Partida Rol por web

- Eso, gracias - dijo Eli pero un poco a regañadientes. No le gustaba cuando los mayores le trataban como si fuera pequeña. Ya casi era rebelde. Pero no era buena idea plantarse contra el guardián de la biblioteca. Quizá aún podían encontrar algo útil. 

Caminó en silencio por el pasillo hasta alejarse lo suficiente.

- Una vez creo que uno de mis inventos dejó a alguien sin mano. Aunque no recuerdo si fue porque explotó o porque se la comió... - dice ésta mientras se encoge de hombros. 

Total, no sabía de qué se trataba, solo que acabó mal, como los demás. 

- Creo que fue mi culpa. Olvidé decirle que tenía que pedirlo por favor. ¿O igual era decir gracias al final? No me acuerdo. 

Los dos niños examinaron los libros de cuentos e historias y encontraron todo lo que el bibliotecario había detallado: los zapatos, la flor de helecho y el anillo. Cuando Río Amarillo se quedó dormido pudieron curiosear en el censo, pero a lo largo de los siglos habían vivido en Pozoverde infinidad de nockers y en muchos casos ni siquiera había registrado un nombre o la tinta se había estropeado hacía tiempo.

Decidieron marcharse cuando la cabeza empezó a dolerles y los ojos a cansarse, debido a la escasa luz que tenían para leer. Pero al menos habían logrado encontrar algunos ejemplos de objetos tenebrosos que habían estado en Pozoverde en algún momento desde los tiempos de la Ruptura, sin mencionar fechas. La lista no daba detalles y dejaba claro que estaba tremendamente incompleta. Era más una anotación curiosa que un registro, pero mencionaba algunas espadas y lanzas, un alfiletero, una copa, unas tenazas y un diván.