Partida Rol por web

Zhou se encontraba fascinada observando a unos y a otros. Confundida, sí. Pero fascinada. Justo en ese preciso instante no encontraba ni una pizca de arrepentimiento en el día que había aceptado la beca del profesor Graham, de hecho, encontraba cierta ironía en el hecho de haber llegado a la expedición intentando refutar que un líquido pudiera conservar las propiedades de un organismo ajeno y ahora estuvieran hablando de asimilaciones. 

Y sin duda alguna odiaba sentirse perdida tanto como odiaba no encontrar un argumento lógico que le permitiera desencriptar el actuar de Ben. Ese hombre estaba cambiado ¿pero acaso le conocía tanto? No le había prestado atención en los días anteriores, tal vez, simplemente la apariencia engañaba.

Ellis y Becks le parecían coherentes y la chica de los perros parecía que se llamaba Ungak.

Del resto era incapaz de aclarar sus ideas, y toda opinión vale lo que valen sus argumentos. Así que sí, Zhou estaba perdida.

- Señorita becks, ¿puedo ayudarla? Me gustaría aprender algo nuevo y nunca he dado mecánica.

El destino de Ostap había sido casi que predicho cuando lanzó semejante revelación, lamentaba profundamente lo que había pasado, pues había empatizado con el del Vodka, su valentía había podido librarles por dos de la gran incertidumbre en la que venían envueltos.

Por su parte, la señorita Mía no era del todo de mis afectos, en realidad pensé que podría ser una de las implicadas, pero ahora entiendo por qué Ostap estaba tan seguro de no continuar la prueba con ella.

Si ven...debimos haber salido del charlatán fanático primero, los desvaríos que lanzaba no hacían si no generarle una ligera jaqueca.

Jefa, revisemos el tractor a ver qué podemos hacer, pues de todos, la propuesta de Ellis me había parecido sensata...

Mire a Jesús de reojo....Ni te refieras a mí....deberíamos amarrarte de una buena vez.

Jesús se limitó a cruzarse los brazos, a fin de cuentas no parecía haber mucho remedio a todo eso, no encontraba nadie en quien poder apoyarse para salir de ese asunto en el que le habían metido de cabeza, o en el que él se había metido, sea como fuere, iba a actuar como una víctima y culpar a los demás.

-¡Que sepáis que yo sabía que esos dos iban a morir juntos!. -Indicó asintiendo con la cabeza con convicción- Era evidente para el ojo entrenado como el mío. Cuando podía oficiar bodas, bueno, cuando decía que podía oficiar bodas, veía ese tipo de miradas muy a menudo. La veinteañera con el noventañero con la absoluta negación de la familia de este... pero nada que no se arregle con una boda rápida y una generosa donación a mis arcas... Pero a lo que estaba diciendo: ¡Los mismos ojos tenían!.

Con este comentario señaló a todos los presentes, esperando a que esas votaciones finiquitaran de una vez.

-¡Que sepáis que la IRA DE DIOS caerá sobre vosotros!. ¡Vale que los muertos fueran Ostap-Mia fue algo que no tenía en cuenta que pasaría, pero eso no importa en absoluto!. ¡La Ira de Dios será implacable y todo seguirá acorde a su gran plan!... que yo sé cual es... ¡Una vez que lamí el agua que caía de detrás de la nevera pude verle y hablar con él!... ¡De hecho lo apunté en un pañuelo de papel lo que me dijo!. -El hombre de Dios sacó un pequeño pañuelo de papel y apretando los ojos trató de leer lo que ponía ahí- Grande... neutral... trono... ambiental... cerdo... Rápido... retirado... añorar... sala... aprobación... -Volvió a mirar al resto de los presentes- ¡Meditad acerca de estas palabras! ¡Pues son la Sabiduría del Altísimo!. 

Asentí a Zhou, y cuando oí a Jeffrey me sentí un tanto aliviada, suponía que se refería a venir con nosotras, porque la verdad es que prefería no quedarme a solas con nadie, no parecía que ellos fuesen infectados, pero por si acaso.

- Sí, hay que intentar arreglarlo como podamos, parece ser nuestra mejor forma de escapar de todo esto y volver a nuestras vidas - ojalá - así que hay que conseguirlo, sí o sí.

Cada vez que Yrion abría la boca era para decir más sandeces, lo mejor era no escucharlo porque sino, iba a acabar poniéndole cinta aislante en la boca yo misma.

Al parecer no había nada mas que discutir, todos parecían de acuerdo, como el día anterior y el anterior a este y escuchar al defensa de Jesus no ayudaba a pensar lo contrario, pero divagar de esa manera... se preguntaba si Ijiraq también era capaz de improvisar tales incoherencias, así como si era capaz de condenar a alguien a muerte con su voto...

Pero las dudas deberían de esperar, aun quedaba día con el que trabajar y debían prepararse adecuadamente si deseaban abandonar aquel lugar congelado en busca de un sitio mas cálido.
-Recogíamos lo esencial mientras haya tiempo.

Escuchaba los llantos y las amenazas vacías. La verdad es que debía reconocer que aquella cosa alienígena-experimento era realmente buena asumiendo papeles. Aquello sólo la hacía más terrorífica.

Pero para llevar la contra su idea había parecido calar. Esbozó una media sonrisa y asintió con cierta firmeza o seguridad, sentía una leve esperanza a la vez que se le encogía el estómago. Si lo conseguían, algo que no era muy probable, lo más posible era que la llevasen con ellos a otro campamento, pero mejor equipado. Era algo bastante arriesgado en cualquier caso.

Tuvo, pese a todo, la deferencia de dedicarle unas palabras al pseudo-sacerdote.

Su dios, si existiera, diría que está lo bastante enfadado para mandar un alien mutante para destruir a todos menos a su elegido y su familia y un animal de cada especie. Al menos es ¿más original? Meh.

Desechó las ganas con la diestra.

Queda poco, yo hubiese elegido unas mejores últimas palabras.

Luego miró a los demás.

Obstruí las salidas como dijimos ayer, así que buscaré alguna alternativa. Quizá necesite algo de ayuda para unos explosivos caseros o algo así.

Se encogió de hombros y se preparó para ponerse manos a la obra.

Uuuu, explosivos....gustoso de ayudarte Ellis!!!

Lo que comentaba Ellis era cierto, si al final le iban a condenar a él, al menos este tenía que dejar una buena impresión, en sus últimos momentos, por lo que estuvo pensando en qué era lo que iba a decir, a fin de cuentas aún había opciones de poder lograr convencer los corazones de aquellos que iban a ejercer un crimen de sangre.

-Si estas van a ser mis últimas palabras, espero que sea os queden en la piel grabadas... ¡Pero antes de eso voy a decir que los que creen en Aliens son esos idiotas de la Cienciología!. ¡Con su Xenu o Xemu!. Como los detesto... ¡Rechazaron mi humilde proposición de ser su Obispo!. ¡Si incluso sabía girar los botones de los aparatos esos que hacen Fiuuuu y Pim de vez en cuando!.

Negando con la cabeza nuevamente, Jesús Yrion pensaría en cómo abordar todo eso y a su vez ayudar a sus compañeros a salir de aquella situación, por lo que hizo lo que todo hombre en su situación haría, sacaría un ukelele del mismo lugar que sacó su segunda Biblia.

-¡Porque no tengo ni idea ni ganas de trabajar voy a apoyaros como un bardo haría!. ¡Pero mucho más casto y con posibilidades de ir al cielo!. Espero que aprecieis mi obra... y así ya de paso no me pedís que haga algo porque estoy haciendo ya algo... espera... eso no lo tenía que haber dicho en voz alta...

Tras decir esto comenzó a tocar el ukelele fuera de nota, de tono, de partitura y casi mismo fuera del propio instrumento musical; sea como fuere, si alguien había visto un gato siendo metido lentamente en una trituradora de papel, el sonido salido de aquel instrumento era más que similar.

Jesús mi fiel amigo
Mi dulce caminar
Quédate conmigo
No quiero volver atrás
No quiero volver atrás

Llevarme allá, donde sé que habrá paz
Donde tengo que callar
Para escucharte hablar
Donde todo es realidad
Y el tiempo no existe más

Una y otra vez
Al estar yo junto a ti
No me puedo contener
Cuando me miras así
Ya no hay nada que decir
Eres todo para mi

Jesús mi fiel amigo

Jesús mi fiel amigo
Mi dulce caminar
Quédate conmigo
No quiero volver atrás
No quiero volver atrás

Quizás una canción no fuera la mejor de las formas de ser sus últimas palabras, y dado que la gente suele tener compasión con los artistas como él, esperaba que la situación fuera mucho mejora y más aún cuando podía meter su último discurso para demostrar que él era un humano como ellos.

-Queridos compañeros humanos. -Empezó bien, indicando que él era como ellos, un compañero humano- Yo como un humano me gusta realizar las actividades que vosotros, compañeros humanos, hacen. Como por ejemplo ingerir vasos de cristal con líquido refrescante, a veces con burbujas, a veces con alcohol, el alcohol me gusta, como cualquier compañero humano que alcanzó la edad de maduración... o los tres años si es Francés. También disfruto de otras actividades como inspirar el aire que nos rodea por mis orificios del rostro para luego expulsarlo tras un corto periodo de tiempo por estos mismos orificios u otros, a saber. -Para demostrar cuanto disfrutaba de hacer esto, inspiró y espiró varias veces con una amplia sonrisa que tenía clavada en el resto de los presentes- También me gusta hacer otras cosas que los humanos, como yo, hacemos, como por ejemplo inventarnos países y dárselos a gente con sombreros pequeños y pelo rizado que cae por delante de las malformaciones que se crean alrededor de los conductos auditivos... o acariciar otras criaturas... -Echó un vistazo al perro que había ahí y dudó un momento acerca de si acercarse o no, aunque finalmente decidió no hacerlo- ...Como los patos. Aquí no hay ningún pato, solo compañeros humanos, como nosotros, humanos. Así que no puedo demostrar nada acariciando patos. Podría acariciar a un compañero humano, si alguien lo desea. Los humanos también se acarician entre sí. A veces lo hacemos sin ropa. ¿Alguien quiere quitarse la ropa y acariciarnos, como humanos que somos?.

Sin lugar a dudas el que creyera ahora que no era un humano debía ser un iluminado, y porque los humanos no son luminiscentes -a simple vista-, pues probablemente sería un no-humano, como una medusa, esas cosas son luminiscentes.

-Y ahora que todos confiais en mí como compañero humano que soy. ¿Por que no alabamos al Señor Todopoderoso para que nos bendiga y nos guíe por estos tortuosos caminos que tenemos aún por delante?.

Y un día más llegó a su fin, pero este no había sido un día cualquiera. Había sido el peor día de su vida o, si no, uno de los tres peores.

La falta de luz eléctrica y de calefacción por la explosión del depósito de combustible que alimentaba los generadores había sido fatal. Su única oportunidad había sido confiar en la pericia de Lyra y Jeffrey para reparar el tractor de vapor, que estaba seriamente dañado.

Pronto el grupo había empezado a acusar el frío y la oscuridad hasta el punto de tener que salir del complejo para entrar en calor, puesto que la piscina llameante que era ahora el depósito enterrado era la única fuente de luz y calor. Las chicas guiaron al grupo hasta allí, ya que habían pasado por aquel lugar cuando regresaban de su encierro en La Casa del Paraíso tan solo 3 días antes.

Todos reconocieron el lugar al verlo, pues era también donde había tenido lugar el primer ataque de La Cosa. Aquel que acabara con la vida de los perros y de Mayor. Aunque en aquel entonces no sabían lo cerca que se encontraban del depósito que tan solo una semana después sería su única salvación.

La columna de humo ascendía hasta perderse más allá de la niebla y hacía llorar los ojos, pero la luz y el calor que emanaban de aquel fuego eran todo cuanto les quedaba. Blair había hecho un buen trabajo cazándoles, pero aun no había podido con ellos.

Al finalizar el día y tras un ardúo trabajo de todos turnándose para asistir a Lyra y Jeffrey llevándoles materiales para reparación obtenidos incluso de las mismas paredes del complejo, todis estaban cansados y ateridos, pero especialmente los mecánicos que por necesidad de sus reparaciones, más tiempo pasaron lejos del fuego principal. De hecho, tuvieron que hacer un segundo fuego controlado en el hangar de vehículos para evitar la congelación.

En todo ese tiempo, siempre alguien controlaba con actitud paranoica los movimientos de Jesús. Y nunca era un solo guardia y tampoco era un guardia desarmado. Y es que todo parecía indicar que aquella votación estaba decidida desde la primera hora del amanecer.

El mismo Jesús había acabado comportándose como un loco. O al menos más loco que nunca antes y, sin embargo, aguantó estoicamente el resultado de la votación que sorprendería a todos por igual.

De nuevo, el día y las votaciones habían llegado a su fin. Ya no era el momento de partir, puesto que la siempre presente ventisca nocturna comenzó y, al fin, apagó el incendio de la piscina llameante. Todos entraron al hangar de vehículos entonces, donde el motor del tractor empezó a responder después del prolongado esfuerzo humano.

Al amanecer del siguiente día partirían lejos de allí con su última oportunidad de supervivencia: abandonar el otrora cómodo y habitable campamento antes de que el bombardeo acabase con todos. Pero aquella noche debían pasarla allí. Así que desplegaron un campamento auxiliar energizado con el motor del tractor de vapor, igual que tiempo atrás hicieran McReady, Blair y Mayor. Igual que harían desde ese momento en adelante cada noche lejos de las paredes del Gran Imán. Ellis había intentado sellar el campamento, pero la explosión del depósito al amanecer no solo había reventado cualquier posiblidad de supervivencia allí, también cualquier posibilidad de aislamiento.

Y allí, al calor del recién habilitado sistema de calefacción, hicieron el recuento. El sorprendente recuento.

El estupor reinó en el lugar cuando se conoció el resultado. Sorprendentemente, el estupor fue generalizado afectando a todos los presentes empezando, no tan sorprendentemente, por el propio Jeffrey.

Comenzó a retroceder a pequeños pasos mientras negaba con la cabeza en apenas una queja silenciosa. Pronto su mirada se cargó de furia con la que fulminó a todos y no solo a los que le habían votado.

¡Eih, eih!, esperad un momento. Con todo lo que hemos hecho. ¿Vamos a dejar que una votación decida nuestro futuro? ¿no podemos repetir la votación?

Mirando los rostros de unos y otros y no encontrando apoyo, Jeffrey bajó la mirada preocupado y apesadumbrado.

Finalmente, lo aceptó.

Lo que pasó a continuación les hizo meditar más tarde acerca de aquello, puesto que la respuesta de Jeffrey había pasado por todas y cada una de las etapas de duelo propias del ser humano y ,sin embargo...

Jeffrey abrió la boca para gritar, solo que en lugar de detenerse en la comisura de los labios, su boca continuó abriéndose y en lugar de un grito, de su boca salió un terrible chillido. De pronto el cuerpo de Jeffrey comenzó a adquirir una tonalidad verdosa y aspecto viscoso allí donde iba transformando algunas de sus extremidades en gruesos tentáculos. Jeffrey ya no estaba entre ellos, allí solo quedaba un ser alienígena.

La antorcha que aun sujetaba Ben y con la que había estado apuntando a Jesús durante todo el día cambió rápidamente de objetivo interponiéndose entre la Cosa-Jeffrey y el resto del grupo. Y entonces empezaron a llover golpes y latigazos indiscriminados de tentáculos

Arrinconados como estaban contra la única posibilidad de supervivencia que suponía el tractor, el grupo supo que tenía que evitar que se dañara, y eso suponía ganar la puerta y salir de allí, pero la criatura se interponía entre ellos y la puerta y la nube de golpes de tentáculo que llenaba el espacio les impedían ganar el espacio.

Un palo con fuego en la punta no parecía el arma más apropiada para enfrentar a la criatura, pero la pequeña hoguera en la esquina de la habitación que habían utilizado para mantener calientes a Lyra e, irónicamente, Jeffrey, cuando trabajaban en reparar el tractor parecía una distracción suficientemente buena si conseguían tirar a la criatura sobre ella.

Lanzando estacazos como contrapartida a los tentáculos, Ben intentó ganar algo de terreno, pero fue un intento inane. Ben no había tenido la fuerza de Jeffrey cuando este había estado vivo, mucho menos tenía la misma fuerza que la criatura. Después de varios infructuosos intentos de hacerla retroceder, uno de los tentáculos de la criatura arrancó de las manos de Ben la antorcha y la tiró al suelo. El grupo se sintió perdido. Si hacía estallar las bombas de Ellis, todos morirían allí y los que no murieran por la explosión morirían por el frío dado que la explosión sin duda se llevaría por delante el tractor. Aun así, Ellis corrió hasta ellas para hacerlas detonar. Y lo hubiera hecho si no fuera por la voz de Maika pidiéndole que se detuviese.

¡Espera!

Salido de la nada, Blue llegó galopando desde la puerta y saltó sobre la criatura cuando esta no la había ni visto llegar haciéndola caer hacia atrás directamente sobre la hoguera y se interpuso entre el grupo y la criatura gruñendo.

No perdieron oportunidad y salieron corriendo de allí. Blue hizo caso omiso de quienes le llamaban para que fuera con ellos y se mantuvo con la intención de alejar a la criatura del grupo.

Instintivamente, Ungâk guió al grupo hacia el único lugar en que podían acabar con Jeffrey: Hacia el exterior. Una vez allí, todos entendieron cuál era su plan. Su única oportunidad era empujar a la criatura a la piscina llameante que era los restos del depósito enterrado. Cogieron nuevas teas y antorchas, palas y otras armas improvisadas. Las teas las encendían utilizando las llamas de la piscina y se prepararon para recibir a la criatura.

No pasó mucho tiempo hasta que la criatura con algunas llamas que no eran lo suficientemente grandes para acabar con ella salió detrás de ellos por la puerta en una persecución furiosa. Se había deshecho de Blue de algún modo y ahora buscaba acabar con sus enemigos para sobrevivir. Pero sus enemigos ahora estaban armados y unidos.

La batalla fue más corta de lo que habría cabido esperar. Por muy rápido que pudiera mover los tentáculos, ahora el que estaba acorralado era aquel ser y no podía enfrentar a una turba armada incluso aunque fuese una turba de 7 personas. Golpeando con todo lo que tenían a su alcance, fueron ganando milímetro a milímetro de terreno obligando a aquella criatura a retroceder hacia la piscina llameante hasta que, finalmente, cayó con un desagradable chirrido agudo que se grabó en vuestros oídos al mismo fuego que devoraba al ser alienígena.

Minutos más tarde, recuperándose de los golpes y heridas recibidas, se reagruparon y regresaron junto al tractor de vapor. La votación no había salido como ellos querían, pero había servido para localizar y cazar a una de aquellas criaturas, así que no podía considerarse un fracaso.

En cuanto a Blue, se lo encontraron tumbado junto a una pared con claros signos de haber sido golpeado con contundencia. Tumbado, pero vivo.