé que lo ganabas bien con la clínica. De todas formas no creas que vivo mejor que tú, pero yo me buscaría otra cosa –entonces sus ojos brillaron intensamente- ¡Eh!, tengo un amigo que… bueno, no quiero meterme en tus cosas. Si te gusta donde vives pues…

Como sabía que quien era .....¿? Por un segundo mis alarmas se encendieron ¿ sería de la fundación ? Intente calmarme mientras el cogía un par de pastillas y me pedía un poco de agua para hacerlas pasar, mi corazón latía con fuerza, quizas el no se diese cuenta y si lo hacía a lo mejor lo achacase a la excitación, al fin y al cabo todos los tios son tan tontos y tan fáciles de engañar, eso es algo que había aprendido en la gatita caliente, siempre se autoengañaban

En la nevera encontraras un par de botellas y si alguna otra cosa si quieres .

Mientras el cogía algo para hacer pasar las pastillas yo me acerque a el muy despacio y pase uno de mis largos dedos por su espalda, la cual respondió con un escalofrío y mientras acercaba mi cuerpo desnudo al suyo para sentir su calor en el mio le bese el cuello y mientras lo hacía y mi cuerpo se excitaba por momentos me preguntaba como había sabido quien era y si era algo mas de lo que aparentaba.

… bueno, no quiero meterme en tus cosas. - repetí con cierta sorna ¿ estas seguro de eso ? -dije mientras reía y deje que una de mis manos se deslizara hacia su entre pierna y parece que ella opina lo contrario......

Aunque tu me ganas, pareces saber quien soy yo, y en que trabajo....deje caer la pregunta con una voz melosa al tiempo que le besaba el cuello

NorthSide, 04:40

Tu aún desconocido abrió la nevera y ojeó hasta encontrar una botella con agua. Se echó dos pastillas a la boca y tragó un buen buche de agua. Por lo menos parecía tener cierta consideración al no pegar sus labios, aunque después de la noche que habías pasado habíais compartido mucho más que eso.

Tus intenciones eran claras y habías aprendido algo en tu época como striper como para tantearlo sin levantar sus sospechas. Aunque sabías lo que hacías no cabía duda que había cierto morbo en el ambiente, pero esperabas que no se tratara de alguien relacionado con Invest Medical, la Corporación donde creciste.

Con su espalda semi arqueada por el roce de tus dedos y su palpable excitación era inevitable que se girase y te pegara contra él. Ya habías llamado a la puerta y él estaba dispuesto a recibirte.

- Es normal que no te acuerdes… -te guió hasta la cama- Pero yo no me olvido de quien me salva la vida –sonrió- Vaya, es verdad que no te acuerdas –te tiró a la cama mirándote de forma lasciva- Hace cinco meses un tíos se liaron a tiros en la calle, por donde tienes tu garito. Un amigo me llevó a tiempo…

Pasaba tanta gente por tu pequeña clínica que no era fácil recordarlos a todos a menos que fueran habituales, así que sólo podías fijarte en la cicatriz de bala que te enseñaba en su costado e intentar recordarlo.

- Frank Aoi, en recuerdo de una novia japonesa que tuve -se relamió los labios- No es muy original, Aoi sifgnifica azul en japonés... pero nosotros podemos ser mucho más originales.

Percibías su deseo y pronto su cuerpo estuvo sobre el tuyo a poca distancia.

Cita :

- Es normal que no te acuerdes… -te guió hasta la cama- Pero yo no me olvido de quien me salva la vida –sonrió- Vaya, es verdad que no te acuerdas –te tiró a la cama mirándote de forma lasciva- Hace cinco meses un tíos se liaron a tiros en la calle, por donde tienes tu garito. Un amigo me llevó a tiempo…

No me acordaba de el, ni de su cara, a pesar de todos mis esfuerzos, esperaba que no fuera de Invest Medical, si era asi estaría jodida. Sabía que debía tranquilizarme, que no me acordara no quería decir que no fuera verdad. Cuando volviera a la clinica miraría los archivos y averiguaría mas acerca de el. 

Deje que mi dedo tocara su cicatriz y luego mi mano se deslizo por su pecho.

Cita :

- Frank Aoi, en recuerdo de una novia japonesa que tuve -se relamió los labios- No es muy original, Aoi sifgnifica azul en japonés... pero nosotros podemos ser mucho más originales.

Me gustaba el color azul. Me pregunte si era casualidad que lo de su novia y demás o solo era un truco para atraerme.  estos pensamientos no ayudaban nada a que se me pasara el dolor de cabeza causado por la resaca, asi que decidi dejarme llevar y esperar, si trabajara para la corporación y me quisieran algún mal ya estarían aqui, asi que ....

Has hecho bien en venir a ver a la doctora, me parce que voy a tener que hacerte un chequeo - Dije dejando entrever mi deseo

North Side, 06:30

Cuando eras pequeña controlabas el tiempo según los turnos de las enfermeras o los médicos, incluso sabías cuando eran las nueve de la mañana porque tu madre aparecía por la puerta con algún detalle para distraerte y que no vieses como sus ojos perdían la ilusión poco a poco. Aprendiste que no era necesario mirar un reloj para situarte en el día, siempre había detalles que te ayudaban si eras buena observadora. Pero no siempre funcionaba. No cuando tus sentidos se perdían entre caricias, besos y movimientos excitantes haciendo que los minutos se escaparan junto a gemidos y ardientes deseos.

Frank sabía como alargar la noche y eso te venía de maravilla para dejar atrás una semana agotadora. Tal vez pudierais disfrutar de más sexo, o simplemente dormir tranquilamente hasta que fuera momento de marcharse. Pero sólo se quedó en un “tal vez”. Tu móvil sonó, era Gusano.

- ¡Ven cagando leches!

Fue lo único que escuchaste, grosero y cortante como siempre cuando tenía prisa. Tu socio dormía en un cuarto trasero del “matadero”, como llamaba a la pequeña clínica. Aún podías recordar la primera vez que te vio cuando uno de los que trabajaba con Lobo te acompañó para hacer las presentaciones. Su aspecto de matón chicano te hizo pensar que tras quedarte sola iba a sacar un machete o algo por el estilo para marcar el territorio, pero simplemente te echó una ojeada y continuó cosiendo la herida de una paciente.

Lo más probable es que estuviera desbordado de trabajo, y eso era sinónimo de dinero. Se había estropeado una de las máquinas de análisis y soñabas con un equipo de diagnóstico de última generación, pero eso sólo se conseguía con muchos eurodólares; así que tenías poca más de media hora para llegar.

-   Debo volver a la clínica. ¿ Si quieres que te acerque a un lugar de camino? . –Eiren  pensó en darse una ducha rápida, su cuerpo olía a sexo, y a el, ella era capaz de notar esos olores en su piel, peor conocía a Gusano – Esta claro que no dispongo de tiempo, debe estar desbordo.

-Pensó en decirle que le gustaría volver a verle, repetir lo de esta noche, pero se sintió incomoda. –Quizás se piense que eres una de esas –se Levanto de la cama y saco unas braguitas  y un sujetador de un cajón. Pensó en decírselo, pero no se acababa de atrever, giro la cabeza para ver como se vestía.  Cogió su abrigo, y su equipo, tenía que estar preparada, si algo había aprendido es que en este lugar un despiste o un descuido podía ser el último.

North Side, 06:30 - 07:15

La ciudad era una depredadora despiadada que alimentaba a sus habitantes como si fueran su cachorros. Te habías encontrado con gente que podría pasar a denominarse monstruos o escoria, pero también había cabida para a aquellos que simplemente sobrevivían intentando no pisotear a los demás. Era difícil fiarse de alguien, y hasta para poder quedar otra vez con Frank tenías dudas. Vale, no querías que pensara que eras una chica fácil, pero tal vez lo que no querías es que no te hirieran más. ¿Qué hacer ante aquella situación? Observar, simplemente observar.

- Tranquila, el trabajo es el trabajo -te picó el ojo- Me hubiera gustado estar un rato más en la cama, pero es lo que hay -se encogió de hombros- Vivo a dos manzanas de tu clínica, así que me vendría de lujo que me acercaras. Joder, estaba pensando que aquí no entra un taxi ni a punta de pistola.

Se echó a reír, aunque no era una risa burlona sino el producto de algo que le parecía gracioso.

- Oye, va en serio si quieres salir de aquí. La ciudad está petada pero puedo preguntar por algo mejor...

Realmente sería una pena dejar pasar la oportunidad de verlo nuevamente, sobretodo al ver cómo se vestía. Aunque no era un tipo de contistución musculosa el concepto sobre él era distinto después de haber disfrutado tanto con su compañía. Se mantenía en forma y su actitud era bastante tranquila.

Os dirigistes por las calles hacia el aparcamiento y no pudiste evitar como miraba a todos lados en cuanto veía un grupo de pandilleros. Se notaba que estaba nervioso en cuanto sacó un paquete de cigarros y encendió uno con diligencia.

- Ya, no me lo digas, es un mal hábito -sonrió.

Una vez fuera de North Side os dirigisteis hacia Upper EastSide, justo al lado del distrito Medical Center. Por el camino la gente regresaba a sus casas o salían de ellas, todas distintas y todas con sus propósitos. A dos manzanas antes de llegar a la pequeña clínica Frank te señaló el edificio.

- Vivo ahí. Para cualquier cosa ya tienes mi número -al ver tu expresión de extrañeza se rió- Te lo di anoche, en la disco. Bueno, tengo que irme ya guapa, entro a currar en mi tercer trabajo dentro de unas... -miró su reloj- Ufff, dos horas.

Salió del coche, te picó el ojo y se colocó la chaqueta para abrigarse más. Antes de despedirse te hizo un gesto con la mano para que le llamaras. Tal vez lo harías, tenías ganas, pero en éste momento el hombre que te importaba tenía muy mala leche y se hacía llamar Gusano.

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North Side, 07:20

Dejaste a Frank a dos edificio de distancia de la clínica. Por lo menos concordaba con el hecho de que acudiera a la clínica cuando fue herido, y por lo que te había contado era probable que el altercado se debiera a la rivalidad entre bandas (especialmente los Slaughterhouse, una de las más peligrosas de la ciudad). El apartamento donde vivía estaba sobre un pequeño mercado con una historia curiosa: se rumoreaba que la mujer que regentaba el establecimiento, Yuko Asano, tenía contactos con la Yakuza. Rumor que se acrecentó cuando después de que su marido muriese en un atraco la banda culpable se halló muerta al completo a la semana en horribles circunstancias. A partir de ahí todos los que se metían con la Señora Asano sufrían las consecuencias, siempre en extrañas circunstancias...

La clínica, tú clínica, no estaba mal situada puesto que estaba en las calles traseras de dos campos de tiro para entrenar al personal de seguridad de cualquier empresa ( The Range) y un bar irlandés con antiguos antencedentes relacionados con el IRA (O'Flaherty Tavern). Sin duda estaba bien protegida pese a que en la manzana de en frente las bandas se habían adueñado del lugar.

Dejaste el coche cerca, en uno de los aparcamientos internos destinados a los locales de la manzana, y entraste con todo tu equipo en la clínica. Ya de lejos te venía a la mente la discusión con Gusano sobre poner o no nombre al lugar. Él nunca se lo había puesto, siempre fiel a su idea anti-compañía. Todos conocían, para tu desgracia, el lugar como el "Matadero de Gusano". Tendría que pasar más tiempo para que tú también formaras parte de ello, al menos no de forma "legal"

Antes de entrar la puerta se abrió de golpe y un chaval con pinta de pandillero salía atropelladamente. Sin duda no estaba bien, pero tampoco se moría, eso sí Gusano no le pegaba un tiro. Lo viste en la entrada, con su aspecto de mala leche y su vieja escopeta en la mano. Pegó un tiro al aire y te chocó el contraste del arma con su equipo de cirujano.

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North Side, 07:25

Gusano estaba con el equipo de operaciones, el cual obviamente ya no servía por estar totalmente infectado al salir fuera. La lluvia, además, comenzaba a mojarlo por lo que rápidamente dio un paso atrás para cubrirse bajo la cornisa del edificio.

- ¡Maldito hijueputa pandillero drogata! -exclamó cabreado- ¡Si vuelvo a ver tu culo de tuti-fruti te arranco las pelotas! ¡Pendejo de mierda!

Entonces reparó en tí...

- Mueve ese culito de niña pija que hay chamba -entonces se giró y habló con voz autoritaria a otros que estaban en la zona del mostrador- ¡Al próximo pelón que entré a tocarme las pelotas en MI JODIDA SALA DE OPERACIÓN le meto la matona por el cajete!

Al entrar entendiste la situación perfectamente. En la entrada tres jóvenes que sin duda pertenecían a alguna banda estaban bastante impresionados con la respuesta de Gusano. A parte de ellos, sentado en la silla del mostrador interior, se encontraba sentado un hombre de forma despreocupada. Se llamaba Rose, un tipo pelirrojo y de aspecto grueso que trabajaba en The Rage. A veces le daba un toque para que echara un ojo cuando se juntaba problemas en la clínica. En su mano sujetaba un arma pesada y sonreía divertido ante la situación.

El suelo estaba cubierto de sangre, agua y algo de suciedad. Tal vez tendrías que tener una charla con Gusano para contratar a alguien para al menos mantener aquello algo más decente.

- ¡Pendejos cabrones! -volvió a dirigirse a los pandilleros- Dedos... -te dijo como de costumbre- Ocúpate del mamonazo de la 2, tiene la pierna destrozada. Si crees que necesita una pierna nueva llama al Banco de Cuerpos.

Seguidamente se quitó la bata deshechable en la cesta de residuos (en una esquina de la entrada) y volvió a entrar en la sala 1. Cuando fuiste a dejar tus cosas tres hombres, de aspecto civil, estaban sentados en el pasillo con algunas heridas que Gusano había considerado poco prioritarias. En la sala de curas una mujer embarazada estaba recostada con una máscara de oxígeno.

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Me pregunté que es lo que me hacía sentir tan bien, no tenía el mejor trabajo del mundo, cualquiera que le echara un vistazo a la clínica comprendería de forma rápida y sin muchos problemas por que le llamaban  El matadero de Gusano, y no era por la falta de habilidad o de conocimientos de Gusano, por mucho que me chocara, tenía que reconocer que sabía hacer su trabajo, aunque tenía su propia filosofía del mundo, así como su propia manera de hacer las cosas. Si le llamaban asi era por su aspecto, esto mas que una clínica parecía una carnicería o matadero. Observe la sangre mezclada con agua y con la propia mugre del suelo, lo que le confería el aspecto de un licor mal sano que  se abría paso por el suelo de la clínica, las paredes hacían juego, lo que en su tiempo fueron blancas ahora eran de cualquier tono menos ese, la suciedad, restos de sangre seca, asi como algún que otro agujero de bala y esa luz enfermiza acababan de darle ese toque espectral al asunto. Tampoco vivía en el apartamento mas lujoso, había pasado de estar en un palacio a tener que compartir cama y vida con cucarachas, ratas y demás seres de ese cruel y duro abismo, donde la miseria humana era puesta a prueba cada día, de tener lo último en ropa de marca y usar los últimos adelantos en tecnología a tener usar esta ropa “ cómoda” y usar y adquirir aquello que bien podía, pero era feliz, por primera vez se sentía libre.
 

Cita:

- esta bien, yo me encargo de el  -Mientras Gusano se quitaba la bata desechable y se internaba en la sala 1, Aproveche para ir a dejar las cosas y ponerme manos a la obra, si la pierna estaba tan mal como Gusano decía, me iba a llevar varias horas estabilizarle, hacer la reconstrucción y de ser necesario hacer el transplante de pierna, sería mejor que me diera prisa en echar un vistazo y comprobar si iba a necesitar esa pierna nueva. Si había que avisar a los del Banco de Cuerpos era mejor hacerlo ya. Cuando me dirigía a la sala 2 donde me estaba esperando el paciente no puede evitar echar un vistazo a la sala de curas, donde  una mujer embarazada estaba recostada con una máscara de oxígeno. Era increíble, vi a esa mujer luchando por su vida y por la de su hijo ¿ No haría ella lo que fuera por salvarle? Me di cuenta de que no podía recriminar a mi padre lo que había hecho, si me sentía asi no era por el, si no por mi, aunque también supe en ese momento que hasta que no me perdonara no podría volver a mi antigua vida, si es que me decidía a volver, de hecho, después de lo que había vivido estando aquí, estaba segura  que jamás sería la misma de antes

North Side, 07:30 – 08:30

Rochie, una americana con descendencia escocesa, estaba ahora como ayudante en tu quirófano. Por otro lado Gusano se había llevado a Chon y Martin (ayudante y anestesista) a la otra sala. Ahora sólo tenías la ayuda de Rochie para ayudarte con el instrumental quirúrgica y mantener las constantes vitales del paciente. Hablando del paciente… Sobre la mesa tenías al pandillero por antonomasia: pelo de colores y rapado por los lados, lleno de piercings y tatuajes. Su ropa y zapatos estaban dentro de una bolsa de plástico.

Te llevó una hora evitar que el tipo no perdiera la pierna. Un disparo certero le había destrozado la rodilla pero con esfuerzo conseguiste recuperarla. Cortaste, suturaste, volviste a cortar y limpiar… un trabajo bien hecho dado las circunstancias. Ahora sólo quedaba ver como evolucionaba su recuperación, pero la falta de espacio obligaría llevarlo a un hospital para que permaneciera allí el tiempo necesario. De esos trámites solía ocuparse Gusano gracias a algunos contactos, porque de lo contrario necesitaríais más espacio para albergar un post-operatorio.

Al salir del quirófano dejaste que Rochie se encargara del resto. Gusano aún estaba en la sala nº 1. Como no había pedido tu ayuda cuando avisaste por el comunicador que habías terminado decidiste ocuparte de la mujer embarazada. A su lado estaba uno de los hombres que estaba sentado en el suelo cogiendo su mano mientras ella permanecía sedada. Ambos tenían un aspecto de lo más común, y dado que permanecían en la clínica lo más probable es que no tuvieran seguro médico en condiciones.

- ¿Por qué han atendido primero a ese desgraciado? –dijo con angustia en su voz- Mire lo que le ha hecho a mi mujer.

De pronto, mientras revisas las constantes de la mujer y su bebé éste último cae en picado. Sin miramientos apartas al padre de un empujón y aprietas el botón de emergencia. ¿Cómo ibas a atenderla si los quirófanos estaban aún ocupados?

- No podemos meterla –respondió Rochie a tu mirada impaciente- Todavía no.

La enviaste a sacar de inmediato el aparato de parada cardíaca e hiciste lo imposible para recuperar las constantes vitales. Pequeñas descargas, inyecciones de norepinefrina y otras sustancias pero nada. No lograste recuperar al bebé.

La vida es curiosa, por mucho que me empeñé en salvarle la vida  a ese bebe no puede hacer nada, su pequeño corazón se había negado a seguir luchando por la vida, y cuando llega ese caso no hay nada que hacer. Sabía que había hecho lo correcto, que no se podía haber actuado de otra forma, no sin haber un quirófano libre ¿ Entonces por que me sentía asi de mal? Pensaba que había superado eso, es lo primero que te enseñan. Me sumergí en el trabajo evitar pensar. – Rochie, prepara el papeleo, mientras yo iré a hablar con el padre

North Side, 08:30 – 08:45 (clínica)

Perder una vida siempre resultaba frustrante, y sólo esperabas que jamás llegaras al punto de no importante. Conocías a muchos que miraban a los pacientes como números o retos de diagnósticos, pero tras la cortina de la pequeña habitación había un esposo y un hombre que no sería padre.

De pie y claramente nervioso se encontraba el hombre. Su aspecto estaba desaliñado y su ropa algo rasgada y con sangre. ¿Cómo se podía decir en una misma frase que su esposa estaba estable pero que acababa de morir su hijo?

Rochie estaba en la entrada y suponías que se ocupaba del papeleo mientras charlaba con Rose. Algo te decía que aquellos dos mantenían algún rollo ocasional. Pero ahora no era momento de pensar más que en un hombre que esperaba con angustia saber cómo estaba su familia.

Como decirle a un padre que su hijo estaba muerto? Siempre me había parecido la parte mas dura del trabajo, pero ahora aún mas, no se por que, pero no me veía con fuerzas de salir y decirle lo que había pasado. Pero me tocaba a mi, no era justo pasarle el marrón a otro, asi que, descorrí la cortina y me dirigí al padre y con cara afligida le dije – hemos hecho todo lo que hemos podido, y hemos salvado a su mujer, pero su hijo no hemos tenido la misma suerte. Me quede expectante para ver como iba a responder

North Side, 08:45 (clínica)

Su mirada te pareció que por un instante se había apagado, incluso sus hombros habían bajado derrotados ante la noticia. Poco a poco su cabeza fue bajando, mirando al suelo mientras sus labios comenzaban a temblar. Sus ojos comenzaron a aguarse pero también lo hizo la rabia. Salió disparado hacia la sala de operaciones, que teniendo en cuenta las dimensiones de la clínica le quedaba justo al lado, y estaba claro que sus intenciones eran evidentes.

Cualquiera que te viera como una simple cirujana se llevaría una gran sorpresa al ver como te movías. Tu rapidez era altísima y no tuviste problemas a la hora de sujetar al hombre antes de que llegara siquiera a tocar la puerta.

- ¡Suélteme! ¡Deje que pague! ¡Déjeme! –se revolvía con rabia.

De inmediato aquello llamó la atención de Rose y se acercó con escopeta en mano a ver qué era lo que sucedía. Había algo en aquel hombre que te hacía pensar las cosas dos veces antes de hacerlo, y no era por su aspecto sino por la tremenda seguridad en lo que hacía. No dijo nada porque esperaba que le dijeras que todo iba bien, de lo contrario estabas segura que dispararía a las piernas de aquel pobre hombre (no era la primera vez que lo hacía)

Finalmente el hombre se derrumbó y cayó de rodillas sin apenas saber qué hacer. Muchos dirían que la escena siguiente resultaba lamentable, o hasta patética, pero en tu caso sólo veías como aquel hombre, del cual ni siquiera sabías cómo se llamaba, se arrastraba hacia la pequeña habitación donde estaba su mujer. Finalmente se incorporó agarrándose a la camilla y se desplomó en lágrimas sobre el abultado estómago de su esposa. Lloraba por un hijo que jamás podría ver.

- Todo esta bien, puedes guardar el arma. Eiren le ayudo a levantarse, luego se quedo sin saber que hacer o que decir mientras ese pobre hombre sufría la angustia de la perdid.

El mundo era una mierda, seguro que esta mañana cuando este tipo se había levantado no se esperaba que los acontecimientos o el destino le iban a dar la espalda.- Pensó para si. - pero seguramente había tenido suerte, un poco mas y hubiera perdido todo, mujer e hijo ! Dios! ¿ Que clase de mundo es este ?

Debe ser fuerte, su mujer le va a necesitar para superar esto-Al escuchar sus palabras, estas le resultaron vacias. - ¿ Que te sucede? -Se preguntó. Desde que descubrio el secreto de su padre se sintió vacia, como un niño al que le han dicho que papa noel son los padres, la mágia del mundo había muerto, se había esfumado, ella que era una soñadora y que creía en que el mundo era magico. Ahora todo era gris, le recordo a esa vieja pelicula, el mago de oz.

Intento concentrarse en el trabajo, gusano llevaba tiempo ah dentro y quizás necesitara ayuda