Partida Rol por web

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Antes de que Mari Deepsea pudiera darse cuenta, la niña saltó sobre su cuello tratando de morderlo, y de hecho, siendo capaz de clavar sus afilados dientes en la piel y en el músculo de la joven capitana pirata; sintiendo el intenso dolor de como aquellos dientes se clavaban en su carne y la hacían sangrar.

Era evidente que aquella pregunta iba a malas, casi tan malas como indicarle que siguiera trabajando, algo que, claramente ahora tenía que hacer sí o sí, porque este seguía presente. Por lo que manteniendo la excusa que dio antes, este siguió colaborando con aquellos supervivientes.

-Depende, -le respondió el Doctor- si te refieres a estar palando carbón al tren, la respuesta es "No, pero lo prefiero antes de ir hacia delante", es porque me marea ir delante en los trenes... Si te refieres como "Doctor de la Marina", tampoco, pero era lo que tocaba ser...

A diferencia de aquel Doctor el "Doctor 1" respondió a la pregunta de una manera mucho más directa; y aunque su nombre seguía siendo un misterio, al menos ahora podían saber un poco de cual era su sueño en la vida; algo que probablemente no durara demasiado teniendo en cuenta la alta mortalidad.

-Mi sueño no era ser Doctor de la Marina, sino un estudiante de posgrado de bellas artes en donde podría vivir una vida bohemia de isla en isla pintando paisajes que posteriormente colgaría en la última isla a modo de recopilación de todos mis viajes. -Comentó embobado mirando a la nada- Una vida no demasiado ríca en dinero pero sí en experiencias y emociones...

Y así fue como, de forma solitaria y aún herida; Alessio Narvaez decidió abandonar la paz y la tranquilidad que le ofrecía el Vagón Nº2 para adentrarse en lo desconocido que era el Vagón Nº3, con las esperanzas de encontrar algo que le pudiera servir en aquella situación... o no morirse de aburrimiento (o desangrado) hasta llegar a la isla.

El interior del vagón de tren reconvertido en un almacén de documentos científicos e investigaciones científicas es un escenario caótico y abarrotado. Al ingresar, uno se encuentra con un pasillo estrecho que se extiende a lo largo del vagón, rodeado de estanterías a ambos lados. Las estanterías están llenas de documentos científicos, carpetas y libros, algunos de ellos están desordenados y se derraman por encima de los bordes.

El suelo del vagón está cubierto de papeles esparcidos y documentos que se han caído de las estanterías. Caminar por el pasillo puede ser un desafío, ya que se debe de tener cuidado para no pisar ninguno de los valiosos documentos científicos que están desperdigados.

En medio de este caos, se encuentra un científico arrodillado en el suelo, dedicado a recoger y organizar los documentos dispersos. Está vestido con bata blanca y lleva gafas, demostrando su compromiso con la investigación científica. Con concentración y meticulosidad, el científico toma uno a uno los papeles y los coloca cuidadosamente en carpetas, restableciendo el orden en medio del desorden.

-Maldición, maldición... -Comentaba alarmado mientras colocaba todo hasta que se percató de la presencia de aquel marine- ¿Qué haces tú aquí?. -Preguntó mirando al hombre- Bueno eso no importa: ¿Qué le pasa a la maquinista? ¿Qué fue ese golpe?.

A medida que el científico se mueve a lo largo del pasillo para confrontar al Marine, se puede observar que algunas estanterías han sido desplazadas de su lugar original, lo que ha contribuido al desorden general. Sin embargo, se pueden ver indicios de intentos anteriores de organizar los documentos, con algunas áreas más ordenadas que otras.

-Señorita Aiyi, creo que debemos hacer algo y rápido, si esto sigue así perderemos a nuestra compañera, si tan solo no hubiéramos perdido a nuestra medica- le digo a mi compañera no mas entra, me siento realmente impotente ante la situación, no quiero perder a nadie más.

Mire cómo horror como mi capitana era mordida al pasar de mi advertencia, inmediatamente desenvainó y golpee en el reverso con la katana.  Para que soltara a la capitana.

¡¿Pero que haces?! ¡Suéltala!

El golpe impactó directamente en la cabeza de la niña haciendo que sus pequeñas pero poderosas mandíbulas se abrieran, soltando del agarre que tenía presa a la Capitana. Aún así, a pesar de ello, la pequeña saltó nuevamente a tratar de morder a la pirata herida una vez más.

Al parecer aquella niña estaba ansiosa por probar la carne de la Capitana, bien puede ser porque esta era una Gyojin o bien porque estaba hambrienta y olía deliciosamente a pescado cocinado, sea como fuere el motivo, estaba claro que la niña las había engañado para pegar dicho mordisco.

La herida del cuello de la Capitana era bastante serio, y peor aún, había restos purpúreos y morados alrededor de la zona donde le había mordido; aunque quizás esto fuera el color normal, a fin de cuentas la Capitana siempre fue de una tonalidad rosadita un tanto particular.

Sea como fuera, la herida no paraba de sangrar, al parecer había sido muy profunda y ahora que se habían separado no había nada que la taponara y detuviera aquella gran hemorragia.

 Cómo la sensación de cuando estás frente a una hoguera y sabes que te vas a quemar si acercas demasiado la mano... o cuando el médico una jeringa te está aplicando y estás esperando aquella punzadas ingresar, en cuanto ví abrir la boca de par en par no hice nada para impedirlo... simplemente sentí como aquel agobiante dolor de iba intensificando con el pasar de los segundo.

  Tampoco lo impedi para la segunda, solo que ahora... Batallando contra el dolor usaría lo que me quedaba de conciencia para pasar mis manos por detrás de la niña y comenzar a apretar levemente en una especie de abrazo.

 Y....ya.... ya... t-todo e....está bien - con unas pequeñas lágrimas que empezaba a surgir de mis ojos intentaba dibujar una mueca de sonrisa -  S...seguro q-que mañana... u-un día mejor.... S-sera... - y continuar entonces con el gesto de afecto, quizás por qué aún pensaba que eso era lo que la niña necesitaba... o por qué con el dolor, el hambre , cansancio y pena que llevaba era quizás, lo que Yo necesitaba escuchar.

Antes de que Mari Deepsea pudiera darse cuenta, la niña saltó nuevamente sobre su cuello tratando de morderlo, y de hecho, siendo capaz de clavar sus afilados dientes en la piel y en el músculo de la joven capitana pirata nuevamente; sintiendo el intenso dolor de como aquellos dientes se clavaban en su carne y le hacían sangrar en otro sitio completamente distinto.

Aquel ofrecimiento para ser devorada parecía ser todo lo que aquella pequeña niña atrapada necesitaba, o al menos eso era lo que se daba a entender pues a medida que más tiempo pasaba, más feroz y agresiva se volvía con los mordiscos.

 En el palacio había aprendido de todo un poco para sortear los dilemas en el mundo humano, aunque quien diría , que el aprender a fingir que "todo está bien" sería la que estaría haciendo relucir en mis últimos minutos mientras mi vida se iba apagando ... Si no... Hace tiempo que ya hubiera gritado de histeria por todo el dolor...

 Cho... S...se q-que.... S-sera e...egoísta - mentaba con una voz que se escuchaba cada vez más bronca a lo dañada que estaban mis cuerdas vocales - Pero, c-como t...tu capitana, t-te pido que v....vivas...