Partida Rol por web

Frost lanzó un beso a Kwan mientras este salía de la habitación, la verdad era que le había encantado ver a la mujer de hielo perder la fachada de tia buena y demostrar la clase de zorra mezquina que era.

Siguió finjiendo que estaba borracho repantingado en el sofá mientras su mente se movía a velocidad de vértigo, necesitaba tiempo para pensar sobre todo lo que le habían dicho, así que era mejor que las cámaras que seguro habían instalado le siguieran captando como un patan inofensivo, al menos por el momento.

Las últimas y enigmaticas palabras del oriental le llamaron la atención pero las apartó de su mente, solo había dos cosas que en aquel momento quemaban en su cerebro la primera era la idea de que siempre habían sabido donde estaba, ¿como? había tratado de desaparecer y hasta que salió del trullo no había visto a ningún conocido, eso le dejaba dos opciones, o la Tallon tenóa ahora un sistema de seguimiento mejor que los putos chinos de Arasaka o le habían hecho algo a él cuando estaba en el laboratorio. Iba a necesitar un buen matasanos para poder sacarse cualquier mierda que le hubiesen metido. Un escalifrío le recorrió involuntariamente la espalda. ¿Se habían limitado a ponerle solo un localizador o algo más letal? ¿Y... Porque la pasma no lo había detectado cuando le metieron en la "danza".

La otra idea que le quemaba era Angela, ¿Que coño había hecho o le habían hecho aquellos cabrones para que tratara de escapar? Angela era buena, en aquellos tiempos recordaba que casi al nivel de Kwan. La verdad era que los pringados con que iban a meterle no le importaban una mierda, ni ellos ni la Global ni nada, iba a seguir el juego de la puta psicópata hasta averiguar que le habían hecho a él y lo que le había sucedido a Angela. Después de aquello se despediría con una bala en la frente de un par de tipos... y bueno... si le cazaban al menos sería más divertido que quedarse bebiendo hasta que estuviese hecho demasiado mierda como para seguir respirando.

Mañana iba a ser un día divertido...

Japan Town, 00:25 a 07:35 (estudio de Frost)

Hacía calor, y encima era un día pegajoso. Sudamérica era el último lugar donde alguien quisiera pasar una temporada, sobretodo si estaba acostumbrado a otro tipo de terreno más urbano. Te guardaste tus pensamientos al respecto  seguiste al grupo por aquella ciudad que no era más que unas chabolas mal construidas y acumulación de suciedad. Unos años antes hubierais dado el cante como un árbol de navidad en pleno verano, pero muchas partes de Sudamérica estaban atestadas de soldados de todo el mundo, ya sea por países o corporaciones.

Julius Marnett tenía algo que Tallon quería: un cerebro privilegiado para la ciencia. Un grupo sin determinar por aquel entonces lo había extraído de la Compañía y era vuestra labor rescatarlo. Un soplo equivalente a 400 ed os condujo a un grupo de chavolas muy juntas y sobresalientes gracias a unos tipos armados que las custodiaban. El proceso fue rutinario y, por fortuna, aquellos tipos no estaban ni la mitad de entrenados que vosotros. El balance era aceptable: un herido grave y otro leve. El resto, otros seis donde te incluías, estaban ilesos. Desgraciadamente dentro de la casa no estaba Julius, sólo una familia muerta que luego supiste que eran mafiosos y un leve rastro de Julius. Se habían adelantado y lo habían llevado a los EEUU, exactamente a las afueras de la conocida Night City.

- Mala suerte. Hora de marcharse –comentó uno de tus compañeros.

- Recoged todo lo que nos vincule y cualquier cosa que nos sirva. Dos minutos –ordenó Ángela y de inmediato te apartó a un lado.

- Tengo que contarte algo cuanto antes –dijo tras apagar el comunicador- Después de reunirnos con Jacob (un enlace de la Compañía) tenemos que hablar.

Estaba preocupada, o alterada. No estabas muy seguro, ni tampoco lo averiguaste. Después de la reunión con Jacob no hubo oportunidad de hablar porque os separaron en dos grupos. No era extraño así que no lo tomaste como un problema, simplemente uno grupo se quedaría allí, en Panamá (con Ángela) y otro iría a Night City (contigo). Era importante contrastar los datos pero, a la vez, no perder el tiempo.

Otra cosa que no sabías era si Julius estaba realmente en Night City, y dado que el lugar donde habías entrado resultó ser una trampa era posible que Ángela lograra encontrar a ese científico. Bastante tiempo había pasado con demasiadas cuestiones y conversaciones pendientes.

El despertador sonó bien pronto. Por lo general hacía tiempo que no te levantabas a las 07:00 desde hacía un buen tiempo, a menos que alguien intentase entrar en aquel cuchitril que tenías por “hogar”. Después de una buena ducha y desayunar correctamente, unos treinta minutos, sonó tu móvil.

- Calle Farrington, almacén 14, Upper East Side, 09:00 am.

Otra vez la misma rutina. Otra vez las mismas palabras escuetas que te llevarían a algo o alguien. Otra vez bajo el manto de la manipulación y la falta de escrúpulos.  

Sonó el despertador, los ojos de Frost estaban enrojecidos de dormir mal y a trompicones, despúes de la notícia de la muerte de ella, se había retrotraido una y otra vez a las últimas palabras que se dirijieron el uno al otro. Quizá en un principio el no le había dado ninguna importancia a lo que ella le había dicho o había tratado de decirle.

Joder Angela, ¿Que coño querías decirme y quien te mató?

La verdad era que la llamadita que recibió no le importaba un carajo, ni la llamada, ni la global ni la mierda en la que estuviesen metidos. Tampoco se tragaba la mierda de "los otros son prescindibles", seguro que al menos un par más del grupito tenían las mismas instrucciones que él y el gran Eithan Frost no era más que otro peón prescindible para la puta del tatuaje.

A pesar de ello no tenía más remedio que seguirles el juego hasta poder hacerles pagar por lo de Angela.

Angela...