Kifel dio un rodeo para intentar coger a Samtha por el otro lado. Sin embargo consciente de que no iba a alcanzar a atacar a la ex-paladina si sólo aseguraba la posición, se decidió lanzar una certera estocada. El mandoble traspaso su armadura llegando hasta la carne.
—¡Ahí la llevas!
Kifel se mueve evitando el ataque de oportunidad pero no consigue el flanqueo (yo le he sumado el flanqueo al ataque pero es erróneo). Ataca a Samtha y acierta provocándole 9 puntos de daño. Samtha lleva un daño acumulado de 18 pgs.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+9)=21
Motivo: Ataque
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+4)=9
Samtha compuso un gesto de dolor al sentir el ataque del pelirrojo, pero eso no la detuvo.
—¡Despídete de tu vida idiota! ¡Izar!
La ahora paladína de Izar agarró a Kifel por el pecho y una descarga de energía negativa cayó sobre el pelirrojo. El guardia suspendido descompuso su sonrisa para dibujar en su rostro una expresión de dolor absoluto. Su piel se volvió de un pálido casi grisáceo. Daha comprendió que no aguantaría otro ataque más.
Samtha usa el toque mortal y tiene éxito. Le provoca a Kifel 12 puntos de daño. A Kifel le quedan 4pgs.
Motivo: Toque Mortal - Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+7)=26
Aquella bastarda había dejado casi noqueado al pobre Kifel. Un nuevo golpe acabaría por destrozarle y mandarlo con su creador. Daha no iba a permitirlo, haría todo lo que estuviese en sus manos por evitarlo, pero antes tenía que acabar con aquella zorra. Era eso o dejar que le matase a ellos antes. Matar o morir, no le quedaba otra opción.
Kifel había hecho bien posicionándose cerca de la traidora de Samtha. Si acababa por flanquearle le daría bastante ventaja a ambos a la hora de acabar con la amenaza. Sin embargo, el demoledor ataque de Samtha casi acaba con él. Esperaba que viviera lo suficiente como para poder aprovechar la superioridad numérica. La sacerdotisa no lo dudó lanzando un poderoso golpe de maza contra la espalda de la rubia peligrosa. Sonó algo rompiéndose en el interior del cuerpo de ésta, pero era dura de roer y permaneció en pie.
- ¡Maldita bastarda! - Pensó para si la clériga de Alcor.
Me he colado con el flanqueo. Mira que lo he leido, pero entre lectura y post me han llamado al teléfono y se me ha ido!
Motivo: Maza
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+7)=20
Motivo: Daño maza
Tirada: 1d8
Resultado: 8(+2)=10
Kifel terminó de colocarse para conseguir la posición ventajosa y entonces lanzó una potente estocada contra la paladína caída. El golpe fue tremendo pero con un gran esfuerzo Samtha consiguió no derrumbarse.
Kifel ataca a Samtha, acierta automáticamente pero no es crítico. Le hace 9 puntos de daño.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+9)=29
Motivo: Crítico
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+9)=16
Motivo: Daño
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+4)=9
Samtha no se lo pensó y lanzó su maza contra la cabeza de Kifel. El golpe fue terrible y el debilitado pelirrojo cayó al suelo inconsciente.
—¡Ya sólo quedas tú Daha!
Samtha ataca a Kifel y acierta provocándole 6 puntos de daño. Kifel cae inconsciente y desangrándose.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 16(+7)=23
Motivo: Daño
Tirada: 1d8
Resultado: 4(+2)=6
- Eso parece... - Pensó Daha apesadumbrada ante el comentario sobre Kifel.
Fue entonces cuando la sacerdotisa lanzó un nuevo mazazo contra ella. Falló. Ahora que solo quedaba ella se notaba que centrándose únicamente sobre un objetivo Samtha era letal. Era en ese momento cuando se notaba que el entrenamiento marcial de una y de otra estaba a años luz.
- ¡Dame fuerzas Alcor, dame fuerzas! - Exclamó hacia el cielo.
Motivo: Maza
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+5)=16
Samtha decidió ignorar a Daha y descargó un nuevo ataque sobre el inconsciente Kifel para horror de la semielfa. La maza de la ex-alcorita partió la cabeza del pelirrojo mientras esta sonréia cruelmente, incluso relamiéndose por lo que acababa de hacer.
Kifel acababa de morir ante sus ojos.
Samtha ataca a un inconsciente e indefenso Kifel y lo mata.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+7)=20
Motivo: Daño
Tirada: 1d8
Resultado: 7(+2)=9
Lo que Daha acababa de presenciar era... Era simple devastador. Aquella bastarda traidora acaban de ejecutar a Kifel. La alcorita no podía creer lo que acababa de suceder ante sus ojos. No esperaba que Samtha le rematara. No esperaba que lo hiciera al menos aún. ¡Ella seguía en pie, maldita sea!
Tan solo tuvo un momento para mirar cómo había quedado el pelirrojo. Estaba destrozado, había muerto, de eso no había duda. Su amigo, quizás el único que tenía ya... no estaba y en cambio Samtha. Esa hija de perra se creía que iba a salirse con la suya.
Nada más acabar con Kifel Samtha se giró para hacer lo propio con Daha. Portaba una macabra sonrisa en el rostro. Se sentía satisfecha con lo que acababa de hacer. Pero ahí estaba Daha para borrársela de un plumazo o más bien dicho, de un mazazo.
Cargada con la furia de la venganza y llena de ira descargó un fuerte golpe directo a la cabeza. El impactó sonó hueco y acto seguido notó como se fractura a el cráneo de la paladín provocando una lluvia de sangre y materia gris que lo puso todo perdido.
Para cuándo el cuerpo de Samtha golpeó contra el suelo como un saco, un nuevo golpe, seguido de otro y de un tercer y un cuarto, acavó por triturar a aquella traicionera asesina.
Tras asegurarse de que Samtha ya no iba a ponerse más en pie, Daha corrió junto al cuerpo sin vida de Kifel y lanzó un conjuro curativo sobre él. Nada... No había nada que hacer. Su amigo había muerto.
- ¡No Kifel... No! - Susurró entre sollozos y entonces empezó a llorar desconsolada.
Justo entonces supo que no podía quedarse mucho más tiempo allí. Kifel había muerto, pero tenía que ser por algo. Enseguida empezó a rebuscar entre los cuatro cadáveres. Se llevaría todo lo que fuera de utilidad. Necesitaba llagar al final de ese asunto y estaba convencida de que Samtha tenía mucho que ver.
Motivo: Maza
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+5)=25
Motivo: Maza crítico
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+5)=16
Motivo: Maza daño
Tirada: 1d8
Resultado: 8(+2)=10
Pues eso registro a los muertos y saqueo.
Daha comenzó a revisar las pertenencias de Samtha con el fin de encontrar una pista o algo que revelase algo más sobre el peligro al que se enfrentaban. Aunque descubrir que la ex-alcorita ahora servía a Izar y sabía algo del polvo de escorpión era una pista más que importante. Más de lo que podían esperar dada la suerte que habían tenido con el herrero. Pero la suerte sonrió una vez más a la clérigo. Parecía que quisiera compensarle la muerte de su amigo. La semielfa encontró además del horrible símbolo sagrado de la calavera, noventa y cinco coronas de oro y un anillo de plata con un sol grabado en él, un pequeño pergamino enrollado y sellado manchado de la sangra de la propia Samtha.
A toda prisa, la mestiza lo abrió para leerlo.
Armando,
el alquimista ha terminado su trabajo. Ha llegado la hora de entrar en la fase final de nuestro plan. Mena de Oro y Rhovesia caerán bajo el don de Izar. ¡Pero ten cuidado! La República ha comenzado a moverse y busca nuestro rastro. Asegúrate de limpiarlo. Asegúrate de que no puedan saber nada.
Todo muere.
Lamentablemente la firma estaba manchada por la sangre de Samtha y se había mezclado con la tinta. No había manera de saber quién había escrito la carta.
Secándose las lágrimas, Daha emprendió la marcha de vuelta a El Oso y el Cazador.
Daha consigue 95 piezas de oro, un anillo de plata y un sobre. El resto de objetos que hay son armas y armaduras de gran calidad.
Daha continúa aquí.