Como todo buen film o serie de TV, esta es la sección del DVD donde se ponen las escenas rodadas que se descartaron en el montaje final de la obra. Así que si teneis escenas, conjuntas, ó fics de los pjs que no se han podido publicar en la partida pero os gustan a rabiar, este es el sitio para ponerlas ^^ Good luck!
- ESCENA NOCTURNA DE JASON Y NIOBE -
Niobe: Me aseguro de que no he despertado a nadie al salir de la caravana, porque seguro que eso luego traería preguntas y…bueno, paso de tener que decir que algunas noches prefiero deambular que dormir, o fumarme un porrito de marihuana para dormir mejor.
Lo mejor de todo, es que dudo que a alguien le molestara, tal y como se van portando conmigo.
Me alejo de la zona de caravanas donde todos duermen, aunque puedo escuchar alguna radio e incluso me cruzo con algún feriante despierto que me saluda con un gesto silencioso que yo devuelvo. Cuando quiero darme cuenta, he caminado hacia la zona de los puestos, donde saco las cosas para ponerme a liar.
Sonrío un poco. Bendito Ronnie. Me había hecho una visita antesdeayer y me había dejado una bolsita con unos porritos de marihuana. No es mucho pero ¡eh! Tampoco suelo fumar demasiado así que está bien… Por un momento, me imagino a Tom dándome la charla sobre las drogas, y luego James vendría y se la fumaría conmigo. No puedo evitar reírme un poco y suspirar nostálgica mientras sigo peleándome con la marihuana.
Jason: Vaya puta mierda. Otra noche en vela. Me cuesta mucho dormir con Kaylee tan cerca, no puedo conciliar el sueño y paso casi toda la noche empalmado por su culpa. Además, a propósito o no, a veces roza su culo con mi entrepierna y eso me pone más loco. Imposible dormir con tanta "tensión" acumulada. Por si fuera poco, el dolor de cabeza comienza a ser algo habitual. Creía que estando lejos de mi Padre se me pasaría la migraña, pero es que no para. Uf.
Trato de coger sueño dando una vuelta por el circo desierto, le he birlado una cerveza de lata a Arturo y me la voy bebiendo mientras camino. Perdí la apuesta y ahora tendré que pagarle una ronda de cerveza, encima no puedo quedar mal y no poder beberme la mía entera. Y es que, joder, qué mal sabe. Pero según he oído, está más buena a medida que bebes más.
- Eh, Niobe! -Grito al verla. Inconfundible. ¿Qué niña anda con esos gestos tan machorros? Sin duda la chica-chico. ¿Qué estará haciendo?
- ¿Qué haces? -Miro sus manos, tiene algo en ellas.
Niobe: Reconozco que me he sobresaltado al escuchar llamarme y que, hundida en mis pensamientos, no he reaccionado hasta que le tengo delante.
Me guardo las cosas de las manos rápidamente en los bolsillos.
- No hago nada, solo deambulo – respondo con tranquilidad – Y veo que no soy la única.
Jason: Sonrío con malicia al ver cómo esconde lo que llevaba en las manos. Eh, eso es que no hacía nada bueno.
- No te preocupes, que no me chivo sea lo que sea lo que estuvieses haciendo -Me río y eso provoca un ligero ramalazo de dolor, así que me froto las sienes. - No puedo dormir, supongo que sigo demasiado acostumbrado a tener una cama para mi sólo. -Me encojo de hombros. - Esto... ¿has hablado con Kaylee estos días?
Niobe: Alzo las cejas cuando pregunta por Kaylee, disfrutando un poco el que no siga con las preguntas acerca de lo que estaba haciendo.
- Bueno, hemos hablado, claro – le miro, curiosa – Pero ¿a qué te refieres? ¿A si…hemos hablado de ti?
Jason: Por favor, cómo se nota que aún es una niña. No, va a ser del tiempo que hará mañana en Nevada. ¡Pues claro!
- Es igual, déjalo. Aún eres demasiado pequeña, no creo que te haya dicho nada.
Me quedo un rato bebiendo en silencio, para luego mirarla.
- Siento curiosidad, ¿qué puedes hacer? Quiero decir... eres mutante, ¿no? Esos ojos...
Niobe: - ¡No soy una niña! – replico enseguida, pero inmediatamente pienso que negarlo no lo hace verdad - ¿Estás rayado porque…no os habeis acostado aún? – alzo las cejas, mirándole fíjamente y sonriéndole de lado.
Jason: Ufff.. maldita criaja. ¿Tanto se nota? Carraspeo y vuelvo a beber de la birra.
- No la entiendo. Te lo juro. Osea, me lanza miradas, me coge de la mano, me da besos y se roza conmigo. Pero luego, le insinúo que... -La miro de reojo. Ah, sí, respetar la inocencia infantil y esas cosas. - Creo que mi jaqueca se debe a ella, seguro.
Niobe: - Pues no deberías tener jaquecas por eso – niego – Esas cosas pasan cuando tienen que pasar.
No, no tengo ni idea de sexo ni de nada parecido, ¡pero he leído sobre ello! Claro que esto es una de esas cosas que se conocen mas por prática que por teoría.
- Quiero decir – lo pienso un poco – Quizás ella no esté preparada, o…le de miedo. O simplemente está esperando el momento – saco una mano del bolsillo y se la pongo en el hombro, dándole un par de toquecitos – Dicen que lo bueno se hace esperar, ¿no? Pues no desesperes – encojo los hombros. ¿Por qué tener un dolor de cabeza por eso? Es absurdo – Pero si quieres dormir bien, tengo la medicina – sonrío algo mas pícara y saco de los bolsillo la marihuana para enseñársela.
Jason: Me quedo mirando a Niobe y la bolsita que saca. Ahm... ¿y qué coño es eso? No lo había visto nunca. Parece la hierba que metemos en bolsones cuando podamos los árboles de la granja, solo que en poca cantidad.
- No, si los dolores de cabeza son porque... bueno, es igual. ¿Qué es eso?
Niobe: Me choca que no sepa lo que es, aunque también es cierto que quizás él tuviera antes de esto una vida totalmente distinta a la mía… En la calle se veía mucho de esto y de cosas mil veces peores.
- Marihuana – respondo – Dicen que duermes bien después de fumártela… Yo no lo sé seguro, lo que sí sé es que te ríes bastante – sigo liando el porro por donde lo dejé cuando él apareció - ¿Quieres probar?
Jason: Me encojo de hombros. Bueno, por probar que no quede. Sé, por lo poco que me ha ido contando sobre cosas Kaylee, que me he perdido mucho viviendo aislado en la granja, así que...
- ¿Cuál es tu historia? Todos los que estamos aquí parecemos tener una. ¿Te echaron tus padres de casa por ser mutante? ¿O por ser más niño que niña? -Me río.
Niobe: - No, no conozco a mis padres – respondo inmediatamente, con la mirada fija en mis manos y en lo que estoy haciendo – Me abandonaron cuando era un bebé y me crié en un orfanato – trago saliva. No ha sido un comentario afortunado pero él no podía saberlo.
Jason: Ah. Vaya. Qué momento más incómodo. Esto... creo que Kaylee me llama. Debería irme. Sí. Ehm... Le doy una pequeña palmada en el hombro y le aprieto ligeramente en modo de solidaridad.
- Si te sirve de consuelo, no te has perdido nada. Aquí donde me ves, yo me fugué de casa y Kaylee igual. A los dos nos tenían martirizados por ser mutantes, está bastante claro que los humanos no son capaces de llevarse bien con nosotros. Nos consideran monstruos.
Niobe: - No pasa nada… - murmuré cuando puso su mano en mi hombro, al menos es un buen gesto – No generalices, será como todo, ¿no? Además, eso es porque nos tienen miedo – digo – Siempre tienes temor de lo desconocido, cuando no empatizas con la situación, simplemente porque no puedes manejarlo, ni sabes cómo tratarlo – suelto y suspiro, terminando de liar el porro. Sonrío y me lo llevo a los labios para encenderlo – Yo supongo que no sabrían si era mutante o no. Bueno…no es algo que puedas deducir solo con verme los ojos, ¿no? Podría ser algo genético…
Jason: Sonrío y doy un trago a la cerveza.
- Tienes que reconocer que son raros de cojones. Quiero decir, no digo que sean feos, porque no lo son. Y que conste que no te estoy tirando la caña, porque eres una niña y esas cosas. Yo cuando los vi pensé que normal, normal, no eras.
Niobe: - Que no soy una niña… - repito con cabezonería – Tengo catorce años, ¿cuántos tienes tú, señor adulto?
Jason: - Dieciséis. Pero que no es solo por que seas una niña, sino porque no eres nada femenina. No te ofendas, pero es lo que hay.
Niobe: Frunzo el cejo, mirándole fíjamente.
- Ya… Lo cierto es que tú pareces mas niña que yo con esa melena - le sonrío y luego aparto la mirada - ¿Sabes que a veces eres un poco capullo?
Jason: Arrugo el morro al oírla. ¿Qué soy qué? ¡Eh! ¡Qué más hombre que yo, ni uno en este puto circo! Vale que aún sea vírgen, ¡pero ya he volado del nido! A partir de ahora, se van a cagar las chicas, porque Jason es un hombre libre, sin padres y MUY macho.
- Es culpa de la jaqueca, me pone de mal humor y no me deja pensar. Tampoco es que me importe demasiado. Bah, no sé qué hago dándote explicaciones. ¿Qué? ¿Eso qué? ¿Se fuma como un cigarro normal? Te lo cambio por la birra, aún queda un buen trago.
Niobe: Me río con su reacción, tanto por la expresión de la cara como por la respuesta.
Le paso el porro.
- Como un cigarro normal – asiento – Y no te ofendas por lo de capullo, si a mi me caes bien – sigo sonriendo y cojo su birra de la mano.
Jason: Cojo su invento y le doy una calada. Obviamente, ni sé tragarme el humo ni fumar, por lo que empiezo a tosar como un condenado. Me pica la garganta y me lloran los ojos, además parece que tenga aún el pecho lleno de humo. Me doy varios golpes en el pecho y se lo devuelvo. A la mierda con eso. Reconozco que huele y sabe bien, pero fuah. Paso, paso. No voy a volver a fumar eso que llama marihuana en la vida.
- No -Digo entre toses-, si me da igual, no me enfado. Entonces -Toso otra vez-, ¿Kaylee no te ha dicho nada?
Niobe: - Respira, hombre, tranquilo – río, dándole unos golpecitos en la espalda – Pero con una calada no vale, ¿eh? No, no… - no lo cojo cuando intenta devolvérmelo – Venga, fuma, que no se diga. ¿Qué diría Kaylee? – le pico, bebiéndome después su cerveza.
Jason: Bufo, como cuando te queda un trozo de carne de ternera y estás a punto de reventar. Pero que no se diga, no quiero quedar mal delante de la enclenque de Niobe. Doy otra calada y otra vez el ataque de toses. Esta vez sí que sí, se lo paso y a tomar por culo. Dios... digo... su puta madre, cómo me pica la garganta.
- ¿Qué coño es esto? Joder, cómo me pica.
Niobe: - ¿Y tú de dónde sales? ¿De un chalecito con piscinita, columpios y jardín? – me burlo yo ahora, pero de buen rollo, en una broma que dejo clara ya con mi manera de hablar – Eres un blando… Toma, anda, bébete tu birra a ver si se te pasa la tos – recupero el porro y le devuelvo la cerveza - Y si Kaylee me hubiera dicho algo, ¿qué? ¿Qué ganas con saberlo? – pregunto yo ahora - ¿Qué prisa tienes? Quiero decir, mírate… Miraos. Estais de puta madre; tonteais, dormís juntos, os dais cariñitos y esas cosas, ¿por qué es tan importante que os acosteis? No lo entiendo.
Jason: Me quedo callado con su broma. Eh, eso es devolverla, ¿eh?
- Qué va, vivía en la granja de mi padre y ni siquiera iba a la escuela, me lo enseñaban todos mis padres. Se podría decir que mi padre era un hijo de puta malnacido - Ah, qué feliz me hace poder decir tacos. -, así que me piré de casa. Kaylee me animó a hacerlo. Claro que tampoco tenía muchas opciones, ya que apareció un robot gigante que me quería dar por culo. No literalmente, niña.
¿Prisa? Bueno, realmente no es que haya un motivo especial. Pero... bah, es una niña, ¿por qué esforzarme en contárselo?
- Dentro de un par de años lo entenderás. Dejemos el tema. Me crece el dolor de cabeza solo con pensarlo. A veces, me dan unas ganas de ponerme a repartir hostias a ver si así se me calma el dolor... uf. O sino, al menos, reparto dolor y todos a pasarlo mal. Qué suerte tú, que como segurata puedes dar patadas en el culo a los que se ponen tontos.
Niobe: - Sí… Dar patadas en el culo la verdad es que desestresa mucho, pero creo que prefiero las cosas habladas. Muchas veces es mejor por las buenas – le digo y, como veo que ha cubierto con creces su cupo de conversaciones, le dejo el porro en la mano y le guiño un ojo – Fúmatelo tú tranquilo, así sin presiones verás que va mejor – le dedico una sonrisa y me cruzo con él – Controlo la tierra…o algo así – le digo en respuesta a cuando me preguntó qué hacía – No lo tengo claro – río – Buenas noches, Jason.