Partida Rol por web

- Id, y tened mucho cuidado, si descubren a los elfos..., lo pasaran mal. - dijo meditativo Edrram. - Tal vez incluso fuese mejor que no se dejasen ver. Nosotros haremos los preparativos para marchar y esta noche nos reuniremos con ellos al amparo de la noche.  - Buscaba algo de complicidad entre el resto de presentes, sobre todo en Agonthor, que conocia mejor la ciudad.

Neram asiente con la cabeza. 

- Bien... iremos a buscarlos y luego miraremos esas cuevas... si por ellas se puede salir se podrá volver a entrar en caso de necesidad... vamos...

Mira luego a Edrran.

- Tened todo preparado. Seguramente tendremos que marchar deprisa...

- Bien, podemos echar un vistazo ahora a esas cuevas, pero esperaria a que anocheciera para ir a buscar a los elfos y marcharnos. - dijo Edrram, tenian todo el dia y no habia tanta prisa. - Si que avisaria a Miriamele y Galanthir, pero no los sacaria de su escondite hasta que la oscuridad pueda ocultarlos.

Fhengel y Ben se marcharon a buscar al resto del grupo, irían hacía el edificio derruido donde se escondían y después aguantarían allí hasta que la noche les diera el amparo suficiente para volver a la casa del viejo Agonthor. Al salir lo hicieron por la puerta que daba al callejón estrecho para conseguir mayor intimidad. Fhengel había caminado hacía el mercado con un niño, y ahora volvía con otro similar. Aquello haría que levantara menos sospechas si alguien se hubiera fijado en él.

Por su parte, Neram, Edrran y el viejo salieron de la casa por la puerta principal para ir hacía las cuevas y echarles un vistazo. El viejo les dijo que no hacía falta que cogieran nada, llamarían menos la atención y no era necesario utilizar cuerdas ni nada similar. Si las cuevas se mantenían como él recordaba, dijo, estaban en un buen estado para caminar sin necesidad de ayuda.

Silwen, Bledwyn y Amy se quedaron en casa del viejo, cómodos y protegidos de cualquier mirada indiscreta.

Agonthor les guió hacía la parte Este de la ciudad, dónde esta se juntaba con la ladera empinada de las Montañas Nubladas, en este punto de la ciudad las calles no eran tan concurridas como junto al camino central, y del mismo modo, había menos edificios y más tranquilidad.

La gruta era tal cual se la había descrito: una grieta en la roca que se adentraba formando una cueva. Las aguas de un pequeño arrollo surgían de su interior y al caer sobre la ciudad no era más que un reguero que se perdía por el suelo de las calles. Tal vez si supieran o quisieran encauzarla podrían almacenar el agua y emplearla en cientos de cosas y evitar que se desaprovechara de ese modo.

La grieta estaba cerca, tendrían que escalar unos cinco metros de roca para poder alcanzarla, pero prometía adentrarse en la montaña con cierta profundidad. No parecía que hubiese una cueva, más bien parecía una hendidura de la propia roca, pero Agonthor les había asegurado que una gruta empezaba allí.

Edrram se aseguro de que estaban solos, era desconfiado y no queria que nadie los viese husmeando por alli. Una vez se cercioro de que podian continuar, examino la pared de roca para determinar si seria facil o no trepar por ella. Habian comprado cuerdas e incluso un garfio*, por lo que en principio no les seria demasiado complicado salir por alli. Buscaba en la roca asideros y apoyos para los pies y manos. Comprobaba la consistencia de estas y evaluaba el peligro que implicaba subir por alli, sobre todo para los mas torpes, el se incluia en ese grupo pues era comandante y no saltimbanqui de feria.

Cuando lo tuvo todo claro expreso su deseo de volver a la casa, solo les quedaba esperar el anochecer, volver a juntarse todos y reemprender el camino tras Leowyn. Intentaria aprenderse el camino, cosa no muy dificil pues la montaña era mas que visible desde toda la ciudad.

Neram observa la zona y dificultad de la escalada mientras menea la cabeza de un lado a otro.

- Alguien deberá subir primero y asegurar una cuerda... será más fácil para los demás.

Se agacha y observa las posibles huellas recientes. Tal vez con un poco de suerte encuentre las de la elfa.

Una vez satisfecho en sus pesquisas, se limpia las manos con calma y hace una seña a sus acompañantes.

- Será mejor que volvamos... aquí llamamos mucho la atención.

Eddran señaló unas marcas que había en la tierra a un par de metros sobre sus cabeza. Eran unas marcas recientes que habían levantado y removido ligeramente la tierra. Neram en un primer vistazo no logró localizarlas pero gracias a la ayuda del gondoriano las localizó para echarles un vistazo

Neram las estudió desde la lejanía y aunque no supo quien las pudo haber provocado, pensó que su origen seguramente se debería a un resbalón. Alguien que pisara en mal lugar y provocara el desprendimiento de algunas piedras y algo de tierra. Pero no supo determinar si podría haber sido Leowyn u otro individuo.

Eddran también se fijo en que había un lado donde la pendiente era más suave y por el que se podía subir incluso sin necesidad de cuerdas. Donde además la tierra parecía más compacta, y por lo tanto, menos propensa a desprendimientos.

- Creo que podremos subir sin demasiados problemas, primero uno agil - señalaba la pendiente menos pronunciada - y despues tendera una cuerda de ayuda  para evitar sorpresas.

- No hay mucho mas que ver aqui, deberiamos reunirnos con los demas y esperar al anochecer.

Hablaba en susurros, no queria que sus palabras llegasen a oidos incorrectos.