Partida Rol por web

Era momento de reflexión entre todo lo dicho parece que había cuatro nombres en la mesa: Mia señalada a caminar por la noche, Kaida señalada por Ostap, por la misma razón de Jesus señalaba a Ostap y Jesus por efecto domino. El resto de los presentes, parecían inclinarse hacia las palabras del ruso y no negaba que ella también se sentía tentada, después de todo aunque dejando un par de flecos sueltos que tal vez ella misma no llevaba a entender, era quien mas explicaciones dio hasta ofrecerse a ser votado mañana si la doctora era culpable, el caso es que igual no tendrían un mañana si el predicador tuviera razón. ¿Era un todo o nada? Ojala no tuviera que decidir.

-¿Lo mas adecuado seria provocar un empate? No, eso ya había dicho que no volvería a provocarlo. Pero era adecuada confiar en un voto masivo contra una persona, sabiendo lo que sucedió ayer con Jack que fue lo mismo pero impulsado por Ben ¿Y luego se supo que habíamos vuelto a errar ¿Porque Ostap no confiaba en Jack? Tal vez algo del día de aislamiento y no era el unico.
Ungâk reflexionaba en murmullos sobre todo aquello, la estela nefasta que equivocarse pueda provocar el fin de todo la carcomía por dentro.

Zhou no despegó su mirada de las puntas de sus zapatos mientras la doctora hablaba. Ella tampoco podía creerse que la hubiese señalado. 

No le gustaba y no estaba bien pero necesitaba poner remedio a sus equivocaciones o hundirse con ellas.

La intervención del señor de las cámaras la confundía, ese hombre tenía el poder de destruir todo axioma y crear nuevas verdades universales y parecía saber ejercerlo a la perfección. Por ello inconscientemente tendía a escuchar cuanto decía a la inversa esperando así encontrar la realidad detrás de sus discursos. Pero era en bano. Y su alianza de palabras con el señor Hudson no ayudaban en absoluto a que la británica confiara en su propia letra.

"Querida Madre, ale jacta est."

Todo lo que pasaba consiguió que el señor Ellis crispase su mandíbula mientras les escuchaba. Lo más productivo de todo era el intento de arreglar la radio... el resto era un cruce de acusaciones en las cuales un buen puñado de ellos parecían ser razonablemente interesantes. El otro era sólo un tipo que hablaba con un énfasis antinatural en algunas de sus frases, en particular en las acusatorias.

Lo primero... es darle las gracias por salvarme doctora.

Se acercó a ella y extendió su mano en un gesto de gratitud. Tras ello siguió hablando.

Hay varias opciones, pero destacaría las acusaciones sobre la doctora y sobre la señorita Mia. Como vigilante de seguridad no he visto ninguna actividad inusual en la señorita Mia, pero quizá haya escapado a mis controles. Lo importante es que pase lo que pase se descartará al menos a una persona como inocente y al menos otra persona como culpable. Es... duro. Pero una de las opciones mostraría al menos dos culpables o inocentes a la vez.

Se le notaba incómodo, tenía un nudo en el estómago, algo de lo que estaba sucediendo o haciendo no le gustaba nada. Miró alrededor.

Esta noche sellaré el lugar. Me gustaría contar con la ayuda del señor Ben por su maestría en los ordenadores para bloquear informáticamente los accesos. Una vez que lo consigamos nuestra única esperanza será cazar a... la criatura original y su séquito antes del bombardeo.

¿Estamos de acuerdo?

Preguntó, aunque se sentía bastante seguro de ello y nadie se había negado hasta el momento.

La cosa parecía ir bien encaminadas.

!Y unos cojones de pato! Las cosas eran una mierda. Fuera la doctora una cosa, lo fuera Yrion o lo fuera cualquiera... el caso era triste. Dos... Tres personas posiblemente, que habían sido de su "familia", ahora simplemente eran bichos alienígenas que los matarían. Era una pena que aquellas vidas, las reales ya no existieran.

¿Y de los anteriores muertos o alguno más que podría caer en el camino? Ya no podría compartir con ellos un buen chupito de Ostaprujo^TM. Era en realidad una desgracia.

Por eso cuando oyó de nuevo a Ungak, quiso contestarla, para dejar las cosas claras. 

- Dijo algo. Una simple frrase unida a prromesa mía.- Di un par de pasos hacia la esquimal y bajé mi vista hacia ella en un intento de poner cara amable, como un niño que sabe que ha hecho algo más y espera la regañina de su madre.- Yo prrometí, a todo el mundo, que nunca votarría dos veses a la misma perrsona, salvo que tuviera certeza. Y así lo he hecho hasta ahorra.

Las palabrras aprroximadas de Jack fuerron "Si yo muero un inocente más caerá". Pudo serr simplemente que se refirrierra a él como inocente. Pero en su momento esas palabras me parecieron una amenasa. Algo así como "Si yo muerro, conmigo caerrá otro también...muahahahah"- me encogí de hombros.- Bueno algo así. Puede que esté parranoico, perro en esta situasión, ¿quién no? Lo currioso es que justo murrierra Rhonda trras su muerte. No se que pensarr con rrespecto a eso. Solo pido que aislemos a la doctora. Nada más. 

Poco más tenía que explicar o replicar. Ya estaba todo dicho. No tenía necesidad de repetir más las cosas. De hecho era todo lo que podía decir. No tenía más pruebas, ni positivas ni negativas. 

-Y mañana...- me erguí de nuevo mientras me ajustaba y comenzaba a abrocharme el anorak.-... ya verremos que hasemos con Jesus o no. Si muerro esta noche, ya sabéis por qué ha sido y quién.

Di un par de pasos, pero me detuve a la mitad.

- Una prregunta a todos. ¿A quién deberría haserrle la prrueba esta noche?- Sonreí suspicazmente- ¿O prreferrís que lo elija yo al azarr? Si todos están de acuerdo, me ahorraré la de Yrion. ¿Sigo con la prueba de Stuart?... aunque no se parra que, perro bueno... No me hagáis hasérrsela parra que salga lo que salga empesarr luego a dudarr! Porrque serría una prrueba tirrada a la basurra!

Alcé los brazos en alto  y los dejé caer nuevamente. Luego me dirigí hacia Maika y puse la mano delante de ella.

- Si me permite el mechero, señorita...- Pedí amablemente.- Antes de que el señor Ellis cierre, quierro haserr dos cosas: Prrimero quemarr el cuerpo de mi amiga Rhonda. No me gustarría ver un sombi. No sé si esas cosas puede rreanimar muerrtos o al menos... hacerse el muerto.

Me abroché del todo el anorak y busqué con mis manos la capucha, a mi espalda.

- Y segundo, nesesito... emm... que tengo a Mike Jordan a punto de hacer un mate en el areo... el perro asomando el hocico... paertir leña antes de que llegue el inviereno... saludaer a Digglet... que me cago, vamos. Y si quiere venir toda la tropa por mí perfecto, porque este es tan gordo que no sé si ponerle Yrion de nombre o de apellido.

Sonrió al escuchar el agradecimiento de Ellis y aunque miró su mano con algo de extrañeza, imitó su gesto. Era japonesa, después de todo.

Al ver las miradas de Lyra, le dijo - Tal vez debería exteriorizar sus sospechas en vez de hacer solo malas caras, señorita Lyra - para luego girarse a Ben y a Mia.

- No sé si es solo mi impresión o el señor Ben y la señorita Mia tienen una relación más allá de la profesional. Si tengo razón, tal vez esa sea la razón por la cual ha tomado la decisión con tanta facilidad - y sonrió. Vio el pesar de Zhou y le sonrió para negar con la cabeza.

- Nuestro destino estaba sellado desde que descongelaron a esa Cosa de la nieve. Solo trata de salir de aquí -. Y luego miró al piloto - Lo invisible pesa más que lo visible. El silencio es más letal que el ruido. Y esa será la perdición -.

No había más qué decir...al parecer todos estábamos claros, la noche llegaba y no teníamos otra opción más que esperar.

Lo único que me tranquilizaba era que finalmente íbamos a acertar

...eyy tú Ostaprujo...necesitas ayuda con eso? señalé ligeramente el cuerpo de Rhonda que estaba tirado a un lado. Había sido una interesante compañera y también quería darle un enterramiento digno.

La veo nerviosa, doctora... señorita Takeno... si es humana, y puesto que no se la va a aislar, solo interrogar... ¿a qué tanto nerviosismo?

Pero si no es quien dice ser, y es lo que algunos sospechamos (otros tienen la certeza), creame, le haremos pagar caro las muertes de nuestros colegas, y eso si es una amenaza.

Y continuando con los brazos cruzados esperé el resultado de la votación.

Había sido un día intenso desde su primer albor.

La muerte de Rhonda, seguida del terrorífico anuncio de la cuenta regresiva que les amenazaba a todos, el primer cruce de acusaciones y desconfianzas, la reproducción del registro de la comunicación de Blair con la que sin duda era la última esperanza de la humanidad, la acumulación de entropía en las siguientes discusiones y, finalmente, la decisión que podía ser una luz para creer en la esperanza o el anuncio de la desolación.

Pero aun quedaba algo importante por hacer. Dos cosas, en realidad. Después de acompañar todos a una a Ostap en su visita a cerciorarse una vez más de que la porcelana es más fría en la Antártida, salieron al exterior todos a una.

La ventisca continuaba y le quitaba las ganas a cualquiera de intentar escapar al bombardeo de manera desorganizada. Estaba claro que si alguien abandonaba aquel lugar antes de tiempo, debía ser en una decisión colectiva y previa reparación del tractor de vapor. Si no, todos encontrarían allí su muerte: terrestres y alienígenas.

El cuerpo de Rhonda ya estaba sepultado por nueva nieve virgen, por efecto del inclemente tiempo que había azotado el lugar durante todo el día, pero a pesar de todo, con palas, gasolina y un mechero, pudieron arreglárselas para prender fuego a su cadáver. No fuetan fácil como les hubiera gustado y aquella noche Lyra, Jeffrey y Ben iban a tener que volver a configurar el sistema de emergencia para garantizar la calefacción y evitar la congelación de más de uno por su prolongada exposición en lo que duró la incineración. Pero el cadáver de Rhonda tuvo la decencia de no salir corriendo en llamas o volverse agresivo. Era un cadáver humano al fin y al cabo.

Finalmente, algo había surgido de este día cargado de intensidad. Después del fracaso de la votación del día anterior, el grupo había sabido reponerse y actuar más o menos de manera cohesionada.

Y para muestra de aquello, el resultado de la votación que hicieron público una vez terminado con el cadáver de Rhonda y vuelto al interior: Había un clamor único que señalaba a Kaida Takeno.

En toda la discusión del día, no habían tenido tiempo de discutir cómo afrontar los aislmientos ahora que usar salas a tal efecto podía activar trampas explosivas como sucediese la noche anterior. No había parecido importante hasta aquel momento. Faltos de alternativas, decidieron mantener el mismo criterio que hasta entonces a pesar del evidente riesgo.

La doctora no se resistió, caminó de manera civilizada hasta donde la guiaron para aislarla. Aquella que sería la última sala disponible: el gimnasio. A partir de entonces, no les quedarían posibilidades reales para aislar a nadie. Tendrían que afrontar las votaciones de otro modo. Pero eso sería al día siguiente. Aquel día, Kaida Takeno entró por su propio pie en el gimnasio y cerró los ojos aguantando la respiración cuando la puerta se cerró.

Sonó un click y la sala estalló en llamas.

La compostura nipona que había mantenido desde Dios sabía cuando se perdió entonces y la que alguna vez hubiera sido Kaida Takeno mostró su verdadero rostro cuando las llamas la envolvieron. Por primera vez, la humanidad había acertado. Aquellos que habían llegado a dudar de si realmente existía algún infectado allí, no tuvieron dudas. Kaida Takeno era una de aquellas horribles Cosas. Y estaba muriendo envuelta en llamas.