Os encontráis en unas salas muy bien adornadas, los suelos cubiertos de caros mosaicos elaborados con oro, bronce y diversos minerales. Las paredes cubiertas de tapices, estatuas de varios santos y mártires y esculturas bizantinas. El sonido de fondo es el murmullo de los distintos grupos de personas hablando, mientras unos músicos tocan en una esquina con los ojos vendados. Al entrar vosotros el murmullo cambia de tono, haciéndose casi imperceptible, mientras os acercáis al trono de Narsés, que permanece impasible. Con un gesto de su mano, hace callar a todos los presentes y se levanta para hablar, desde su posición elevada.
-Bienvenidos a Venecia, se me ha informado de vuestra llegada. Asenoc y Carienn Zibanitum, de la Casa Tremere y Paolo di Faso del Clan Gangrel. Os encontráis bajo mi protección mientras respetéis las Tradiciones de Caín. Espero que esta estancia vuestra en mi ciudad sea de vuestro agrado.
Una breve nota: La otra vez que estuvisteis en Venecia fue como mortales, y por tanto no conocisteis a Narses. Los ghoul se consideran mortales, y aunque están sujetos a las Tradiciones del mismo modo que los cainitas, no se suelen presentar al Principe a menos que éste lo exija, lo que no suele pasar porque es una molestia tremenda, sobretodo en ciudades grandes.
-Bienhallado, Principe Narses -Realiza una mínima reverencia a modo de saludo al principe, y se fija de reojo en el resto de cainitas que abarrotan la sala.
Narsés se da cuenta del interés de Paolo en el resto de los que se encuentran en la sala y con una sonrisa le dice:
-Comprendo que habéis venido a formar parte en las negociaciones sobre la Cuarta Cruzada. Espero que Anna pueda presentaros al resto de los participantes y explicaros un poco por encima sus intenciones.
Luego se queda mirando fijamente a Asenoc y Carienn, esperando que se presenten, o que al menos digan algo.
Doy un paso hacia delante y respondo al príncipe.
Es un placer conoceros Príncipe Narsés. Mi nombre es Asenoc, del clan Tremere.
Es todo un honor estar ante su presencia. En efecto, estamos aquí por el asunto de la Cruzada. Respecto a la preciosa criatura que me acompaña, mi esposa Carienn, dejare que sea ella quien se presente, regalándonos a los presentes unas palabras de su delicada voz.
No quería que subestimaran a Carienn por el hecho de no ser un vampiro o por ser una mujer. Como mi esposa y compañera, desde que nos casamos, compartimos los derechos y responsabilidades de nuestra posición. Todo aquel que nos conozca debe saber que somos una sola voz. Lo que ella diga nos representa a ambos y viceversa.
Hago un gesto de respeto con la cabeza a Narsés. Pese a las ideas innovadoras de mi esposo, no se me olvida mi lugar. Soy mujer y no soy como ellos, aunque beba de mi esposo para mantenerme inmortal.
-Es un honor, Príncipe Narsés, soy Carienn Zibanitum. Vengo como acompañante de mi esposo y como enviada de confianza de nuestro clan. Es un placer compartir mesa con vos para tratar las negociaciones y espero que podamos llegar a un acuerdo todos- levanto mi cabeza, que mantenía inclinada y le regalo una bonita y radiante sonrisa.- Me temo que mi esposo exagera siempre cuando se trata de elogiarme- añado modesta.
-¡Oh! yo no participo de las negociaciones. Soy neutral. La verdad es que me importa poco el rumbo que tome la Cruzada, siempre que lo tome lejos de Venecia. Tanto yo mismo como los habitantes mortales y cainitas de Venecia estamos deseando que todo vuelva a la anterior normalidad. La presencia de los Cruzados empieza a ser conflictiva.
También nosotros deseamos evitar conflictos en nuestras tierras. Nuestros ciudadanos (digo mientras cojo la mano de Carienn) no necesitan guerras de ningún tipo, ni religiosas, ni de ninguna otra índole.
Haremos lo posible por vuestros intereses a la vez que negociamos por los nuestros.
Tras la presentación a Narsés, las negociaciones comienzan de nuevo. A veces en círculos pequeños, otras veces en común a todos los presentes. La situación es bastante caótica, no hay un orden fijo de exposición, y los cainitas van y vienen con las conversaciones empezadas o dejando discusiones a medias. Las deliberaciones, por lo que os cuenta Anna, se reproducen noche tras noche desde el anochecer hasta las tres de la madrugada.
Anna os va presentando entre susurros a los principales participantes y vais tomando nota de las posturas de cada cual:
-Tommaso Brexiano, Lasombra: Fija como objetivo de la Cruzada a Palestina
-Lanzo von Sachsen, Ventrue: Afirma que es mejor atacar Egipto.
-Khadijah Saadeh, Lasombra (musulmán): Afirma que la Cruzada no traerá nada bueno y que es preferible que se cancele.
-Guillermo Aliprando, Lasombra: Es el teniente de Narsés y neutral como él, sólo interviene para mantener el orden.
Por supuesto hay muchos más cainitas presentes, pero estos son los más destacados, y ejercen de portavoces más a menudo representando a las principales facciones.
Si queréis intervenir de algún modo, o hablar en privado con alguno de ellos, avisadme. Si no, adelanto la escena ;D
Quiero hablar con cada uno de ellos para saber la razón de su elección de objetivo para la cruzada. Puedo comprender a Khadijah aunque, sin saber la razón de la Cruzada, no me arriesgaría a apoyar esta postura.
¿Porque los otros dos participantes desean atacar estos dos puntos? Probablemente no me digan la verdad. ¿Tenemos algun modo de saber si mienten? Algun poder vampirico o algun conjuro de Carienn.
Si son de menor generación que tú (que es complicado), los poderes vampiricos tipo dominación no sé si harán mucho... Quizás cabrearles x'D
¿Si van para Palestina, marchan sobre Constantinopla, pero si van a Egipto no?
No es de buen gusto usar Dominación con otros vampiros, aparte, esto se considera Eliseo, por lo que está prohibido el uso de Disciplinas Vampíricas.
Al margen de esto... ¿mentir? ¿sobre qué? ¿quién? ¿para qué? No entiendo a que te refieres.
¿A quién os dirigís primero?
Si, a vosotros os interesa más que marchen sobre Egipto que sobre Palestina, ya que está más alejado de Constantinopla.
De acuerdo. Entonces tenemos Palestina que no interesa porque nos cae a nosotros. La opcion de disolver una cruzada me parece mala idea (a saber todos esos cruzados que se han quedado sin proposito la que pueden liar en Venecia). Y por ultimo Egipto que parece la mejor opcion.
No necesito entonces hablar con nadie. Puedes pasar a la siguiente escena en lo que a mi se refiere.
Paolo cambia el peso de su cuerpo de una pierna a otra, se rasca la nuca y los brazos con sarna, se pasea por la estancia mirando con descaro a los presentes y si alguien le dirige la palabra le contesta con un tono de voz más alto al de los otros participantes. Se nota que no está en su ambiente, se siente como un pez fuera del agua.
Si nadie presta la mayor atención a mi pj, por mi tambien podemos pasar a la siguiente.
Ok, si Carienn no tiene nada que añadir, avanzamos ;D
Nada, solo saber qué nos interesa para "atacar" por ahí.
¿Y qué os interesa? =S
En cualquier caso, luego en cuanto tenga un rato pasamos a la siguiente escena ;D
Nos interesa cualquier cosa menos Palestina xD