Partida Rol por web

El interior de aquella iglesia estaba desordenado, con los bancos tirados al suelo, algunos rotos; claramente aquel lugar había sido profanado hacía poco, pues algunas velas aún seguían encendidas, aunque apenas aguantarian otras cuantas horas más. Pero lo que más destacaba de este lugar religioso y de culto eran las vidrieras por las que la luz de la luna se adentraba.

En vez de mostrar santos, como era habitual, mostraban algunos animales, al menos aquellas vidrieras que no se encontraban rotas, mostraban animales marinos; desde serpientes, cangrejos, calamares...

El sonido de las campanas seguía sonando en aquel lugar, además de unos claros gruñidos que provenían de la parte trasera de aquel edificio eclesiástico, en concreto de la propia sancristía. Y no parecía haber ningún enemigo en los alrededores, por lo que parecía ser una zona, al menos en la que estos estaban ahora, segura.

-Voy a asegurar la zona. Lero se adelantó un poco rifle en mano comprobando posibles recovecos y atento a cualquier sonido que indicara presencia de alguien o algo más.

La zona estuvo completamente asegurada por parte de Lero, en toda aquella sala principal no había ni un solo alma, mucho menos ni una sola criatura con más cosas que un alma, o directamente sin un álma y sí con el resto de todas las cosas que la hacen ser una persona, criatura, ente, cosa o monstruo...

Aunque no fue porque Lero hizo un buen trabajo a la hora de asegurar la zona, sino que simplemente porque no había nada en un primer lugar que necesitase ser asegurado.

En la iglesia no parecía tener muchas opciones para detener a aquellos zombies, solo éramos nosotros contra ellos, éramos la última línea de defensa ante esas misteriosas criaturas -Intentare ayudar no sirvo para el combate directo pero puedo apoyar, está debe ser la única puerta que conecta con el cementerio así que los Zombies deben venir en su mayoría por aqui- Afirmando esto puse ambas manos en e suelo con todos los dedos extendidos -Creo que puedo manipular mi habilidad para poner alquitrán en líneas por cada dedo, puedo hacerte teoría líneas que sirvan como telarañas, así si tenemos que correr habrá forma segura de cruzar pero espira teoría- Afirmando esto tome un trago de aire antes de liberar el alquitrán.

Kogane Tsumi se dispuso a montar otra trampa más, en esta ocasión en el interior de la iglesia, poniendo ambas manos en el suelo con todos los dedos bien extendidos este marine se concentró y se preparó para liberar el alquitrán desde la punta de sus dedos a modo de una pequeña red de araña, pero de alquitrán.

Ryu asintio.

-Bueno, toda ayuda es buena Alferez, agradezco tenerlo a mi lado, como bien sabe, el combate tampoco es mi fuerte, y usted es mucho mas util en este casos de lo que puedo serlo yo.

Dijo sonriendo a su compañero.

-Alguien tiene que haber estado tocando la campana, y entiendo que es para llamarlos al interior de aquí, voy a ir al campanario, a ver si encuentro a quien fuese que estaba tocando y puedo darnos algún detalle mas de lo que esta ocurriendo.

-Nos dijeron debajo del altar, ¿no?, voy a revisar. -Lero se acercó al altar con intención de revisarlo y ver si estaba ahí lo que habían venido a buscar.

Tras empujar un poco el altar, Lero pudo hallar sin ningún tipo de problemas una llave con el grabado de una calavera en la parte posterior. A decir verdad se podría decir mucho al respecto de todo aquello, como por ejemplo:

1. El hecho de sustituir el mango por una calavera hace que sea algo más difícil de agarrar, al igual que será de utilizar.

2. Es un malgasto de dinero grabar dicha calavera en vez de simplemente dejarlo como un simple mango.

3. Es de pésimo gusto que la llave a las catacumbas esté representada por una calavera.

Acceder al campanario iba a ser más complicado de lo que uno hubiera pensado en un primer momento, principalmente porque no parecía haber ningún tipo de ruta directa hacia el campanario, al menos no desde el interior de aquel lugar. Quizás hubiera alguna forma de subir desde la sacristía al tejado y a partir de ahí, llegar al campanario. O directamente desde el exterior se podría acceder, a fin de cuentas la iglesia no era muy grande.

-Parece que he encontrado una llave de las catacumbas, ¿estará ahí lo que estamos buscando?

Lero mira hacia los alrededores por si ve algún pasillo, trampilla o acceso posible hacia las catacumbas.

Sin mucho problemas este pudo encontrar la puerta a las catacumbas oculta detrás de un tapiz de un gigantesco calamar atacando a una embarcación. Realmente no lo ocultaron demasiado bien, o quizás Lero tuviera un sexto sentido a la hora de encontrar objetos detrás de tapicez, sea como sea, ahí estaba la puerta a las catacumbas, cerrada por un candado.

-Capitán, Alférez, he encontrado la puerta también, cuando digan bajamos.

-Lero dio unos toquecitos en la puerta de las catacumbas, por si acaso puso el oído, aunque no veía probable que saliera sonido extraño de ahí abajo.

El sonido de las campanas seguía sonando en aquel lugar, además de unos claros gruñidos que provenían de la parte trasera de aquel edificio eclesiástico, en concreto de la propia sacristía. Y no parecía haber ningún enemigo en los alrededores, por lo que parecía ser una zona segura, al menos en la que estos estaban ahora, siendo confirmada por Lero.

Viendo que estaban más pendientes de la trampa y del campanario, Lero decidió empezar a bajar por su cuenta.

-Voy a ir adelantándome si no les parece mal.

Después de preparar las trampas de alquitrán me dispuse a levantarme aunque para mi defecto mis manos habían quedado adheridas por completo al suelo, hacia lo que podía para levantarme pero mis manos seguían pegadas mientras me esforzaba para separarlas del suelo -Puse varias trampas debería ser casi imposible entrar por aquí- Mientras luchaba por escapar de la situación tan pegajosa, tiraba con fuerza mis brazos hasta separarme cayendo de espalda pero finalmente me había liberado -Tenemos que irnos, los gruñidos, ellos están cerca, buen trabajo Lero ahora vámonos, las catacumbas suelen tener varias entradas entonces puedo sellar esta- Me levante del suelo con los codos corriendo hacia la entrada a las catacumbas empujando a Lero con los hombros para que entrara en prisa -No tenemos tiempo que perder vamos capitan.

-Me sentiría más cómodo si no sellase la puerta por si no hay otra salida señor, nunca se sabe.